Con formas del virus de alta virulencia, la peste porcina africana se caracteriza por fiebre alta, pérdida de apetito, hemorragias de la piel y órganos internos, y muerte entre 2  y 10 días después en promedio. Las tasas de mortalidad pueden alcanzar el 100%.

El organismo causante es un virus del género Asfivirus de la familia Asfarviridae. La peste porcina africana es una enfermedad inscrita en el Código Sanitario para los Animales Terrestres de la Organización mundial de Sanidad Animal (OIE)

¿Dónde está presente la enfermedad?

La enfermedad es generalmente prevalente y endémica de los países de África. En el continente europeo, es endémica de Italia. Fuera de África, han aparecido focos en Georgia en 2007 (la primera vez que se registra la enfermedad en esa parte de Europa) y recientemente en América se ha identificado un caso en República Dominicana.

¿Cómo se propaga la enfermedad?

Los animales silvestres como el jabalí pueden servir de reservorio natural del virus sin mostrar signos de la enfermedad.

El virus se encuentra en secreciones y excreciones de los animales infectados (fluido nasal, exudado genital, semen, orina y heces), aunque los niveles más elevados se encuentran en la sangre. La garrapata blanda de la especie Ornithodoros moubata actúa como vector de transmisión: ingiere el virus al chupar sangre infectada y lo transmite cuando se alimenta con animales sensibles.

La infección en los cerdos se produce por lo común por contacto directo con cerdos infectados o por ingesta de restos de carne porcina infectada o de productos cárnicos porcinos infectados no procesados. Algunos procesos de transformación no destruyen el virus de la peste porcina africana. El virus puede transmitirse también a los animales sensibles por la picadura de moscas y garrapatas, o a través de los locales, vehículos, equipos o prendas contaminados.

Riesgos para la salud pública

La peste porcina africana no representa una amenaza pues no se transmite a los humanos, sin embargo estos sirven como vector transmisor del virus.

Signos clínicos de la enfermedad

La gravedad de los signos clínicos varía en función de la virulencia del virus. Los casos graves se caracterizan por fiebre alta, falta de apetito, vomito, descarga nasal, diarrea mucosa o sanguinolenta, coloración morada en la piel y orejas  seguida de muerte entre 7 a 10 días después del comienzo de la enfermedad.

Las formas del virus de virulencia moderada ocasionan síntomas menos intensos aunque la mortalidad sigue siendo de entre el 30% y el 70%. Los síntomas de la enfermedad crónica incluyen pérdida de peso, fiebre intermitente, signos respiratorios, úlceras crónicas de la piel y artritis.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad?

Las sospechas de peste porcina africana pueden basarse en la observación de los signos clínicos, sin embargo es necesario realizar pruebas en laboratorios oficiales, debido a que es complicado distinguir clínicamente de otras enfermedades como la fiebre porcina clásica, enfermedad de Aujeszky, o salmonelosis, debido a que los signos son muy parecidos.

¿Cómo prevenir la Peste Porcina Africana?

En México no se han reportado casos de peste porcina africana, sin embargo es necesario controlar la importación de cerdos, productos y subproductos, derivados del mismo, así como fortalecer las medidas de bioseguridad en las Unidades de Producción Porcina

El SENASICA realiza vigilancia epidemiológica de manera permanente, con el propósito de detectar enfermedades en los animales que pudieran poner en riesgo el patrimonio pecuario y la salud pública de nuestro país.

 

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