MODERADOR: Preside este evento, Museo de las Islas Marías, el presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Andrés Manuel López Obrador.

Lo acompañan:

La esposa del presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Beatriz Gutiérrez Mueller.

El secretario de Marina, almirante José Rafael Ojeda Durán.

El secretario de la Defensa Nacional, general Luis Cresencio Sandoval González.

La secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, María Luisa Albores González.

El gobernador constitucional del estado de Nayarit, Miguel Ángel Navarro Quintero.

El gobernador constitucional del estado de Sinaloa, Rubén Rocha Moya.

El secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués.

El secretario, periodista y activista, Pedro Miguel.

Y el gobernador de las Islas Marías, capitán Julián Castillo Cepeda.

Asimismo, damos la bienvenida a los representantes de los medios de comunicación y a quienes nos siguen a través de las redes sociales.

Todas y todos ustedes sean bienvenidos.

Procedemos con el mensaje del escritor, periodista y activista, Pedro Miguel.

PEDRO MIGUEL, ESCRITOR: Buenos días.

Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Secretaria de Medio Ambiente, María Luisa Albores.

Secretarios de Defensa y de Marina: general, almirante.

Secretario de Turismo.

Gobernadores de Nayarit y de Sinaloa: doctor Navarro, gobernador Rocha.

Doctora Beatriz Gutiérrez Mueller.

Medios.

Compañeras y compañeros.

El último imperio perdurable en este territorio fue el de México Tenochtitlán. Vino después el dominio colonial y, desde su Independencia, México se ha revelado contra quienes se empeñaban en convertirlo en imperio.

El México independiente tiene una historia de agresión e invasiones. Es, por así decirlo, un país que ha estado siempre entre los países de abajo. Y ha sido consecuente y ha sido solidario y fraterno con las naciones oprimidas; con los pueblos agredidos y siempre se ha negado a ser imperio. Esto explica tal vez, entre otras cosas, el surgimiento de una escuela mexicana de museografía que es singular en el mundo. 

Los museos son una invención de las cortes imperiales, un instrumento de ostentación de riquezas, saqueos y poderío. Los museos de México no son un amontonadero fetichista de objetos, de pillaje, de excolonias, de riqueza, sino un instrumento generador de identidad, una herramienta didáctica, un discurso para construir país. 

Cuando usted, presidente, nos encomendó la realización de este museo, entendimos que aspiraba a establecer en este centro un recinto educativo y cultural, no una colección de grilletes oxidados, no una recreación para satisfacción del morbo que causa el tema de las prisiones.

Y nos dimos a la tarea de hurgar en la historia de este archipiélago y de la colonia penal que se asentó en la principal y la mayor de sus islas. Descubrimos aquí una historia de claroscuros, de paraíso y de infierno, en la que se resumen lo peor y lo mejor de la sociedad:

La premonición de Juárez, que es el primero que piensa en construir aquí una prisión, tal vez no porque quisiera una prisión, sino porque quería una presencia militar permanente, porque todavía persistían las aventuras filibusteras, el clasismo y el racismo que caracterizaron las visiones positivistas del penalismo porfirista.

El proyecto redentor de los generales Múgica y Pedrajo.

Nos encontramos con un microuniverso económico y social en el que se materializaban los horrores y los aspectos luminosos de la sociedad en sus distintos momentos.

El sitio permitía formular una mirada museográfica en cuatro aspectos principales:

Las distintas fases de la historia de María Madre, desde la colonia penal hasta el complejo penitenciario.

Dos, la vida y obra del recluso más célebre, que fue José Revueltas, y por extensión, la importancia de los recintos carcelarios en la literatura, en el pensamiento, tanto en México como en otras naciones.

Y, además, esto nos daba pie para pensar en las prisiones y en los fenómenos de criminalidad y su impacto en la cultura, en los medios, en la historia, en la narración, etcétera; las aproximaciones a la criminalidad que se han hecho desde el siglo XIX a la fecha.

