MODERADORA: Damos una cordial bienvenida a todos los asistentes a esta ceremonia de rehabilitación del Fuerte de San Juan de Ulúa y que preside el licenciado Andrés Manuel López Obrador, presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos y comandante supremo de las Fuerzas Armadas.

MODERADOR: Lo acompañan en el presídium:

Doctora Beatriz Gutiérrez Mueller, esposa del presidente de los Estados Unidos Mexicanos.

MODERADORA: Almirante José Rafael Ojeda Durán, secretario de Marina.

MODERADOR: General Luis Cresencio Sandoval González, secretario de la Defensa Nacional. 

MODERADORA: Licenciada Alejandra Frausto Guerrero, secretaria de Cultura.

MODERADOR: Ingeniero Cuitláhuac García Jiménez, gobernador del estado de Veracruz. 

MODERADORA: Licenciado Diego Prieto Hernández, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

MODERADOR: A continuación, escuchemos palabras del ingeniero Cuitláhuac García Jiménez, gobernador del estado de Veracruz.

CUITLÁHUAC GARCÍA JIMÉNEZ, GOBERNADOR DE VERACRUZ: Muy buenas tardes.

Licenciado Andrés Manuel López Obrador, presidente de los Estados Unidos Mexicanos.

Público que nos acompaña.

Señora doctora Beatriz, bienvenida.

Bienvenidos todos, miembros del gabinete del gobierno federal.

Estamos ante un acto que logra recuperar la memoria histórica que por ningún motivo debemos dejar en el olvido. La recuperación de este fuerte es también un mensaje muy importante para nuestras nuevas generaciones, de que aquí nuestro México libre, independiente, que hoy gozamos, se forjó mediante la lucha, la conquista de la libertad, de las libertades, y que precisamente en este lugar se dio la primera, la que generó nuestra patria que hoy gozamos libre, independiente y soberana.

Por eso, presidente, le agradecemos mucho que haya puesto un gran empeño en lo que hace un año y medio parecía que se iba a quedar nuevamente aquí, porque había que vencer no solamente la intención olvidadiza de quienes nos precedieron, sino también lamentablemente una burocracia que nos ponía el pie para evitar lograr este tipo de acciones.

Y cuando usted lo tuvo a bien encomendárselo a la Secretaría de Marina, en una coordinación desde luego con el INAH, con la Secretaría de Cultura, con la plena colaboración de nuestro gobierno, se logró el objetivo que hoy estamos gozando. Es doblemente histórico romper esas inercias y recuperar nuestra memoria histórica de la cual estamos tan orgullosos.

¡Que viva Veracruz!

¡Que viva México!

¡Que viva San Juan de Ulúa!

Muchísimas gracias.

ALEJANDRA ROBLES, CANTAUTORA: Bienvenidos sean todas y todos los gobernadores.

Bienvenido, presidente Andrés Manuel López Obrador y a su honorable esposa.

Bienvenido, Salomón Jara, gobernador de mi hermoso Oaxaca.

Y esta pieza va dedicada para todas y todos los morenos de este país, gente trabajadora.

Arránquense, muchachos.

(PIEZA MUSICAL LA MORENA)

MODERADOR: Para continuar con este evento, palabras por parte del licenciado Diego Prieto Hernández, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

DIEGO PRIETO HERNÁNDEZ, DIRECTOR GENERAL DEL INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA (INAH): Buenas tardes.

Me da muchísimo gusto atestiguar esta nueva etapa en la vida de este importante recinto histórico, lugar de memoria, lugar de historia, lugar de cultura y lugar estrechamente relacionado con la historia de la Marina Armada de México, que está cumpliendo 200 años de defender a la patria.

Y, por supuesto, tenemos que reconocer en esto la iniciativa de nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador, quien desde el 5 de octubre de 2021 solicitó a la Secretaría de Marina se incorporara con la Secretaría de Cultura, el INAH y el gobierno de Veracruz para impulsar un proyecto integral de restauración de la Fortaleza de San Juan de Ulúa, que hoy presenta sus primeros y excelentes resultados.

