Diciembre es el mes en el que se despiertan sentimientos de felicidad y festejo pero también es temporada de consumo y despilfarro. Hay quienes cuentan ansiosamente los días, horas y minutos para la llegada del aguinaldo para darse el gusto de comprar y agasajar a los seres queridos.

En México esta prestación debe pagarse antes del 20 de diciembre de cada año y consiste en mínimo 15 días de salario diario (o bien, la parte proporcional al tiempo efectivamente trabajado). No obstante, este ingreso extra en tu cuenta puede convertirse en un arma letal para tus finanzas,

toda vez que es probable que las ofertas te resulten más “accesibles” y tentadoras. Para evitar lo que podría convertirse en un problema a la larga, te brindamos información para que aproveches tu aguinaldo y determines con claridad cuáles son tus gastos prioritarios.

                                     PRESUPUESTO

           MIS INGRESOS

          MIS GASTOS

Aguinaldo

Gastos fijos

Prima vacacional

Gastos variables

Trabajos extra

Colegiaturas

Sueldo

Seguros

Trabajos extra

Colegiaturas

Sueldo

Seguros

 

El dinero no se va, tú lo dejas ir

Descubrir a dónde van tus ingresos es fundamental porque te permite mejorar la administración de tus finanzas personales y familiares. La clave para no gastar más de lo que ganas y evitar llegar a fin de mes en números rojos es hacer un presupuesto y mantener las deudas bajo control. Para logarlo debes identificar cuál es tu situación económica actual y cómo te gustaría que fuera al final de este periodo. Tal vez pienses que es un proceso aburrido, eso de enumerar gastos, sumar números y que todos los ingresos y gastos se alineen son suficientes excusas para no hacerlo. Sin embargo, si eres de los que en más de una ocasión ha salido mal librado con la distribución de su aguinaldo, olvídate de las excusas, realiza un presupuesto.

Comienza por anotar los desembolsos recurrentes o fijos, la parte que destinarás para vacaciones, festejos familiares, pago de tarjeta de crédito y préstamos, entre otros. Reserva una parte para los gastos inesperados que pueden causar desajustes en el presupuesto personal y familiar. Anota los ingresos y los gastos que tengas por un mes, haz la suma total y resta los gastos para que conozcas en el balance final qué puede resultar a favor o en contra. ¿Crees que es algo inútil? Se convierte en inútil cuando lo dejas arrinconado o abandonado en algún lugar llenándose de polvo. Déjalo a la mano para guiarte o consultar tu estado financiero y actualízalo a medida que pagas facturas y realizas otros gastos mensuales. ¡Manos a la obra! (ver cuadro

Una parte crítica de todo presupuesto es la cantidad restante en tu balance. Te sugerimos poner límites sobre los gastos no presupuestados. Si te sobra dinero puedes usarlo, pero solo cierta cantidad. No se trata de derrocharlo, la idea es que dure todo el periodo presupuestado (semana, quincena o mes).

Aprovecha la tecnología, puedes encontrar diferentes Apps (con costo o gratuitas para sistemas Android o iOS) que te brindan formatos de presupuestos, rastreadores o controladores de gastos y administradores de dinero, o un simple archivo electrónico de Excel para llevar el control de tu dinero.

“La clave para no gastar más de lo que ganas y evitar llegar a fin de mes en números rojos es crear un presupuesto y mantener las deudas bajo control”.

Escucha a los expertos De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), habrás de considerar cuatro procesos clave para sanear la administración personal y familiar, cuando hay ingresos extras como el aguinaldo, u otros ingresos similares (Ver cuadro).

El pago de créditos

La regla de oro para utilizar cualquier instrumento financiero que implique pagar intereses o comisiones, es tener la certeza de pagar íntegramente el préstamo adquirido en el muy corto plazo. Si lo usas adecuadamente, es una herramienta financiera útil mientras no implique pagar intereses excesivos. En caso de solicitar un crédito, busca que los intereses sean fijos y los más bajos posibles, y en cada fecha de pago abona más del mínimo. De esta manera, a pesar de pagar intereses, con el tiempo se logrará cerrar la deuda. Llegar a este primer objetivo marca la diferencia entre seguir siendo esclavo de las deudas, o comprender cómo se deben equilibrar los gastos más importantes con tus ingresos, sin depender de recursos ajenos.

Vigila la administración del día a día

Mejorar la salud financiera consiste en mantenerte al día con los pagos o gastos necesarios en el presente o en un futuro muy cercano. Tus gastos deben corresponder al nivel de tus ingresos. Si hay más gastos que ingresos, seguramente tendrás la necesidad de endeudarte. No se trata de recortar gastos –y tener que reducir productos básicos necesarios- sino de reorganización y redistribución de cuánto se asigna a cada gasto y aprovechar mejor los productos y servicios

Termina con deudas grandes y pequeñas

- Haz una lista de tus deudas y ordénalas de mayor a menor según monto y tasa de interés.

- Elabora un presupuesto para destinar una cantidad de gastos fijos y pago de deudas cada    quincena.

- Concéntrate en pagar la deuda mayor.

- No adquieras nuevas deudas.

- Si rebasaste tu capacidad de pago, consolida tu deuda, algunos bancos ofrecen traspasar todos tus compromisos financieros a una sola cuenta. Revisa condiciones y el Costo Anual Total (CAT).

- También tienes la opción de restructurar tu deuda. La institución acreedora puede disminuirte el monto de la deuda e incluso eliminar los intereses generados por ésta, no obstante, considera que dejarás un antecedente negativo en tu historial crediticio.

Crea respaldos económicos de seguridad

Un mayor control de tus finanzas implica protegerte de los imprevistos que te pudieran desestabilizar. Por ejemplo, ahorrar y disponer de un fondo propio para enfrentar una emergencia evita endeudarte. Con la disciplina adquirida, en caso de usar dicho fondo, la necesidad de reponerlo a la brevedad es automática. De lo contrario, se regresa a una situación de vulnerabilidad.

Evita la cruda financiera

Una vez pasada la efervescencia festiva, si no tuviste cuidado y conciencia de los gastos realizados, no es de extrañar que el próximo enero venga acompañado, además de los buenos propósitos, de una realidad llena de deudas y bolsillos adelgazados, ahorro raquítico o inexistente, tarjetas de crédito hasta el tope y muchas otras cuentas por pagar. Para que los buenos deseos perduren a lo largo del año, te recomendamos tener en cuenta lo siguiente:

• Realiza un plan de gastos en el que se contemple el pago de deudas, las cenas de navidad y fin de año, así como un ahorro para comenzar el año.

• Dale prioridad a lo verdaderamente importante y urgente, paga tus deudas.

• Si acostumbras dar regalos, haz una lista sin olvidar que lo importante es la utilidad y calidad, y no solo el precio.

• En la medida de lo posible compra tus regalos con antelación.

• Evita las compras impulsivas o de última hora.

• Lleva un registro de tus cargos a la tarjeta de crédito a lo largo

del mes.

• Si vas a comprar aparatos electrodomésticos y electrónicos, compara precios y características en diferentes establecimientos y en cada compra exige la factura o nota correspondiente. No olvides hacer válida cualquier garantía.

• Haz una lista de las necesidades antes de ir al supermercado y síguela al pie de la letra. Aplica el viejo truco de llevar el dinero justo.

• Date tiempo y compara precios y características de los productos o servicios para elegir la mejor opción.

Recuerda, el artículo 12 de la Ley Federal de Protección al Consumidor especifica que el proveedor tiene obligación de entregarte factura, recibo o comprobante, en donde se constaten los datos específicos del servicio prestado.