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Implante coclear. Una manera diferente de escuchar

La función del oído es transmitir los sonidos al cerebro, mediante impulsos nerviosos. Pero además es, junto con la vista, parte del sistema de alerta y comunicación del ser humano frente a situaciones que suceden en su entorno, sin olvidar el vínculo importante que tiene con el lenguaje.

Procuraduría Federal del Consumidor | 26 de febrero de 2020

Una forma de disminuir los problemas en la audición es el uso de un implante coclear, un pequeño dispositivo electrónico que ayuda a las personas a escuchar, sean sordas o con dificultades auditivas.

En el marco del “Día Internacional del Implante Coclear” a celebrarse el 25 de febrero y que conmemora el aniversario del primer implante de este tipo en el mundo realizado en 1957, te decimos ¿qué son los implantes cocleares? ¿quiénes los usan y por qué? y, ¿cómo la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) desempeña una función en esto?

La discapacidad auditiva

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la sordera es la pérdida total de la capacidad de oír en uno o ambos oídos y se clasifica en función del momento en que ocurre:

  • Congénita (desde el nacimiento). Obedece a factores hereditarios y no hereditarios y complicaciones durante el embarazo y el parto.
  • Adquirida (después del nacimiento). Puede ser provocada por enfermedades virales, accidentes, edad avanzada, uso de medicamentos muy fuertes o administrados por mucho tiempo, entre otros.

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El médico especialista en el manejo y tratamiento de pacientes con enfermedades y alteraciones del oído, nariz, garganta y estructuras relacionadas de la cabeza y del cuello es el otorrinolaringólogo. Mediante una valoración y examen clínico solicitará la realización de una audiometría para establecer un diagnóstico del daño auditivo e indicar el tratamiento a seguir.

El audiólogo es el profesional encargado de medir y evaluar la capacidad para oír los sonidos y determinar cuántos decibelios (dB. Unidad que se utiliza para medir la intensidad del sonido) puedes escuchar mediante la realización de una audiometría, los resultados se anotan en un gráfico denominado audiograma que ofrece una descripción detallada de la capacidad de oír, en el cual se describen los umbrales de audición ante varias frecuencias de sonido. Se considera una audición normal entre 0 y 25 dB.

En el caso de los bebés, el Tamiz Auditivo Neonatal permite saber si el recién nacido escucha. Es una prueba sencilla, rápida y confiable que no causa molestia ni dolor. Consiste en la colocación de un audífono diminuto en el conducto del audio durante algunos segundos para obtener una respuesta del oído y detectar si escucha el sonido o no.

Algunas dependencias del sector salud estatales realizan el tamiz neonatal auditivo sin costo, infórmate. En laboratorios privados, el costo aproximado oscila entre $800 y $1200.

De acuerdo con la Comisión Nacional de Protección Social en Salud, se estima que en México tres de cada 1,000 recién nacidos presentará discapacidad auditiva, por eso la detección temprana es de suma importancia pues un niño que no oye, no desarrolla su lenguaje oral y le será difícil aprender a leer y a escribir.

La OMS estima que más del 5% de la población mundial (466 millones de personas) padece pérdida de audición discapacitante (432 millones de adultos y 34 millones de niños).

La audición discapacitante es una pérdida de audición superior a 40 dB en el oído con mejor audición en los adultos y superior a 30 dB en el oído con mejor audición en los menores de edad. Lo anterior significa que la persona tiene dificultad para entender una conversación normal la cual regularmente oscila entre 20 y 40 dB.

No obstante, un gran número de personas afectadas por pérdida de la audición puede mejorar con medicamentos, cirugía, uso de audífonos y otros dispositivos. Para ello, la atención primaria (exámenes físicos, tratamiento de las afecciones médicas comunes y atención preventiva, como las vacunas) puede ayudar a disminuir los efectos adversos de la pérdida de audición.

Alrededor del 20% (56 millones) de las personas que padecen pérdida de audición, detalla la OMS, pueden mejorar con dispositivos tales como los audífonos y los implantes cocleares. Sin embargo, la producción actual de audífonos, por ejemplo, satisface menos del 10% de las necesidades mundiales y del 3% en los países en desarrollo.

El implante coclear

Hoy en día la discapacidad auditiva no es un impedimento para no disfrutar de los sonidos. Los avances tecnológicos han permitido que los implantes cocleares tengan un mejor rendimiento y una percepción de los sonidos de manera más natural.

De acuerdo con el Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad (Conadis), el implante coclear es un dispositivo que ayuda a las personas a escuchar y puede ser utilizado por personas sordas o que tengan muchas dificultades auditivas. Consiste en una cirugía mediante la cual se coloca un dispositivo médico electrónico que sustituye la función del oído interno dañado; al contrario de las prótesis auditivas (que amplifican los sonidos), los implantes cocleares realizan el trabajo de las partes dañadas del oído interno (cóclea) para proporcionar señales sonoras al oído.