Tengo que reconocer también a la determinación, el compromiso de la Secretaría de Marina en esta tarea, por supuesto que ellos nos tuvieron insistiendo en que avanzáramos con la agilidad necesaria para poder hacer entrega de esta restauración.

Por supuesto que se trata de un proyecto que implica una considerable complejidad, no sólo desde el punto de vista de la obra en sí, sino de la definición de los criterios técnicos para que esto sea posible. Por supuesto que la restauración, además de una técnica, además de una disciplina académica que necesita estudios científicos, también supone sensibilidad, en dónde y hasta dónde renovamos aplanados o recuperamos pintura, y hasta dónde mantenemos la página del tiempo.

Dónde y hasta dónde podemos aplicar aplanados y cómo podemos también dejar evidencia de la piedra múcura que, por supuesto, es un material constructivo de enorme atractivo para los visitantes y para la historia misma de la arquitectura en zonas costeras.

Y la adecuada coordinación entre las instancias de la Secretaría de Cultura, Marina y el INAH nos permitió ir avanzando con estos criterios y poder entregar hoy esta primera etapa de este proyecto integral que por supuesto habrá de continuar, porque tomamos el compromiso, señor presidente, de que este espacio siga conservándose, siga poniéndose a la disposición de visitantes, que antes de la pandemia ya sumaban los 250 mil visitantes al año y que estamos seguros que se multiplicarán por dos, por tres y hasta por cuatro.

Gracias, además, a que hoy se inició con los viajes de la Goleta Hidalgo, que habrán de generar un atractivo adicional para poder visitar la fortaleza de San Juan de Ulúa y el museo que forma parte de la misma, haciéndolo por este bello recorrido marítimo.

Tengo que reconocer también, presidente, que este trabajo ha sido posible gracias a dos mujeres muy queridas que fueron también insistentes en la necesidad de avanzar en la tarea y de afrontar todos los requerimientos administrativos, técnicos y burocráticos a lo que también ya se refirió el señor gobernador.

La doctora Beatriz Gutiérrez Mueller, que nos reunió más de una vez para que nos pudiéramos poner de acuerdo y que fue muy insistente en la necesidad de recuperar este sitio como lugar de memoria, lugar de memoria de muchas cosas que no deben volver a acontecer:

La ocupación de una potencia colonialista sobre un territorio que no era de ellos.

La defensa de un régimen colonial que aquí quiso y estableció su último reducto.

La llegada de decenas de miles de personas esclavizadas por la voracidad mercantilista de las potencias colonialistas, que, por supuesto es un hecho inadmisible esclavizar a seres humanos con el supuesto pretexto de una circunstancia racial inexistente, es algo que no debe volver a ocurrir.

Y por eso San Juan de Ulúa también es un sitio de memoria de la esclavitud, pero también de la otra parte de este fenómeno, por supuesto reprobable, que es el festejo, la alegría y el sabor que nos aportaron las poblaciones afrodescendientes que nutren la gastronomía, la música, la danza, el canto, la poesía, la literatura y toda la cultura mexicana. Celebremos también en este fuerte el aporte de las culturas afromexicanas.

Y otra mujer que es fundamental para entender este trabajo que ahora presentamos como misión cumplida, señor presidente, es el de nuestra querida Alejandra Frausto, secretaria de Cultura del Gobierno de México, que también ella, con el equipo de la Dirección de Sitios y Monumentos, ayudó mucho a construir estos puentes, que no sólo son los nuevos puentes de la fortaleza, sino los puentes entre el INAH y los restauradores, los marinos y la Secretaría de Marina, que fuimos poco a poco encontrando el lenguaje común de la conservación del patrimonio histórico.

Son cinco las tareas que ahora entregamos, insisto, como una misión cumplida por la Secretaría de Marina con nuestro apoyo.

