Doctor Fernando Blanco Muiño, Director Nacional de Defensa del Consumidor de Argentina, saludo y agradezco su amable hospitalidad y hago votos para que este panel de alto nivel en el marco de esta Segunda Cumbre del Consumidor del G20 que nos convoca a discernir sobre la “Protección efectiva e incluyente del Consumidor”, sea todo un éxito.

Felicito a sus colaboradores y a los ponentes de los diversos países que han hecho posible que este evento de la mayor trascendencia, resulte ilustrativo y aleccionador.

Saludo con gusto al Doctor Javier Wajntraub, Director Nacional de Modernización Judicial del Ministerio de Justicia de Argentina, que fungirá como moderador de este panel sobre Seguridad de Productos – Retos emergentes. Así mismo, a mis compañeros expositores, Doctor François Roudié, Jefe de Sección Política, Prensa e Información de la Embajada de la Unión Europea en Argentina, al Ingeniero Juan González Cornejo, Ingeniero de Proyectos de Seguridad de UL, la Licenciada Mónica Lucero de Nofal, Directora Provincial de Defensa del Consumidor de Mendoza y del Consejo Federal del Consumo de Argentina y al Doctor Guillermo Orozco Pardo, Catedrático de la Universidad de Granada de España.

Mi intervención consta de dos partes:

El trabajo de México a partir de la Seguridad de Productos y nuestra intervención al presidir la Red Consumo Seguro y Salud de la Organización de los Estados Americanos.

Seguridad de Productos en México

Podríamos afirmar que la gama de acciones que realiza la Procuraduría Federal del Consumidor en México, a fin de garantizar la seguridad física y la salud de los consumidores, se realiza tomando como sustento legal nuestra propia Ley, la Ley Federal de Protección al Consumidor, y por supuesto, un conjunto de normatividades administrativas que se contienen en lo que en mi país denominamos Normas Oficiales Mexicanas. Estas últimas disposiciones las elabora la Secretaría de Economía, después de realizar una serie de ejercicios de corte científico y académico, donde intervienen Cámaras de la iniciativa privada, universidades, productores, fabricantes, comerciantes y por supuesto miembros de la Procuraduría Federal del Consumidor y de la mencionada Secretaría de Economía.

Hoy, todo producto que forme parte de una relación de consumo, está sujeta al escrutinio e inspección de la Procuraduría Federal del Consumidor buscando garantizar en este ejercicio, la vida y la integridad física de los consumidores.  Desde luego, este ejercicio de verificación incluye todos los productos del mercado, tanto de fabricación nacional, como los de procedencia extranjera.  No es ocioso mencionar que en el desenvolvimiento de nuestro trabajo cooperamos recíprocamente con el Sistema Aduanal Mexicano, la Secretaría de Salud federal, gobiernos estatales y municipales, así como organismos internacionales que trabajan tanto en la Red de Consumo Seguro y Salud, así como con la Cumbre de Seguridad de Productos de América del Norte, entre otras.

Para el mejor cumplimiento de esta función, Profeco cuenta con un moderno laboratorio de estudios y análisis de productos que se ofrecen en el mercado regular mexicano, donde se realizan dos trabajos mensuales de estudio de calidad y seguridad, tanto de productos de consumo humano, así como de artículos utilizados por los consumidores (electrodomésticos, electrónicos, cosmetológicos, entre otros). En no pocas ocasiones utilizamos el apoyo de laboratorios de universidades nacionales.

Solamente, a guisa de ejemplo, permítanme referirles algunas investigaciones concretas que en los últimos años hemos realizado en nuestro laboratorio y que han arrojado resultados negativos respecto del producto, y que por tantos, tuvieron evidentemente consecuencias legales, que implicaron desde luego la pérdida total de los bienes encontrados en condiciones desfavorables para la seguridad de los consumidores.