Estas señales son procesadas mediante las diferentes partes que forman el implante coclear, algunas de las cuales se colocan en el interior del cráneo y otras en el exterior.

¿Cómo funciona?

  • Un cirujano coloca el implante coclear debajo de la piel junto a la oreja.
  • El implante coclear recibe el sonido del entorno exterior, lo procesa y envía pequeñas corrientes eléctricas cerca del nervio coclear.
  • Estas corrientes eléctricas activan el nervio, el cual envía una señal al cerebro.
  • El cerebro aprende a reconocer esta señal y el usuario experimenta esto como el acto de “oír”.

El implante consta de dos partes, una de ellas es un implante interno y un procesador de audio externo, que se une a la parte interna mediante un imán. La parte externa es quien capta los sonidos y los transmite mediante una guía de electrodos implantados en la cóclea.

La parte interna está diseñada para durar toda la vida y no hay ninguna necesidad de cambiarla; las partes externas si requieren de mantenimiento y generalmente hay que cambiarla cada 7 a 10 años.

Antes de poder sacar un nuevo implante coclear al mercado, los fabricantes deben presentar estudios y datos ante los científicos de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), quienes evalúan la información sobre su seguridad y eficacia.

La FDA regula los medicamentos de uso humano y veterinario, vacunas y otros productos biológicos, dispositivos médicos, el abastecimiento de alimentos, los cosméticos, suplementos dietéticos y los productos que emiten radiaciones. Además provee al público la información necesaria, con base científica, que le permita utilizar medicamentos y alimentos para mejorar su salud.

Los implantes cocleares están designados como dispositivos de clase III, lo cual significa que reciben el más alto nivel de escrutinio normativo, toda vez que se implantan quirúrgicamente cerca del cerebro, aumentando el riesgo para la salud. Otros riesgos, aunque mínimos, incluyen lesiones al nervio facial, meningitis, líquido del oído interno que escapa a través del agujero creado para colocar el implante, mareos o vértigo.

Un acercamiento a los costos

Si el uso de un implante coclear es inminente, infórmate si tienes posibilidad de un implante coclear subsidiado en el que el Estado asume los costos del implante y la cirugía.

En este sentido, de acuerdo con las Reglas de Operación del Programa Seguro Médico Siglo XXI para el ejercicio fiscal 2020, la implantación de prótesis coclear forma parte de las atenciones cubiertas para menores de cinco años en el catálogo del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI).

El costo aproximado de un implante en hospitales privados es de más de 500 mil pesos, solo del aparato. Hay que sumar los costos de los estudios, de los cirujanos, de hospitalización y rehabilitación. Además, por lo regular los seguros médicos no lo cubren.

De acuerdo con la Gaceta del Senado de la República, el valor de la actualización del procesador es de más de 300 mil pesos, sin olvidar la necesidad de comprar refacciones nada baratas.

Información presentada en la Gaceta detalla los costos de algunos componentes como los siguientes: Implante coclear Neptune contra agua $280 mil, bobina para implante Freedom $4 mil 200, pila Zinc-air A675 powerone con 60 pilas $1mil 400, gancho de apoyo en oreja Nucleus Feedom $350.

Además con el paso del tiempo los equipamientos cocleares se ven rebasados, situación que hace que las empresas descontinúen los equipos, sus partes y sus accesorios que perjudican de gran manera su obtención en corto plazo, aun cuando la vida útil de los implantes es de hasta 10 años y en algunos casos más.

Cuidados del implante

Después de la operación la persona con el implante debe asistir a sesiones de programación y ajuste, además de realizar una rehabilitación auditiva en un centro especializado con el apoyo y seguimiento de un profesional en audiología.

Llevar un implante coclear no supone ninguna limitación para practicar un deporte, ni dentro ni fuera del agua. En la piscina, solo se retira el componente externo cuando éste no es contra agua. Se pueden practicar deportes, siempre que se cuiden los golpes. Consulta al profesional de la salud.

Se recomienda pasar por fuera de los controles de los aeropuertos o aduanas (al igual que ocurre con una persona que lleva un Marcapasos). Además, durante las operaciones de despegue y aterrizaje en un vuelo de avión, hay que desconectar el procesador ya que puede provocar interferencia.

Las recomendaciones varían de acuerdo con la marca o tecnología del implante, pregunta a los médicos tratantes todas tus dudas.

