Un ejemplo de ello es la viruela, una de las enfermedades más devastadoras que jamás hayan existido en la historia de la humanidad, según investigaciones de National Geographic. Por sí sola, contribuyó a casi erradicar poblaciones enteras; no obstante, gracias a un programa de vacunación, considerado como una de las victorias más importantes de la medicina moderna, se declaró erradicada en 1980.
Aunque ya desde tiempo atrás, las vacunas eran consideradas como una medida preventiva de salud pública en el mundo, en la actualidad se siguen concibiendo como una de las medidas de mayor impacto en la salud, toda vez que han evitado infecciones a millones de personas y salvado igual número de vidas a través de programas de vacunación para la población infantil, adolescente y adulta.
En este artículo encontrarás información sobre las vacunas aplicadas en México, los esquemas gratuitos de vacunación por edad, su costo en caso de que las adquieras por tu cuenta, así como algunas recomendaciones.
¿QUÉ SON LAS VACUNAS Y CÓMO FUNCIONAN?
La Organización Mundial de la Salud define como vacunas a cualquier preparación destinada a generar inmunidad contra una enfermedad, estimulando la producción de anticuerpos. El método más habitual para administrar las vacunas es la inyección, aunque algunas se administran con un vaporizador nasal u oral.
La primera vacuna surgió en Inglaterra, gracias a los trabajos de investigación del médico Edward Jenner contra la viruela en 1796. Y fue hasta 1874 cuando en Alemania se instituyó la primera ley de vacunación y se introdujo la obligación de vacunar contra la viruela a toda la niñez en su primer año de vida.
En México, la evolución de las vacunas ha estado a la par con el resto del mundo. Según el documentoVacúname publicado por la Secretaría de Salud del Estado de Veracruz, la historia de las vacunas en el país inicia en 1804, año en el cual el Dr. Francisco Balmis introdujo a México la vacunación antivariolosa.
En este sentido, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo 4°, sostiene que toda persona tiene derecho a la protección de la salud.
La Ley General de Salud, en su artículo 2°, establece que ese derecho tiene como finalidad, entre otros puntos, lo siguiente:
- El bienestar físico y mental del hombre (y de la mujer) para contribuir al ejercicio pleno de sus capacidades.
- El disfrute de los servicios de salud y de asistencia social que satisfagan eficaz y oportunamente las necesidades de la población.
- El conocimiento para el adecuado aprovechamiento y utilización de los servicios de salud, y
- El desarrollo de la enseñanza y la investigación científica y tecnológica para la salud.
Esta misma ley, en su artículo 134, establece que las vacunas contra la tosferina, la difteria, el tétanos, la tuberculosis, la poliomielitis y el sarampión, así como otras contra enfermedades transmisibles que en futuro estime necesarias la Secretaría de Salud, son obligatorias en los términos que fije esa dependencia. La misma Secretaría determinará los sectores de población que deban ser vacunados y las condiciones para suministrar las vacunas, conforme a los programas establecidos y de observación obligatoria en las instituciones de salud.
Actualmente, los programas permanentes de vacunación nacional atienden cada año a más de 25 mil menores, que son inoculados/as (vacunados/as) contra enfermedades como la poliomielitis, el sarampión y la viruela; inmunizaciones que según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) salvan a millones de niñas y niños en el mundo.
Información disponible en el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) al 2011 revela el número de inmunizaciones (vacunas) por tipo aplicadas en instituciones públicas del sector salud (ver gráfica).
De acuerdo con información del Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (Censia) de la Secretaría de Salud, las vacunas pueden contener el microorganismo que causa la enfermedad (un virus o una bacteria) pero muerto o debilitado, algún derivado del microorganismo (por ejemplo una toxina) o partículas del microorganismo (proteína), para la producción de defensas. A este tipo de sustancias se les llama antígenos.
Otras sustancias que hacen la vacuna más potente son:
- Adyuvantes: para que responda mejor en la producción de defensas.
- Conservadores: para evitar su descomposición y contaminación (por hongos o bacterias) durante su fabricación.
- Estabilizantes: que mantienen la estabilidad de la vacuna para no cambiar las características con las que se elaboró y lograr la protección.
Las vacunas se pueden dividir de acuerdo con sus composiciones, éstas pueden ser bacterianas o virales, en inactivas o vivas atenuada, también de acuerdo con otros componentes por ejemplo, proteínas, toxinas y células (ver cuadro).
Su fabricación o elaboración debe cumplir con los parámetros de calidad y seguridad contenidos en la NOM-036-SSA2-2002 sobre prevención de enfermedades, aplicación de vacunas, toxoides, sueros, antitoxinas e inmunoglobulinas en el humano.
PLAN DE VACUNACIÓN EN MÉXICO
El Esquema Nacional de Vacunación para la prevención y control de enfermedades provee, a través de los servicios de salud, las vacunas en cada etapa de la vida para evitar el padecimiento de algunas enfermedades infectocontagiosas, con consecuencias graves en la salud o la muerte.