Los muros de agua no es como piensan muchos de quienes no han leído esta novela; principalmente, no es una denuncia ni un lamento sobre las duras condiciones carcelarias.

Sin omitir los horrores de cualquier centro de reclusión, la novela de Revueltas se desarrolla, sí, en estas islas, pero sobre todo se desarrolla en el terreno de la conciencia. Y aunque relata las desventuras de un puñado de presos políticos, su tema central es la construcción de la libertad interior por medio de la concientización.

Qué curioso, ¿no? La estancia en la prisión que libera, la estancia en la prisión que permite una mirada integral y comprensiva de la prisión y del mundo. Dialéctico como era el autor, los personajes de Revueltas encuentran en su confinamiento la liberación. 

El proceso de transformación que vive México y que usted, presidente, encabeza, tiene uno de sus nortes fundamentales en la opción preferencial por la libertad y no por la prohibición, por la confianza y no por la sospecha; y, de manera consecuente, erige un centro ambiental y cultural aquí, en donde el viejo régimen edificaba prisiones de máxima seguridad que son, aun en sus ruinas actuales, expresión de una mezcla pavorosa de corrupción y de sadismo.

La cárcel es casi siempre una mala idea; manifiesta la derrota de la civilización ante la barbarie, el triunfo de las rejas sobre la libertad.

El equipo que ha producido este museo, en el que debo mencionar el especial apoyo y el entusiasmo del equipo de Comunicación Social de la Presidencia de la República; que agradece además a las autoridades navales; que agradece a la Secretaría de Medio Ambiente el enorme apoyo que ha tenido, este equipo entiende que el museo es una obra inacabada y en permanente proceso, como todo museo, pero quiero agradecerle a usted el que nos haya confiado esta tarea. Hemos aprendido una enormidad de geografías, de naturaleza, de historia y, sobre todo, de condición humana.

Nos honra especialmente, además, participar en esta muestra de transición de las cadenas a la libertad, de la cárcel a la cultura, de la prisión al centro ambiental y cultural, y esperamos que el museo cumpla con su función y que permita compartir y socializar lo mucho que hemos aprendido.

Gracias.

MODERADOR: Estimado público, escuchemos el mensaje que nos dirige el presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Andrés Manuel López Obrador.

PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Bien podría yo sólo decir, apoyándonos en la frase de que ‘bueno y breve, doblemente bueno’, sólo decir que suscribo lo expresado, lo dicho por Pedro Miguel y dejar hasta ahí mi intervención; pero voy a externar algo:

Decir que esta prisión, famosa por su crueldad, ahora es un centro para la recreación, para la cultura, para el conocimiento de la historia; en especial, para el conocimiento de la literatura y también para la defensa del medio ambiente.

Fue muy buena la decisión que tomamos y se va a consolidar en unos meses más este proyecto para que todos los mexicanos puedan visitar la Isla Madre y conocer esto que, si no lo era antes, ahora sí, sin duda, es un paraíso.

Hace dos días hablaba yo de cómo el pueblo puede convertir el infierno en paraíso y cómo el pueblo logra muchas cosas. Por algo en la frase bíblica se expresa que la voz del pueblo es la voz de Dios. El pueblo es el que transforma, es el motor del cambio y por el pueblo se están llevando a cabo cosas muy importantes en nuestro país.

De modo que ya en tres meses, de acuerdo a lo que nos informó el gobernador de las Islas Marías, ya se abre esta isla para los visitantes que van a tener mucho qué observar, recrear, explorar, disfrutar mucho. Desde que se suban al barco en San Blas, Nayarit —y agradezco la presencia del doctor Navarro, gobernador del estado—, o en Mazatlán —también agradezco la presencia de Rubén Rocha, gobernador de Sinaloa—, desde que zarpen van a estar recreando nuestra historia, nuestro pasado con sus claroscuros, sólo adquiriendo el libro de Revueltas, y van a tener tiempo para casi terminarlo en el trayecto.