Decálogo de consejos para pacientes con implante coclear

Con motivo del Día del Implante Coclear, la Federación de Asociaciones de Implantados Cocleares de España (AICE) elaboró el Decálogo de consejos para pacientes con implante coclear:

  1. Someterse a un programa de seguimiento: la cirugía de un implante coclear (IC) requiere un tiempo de adaptación. Mediante un programa de seguimiento, el programador del implante y el otorrinolaringólogo realizarán la rehabilitación auditiva, basada en ejercicios y técnicas para la habituación de una forma progresiva.
  2. Plantearse pequeñas metas: el paso de la hipoacusia (sordera) a la audición por implante coclear puede suponer un cambio brusco. Para ello es bueno que la persona que lleva el implante no se desespere y se le propongan pequeñas metas para orientar mejor su aprendizaje y crecimiento.
  3. Alejarse de las fuentes de ruido: aunque la exposición a altos niveles de ruido es nociva para todos, a un portador de implante coclear le afecta en mayor medida. Es por ello que debe alejarse de cualquier fuente de ruido para aprender a distinguir los sonidos del ambiente y evitar que se genere confusión en la escucha.
  4. Pedir ayuda al interlocutor: la pronunciación y el habla de forma relajada hace que el portador del implante coclear adquiera mayores cualidades en el desarrollo de una conversación. Ante un diálogo en grupo es conveniente pedir que se repita la información o que se resuma brevemente. Al mismo tiempo, es vital que la situación se produzca en un ambiente relajado donde sea posible leer labios del interlocutor y evitar que éste hable con el rostro tapado o sin dirigir la mirada.
  5. Simular conversaciones por teléfono: el uso de esta vía de comunicación es una herramienta muy práctica para la expresión de los portadores de un implante coclear. Para comenzar con un uso adecuado de la misma se pueden simular conversaciones de una situación real que favorezcan la adaptación.
  6. Concentración al ver la televisión o escuchar música: Al ver la televisión es recomendable fijar la vista detenidamente en quien habla y usar subtítulos en un primer momento. Al oír música es conveniente concentrarse en un sólo instrumento y si es posible, tener la letra de las canciones a mano para poder seguirla conforme a los golpes de sonido.
  7. Pedir un micrófono u altavoz: en reuniones grupales se recomienda buscar una posición cercana a un altavoz y solicitar el uso de un micrófono. Al mismo tiempo el implantado debe mantenerse lejos de las paredes y de lugares con eco o con acústica pobre.
  8. Revisar la reprogramación del sistema: el sistema tecnológico del implante coclear necesita una reprogramación con frecuencia para adaptarse a las necesidades de su portador. En la consulta del otorrinolaringólogo se evaluará la usabilidad del implante y se atenderá a cuestiones específicas sobre sus ajustes para mejorar la audición.
  9. Favorecer el descanso: el esfuerzo por aprender a llevar un implante coclear puede ser una experiencia cansada. Por ello, es recomendable dejar a la mente descansar para no agotarse durante el aprendizaje. La actitud tranquila y paciente será vital para comprender mejor su uso.
  10. Plantear una visita a un logopeda: un logopeda, especialista en el tratamiento de los trastornos de la comunicación humana: alteraciones de la voz, de la audición, del habla, del lenguaje (oral, escrito, gestual); y de las funciones oro-faciales, puede ayudar al proceso de mejora de las habilidades comunicativas y de desarrollo del habla. En los primeros años de vida, estas sesiones pueden suponer un cambio notable en la manera de expresión.

Salud auditiva

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) una prevención primaria puede llegar a evitar la mitad de los casos de sordera y defectos de audición, a continuación te decimos algunas medidas sencillas para cuidar tu salud:

  • Lleva a tu bebé con el especialista en caso de que tengas antecedentes familiares de sordera, si nació con bajo peso, sufrió asfixia del parto, ictericia o meningitis, a fin de someterlo a una evaluación y diagnóstico temprano. El uso de auxiliar auditivo en edades tempranas permitirá estimular el oído.
  • Vacuna a los niños contra las enfermedades de la infancia.
  • Acude con el otorrinolaringólogo:
    • Ante un resfriado común u otras afecciones respiratorias para evitar complicaciones auditivas.
    • Si un menor pronuncia mal, no repite palabras, no responde a sonidos fuertes o no pone atención.
    • Al menos una vez por año para revisión y limpieza.
  • Si pasas de los 40 años, es probable que requieras de una audiometría.
  • No apliques ninguna sustancia ajena al oído que no sea en presentación ótica y bajo prescripción médica.
  • No introduzcas ningún objeto en el oído con el afán de limpiarlo o rascarlo, ya sea el dedo, pasadores para el cabello, plumas, clips o hisopos (cotonetes).
  • No te sumerjas en aguas contaminadas o de dudosa procedencia, es probable que adquieras una infección en el oído, vías respiratorias y ojos.
  • Reduce tu exposición a ruidos fuertes (tanto en el trabajo como en las actividades recreativas) y fomenta la utilización de dispositivos de protección personal como los tapones para oídos, audífonos y auriculares que amortiguan el ruido ambiental.
  • Ajusta el volumen a un nivel cómodo en un ambiente tranquilo de tal manera que no supere 60% del volumen máximo.
  • Limita el tiempo diario de utilización de los aparatos de audio personales. Si bien es importante mantener el volumen bajo, la limitación del uso de aparatos personales a menos de una hora al día contribuirá enormemente a reducir la exposición al ruido.
  • Aprovecha la tecnología de los teléfonos inteligentes o dispositivos de audio personal para medir los niveles de exposición al ruido.

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Fuentes:

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