Hace poco más de un mes, se analizaron diversos productos alimenticios entre otros, galletas. Como resultado de esta indagatoria se determinó que tres lotes contenían niveles de plomo por encima de lo permitido por la norma NOM-247-SSA1-2008 (.50 miligramos por kilo) lo que derivó en que el fabricante tuvo que retirar a nivel nacional 64 mil cajas de dicho producto; seis meses atrás nuestro laboratorio detectó un agua de coco que se ostentaba como 100% natural y después de analizarse, se determinó que contenía 40% de azúcar agregada, representando un riesgo para la salud, sea por propiciar sobrepeso, obesidad y repercusiones importantes a quienes padecen diabetes. Consecuentemente, se ordenó el retiro a nivel nacional del producto (14000 envases) y la obligación de cambiar su etiqueta y establecer que contenía azúcar adicionada. Por último, también realizamos una investigación en “barras multicontacto”, las cuales después de analizarlas se determinó que el cable no cumplía con las especificaciones mínimas de seguridad que requiere la normatividad en México, lo cual pudiera ocasionar un corto circuito y posible incendio, se retiró del mercado nacional el total del producto.

Además del esfuerzo que realiza el laboratorio, los fabricantes, sean nacionales o extranjeros, tienen la obligación de informarnos de aquellos desperfectos de sus productos que representen un riesgo a los consumidores, los denominados llamados a revisión, alertas o RECALL. Bajo este esquema destaca el desperfecto en las bolsas de aire producidos por la empresa Takata para algunos vehículos, lo que representó un llamado a revisión de casi 700 mil automóviles en México; destaco también la labor que realizamos en las diversas aduanas en nuestro país. En lo que va de la administración del Presidente Peña Nieto se han verificado más de 92 millones de productos e inmovilizados, por diversas irregularidades casi 6 millones de ellos, que no ingresaron a México, principalmente aparatos electrodomésticos, electrónicos, teléfonos celulares, tablets, juguetes y accesorios de computo.

Por último, existe el invaluable apoyo de la comunidad internacional que con esfuerzos como este foro, realizado por la hermana República de Argentina, que hoy nos reúne; la Cumbre de Seguridad de Productos de Consumo de América del Norte y la Red Consumo Seguro y Salud de la Organización de los Estados Americanos, nos permite tener información de los riesgos que entraña el uso de determinados productos en nuestros países, en nuestra región o en nuestro hemisferio. Como ejemplo de esto destacaría la información proporcionada a nuestro hermano país Chile, respecto de alcohol de agave que pretendía ingresar a ese país como tequila, lo que derivó en un decomiso histórico de más de 15 mil botellas que no ingresaron al mercado regular a ese país. Este es un ejemplo válido de los alcances que la cooperación entre países puede generar.

Estos resultados confirman que vamos por el camino adecuado, pero como todo en el quehacer humano, es mejorable. De esta suerte, inequívocamente, el intercambio de experiencias y resultados que estamos testimoniando en esta Cumbre,  derivará en un fortalecimiento normativo y funcional de nuestras agencias.

En este sentido, la nueva dinámica del comercio global nos impone una obligación inalienable: no podemos, ni debemos bajar la guardia. Pensar que el mercado y sus exigencias, por imperativos que sean, resolverán el problema que entraña la salud y la vida de los consumidores, sería un despropósito, un verdadero desatino.  

La acción correctiva debe ser inmediata e incluso anticiparse cuando está en riesgo la certidumbre sanitaria de los consumidores.

Intervención en calidad de Presidente de la Red de Consumo Seguro y Salud de la Organización de los Estados Americanos.

La quinta meta del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 del Gobierno de mi país, contiene un principio del Estado Mexicano que lo define como una “Nación con Responsabilidad Global”. En cumplimiento a ese eje rector de nuestra política nacional, la Procuraduría Federal del Consumidor, que tengo el privilegio de encabezar, el 27 de octubre de 2017 recibió honrosamente de la Dirección Nacional del Consumidor de Argentina  la titularidad de la Red Consumo Seguro y Salud, de la Organización de los Estados Americanos.

Esta designación entraña de suyo sentimientos encontrados: por una parte, somos conscientes de la enorme responsabilidad a que tal asignatura nos constriñe, y al mismo tiempo, nos complace que los países hermanos hayan otorgado un voto de confianza a México. Muchas gracias a todos.

México es miembro fundador de la Organización de los Estados Americanos, desde su nacimiento. En el año 2009 se creó la Red de Consumo Seguro y Salud, que es el mecanismo interamericano de carácter interdisciplinario, especializado en promover a nivel nacional y hemisférico la protección de los derechos de las personas consumidoras, relativos a la seguridad de los productos de consumo y el impacto en su salud y bienestar.