Puede ser que una de la mayor importancia es la rehabilitación del sistema de desagüe de la Plaza de Armas. Este lugar frecuentemente se inundaba, lo sabe muy bien el director de este sitio, Porfirio Castro, y ahora tenemos un sistema de desagüe renovado, máquinas que están funcionando y que nos permitirán atender los temas de inundación, sobre todo en los periodos de tormenta.

La segunda tarea fue la rehabilitación del sistema eléctrico de la Plaza de Armas y del conjunto de la fortaleza.

La tercera tarea fue concluir la primera etapa de la restauración y conservación del Caballero Alto y de la torre del Baluarte de San Crispín, donde aún tenemos tarea que continuar.

La cuarta fue la restauración de los garitones y la cortina sureste conocida como Muro de las Argollas, una tarea de impecable elegancia, que, por cierto, constituye la fachada que da precisamente al malecón de Veracruz y que ahora se mira completamente limpio y bien restaurado.

Y la última ha sido la rehabilitación de pavimentos, puertas y puentes en el conjunto general de la fortaleza de San Juan de Ulúa.

Por otro lado, estamos entregando la reestructuración museográfica de la zona museable que se ubica en lo que es el edificio del gobernador y que ahora se denominará la exposición museográfica ‘San Juan de Ulúa, la fortaleza de la historia’. Evidentemente, en el doble sentido es una fortaleza histórica, pero también acredita la fortaleza de la historia del pueblo mexicano, un pueblo que resiste, un pueblo que no se doblega.

Esperamos entonces también que puedan disfrutar las exposiciones que constituyen parte de esta nueva exhibición museográfica que, además de retomar el tema histórico de el Fuerte de San Juan de Ulúa, el tema del aporte de las culturas afrodescendientes, incluye ahora también —creo que la conoce, presidente— esta excelente colección de piezas antiguas prehispánicas de oro que fueron recuperadas en las costas de Veracruz y que se conocen como ‘Las joyas del pescador’.

Ahora puede también informarle a los veracruzanos y turistas que aquí se alojan algunas de las muy escasas piezas de oro prehispánicas que existen en el país y tal vez las únicas que se han recuperado en contextos marítimos. Justamente se llaman así, ‘Las joyas del pescador’, porque quien las encontró, un pescador honesto, las entregó al Instituto Nacional de Antropología como un gesto de patriotismo y de generosidad.

Y yo creo que en ese sentido su presencia aquí en la fortaleza de San Juan de Ulúa habrá de engalanar enormemente esta reactivación del Fuerte del San Juan de Ulúa y el museo que forma parte del mismo.

Muchas gracias, presidente.

Muchas gracias a la Secretaría de Marina, por supuesto más que gracias, pues este trabajo es parte de la tarea de la Secretaría de Cultura de la que el INAH, orgullosamente forma parte.

Buenas tardes.

MODERADOR: Escuchemos enseguida palabras por parte de la licenciada Alejandra Frausto Guerrero, secretaria de Cultura.

ALEJANDRA FRAUSTO GUERRERO, SECRETARIA DE CULTURA: Gracias. Perdón, presidente, traigo una porrita.

Si me permite, señor presidente, creo que estamos celebrando la libertad en este espacio, la libertad que consiguieron las personas negras que llegaron como esclavas a esta tierra, y hoy comenzamos con música que tiene esas raíces. Ahí están los marimboles que vinieron justamente de África y se mexicanizaron con estas dos chicas extraordinarias marimboleras: Alejandra Robles, ‘la Morena’, que abrió este espacio.

Estamos celebrando la libertad que ahora se vive en este país, no sólo se anhela. Estamos en un momento histórico, en el que se está construyendo la libertad en aquellos lugares en donde sólo se le enseñó a la juventud a desear lo material y ahora se le está deseando hacer que deseen construir sus personas a través de saber, a través del arte, a través de la alegría.

Doy la bienvenida a los semilleros creativos de Zozocolco, de San Andrés y de Cosoleacaque. Gracias por acompañarnos, chicos.

