La palabra anfibio significa doble vida y hace referencia a las dos fases del ciclo de vida de estos organismos: la acuática y la terrestre. Los anfibios constituyen uno de los grupos descendientes actuales de los primeros tetrápodos y fueron los primeros vertebrados en respirar, transportase y escuchar y oler la tierra.

Los anfibios se distinguen por presentar las siguientes características: piel lisa y muy vascularizada sin protección de escamas, plumas o pelo, que facilita el intercambio de gases y que incluye glándulas mucosas y lechosas que humectan la piel y secretan toxinas que funcionan como mecanismo de defensa y huevos sin membranas extraembrionarias, los cuales dependen de ambientes húmedos para evitar la desecación.

Estos vertebrados se clasifican en 3 órdenes: Anura (ranas y sapos), Caudata (salamandras y tritones)  y Gymnophiona (cecilias). Cada orden presenta características específicas en algunos aspectos de su morfología e historia natural.

Orden Anura

Este orden, compuesto por 6 mil 200 especies en el mundo (Frost, 2013) es el más abundante y diversificado de los anfibios vivientes. Las especies de este grupo se encuentran en hábitats acuáticos, terrestres, fosoriales y arborícolas en prácticamente todos los continentes (Heyer et al., 2001; Halliday y Adler, 2007).

Los adultos se caracterizan por carecer de cola, por presentar un cuerpo corto y muy ensanchado, y unas patas posteriores muy desarrolladas y adaptadas para el salto.

Los organismos de este grupo presentan una longitud hocico-cloaca de 1 a más de 30 cm. Las extremidades posteriores son largas, el tronco corto y no exhiben cola con excepción de los machos de la especie

Los anuros pueden presentar diferencias morfológicas dependiendo de su modo de vida, los que pasan la mayoría del tiempo fuera del agua y que son arborícolas exhiben cuerpo plano y extremidades posteriores más largas con puntas  de  los  dígitos  extendidas.

Los anuros de los géneros Rhinophrynus, Scaphiopus y Spea que viven en climas áridos o muy estacionales son cavadores pequeños, presentan hocicos curvos, cabezas anchas, cuerpos globulares y extremidades cortas y robustas con dígitos no palmeados (AmphibiaWeb, 2012; Halliday y Adler, 2007).

En cuanto a los modos de reproducción, la mayoría  de los anuros presentan fecundación externa, tienen un abrazo sexual que es el amplexo; ovopositan en charcas, sobre la vegetación, en el suelo o en excavaciones. Generalmente presentan metamorfosis; sin embargo, algunas especies presentan desarrollo directo, es decir, eclosionan teniendo la forma anatómica de un adulto.

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FOTO ESPECIAL: https://www.naturalista.mx/observations/3815273

Rana Verde Lithobates clamitans

Orden Caudata

Las salamandras son un clado compuesto por 652 a 655 especies que se distribuyen mayoritariamente en la región Holártica pero se encuentran en mayor proporción en los bosques del sureste de Estados Unidos.

En general son de cuerpo alargado,  con  cola larga y 2 pares de extremidades  de  tamaño  similar.

En México los caudados completamente acuáticos que habitan  ríos,  lagos,  corrientes de montaña, charcas y cuevas subterráneas; presentan cuerpos robustos y largos que alcanzan una longitud hocico-cloaca de hasta 34 cm, con una cola comprimida lateralmente.

Los caudados terrestres pueden habitar en troncos, debajo de rocas, algunos excavan en el suelo y otros pueden trepar árboles hasta una altura considerable.

Sobre la reproducción y desarrollo, las especies acuáticas presentan apareamiento en el agua con fecundación interna o externa, y las larvas eclosionan con branquias.

En larvas de especies semiacuáticas se produce la metamorfosis mediante la cual se transforman en adultos terrestres los cuales regresan al agua para reproducirse.

Las salamandras terrestres tienen  fertilización  interna;  la hembra deposita los huevos los cuales cuida hasta la eclosión de los organismos que tienen la forma de los adultos pero de talla pequeña.

Un ejemplo de este orden es el ajolote (Ambystoma mexicanum) El ajolote es  una especie de anfibio caudado de la familia Ambystomatida, es endémico del Valle de México —más concretamente del sistema de canales de Xochimilco, en la Ciudad de México—. Antes de que sus poblaciones se vieran fuertemente disminuidas habitaba todo el complejo lagunar del valle, incluyendo los lagos de Texcoco y Chalco, también se encuentran distribuidos por Tlaxcala.

Actualmente está clasificado “en peligro crítico” en la Lista Roja de la UICN, principalmente por la reducción de su hábitat y la contaminación del lago y los canales de Xochimilco y aparece en la categoría de “protección especial” dentro de la NOM 059-SEMARNAT 2010.

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FOTO ESPECIAL https://www.naturalista.mx/photos/4599386

Orden Gymnophiona

Los cecilidos son un clado compuesto por  192 a 199  especies. La distribución de este grupo es en áreas selváticas y húmedas del sureste de Asia desde la India    a Sri Lanka, sur de China, Archipiélago Malayo al sur de Filipinas; este y oeste de África; las Seychelles, México, América Central y gran parte de Sudamérica (Halliday y Adler,2007; AmphibiaWeb, 2012).

