En regiones donde la prevalencia de la enfermedad es alta, el programa es adaptado a las condiciones socioeconómicas de los ganaderos. En los animales las vacunas vivas

estimulan una respuesta inmune de tipo celular, la cual es necesaria para controlar a las bacterias de vida intracelular como la Brucella.

 

La capacidad para generar células de memoria después de una primera

infección es el principio básico para desarrollar una inmunidad

prolongada, que es el objetivo de la vacunación.

 

Por esta razón, los biológicos utilizados en la Campaña para el control de esta enfermedad son vacunas vivas que deben ser aplicadas a hembras negativas

a brucelosis.

 

El propósito de cualquier programa de vacunación es proporcionar al animal una adecuada inmunidad mediada por anticuerpos y por células para proteger ante la infección.

 

El término vacuna se refiere indistintamente a todos aquellos productos biológicos o inmunógenos que son aplicados para proteger a los animales contra las enfermedades. Por ejemplo, la aplicación de vacunas de virus o bacterias atenuadas (vivas)

ofrece la ventaja de confortar al animal con una dosis antigénica mayor y más duradera que genera una respuesta citotóxica mediada por linfocitos T de memoria.

 

Adicionalmente, la respuesta inmune se origina principalmente en el sitio natural de infección, lo que favorece la inmunidad tanto a nivel sistémico como de mucosas.

 

Generalmente las vacunas de virus o bacterias atenuadas requieren de la aplicación de un solo refuerzo. Entre las desventajas del empleo de vacunas atenuadas está la posibilidad (aunque remota) de que la vacuna revierta a su forma virulenta, además de la complejidad y el costo de mantener una adecuada cadena fría.

 

Conoce mas en: http://utep.inifap.gob.mx/pdf_s/MANUAL%20BRUCELOSIS.pdf