Hace más o menos un año, presidente, aquí mismo nos dio el encargo de poner de acuerdo al Instituto Nacional de Antropología e Historia. Querido Diego, todo lo que has dicho es absolutamente pertinente y de que esta obra histórica y que esta recuperación extraordinaria del patrimonio la llevara a cabo la Secretaría de Marina.

Querido almirante secretario, ha sido un privilegio poder contribuir en esta coordinación.

A quien tenemos también que agradecer mucho, ya se dijo, es a la doctora Beatriz Gutiérrez Mueller, porque aquí estamos hablando de una memoria que no queremos que se repita, y por eso hay que tenerla clara. Por eso, en este espacio en el que se encarceló a personas por cómo pensaban, porque ayudaran a que los movimientos revolucionarios, pues hicieran justicia en este país, aquí se encerraron en lo que le llamaron ‘la tumba del golfo’. Esto era una cárcel de las más crueles, de las más inhumanas, y ahora tenemos el privilegio de vivir en una nueva época de México que el presidente ha nombrado el Humanismo Mexicano.

Así que, esta memoria, que recordamos aquí, se está haciendo el documento para que se reconozca como memoria del mundo y para recordar aquellos sitios de la no repetición y de la ruta de la esclavitud. Aquellos que aquí consiguieron la independencia, que la sigan consiguiendo de otras maneras.

Ahora también se está restaurando este enorme fuerte, que se utilizó para defender de distintas cosas, de distintas acciones. Aquí se está defendiendo el olvido ahora, se está defendiendo del olvido, se está defendiendo de la pérdida de la identidad, y eso que nos ha mandatado el presidente: recuperar nuestra identidad desde las raíces culturales que están vivas en todo el país, desde el patrimonio cultural que no se vende, que no es un artículo de lujo para adornar una casa.

El día de hoy se recuperaron cerca de 260 piezas a México, se repatriaron, y vamos a continuar con este ejercicio de recuperación.

Esto tiene que ver, señor presidente, con la coordinación que tenemos todas las instituciones para ir restaurando la identidad. Y debemos de agradecerle porque lo que estamos restaurando y estamos recuperando gracias a su liderazgo es la dignidad de este país.

Que este espacio que ahora se restaura con toda dignidad sea un espacio para las veracruzanas y para los veracruzanos, para el pueblo de México, para los visitantes de este hermosísimo puerto.

Gracias a la Secretaría de Marina de nuevo, al Instituto Nacional de Antropología e Historia, a los restauradores, a todos los que trabajaron en esto, a sitios y monumentos, a la Universidad Veracruzana y sobre todo a todos ustedes que hoy están aquí en esta nueva etapa y a quienes tuvimos el privilegio de llegar en la goleta “Iguala”.

Gracias, almirante, por ese magnífico trabajo.

Larga vida al Fuerte de San Juan de Ulúa. Y nunca más un hecho que coarte la libertad.

Gracias.

MODERADORA: La siguiente interpretación es El camotal, un son tradicional que estará a cargo del Ensamble del Son Jarocho de San Andrés Tuxtla, y el coro Voces del Mar, del puerto de Veracruz.

(PIEZA MUSICAL EL CAMOTAL)

MODERADOR: A continuación, el almirante José Rafael Ojeda Durán hará uso de la palabra.

JOSÉ RAFAEL OJEDA DURÁN, SECRETARIO DE MARINA: Licenciado Andrés Manuel López Obrador, presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos y comandante supremo de las Fuerzas Armadas.

Doctora Beatriz Gutiérrez Mueller, esposa de nuestro querido señor presidente.

Ingeniero Cuitláhuac García Jiménez, gobernador de este bello estado.

Compañeras y compañeros de gabinete del gobierno mexicano.

Autoridades de los tres niveles de gobierno.

Señoras y señores gobernadores.

Estimada ciudadanía.

Invitados especiales.

