+ Aplica programas de vigilancia durante época de anidación y se verifica la eficiencia de actividades de pesca de camarón en la protección de las tortugas marinas.

+ En temporada 2017 de arribada de tortugas marinas se logró la protección de 4.2 millones;  y en lo que va de 2018 se registra la protección de más de 2 millones de tortugas.

+ Participa con la CONANP y el IPN-CIIDIR Sinaloa en talleres para desarrollar protocolo de atención a varamientos de tortugas marinas.

+ Todas las especies de tortugas marinas están en peligro de extinción (P) en la NOM-059-SEMARNAT-2010, por lo cual las acciones de protección son permanentes.

 

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA),  en coordinación con la Secretaría de Marina-Armada de México (SEMAR), la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) y la Policía Federal (PF), realiza de manera permanente acciones para la protección de las Tortugas Marinas durante las temporadas de anidación, lo anterior en el marco del Programa Nacional de Inspección y Vigilancia para la Protección de las Tortugas Marinas.

Entre las acciones aplicadas está la vigilancia en las principales playas de anidación como Escobilla y Morro Ayuta en Oaxaca; además de la certificación y verificación del uso de Dispositivos Excluidores de Tortugas (DET) en más de mil barcos camaroneros del país.

También, la PROFEPA mantiene la verificación de las actividades de conservación y protección de tortugas en los más de 170  campamentos registrados ante la SEMARNAT.

 

Por otro lado, la PROFEPA sumó, al esfuerzo de protección de especies marinas, a 10 comunidades costeras donde acreditó a 143 personas dentro de Comités de Vigilancia Ambiental Participativa.

 

Los quelonios se protegen en cada una de las arribadas de la temporada de desove, particularmente en aquellas playas consideradas como prioritarias, que se encuentran en los estados de Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Tamaulipas.

Por ejemplo, durante 2017 en Oaxaca se registraron 19 arribadas entre las Playas La Escobilla y Morro Ayuta, lográndose la preservación y protección de 4.2 millones de tortugas marinas, principalmente de las especies golfina, prieta y laúd. 

La vigilancia permanente en las citadas playas, durante el año anterior, permitió -mediante las acciones coordinadas de las autoridades ambientales y la SEMAR- la recuperación de un total de 50,350 huevos. 

Durante 2018, ya se supera la protección en dichas playas de al menos 2 millones de tortugas; cabe resaltar que tan solo en la temporada 2018-2019, que comenzó en el mes de julio pasado y hasta la fecha, se han registrado 6 arribadas y más de 800,000 tortugas.

Derivado de la aplicación del operativo de vigilancia permanente para la protección de la Tortuga Laúd (Dermochelys coriacea), en 2017 se realizaron 107 recorridos de vigilancia en sus principales playas de anidación: Mexiquillo (Michoacán), Tierra Colorada (Guerrero) y en Barra de la Cruz y Cahuitán (Oaxaca), lográndose la protección de 172 tortugas y participar en la liberación de 2,574 crías.

Para el caso de la Tortuga Lora (Lepidochelys kempii) en la Playa de Rancho Nuevo, Tamaulipas, se tuvo presencia durante 15 arribadas, lo que permitió la protección de 17,099 tortugas y participar en la liberación de 807,869 crías.

Con respecto de la protección de las tortugas marinas durante las faenas de pesca de arrastre de camarón, esta Procuraduría cuenta con el “Programa de Inspección y Vigilancia de Dispositivos Excluidores de Tortugas Marinas (DET) 2017-2018”, a través del cual la PROFEPA certifica la construcción y uso de los DET instalados en más de mil barcos camaroneros que operan en el Océano Pacífico, en el Golfo de México y Mar Caribe.

De enero de 2013 a agosto de 2018 se han emitido más de 5,500 certificaciones a embarcaciones camaroneras por la correcta construcción, instalación y uso de los dispositivos excluidores, lo que representan un promedio de 1,100 embarcaciones por año.

También, en el marco de este Programa se verifican las embarcaciones camaroneras de arrastre que operan a lo largo de las costas del mar territorial de nuestro país durante la temporada de pesca, así como en los muelles antes de salir vía la pesca y a su regreso a puerto, para verificar el cumplimiento de las especificaciones técnicas de la NOM-061-SAG/PESC-2016, manteniendo un mínimo de 300 embarcaciones verificadas en altamar de manera anual.

Así mismo,  se ha obtenido -desde el año 2013- la certificación del Gobierno de los Estados Unidos, que a través de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica del Departamento de Comercio de los Estados Unidos (NOAA) anualmente evalúan el programa mexicano de protección de tortugas marinas en la pesca comercial de camarón de altamar, donde han observado una eficiencia de más del 80%.  

Esta certificación a la flota camaronera permite la exportación de este producto hacia los Estados Unidos, beneficiando a este sector y generando mayor compromiso para realizar una pesca responsable y amigable con la protección de especies marinas en riesgo.

 Respecto a las acciones de protección a la Tortuga amarilla en el Golfo de Ulloa, la NOAA certificó positivamente a México, por la regulación que ha implementado para reducir la captura incidental de la tortuga amarilla o caguama.

La PROFEPA aplica una vigilancia permanente en la Bahía de Ulloa mediante recorridos marinos y terrestres desde enero de 2013. Además, la PROFEPA ha coadyuvado en la investigación de las causas de muerte de las tortugas, mediante la colecta de datos de campo relacionados al hallazgo de cadáveres.

          Cabe resaltar que las 7 especies de tortugas marinas que podemos encontrar en los mares mexicanos, están enlistadas como en Peligro de Extinción (P) en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.

          Lo anterior, al considerar que sus áreas de distribución o tamaño de sus poblaciones en el Territorio Nacional han disminuido drásticamente, poniendo en riesgo su viabilidad biológica en todo su hábitat natural, debido a factores tales como la destrucción o modificación drástica del hábitat, aprovechamiento no sustentable, enfermedades o depredación, entre otros.

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BP / 1009 - 18

Ciudad de México, a 19 de septiembre de 2018.