En 2009, la Secretaría de Salud, el IMSS, ISSSTE, DIF y los servicios de salud de SEDENA, SEMAR y PEMEX se dieron a la tarea de diseñar cinco cartillas nacionales de salud, con la misma presentación y esquemas de vacunación acorde con rangos de edad y/o género, en todos los servicios de salud:
- Para niñas y niños de 0 a 9 años,
- Adolescente de 10 a 19 años,
- De la Mujer de 20 a 59 años,
- Del Hombre de 20 a 59 años
- Del Adulto Mayor de 60 años y más
Cada cartilla contiene, además, acciones de promoción de la salud, detección, prevención y control de enfermedades y un apartado para citas médicas.
Sin embargo, es el esquema básico de vacunación dirigido a los niños y niñas de 0 a 9 años, el que conlleva a mayor número de inmunizaciones con el fin de evitar problemas de desarrollo o invalidez infantil que pudiera repercutir en su calidad de vida futura, mismo que te presentamos a continuación:
ESQUEMA BÁSICO DE VACUNACIÓN
Especialistas en pediatría en la práctica privada recomiendan la aplicación de las siguientes vacunas, además de las ya mencionadas: Varicela (al año y a los cinco 5 o 6 años de edad) y Hepatitis A (al año de vida y la segunda seis meses después de la primera dosis).
De acuerdo con información del Censia, debes revisar periódicamente la Cartilla Nacional de Salud para checar qué vacuna le corresponde al menor de acuerdo con su edad.
Es conveniente que le menciones al personal encargado de la vacunación si la niña/o está sana/o, tiene fiebre, está pasando por alguna enfermedad, es alérgico a algún alimento o medicamento, si ha presentado algún problema con alguna vacuna o si recibió transfusión de sangre o inmunoglobulina en el último año.
Lo anterior permitirá al personal médico valorar si es conveniente aplicar la vacuna o esperar para que se encuentre en mejores condiciones, con el fin de aprovechar la protección contra la enfermedad específica que ofrece la vacuna.
SÓLO PARA QUIENES VIAJAN
Existen recomendaciones especiales de vacunación para las personas que viajan, mismas que dependen del país a visitar y las actividades que se pretenden realizar en el destino. Para ello se considera su estado de salud, antecedentes de enfermedades y vacunas previas.
La Secretaría de Relaciones Exteriores insta a las personas a tomar precauciones al momento de viajar a otro país toda vez que las enfermedades adquiridas durante los viajes son fuente considerable de problemas médicos diversos y en ocasiones pérdidas económicas.
Existen diversas vacunas y métodos para prevenir enfermedades comunes y poco comunes durante los viajes, por lo que es recomendable recibir una valoración médica entre 4 y 6 semanas previas pues algunas vacunas necesitan múltiples dosis o varios días para generar inmunidad contra la enfermedad.
La medicina del viajero es un área de especialización de las ciencias médicas centrada en el estudio y la atención de las enfermedades y condiciones médicas relacionadas con los viajes. La atención que recibe la persona, ya sea de naturaleza preventiva o para curar alguna enfermedad, depende del destino, tipo de viaje (por ejemplo es diferente realizar un viaje de “mochila” que uno de negocios) y de la condición de salud de cada persona.
Información de la Clínica del Atención Preventiva del Viajero (CAPV) de la UNAM, muestra que en 2013, 72% de las personas que viajan visitaron destinos considerados de alto riesgo en enfermedades infecciosas.
De igual manera, 28% viajaron por más de 30 días y por motivos diferentes al placer, la mayoría lo hizo por estudios (46%), negocios (23%) y misiones o voluntariado (12.7%), el restante como tripulación, emigrantes, crucero o deportivo.
Por lo anterior, la Secretaría de Relaciones Exteriores recomienda acudir a una clínica del viajero con el fin de prevenir el contagio de enfermedades infecciosas como el dengue, malaria, fiebre amarilla, gripe aviar, entre otros, y así evitar el intercambio de enfermedades contagiosas a través de fronteras internacionales.
Al momento de la aplicación de una vacuna se te entregará un certificado de vacunación internacional que deberás portar contigo a lo largo del viaje y al regresar a México.
Para conocer las recomendaciones de salud de cada país consulta la Guía del Viajero o en su caso su representación o embajada en México.
EL PRECIO DE LAS VACUNAS
Existen vacunas gratuitas en hospitales y clínicas del sector salud o con un costo en hospitales, clínicas y médicos privados.
No obstante, el Dr Glustein Pozo Molina, médico genetista y catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), comentó a Brújula de Compra que en ambos casos no existen diferencias de calidad toda vez que presentan la misma efectividad y bioseguridad, pues el control de calidad de cualquier vacuna aplicada en México se encuentra regulada por la Ley General de Salud.