Familias que nos acompañan.

Medios de comunicación.

Quiero empezar estas palabras agradeciendo a todos los que intervinieron en esta remodelación: desde luego a Diego Prieto, a nuestra secretaria de Turismo, perdón, secretaria de Cultura, la secretaria de Cultura, a nuestro gobernador, pero sobre todo a la doctora Beatriz Gutiérrez Mueller porque nos ayudó a romper la inercia, a juntar una buena sinergia, y todo bajo el lema: despacio, pero sin pausa, y con eso logramos lo que hoy estamos inaugurando.

La importancia de un espacio histórico reside en su capacidad para relatarnos y hacernos revivir aquello que dejó una marca tan profunda en su momento que acuñó nuestra identidad actual.

Hoy nos convoca la rehabilitación justamente de un sitio muy significativo, no sólo para las y los veracruzanos, sino para todos los mexicanos.

La historia del Fuerte de San Juan de Ulúa es tan antigua como el mismo encuentro de indígenas y españoles en estas tierras. Desde entonces, hace más de cinco siglos, ha fungido como baluarte, puerto, prisión, residencia presidencial y museo.

La cantidad de vidas, personajes ilustres y hechos cruciales que han pasado por estos muros es inmensa. Fue justamente aquí donde el último reducto español fue expulsado gracias a la escuadrilla naval comandada por el capitán Pedro Sáinz de Baranda y Borreiro y con ello la independencia nacional se consolidó en el mar hace 197 años.

En este lugar también acontecieron las resistencias a las invasiones extranjeras que hoy hace cuatro veces heroico a este gran puerto.

San Juan de Ulúa es, pues, un espacio único y me atrevería a decir profundamente rico en enigmas, pero también lo suficientemente claro para entender nuestro presente.

Señor presidente:

Para quienes conformamos la Secretaría de Marina Armada de México siempre es un honor el que nos permita acompañarle por este México que usted tanto ama.

Estoy seguro que las y los presentes comparten el deleite de escucharle hablar con pasión de la bitácora de la patria escrita por valientes mujeres y hombres con notables pasajes y hazañas.

En esta ocasión, en franca unión interinstitucional con el Instituto Nacional de Antropología e Historia con el gobierno del estado de Veracruz y con la secretaria de Cultura, nos sumamos a esta convocatoria para preservar la memoria histórica nacional.

Con la rehabilitación de este fantástico espacio, las y los marinos navales promoveremos nuestra cultura naval.

Queda de manifiesto que el honor, el deber, la lealtad y el patriotismo se constituyen y fortalecen con el tiempo.

Enhorabuena por las acciones como esta en favor de las y los veracruzanos.

Enhorabuena por la historia que nos une a las y los mexicanos.

Muchísimas gracias.

MODERADORA: Damas y caballeros, escuchemos el mensaje del presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Andrés Manuel López Obrador.

PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos de Veracruz:

Nos da mucho gusto estar en esta ceremonia de inauguración de una primera etapa en la restauración de este monumento histórico, posiblemente el monumento histórico más importante de la Colonia hasta nuestros días, este Fuerte de San Juan de Ulúa.

La verdad es que el gran monumento histórico es por entero el estado de Veracruz, no se podría uno explicar la historia de México sin Veracruz y sin este puerto. Aquí, como lo mencionó el almirante, se terminó de consumar la Independencia, 1825. Aquí también se enfrentó la primera invasión francesa, 1838, cuando ya se habían expulsado a los españoles y querían llenar ese vacío los franceses para volvernos a convertir en colonia, con un pretexto pueril: la deuda de un mexicano que no quiso pagar unos pasteles en Tacubaya, por eso se le llamó a esa intervención ‘La guerra de los pasteles’.

Luego, la defensa también del puerto cuando el gran zarpazo, cuando nos invadieron los estadounidenses en 1847, 48, y nos arrebataron la mitad de nuestro territorio.