Ayer hicimos cuatro horas de San Blas a la Isla Madre. Es un barco de la Armada que se adaptó en los astilleros que tiene la Secretaría de Marina. Quedó muy bien, para 270 pasajeros.

Pero se van a adquirir dos barcos más, ferris. Este barco se desplaza con buena velocidad, el que nos trajo, pero los ferris van a poder hacer dos horas y media de San Blas a la isla, tres horas de Mazatlán a la isla, y ya vamos a tener esos ferris.

Y se van a terminar de construir las viviendas; mejor dicho, reconstruir las viviendas, las casas, que ya existían. Porque no estamos alterando en nada el medio ambiente, porque el propósito es conservar la naturaleza. No se van a hacer edificios, no se van a hacer —obviamente— hoteles, es la reconstrucción de todas las casas. Porque en un tiempo, y no muy lejano, un tiempo reciente, tomaron una decisión que yo considero injusta, aberrante, de sobrepoblar esta isla con reclusos, algo hasta violatorio de derechos humanos.

Entonces, hay instalaciones que se van a rehabilitar. Ya se inició ese proceso de rehabilitación, de introducción de agua, de drenaje, que no falte la energía eléctrica.

Ayer, algo que no suelo encontrar en otras regiones del país, me encontré señal de internet aquí en las Islas Marías. Porque ese es un servicio que tenemos pendiente y un compromiso, de que en todo el territorio nacional tengamos servicio de internet. Bueno, aquí hay en las Islas Marías.

De modo que quien venga va a sentirse muy contento, muy satisfecho. Y vamos a procurar que puedan venir familias de niveles económicos modestos, que no sea una isla para la élite. Desde luego, vamos a buscar el equilibrio, porque hay casas muy bellas aquí en la isla, no mansiones. No estamos hablando de lo grandote, sino de la grandeza, estamos hablando de la belleza con austeridad.

Entonces, una gente que tiene ingresos, que va a un hotel de gran turismo, que tiene lo suyo, no vamos a negar, pues se puede venir aquí y va a encontrar mejores cosas, mucho mejores cosas para estar bien. Y si va a pagar porque, aunque parezca increíble, hay quienes pueden pagar hasta dos mil dólares por una habitación —aquí no vamos a cobrar eso, que nadie se espante—, pero por ir a un hotel de gran turismo podría venir aquí; y al mismo tiempo, una familia de trabajadores que con sus ahorros decide venir y rentar una casa de tres recámaras, y pueden estar toda la familia.

Vamos también a procurar, para proteger el medio ambiente, que todos tengamos posibilidad de disfrutar de este patrimonio de los mexicanos, que no vayan a alquilar una casa por seis meses o por un año, no, van a ser tres días para que otros puedan visitar las Islas Marías.

Y la Secretaría de Marina se va a hacer cargo de ofrecer estos paquetes, porque van a poder trasladarse en avión hasta Tepic, a Mazatlán y de ahí tomar el barco, o llegar a San Blas, a Mazatlán; en el futuro, a Boca de Chila, porque ahí vamos a crear también un sector naval, ahí se cuenta con 80 hectáreas, una playa bellísima, se va a tener un hotel y se va a poder, de Boca de Chila, que está a la mitad del camino, entre Vallarta y Tepic, en el mar, se va a poder venir acá. Es casi la misma distancia de San Blas a la Isla Madre y menos distancia de Boca de Chila a Cleofas, la otra isla. 

Entonces, vamos a hablar de un circuito desde la Ciudad de México, de Tepic, de Mazatlán, de Vallarta, para el traslado en avión y llegar aquí también en aviones de 40 pasajeros. Se va a ampliar el aeropuerto de la Isla Madre.

Y lo que va a ayudar más pues son los barcos, los ferris. Además, es una experiencia extraordinaria para contemplar el mar, la naturaleza, la costa, los manglares, todas las especies marinas, las ballenas, todo. Por eso estamos muy contentos de estar aquí.