Para cumplir con sus objetivos, la Red implementa las siguientes iniciativas en conjunto con los países participantes:

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Como se puede observar son muchos y muy puntuales los beneficios que se derivan del fiel cumplimiento de los objetivos a que nos constriñe nuestra pertenencia como estados miembros la Red Consumo Seguro y Salud. En un mundo cada vez más globalizado en materia de consumo, sería un verdadero despropósito no seguir con puntualidad las recomendaciones y sus alcances, que se contienen en la constitución de la propia Red.

En este sentido, el Sistema Interamericano de Alertas Rápidas, que se lanzó en diciembre de 2014 y que permite a las agencias nacionales la generación y el intercambio rápido de información sobre las alertas de seguridad de productos de consumo con certeza académica y aunado a un espíritu colaborativo, es un ejemplo de lo que intento referir en términos de lo que entraña una sólida cooperación.

Es el único sistema hemisférico que genera y gestiona el intercambio rápido y seguro de información de alertas en seguridad hacia los consumidores, con más de 18,000 “warnings” hemisféricos publicados.

Las categorías más reportadas en 2015 y 2016 fueron: vehículos, partes y accesorios (1366 alertas), juegos/juguetes (645 alertas), vestuario, textiles y artículos de moda (368 alertas), electrónicos (celulares y tablets) y artículos eléctricos de iluminación (270 alertas).

Productos que generan más accidentes en el hemisferio: vehículos, partes y accesorios (1712), juegos/juguetes (1096), equipo recreacional y de deportes (935) y equipo y artículos para niños (689).

Accidentes que generan estos productos en el hemisferio: Lesiones y laceraciones (4384), quemaduras por químicos (2016), asfixias y ahogamientos (1278), descargas eléctricas (1255) y estrangulamientos (1052).

Al momento se han realizado con gran éxito dos campañas en redes sociales:

✓        Campaña de prevención de vuelco de muebles con el hashtag #FijaloBien, coordinada por el Ministerio de Economía, Industria y Comercio de Costa Rica, del 6 al 10 de noviembre de 2017.

✓        Campaña de seguridad vial con el hashtag #ViajaSeguro, coordinado por el Servicio Nacional del Consumidor de Chile, del 16 al 20 de abril del año en curso.

Creo que resulta pertinente informarles que el pasado 2 de mayo, en la Ciudad de Washington, D.C., se suscribió un Acuerdo de Cooperación entre la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos y Profeco.

Objetivo: Establecer un marco de cooperación dirigido al desarrollo de acciones conjuntas para apoyar las iniciativas a nivel nacional y hemisférico en materia de seguridad de los productos de consumo que se desarrollan en el marco de la Red Consumo Seguro y Salud, en particular las referidas a la cooperación del Sistema Interamericano de Alertas Rápidas sobre productos de consumo inseguros, y favorecer la cooperación en temas relativos a la gestión pública efectiva de conformidad con los programas aprobados por la Asamblea General de la OEA.

Modalidades de Cooperación:

a)        Acelerar y fortalecer el diseño e implementación del Sistema Interamericano de Alertas Rápidas a nivel regional, aprovechando los avances que la Profeco ha tenido en el tema, en beneficio del resto de los Estados Miembros de la OEA;

b)        Implementar actividades de fortalecimiento institucional, capacitación, difusión y promoción de derechos dirigidos a la promoción del consumo seguro y su impacto en el bienestar de las personas consumidoras, a nivel nacional y regional;

c)         Promover la cooperación regional y el intercambio de experiencias en alianza con el Foro Iberoamericano de Agencias Gubernamentales de Protección al Consumidor en materia de seguridad de productos;

d)        Colaborar, en temas relativos a capacitación de funcionarios de Profeco en las áreas de innovación y modernización de la gestión pública, gobierno abierto, gobierno electrónico, de conformidad con los programas aprobados por la Asamblea General de la OEA.

Saludamos el apoyo entusiasta y comprometido del Embajador Luis Almagro, Secretario General de la Organización de los Estados Americanos, para la suscripción de este instrumento. Esto demuestra la legítima preocupación de la OEA por la salud de los americanos.