Aquí se defendió nuestra independencia; se participó también para, de nuevo, expulsar a los franceses.

En la segunda intervención estadounidense, de 1914, Veracruz de nuevo, no sólo los marinos, sino el pueblo defendió nuestra independencia, nuestra soberanía. Murieron muchos civiles que se enfrentaron a las tropas invasoras.

De modo que es mucha la historia de Veracruz. Y estar en este fuerte significa la defensa de nuestra independencia, pero también, como lo mencionaba Alejandra, este fuerte simboliza la libertad, porque fue cárcel y no pudieron estas paredes húmedas que causaban la muerte a los prisioneros, no pudieron impedir las transformaciones.

Aquí estuvo preso Benito Juárez y salió a defender la libertad de la tiranía de Antonio López de Santa Anna, salió de la cárcel, se fue al extranjero, entró por el Pacífico, se puso a las órdenes de Juan Álvarez y se inició el movimiento de Ayutla para acabar con esa tiranía de Santa Anna, que representó el que ocupara, de hecho y de derecho, de facto y de iure 11 veces la presidencia de México.

Y aquí Juárez después mantuvo la República y desde Veracruz se firmaron las Leyes de Reforma. Por eso, así como estamos iniciando la restauración de este fuerte, hoy en la mañana hablábamos de que vamos a restaurar también el edificio de frente a la aduana donde se firmaron las Leyes de Reforma.

Y, bueno, hablando de presos, fíjense, dos momentos importantes en la historia:

Se inicia el movimiento revolucionario en Cananea con una huelga de trabajadores, y reprimen ese movimiento de manera cruel. Y estaba de encargado de Gobernación Ramón Corral, que era de Sonora, y los gobernadores del porfiriato, en Sonora y en todos lados, pues eran muy autoritarios; imagínense que para arrebatarles las tierras a los yaquis asesinaron a 15 mil yaquis. Esa era la situación que prevalecía de autoritarismo.

Entonces, cuando detienen a los dirigentes de la huelga de Cananea los gobernadores, junto con el dueño de la mina, un coronel, Greene, le mandan a informar a Corral que iban a fusilar a los cabecillas, como se les llamaba entonces a los opositores. Uno de ellos, Esteban Baca Calderón.

Corral, que era autoritario, pero inteligente, les dice: ‘No, se va a convulsionar más el país; yo les voy a mandar a un juez de distrito’, y ese fue el juez de distrito, Sodi —luego llegó a ser presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación—, pues ese juez de distrito condenó a Esteban Baca Calderón a prisión aquí, en este fuerte de San Juan Bautista.

Luego, como a los dos años, que ya había movimientos aquí en Veracruz, Santana Rodríguez se levanta en armas en el sur, en Acayuca, ‘Santanón’, y todos ellos venían aquí, las cárceles, a las mazmorras de San Juan de Ulúa.

Y allá en el norte continuaban los magonistas, también luchando por lo mismo, y detienen a un dirigente de esos olvidados, no conocidos, pero fundamentales en nuestra historia revolucionaria: Juan Sarabia. Lo detienen en Chihuahua y lo someten a juicio en el Teatro ‘Juárez’ de Chihuahua. Y está la gente participando en el juicio, y llegan muy fanfarrones Luis Terrazas —que era el hombre fuerte de Chihuahua, se decía que Terrazas no era de Chihuahua, sino Chihuahua de Terrazas, porque poseía latifundios que sumaban tres millones de hectáreas— y su yerno, Enrique Creel, que era el gobernador de Chihuahua. Entonces, llegan y muy prepotentes se le ponen enfrente a Juan Sarabia. Y le dice Luis Terrazas:

— De modo que usted es el bandido de Juan Sarabia.

―No, señor, yo no soy bandido, los bandidos son otros.

―¿Quiénes?

―Enrique Creel, Luis Terrazas y Porfirio Díaz.

Y a San Juan de Ulúa.

