En la búsqueda de alternativas más saludables para comer, la reducción de grasas tiene una gran importancia. Una de las opciones es cocinar los alimentos a la parrilla, ya sean las carnes o los vegetales y algunos alimentos del grupo de los cereales. Sin embargo, no es recomendable abusar de esta forma de cocinar.

No abuses del consumo de los alimentos asados como la carne.

Cuidado con asar carnes a la parilla

Al usar modos de cocción a altas temperaturas (mayores a 150oC) como freír en el sartén o asar a la parrilla a fuego directo, existen algunos riesgos, por ejemplo, se producen ciertos compuestos químicos que, en exceso, pueden ser perjudiciales a la salud pues están relacionados con un aumento en el riesgo de padecer cáncer.

Un estudio de la American Heart Association (AHA por sus siglas en inglés) relaciona el consumo regular de carne a la parrilla con un riesgo elevado de hipertensión arterial. Se descubrió que quienes consumieron carne asada a la parrilla a altas temperaturas, más de 15 veces al mes, tenían 17% más riesgo de padecer presión arterial alta que aquellas que lo hicieron menos veces al mes.

Toma tus precauciones

Si esporádicamente cocinas a la parrilla no tienes de qué preocuparte. No obstante, si planeas asar tus alimentos más seguido, los expertos sugieren que tomes medidas sencillas para disminuir los riesgos a la salud.

Más tiempo, menos temperatura

Cocina la carne por más tiempo y a menor temperatura. Mantener una temperatura más baja en la parrilla reduce la cantidad de toxinas que libera la carne durante el proceso.

Marina las carnes

Algunos adobos y mezclas para marinar reducen la cantidad de toxinas producidas en el asado. También le da más sabor.

Retira el exceso de grasa

Quita el exceso de grasa de la carne y la piel, en el caso del pollo. La grasa es uno de los principales factores que producen toxinas al exponerse al fuego directo.

No ingieras las partes carbonizadas

Retira los pedazos que se hayan carbonizado. No es recomendable comer las partes de la carne que quedaron muy cocidas o quemadas, ya que pueden contener una mayor cantidad de toxinas.

Evita cocer demasiado la carne

Cocinar en exceso la carne implica haberla expuesto a temperaturas más altas, lo cual puede desencadenar las reacciones químicas que producen las toxinas.

Alimentos tostados y acrilamida

La Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido (FSA por sus siglas en inglés) advierte que en un proceso de tostado o fritura excesivos se genera acrilamida, sustancia química formada por la reacción entre aminoácidos y azúcares que, según varios estudios, causa tumores en animales.

Ten cuidado con tostar de más tus alimentos.

Las investigaciones sobre el efecto de la acrilamida en las personas no son concluyentes. La organización británica Cancer Research indica que no hay pruebas de la relación entre cáncer y acrilamida en humanos, pero los científicos de la FSA y la Organización Mundial de la Salud (OMS) piensan que ese potencial cancerígeno podría afectarnos también, por lo que recomiendan reducir la exposición a la acrilamida.

Reduce la presencia de acrilamida

Evita tostar demasiado los alimentos ya que cuanto más negro sea su color, más cantidad de esa sustancia contienen. Esta norma puede aplicarse también al freír, asar o tostar papas y vegetales de raíz que nunca deben pasar de un tono ligeramente dorado.