Las cecilias presentan un cuerpo alargado, delgado    y anillado con ausencia de extremidades. La cabeza está fuertemente osificada y su longitud hocico-cloaca oscila en un intervalo de 7 cm a 1.6 m (Halliday y Adler, 2007; AmphibiaWeb, 2012). Son organismos que utilizan su cabeza para cavar, por lo que es difícil recolectarlos si   no salen de sus madrigueras. En cambio, las especies acuáticas de Sudamérica pueden observarse cuando quedan atrapadas en las redes de pesca (Heyer et al., 2001).

Todas las cecilias exhiben fertilización interna. La mayoría depositan sus huevos en madrigueras y cuando eclosionan las larvas se trasladan al agua. Posteriormente ocurre la metamorfosis y los adultos presentan hábitos terrestres. Sin embargo, en algunas especies todo el desarrollo ocurre en el interior del huevo por lo que cuando los individuos eclosionan presentan la forma adulta en talla pequeña (Halliday y Adler, 2007; Vitt y Caldwell, 2009.

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FOTO ESPECIAL https://www.naturalista.mx/photos/12635798

Distribución

La distribución de anfibios en México por estado denota una marcada diferencia entre los estados de Oaxaca, Chiapas y Veracruz con el resto de México. El estado de Oaxaca es el más diverso con un total de 140 especies, seguido de Chiapas con 100 y Veracruz con 96 especies.

Endémicas

Los anfibios constituyen un grupo ecológicamente importante de 6 mil 333 especies en el mundo, de las cuales México posee alrededor de 360. El 60% de estas son endémicas, por lo que nuestro país ocupa el quinto puesto entre los países con más diversidad de anfibios.

El 70% del endemismo de los anfibios mexicanos se concentra principalmente en zonas restringidas, como las islas del Golfo de California, la Sierra Madre del Sur de Guerrero y Oaxaca y el Eje Volcánico Transversal.

Importancia Biológica

Los anfibios desempeñan funciones importantes en los ecosistemas: transfieren nutrientes de medios acuáticos a terrestres y controlan las plagas de insectos, lo que es de capital importancia ya que una eventual desaparición de esta fauna provocaría un incremento en las poblaciones de insectos transmisores de enfermedades como la malaria, dengue y fiebre amarilla.

Conservación

Actualmente los anfibios están sufriendo la peor crisis de extinción de toda su historia; se considera que el 43% de las especies están amenazadas o críticamente amenazadas para el caso de México.

De las más de dos mil especies que se encuentran protegidas en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, 195 son anfibios.

AMENAZAS

Las causas que provocan disminuciones en las poblaciones de ciertas especies de anfibios son muchas y de diversa naturaleza, de manera general se han clasificado en dos grupos. En el primer grupo, las que están relacionadas directamente con actividades humanas, debido a que el efecto adverso sobre las poblaciones de anfibios es a corto plazo. En este grupo se encuentra la deforestación, la introducción de especies exóticas y la sobreexplotación de recursos.

En el segundo grupo se incluyen las causas que no tienen en apariencia una relación directa con las actividades humanas, pero su efecto negativo es evidente a largo plazo. Aquí se mencionar el cambio climático, la diseminación de químicos en el suelo y agua y la presencia de enfermedades infecciosa.

En 1991 se descubrió un hongo del Orden de los Chytridiales, el cual se conoce como Bd por su nombre científico Batrachochytrium dendrobatis y que ha causado severas disminuciones de especies y poblaciones de anfibios en Centroamérica. Este hongo se ha registrado en diversas especies de anfibios de casi todo el mundo y se ha relacionado directamente con extensiones locales de anfibios en Panamá, Costa Rica y Australia. La razón de que sea altamente patógeno, es porque infecta principalmente las partes cubiertas de queratina del cuerpo de los anfibios, como los gránulos de la piel de las ranas y sapos, causando malformaciones y/o desarrollo incompleto o inadecuado en los renacuajos. En los adultos infecta la epidermis ocasionando atrofia motriz, asfixia y finalmente la muerte.

Las esporas de este hongo microscópico se diseminan en la tierra y en el agua a través de individuos infectados, tienen una lata resistencia al calor y a la desecación en la naturaleza, y pueden ser transportadas a otros sitios mediante la introducción en poblaciones sanas de individuos infectados.

Acciones PROFEPA

La responsabilidad de un país megadiverso es garantizar la protección de las especies y su permanencia.

La estrategia de inspección y vigilancia de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente se basa en lo siguiente:

1.        Verificación del cumplimiento de la legislación ambiental,

2.        Combate del tráfico ilegal de vida silvestre,

3.        Participación social en la vigilancia ambiental.

Otras acciones para protección de los ecosistemas: combate a los cambios de uso de suelo y tala clandestina.

La Procuraduría de 2015 a la fecha ha asegurado 6771 ejemplares de anfibios (ranas, sapos, ajolotes)