Triunfa el movimiento maderista y salen, y vivieron para contarlo tanto Esteban Baca Calderón, que fue después gobernador de su estado, Nayarit, como Juan Sarabia y otros revolucionarios.

Imagínense cuántas cosas pasaron por este Fuerte de San Juan de Ulúa. Por eso tenemos que seguir fortaleciendo toda la labor de reconstrucción de estos edificios, porque es nuestra historia. Y si no sabemos de dónde venimos, no vamos a saber hacia dónde vamos.

Nos importa mucho el que se mantenga viva nuestra historia. Son pocos los países en el mundo que tienen la historia de México. No —con todo respeto— hay en otros países hombres como Miguel Hidalgo, no los hay, ni como José María Morelos, ni como Benito Juárez, ni como Francisco I. Madero, Apóstol de la Democracia; ni como Francisco Villa, ni como Emiliano Zapata, ni como el general Lázaro Cárdenas del Río.

Nosotros no tenemos que ir a buscar ejemplos a otras partes. Desde luego, tenemos que ser universales, pero, como lo he venido sosteniendo, recoger lo mejor de nuestra historia patria. Podemos injertarnos en la historia del mundo, en las ideas del mundo, pero el tronco tiene que ser el nuestro.

¿Dónde más vamos a aprender a defender las libertades? ¿De dónde más vamos a saber la importancia que tiene la lucha por la justicia, si en México se inició la primera revolución social del siglo XX? ¿De dónde vamos a ir a buscar experiencias sobre la lucha en contra de colonialismo y de la defensa de nuestra soberanía?

Pues aquí, nosotros tenemos todas esas lecciones que nos dejaron nuestros antepasados, incluso en algo que se fue rezagando y se fue quedando como una asignatura pendiente: la lucha por la democracia. Porque ahí sí no se avanzó, ni con la Revolución, no se arrancó de raíz el porfiriato.

Hoy lo comentaba en la mañana: don Daniel Cosío Villegas, un gran historiador, decía: ‘Ya no está don Porfirio, pero se quedó doña Porfiria’, y a pesar de la vocación democrática, genuina, auténtica del presidente Madero, el presidente más demócrata que hemos tenido, a pesar de eso, es hasta nuestros tiempos en que empezamos a transitar hacia una auténtica, una verdadera democracia, y tenemos que seguir en ese sentido, empujando para establecer las bases de una auténtica democracia y crear, al mismo tiempo, el hábito democrático. Pero ya se inició ese proceso y no se va a detener.

A mí me da mucho gusto, con esto termino, estar aquí con ustedes.

Le agradecemos mucho a Cuitláhuac porque, sin él, no se podría.

Al almirante José Rafael Ojeda Durán.

Pues a Diego Prieto, del INAH, maestro, sí.

Pues a Alejandra, que nos ayuda mucho, secretaria de Cultura.

Al general Luis Cresencio Sandoval.

También a la señora Beatriz Gutiérrez.

Y a ustedes.

Le decía yo a Beatriz, ahora que estaban tocando, que estaban interpretando música veracruzana, que mi papá nació en la cuenca del Papaloapan, mi padre, y que tocaba el arpa y la jarana, y que zapateaba y bailaba muy bien, como buen veracruzano, jarocho. Y le decía yo a Beatriz: Yo no saqué ninguno de esos atributos, y me dice: ‘Pues es que no te sueltas, nada más estás pensando en una cosa; relájate y puede ser que te salgan esas virtudes’.

Pero, la verdad, que es una felicidad el que disfruten el arte y la música veracruzana.

Muchas gracias a todas y a todos.

MODERADOR: Se agradece a la amable concurrencia permanecer de pie para entonar las gloriosas estrofas del Himno Nacional mexicano.

(HIMNO NACIONAL)

MODERADOR: Se invita a la amable concurrencia a tomar asiento, así como a los integrantes del presídium e invitados especiales a la exposición de los avances de los trabajos de restauración y, posteriormente, dirigirse al museo de este recinto histórico para su inauguración.

 

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