Añadió, que la única diferencia entre los sectores público y privado es la variedad de vacunas, pues en el sector privado puedes encontrar vacunas contra una mayor variedad de microorganismos.
De acuerdo con el Dr. Rodrigo Romero, Secretario General de la Asociación Mexicana de Vacunología, el costo de las vacunas, aunque sea la más cara del mercado, es infinitamente menor a los gastos que realizarías en caso de llegar a padecer la enfermedad. Además, la vida, la salud y el bienestar no tienen precio, por lo que resulta inadmisible pensar en no vacunarse o no vacunar a las y los niños.
La Dirección General de Estudios sobre Consumo recabó precios de diferentes vacunas en los sitios de internet de tres centros especializados del 22 al 26 de septiembre de 2014. A continuación los resultados:
Con base en el Artículo 44 de la Ley Federal de Protección al Consumidor, los resultados de las investigaciones, encuestas y monitoreos emitidos por la Procuraduría Federal del Consumidor no podrán ser utilizados por las empresas o proveedores con fines publicitarios o comerciales.
Si adquieres la vacuna en el sector privado es importante que el doctor/a o el personal de enfermería te muestren la caja o frasco y que la cartilla de vacunación muestre el sello con el nombre del doctor(a) y su cédula profesional.
No olvides verificar la fecha de caducidad de las vacunas que te administrarán, ya sea en el sector salud o en el sector privado.
CALIDAD Y SEGURIDAD DE LAS VACUNAS
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) es el órgano encargado de proteger a la población contra riesgos a la salud en lo relativo al control y vigilancia de los establecimientos de salud, de los productos y servicios, su importación y exportación y de los establecimientos dedicados al proceso de los productos.
Para dar certeza a la calidad de las vacunas, la Cofepris, a través de la Dirección Ejecutiva de Autorización de Productos y Establecimientos, da a conocer la lista de las vacunas autorizadas en México en 2014, así como el nombre de los fabricantes y su procedencia.
De acuerdo con el Dr. Glustein, una vacuna exitosa debe cumplir con varios requisitos:
- Ser segura. Las vacunas deben administrarse a una gran cantidad de personas sin que produzcan la enfermedad infecciosa contra la cual se crearon o sin que aparezcan muertes por su causa.
- Ser capaz de producir inmunidad protectora en una muy elevada proporción de una población en la cual se aplican.
- Dado que no es práctico aplicar vacunas de “refuerzo” frecuentes a poblaciones de escasos recursos o muy dispersas, una vacuna eficaz debe generar memoria inmunitaria prolongada, y de esta forma, reducir el número de aplicaciones.
- Ser económicas para que se puedan administrar a poblaciones grandes.
Existen pruebas para controlar la calidad de las vacunas, de identidad (en ésta se corrobora que el contenido de la vacuna se corresponda con lo declarado en la presentación de ésta), esterilidad (que verifica si la ausencia o existencia de contaminación); toxicidad (se valora el desarrollo de reacciones secundarias o efectos adversos en animales de experimentación); y la prueba de detección de pirógenos (sustancias que inducen fiebre).
De igual forma, el artículo 230 de la Ley General de Salud establece que los productos de origen biológico requieren control interno, en un laboratorio de la planta productora, y de control externo, en laboratorios de la Secretaría de Salud.
Por su parte, la NOM-036-SSA2-2002 es obligatoria para todas las instituciones que prestan servicios de atención médica en los sectores público, social y privado del Sistema Nacional de Salud y aquellas otras organizaciones que participan en la promoción, difusión e información sobre vacunas al público en general, y especifica lo siguiente:
- Todas las vacunas deben aplicarse por personal capacitado.
- Deberán entregar a cada beneficiaria/o el comprobante específico o la Cartilla correspondiente, con sello de la institución o, en su caso, firma y número de cédula profesional del responsable.
- El tipo de vacunas de acuerdo con los grupos de edad y género.
- Indicaciones y administración de la vacuna: oral, intramuscular, subcutánea, etc.
- Número de dosis y dosis (cantidad en mililitros ml).
- Contraindicaciones.
Ten presente que una vacunación a tiempo (de acuerdo a los esquemas programados en el sector salud) impedirá que adquieras la enfermedad si llegas a estar en contacto con el microorganismo que la causa, así evitarás contagios, secuelas graves o consecuencias fatales.
Considera que las vacunas son un mecanismo para el control de muchas enfermedades y han salvado a millones de personas en el mundo. Pero además te ayudan a prevenir un desajuste en tus finanzas pues una persona enferma requiere medicinas, consultas médicas e incluso hospitalización.
Por tanto, sigue las indicaciones del personal médico y pídele que te aclare tus dudas. Recuerda que las vacunas son tu derecho; sin embargo, comprender sus riesgos y beneficios es tu responsabilidad.
ENTREVISTAS
- Dr. Rodrigo Romero, Secretario General de la Asociación Mexicana de Vacunología.
- Dr. Glustein Pozo Molina, médico genetista y catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).