En efecto, le pedimos a Pedro Miguel, le pedimos a Rafael Barajas, ‘el Fisgón’, le pedimos a otros amigos, intelectuales, historiadores, también a Epigmenio Ibarra, José Hernández —ya los estoy balconeando, van a decir que son nuestros intelectuales orgánicos, ni modo— que nos ayudaran para montar este museo; desde luego, el museógrafo principal, Marco Barrera, muchas gracias.

Y se va a poder disfrutar, solo venir a explorar y a recrear la historia y a conocer.

¿Cómo era el régimen autoritario? ¿Cómo trataban a los opositores?

Ayer vimos una película, que la recomiendo, seguramente en la travesía en los barcos se va a exhibir, se llama Islas Marías, de Pedro Infante. Creo que la dirección es de Emilio Fernández, ‘el Indio’ Fernández, y la fotografía de Figueroa. Es muy buena película, mucho muy buena.

Y decía yo, ¿por qué permitieron exhibirla?, ¿por qué no la enlataron? 

Pues porque no queda mal el gobierno, en especial no queda mal el Ejército. Se empieza con la ceremonia, dedicada a los Niños Héroes y un personaje, por lealtad, por el honor, se quita la vida. Se exaltan esos valores que se tienen en el Ejército y en las Fuerzas Armadas.

Y se habla también, al mismo tiempo, porque los que hicieron el guion seguramente que tenían una postura política, nada más que como los grandes escritores —y esto me lo ha hecho notar Beatriz— para evadir la censura escriben con mucha sutileza, entonces no hacen una denuncia en contra del régimen, abierta, le echan la culpa en buena medida a un fabricante de ladrillos, a un empresario explotador, que es el malo de la película, pero logran su propósito de transmitir el mensaje de lo que es nuestro pueblo, de sus bondades. Termina la película en el santuario de la Virgen de Guadalupe, imagínense. Y ahí es el reencuentro de Pedro Infante —que había estado aquí— con su madre, que había quedado ciega. Magistral, extraordinario.

Entonces, todo eso es lo que significa lo que hoy estamos constatando, el avance para este centro de cultura, de historia, de defensa del medio ambiente.

Y agradecerle mucho a la Secretaría de Marina, en esto y en todo, su apoyo, todo su respaldo. Siempre lo he dicho, hay dos sostenes, dos muros que apoyan y que mantienen al Estado mexicano, al Estado con dimensión social, al Estado democrático, de derecho, dos columnas: la Secretaría de la Defensa y la Secretaría de Marina. Dos grandes instituciones que nos han ayudado mucho. No exagero, no tendríamos los resultados que se han alcanzado sin el apoyo leal de estas dos instituciones que forman parte del pueblo de México. Por eso digo y repito: los marinos, los soldados, son pueblo uniformado. 

Y gracias a la Secretaría de Marina; en este caso, podemos llevar a cabo este gran proyecto, como hace unos días inauguramos el aeropuerto ‘Felipe Ángeles’, y como en diciembre del año próximo vamos a inaugurar el aeropuerto de Tulum y el Tren Maya, construido por los ingenieros militares.

Y pónganse a pensar, ¿cómo íbamos a distribuir 220 millones de dosis de vacunas sin el apoyo de las Fuerzas Armadas para vacunar a todos? Más la construcción de sucursales del Banco del Bienestar, se han construido ya mil 500 sucursales del Banco del Bienestar y vamos a construir dos mil 700 sucursales, es el banco más grande de México para distribuir, para dispersar los fondos al pueblo, sobre todo a la gente humilde, a los pobres de México, a 25 millones de hogares. Bueno, esas son obras que estamos haciendo con las Fuerzas Armadas, más la seguridad, garantizar la paz.

Entonces, muchas gracias a las Fuerzas Armadas en este caso.

Muchas gracias al almirante José Rafael Ojeda Durán, un hombre íntegro, honesto, leal, un servidor público ejemplar.

Muchas gracias a todas y a todos. Muchas gracias.

MODERADOR: Les solicitamos guardar el debido respeto para entonar nuestro Himno Nacional mexicano.

(HIMNO NACIONAL)

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