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La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la obesidad y el sobrepeso como la “acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud”. Se utiliza el índice de masa corporal (IMC) para su medición, consiste en dividir el peso de una persona en kilogramos por el cuadrado de la talla en metros. Quien registre un IMC igual o superior a 30 tiene obesidad y aquellas personas con un IMC igual o superior a 25, tiene sobrepeso.

Es necesario hacer hincapié en que la falta de activación física, el consumo elevado de productos de bajo valor nutricional y contenido alto de azúcar, grasa y sal, la comida rápida, así como la ingesta habitual de bebidas azucaradas, son los motivos principales de este problema de salud. Añadimos además algunos otros factores como la genética, el nivel socioeconómico y los trastornos emocionales u hormonales.

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  “La obesidad es uno de los principales factores de riesgo para numerosas enfermedades crónicas, entre las que se incluyen la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión y los accidentes cerebrovasculares, así como varios tipos de cáncer.  Además, los niños con sobrepeso tienen un mayor riesgo de tener sobrepeso o ser obesos en la edad adulta.”, ha advertido desde hace muchos años la OMS.

Las tasas de obesidad casi se han triplicado desde 1975 y han aumentado casi cinco veces en niños y adolescentes, afectando de igual manera a personas de todas las edades y grupos sociales. De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública solo el 42% de los adultos en México come verduras, tenemos una alimentación poco variada con deficiencias nutricionales, no comer adecuadamente es un problema nacional serio; por mencionar un ejemplo, según la encuesta nacional de salud y nutrición 2020 en México, sólo uno de cada tres adolescentes consume verduras y huevo, y sólo uno de cada cinco, leguminosas. Por el contrario, poco más de nueve de cada 10 adolescentes consumen bebidas endulzadas. (ENSANUT)

En 2014, la OPS aprobó el Plan de acción para la prevención de la obesidad en la niñez y la adolescencia, entre sus estrategias se encuentran: 

  • Promoción de la lactancia materna
  • Mejorar el entorno nutricional en las escuelas, así como las actividades físicas.
  • Aumento en impuestos a bebidas azucaradas y reglamentar el etiquetado en alimentos.
  • Programas de ciclovías recreativas.
  • Apoyo a programas de agricultura familiar
  • Mejorar precios y dar mayor accesibilidad a los alimentos saludables.

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El Gobierno actual, impulsa un sistema agroalimentario justo, saludable y sustentable a través del Grupo Intersectorial de Salud, Alimentación, Medioambiente y Competitividad (GISAMAC), conformado por seis secretarías de Estado. La finalidad de este sistema es promover una producción suficiente y sustentable de alimentos saludables, priorizando la producción de la agricultura familiar. Entre los objetivos que se esperan lograr con este programa se encuentran:

  1. Incrementar la producción nacional de productos básicos para contribuir al autoabasto.
  2. Incentivar la eficiencia en el procesamiento, distribución y comercialización de alimentos saludables, priorizando a las pequeñas agriculturas.
  3. Mejorar el acceso físico y económico a dietas saludables y sostenibles, especialmente en la población con carencia por acceso a la alimentación.
  4. Contribuir en la reducción de la mala alimentación, mediante el fomento de hábitos alimenticios saludables.
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Referencias

https://www.paho.org/es/temas/prevencion-obesidad

https://ensanut.insp.mx/encuestas/ensanutcontinua2020/doctos/informes/ensanutCovid19ResultadosNacionales.pdf

https://www.gob.mx/issste/articulos/sobrepeso-y-obesidad-combatelos-con-ppresyo-alimentacion-adecuada-y-actividad-fisica