Claves para lograr la eficacia deseada

Muchas veces nos hemos preguntado qué tan eficiente es una vacuna. Y la respuesta no es sencilla puesto que, cuando hablamos de eficiencia, debemos hacer un análisis más complejo sobre la vacunación, acto en el que intervienen tanto factores de manejo, como la calidad del producto y el estado de los animales que recibirán la vacuna, por ejemplo.

Más allá de esto, el objetivo siempre será el de lograr una respuesta inmune protectora y así generar una mejor sanidad en nuestro ganado bovino. Para ello será clave seguir una serie de pasos sobre los cuales se basan las Buenas Prácticas de Vacunación (BPV). Comprendiendo esto, abordamos una serie de conceptos ligados al Bienestar Animal, tema directamente relacionado con la respuesta que lograremos de las vacunas.

En primer lugar, será importante evitar y minimizar todos los factores que generen estrés en los bovinos, ya que esto produce la liberación de corticoides que provocan una depresión de todo el sistema inmune, disminuyendo de forma directa la respuesta a la vacuna. También son cruciales el almacenamiento y transporte de los biológicos, la conservación de la cadena fría, su correcta homogenización y atemperado, la dosificación, el acto de vacunar propiamente dicho y, por último, el descanso ofrecido post vacunación.

Manejo de los animales

El ganado a vacunar, desparasitado y con un correcto estado nutricional, debe ser llevado a los corrales con disponibilidad de agua el día anterior. Si esto no fuese posible, al menos 3 horas antes. Los bovinos deben ser llevados a los corrales con el mínimo estrés: hay que evitar la utilización de picanas, perros, palos y cualquier otro elemento que provoque que el ganado se agite y asuste.

Trabajar con una conducta en pos del Bienestar Animal lleva a minimizar este estrés y es el camino más corto para lograr una mejor respuesta inmunológica en el animal vacunado.

Por otra parte, las instalaciones deben estar en condiciones, de manera de evitar que los animales se lastimen cuando sean arreados hacia la manga. Un elemento que trae buenos resultados (práctico y económico) es el de atar una bolsa de arpillera a un palo (a modo de bandera) para, con el sonido, ir dirigiendo la hacienda hacia el corral. Tanto el corral como la manga de trabajo, deberían estar ubicados bajo la sombra de árboles. El trabajo en manga no debe ser brusco, para lo cual hay que ir concientizando y capacitando al personal. De la misma manera que los humanos, los animales aprenden, por lo que es indispensable generar conducta para lograr nuestro objetivo.

Fuente:http://www.cdv.com.ar/wp-content/uploads/2015/08/CDVet06web.pdf