El día de ayer se habló abundantemente sobre las vulnerabilidades a las que quedan expuestos los consumidores en el Mundo Digital de cara al fenómeno de consumo.

La legítima exigencia que todo consumidor debe de mandar para que todo producto o servicio en el mercado, no entrañe un riesgo para su salud y su seguridad personal, es hoy considerado un derecho humano de acuerdo con los lineamientos emitidos por la ONU en el año de 1985 y por nuestra propia carta magna en México.

A propósito de estas máximas, creo que nuestra tarea primigenia es asegurar la salud y la vida de los consumidores de nuestras naciones. Después de esto, custodiar su patrimonio.

El gran reto que hoy en día enfrentamos es cómo hacer para que las nuevas formas de comercio y consumo respeten los derechos e intereses de los consumidores.

Solo encuentro una respuesta: trabajar unidos como organismos constreñidos a realizar el mismo cometido: proteger la salud de nuestros connacionales.

Ayer decía Luis Almagro que los mercados globales han traído beneficios, eso es innegable. Sin embargo no podemos rechazar la versión de que también se están desarrollando sin respeto por las diferencias evidentes que encontramos entre consumidores de economías desiguales.

Hay grandes fallas en el suministro de información a consumidores de un mismo producto, que viven en naciones con desarrollos dispares.

Podemos observar acciones que realizan proveedores respetando la ley, y resultar faltos de probidad, de honorabilidad al mismo tiempo. Es moralmente aceptable que un comerciante de leche cumpla con su etiquetado con 20 descripciones a que lo obliga la comunidad europea y en países de África central solo informe del contenido total, dado que la ley local no lo requiere, ni obliga y por supuesto no cuentan con una agencia de custodia del consumidor. En estas diferencias encontramos las formas más impúdicas de marginación.

Amigos: el mundo está cambiando aceleradamente y estos cambios incluyen cambios de forma y fondo en el fenómeno de consumo. La historia nos muestra como las formas de comercio fueron evolucionando:

•          Los fenicios comerciaron en barcos.

•          Las primeras monedas fueron acuñadas por los turcos en Lidia.

•          Marco Polo conecto a Europa con Asia vía el comercio.

•          Siglos después llego el ferrocarril que transportaba grandes de cantidades de bienes de consumo.

•          Después, asombrosamente llego el telégrafo, el teléfono y la aviación. Los poliductos, el plástico. Un sinfín de invenciones que cambiaron las formas de comercio y el consumo de bienes.

•          Con la llegada del siglo XXI nos llegaron las telecomunicaciones. Yo aplaudo esta invención del hombre. Pero con ellas también nos llegó un mecanismo impensable para aplicar nuestro poder adquisitivo, que rebasa fronteras y que nos tomó, debemos aceptarlo, desprevenidos e incautos.

Las herramientas más ágiles y vigentes que encuentro para enfrentar este nuevo sistema de comercio, buscando proteger la salud de nuestros consumidores es la cooperación regional, hemisférica e internacional.

El e-commerce no lo vamos a detener, lo podemos regular, codificar, pero no contener. Hoy es aún prematuro pronosticar hasta donde nos llevará el desarrollo de las telecomunicaciones. Hoy tenemos ya hasta monedas electrónicas. ¡Qué horror!

Tenemos que actualizar nuestras leyes. Repensar como darle plena vigencia a nuestros valores axiológicos, para que proveedores y consumidores asuman cada cual su roll de manera responsable. Debemos repensar como vigorizar nuestros valores éticos, esos que nos dieron fuerza y cohesión para formar parte de esto que llamamos humanidad, o surgirán otros que los reemplazarán y que pudieran enderezar una civilización distinta a la nuestra. Esa es una hipótesis que me preocupa.

Borges escribió un notable cuento “La muerte y la brújula”. Es un cuento policiaco. Analizando el homicidio de un rabino, discuten un policía investigador y su jefe el inspector. En algún momento el inspector increpa al policía y le dice: su hipótesis sobre el asesinato es solo eso una hipótesis, sólida pero especulativa.

Y el detective contesta: señor la verdad no tiene por qué ser atrayente, seductora. Las hipótesis sí. Los dejo respetuosamente con mi hipótesis, como inquietud.