Desde hace más de 17 años mi objetivo principal es asegurar que la industria petroquímica cumpla con la legislación ambiental. Como inspectora participo en operativos para la detección de transporte de materiales peligrosos y para frenar el tráfico ilegal de especies de la vida silvestre.

He inspeccionado mercancías en el  Puerto de Altamira, cuya área de importación y exportación está sujeta a regulación por la Semarnat. 

Gracias a nuestras inspecciones se han emitido medidas correctivas que han minimizado los daños ecológicos. En nuestra zona tenemos la fortuna de tener lagunas, mar, playas, puertos y también un corredor industrial petroquímico, por lo que estoy segura de que nuestras intervenciones han tenido un resultado en beneficio del medio ambiente.​

Otro aspecto de mi trabajo que me fascina es colaborar con otras autoridades dando pláticas ambientales. De mi trabajo lo que más me gusta es que tenemos la oportunidad de hacer cosas diferentes, intervenir en distintas áreas. Cada día es un reto y un desafío diferente. 

A diferencia de años anteriores, ahora, a través de las redes sociales, la ciudadanía es más participativa en denunciar actividades dañinas para el medio ambiente, esto nos ha permitido tener más información de lo que sucede en nuestra zona y nos ha ayudado a actuar de manera inmediata.

Mi labor como inspectora federal  implica retos y desafíos, pero tengo la convicción de es un trabajo esencial para contar un ambiente más saludable para la ciudadanía.​

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