Amigas, amigos, mexicanas, mexicanos, ciudadanos:

Rindo este informe trimestral en medio de la incertidumbre por los estragos del coronavirus a la salud, a la economía y al bienestar de nuestro pueblo.

Antes que nada, expreso mi reconocimiento y solidaridad a todos los mexicanos que, con mucho sacrificio, se han sumado a las medidas de prevención recomendadas por la Secretaría de Salud.

En particular, expreso mis condolencias a las familias de quienes han enfermado o han perdido a sus seres queridos en esta contingencia.

Es indispensable expresarles con absoluto apego a la verdad lo que hemos venido haciendo y seguiremos llevando a cabo para enfrentar esta crisis transitoria y restablecer lo más pronto posible la normalidad social, productiva y política de la vida pública del país.

Les anticipo que, a pesar de los pesares, saldremos adelante, porque son más nuestras fortalezas como nación que las debilidades o flaquezas.

No olvidemos que la cultura de nuestro pueblo, que no es tan intangible como suele pensarse, siempre nos ha salvado y nos ha permitido reponernos de terremotos, huracanes, inundaciones, epidemias, tiranías, malos gobiernos y de la corrupción, que ha sido la más trágica y funesta de las pestes y calamidades de México.

El Programa Emergente para el Bienestar y el Empleo que expondré a ustedes se inscribe básicamente en los postulados del Plan Nacional de Desarrollo que hemos venido aplicando desde el inicio del gobierno. Mantenemos inalterables y profundizaremos las acciones destinadas a la población más pobre y vulnerable del país.

Por eso, lo primero que hicimos fue adelantar cuatro meses el pago de la pensión para ocho millones de adultos mayores a través de bancos y la entrega personal de 42 mil millones de pesos.

Lo mismo hicimos con las pensiones para niñas y niños pobres con discapacidad.

Estamos entregando 10 millones 500 mil becas a estudiantes de todos los niveles escolares y en las Universidades Benito Juárez, donde estudian 15 mil 151 alumnos, y están laborando 870 docentes.

Por otra parte, hemos entregado a pequeños negocios familiares 356 mil créditos del programa Tandas para el Bienestar y en lo que falta del año se agregarán 450 mil tandas más, con una inversión de tres mil 400 millones de pesos.

Actualmente 230 mil sembradores cuentan con empleo permanente y están ocupados en cultivar sus parcelas.

Setecientos cuarenta mil jóvenes trabajan como aprendices y reciben un salario mínimo.

Desde el inicio del gobierno hemos entregado apoyos para 47 mil 500 pescadores.

Se estableció el Precio de Garantía para maíz, arroz, trigo, frijol y leche, en beneficio de 107 mil productores.

El programa de Producción para el Bienestar, antes Procampo, se extendió a comunidades indígenas y a productores de caña y de café, con una inversión de 11 mil millones de pesos. Reciben este apoyo en la actualidad dos millones 145 mil comuneros, ejidatarios y pequeños propietarios.

Este año, los productores pobres de los estados de Puebla, Tlaxcala, Morelos y el Estado de México se sumarán a los de Guerrero como beneficiarios de fertilizantes gratuitos.

Hasta el día de hoy, el presupuesto para el mantenimiento de 23 mil escuelas, entregado de manera directa a las sociedades de madres y padres de familia, asciende a cuatro mil millones de pesos.

Continuamos construyendo caminos de concreto con la participación de las comunidades de Oaxaca, llevamos 25 terminados y se está trabajando en 84 más.

Avanzamos en la construcción de caminos rurales y el mantenimiento, construcción y modernización de carreteras en las 32 entidades federativas de país con una inversión global de 28 mil millones de pesos.

Se continúa con la construcción del Tren Toluca-Ciudad de México y ya se terminó la Línea 3 de Zapopan a Guadalajara.

No se ha detenido el programa de construcción de presas y canales de riego.

Sigue operando el programa de reconstrucción en pueblos afectados por los sismos de 2017 y hemos mejorado los espacios urbanos en 324 colonias de 14 municipios, tanto de la frontera como de centros turísticos del país.

El Infonavit ha otorgado 619 mil créditos, ha reestructurado 186 mil y ha quitado deudas a 53 mil trabajadores que habían pagado el 90 por ciento de sus créditos, a los cuales ya se les están entregando sus escrituras.

El programa de rehabilitación o construcción de vivienda ha beneficiado a 17 mil 800 familias de zonas marginadas.

El programa Internet para Todos ya conectó a 22 mil comunidades y este año quedarán comunicadas por este medio un total de 75 mil localidades.

En 2022 cumpliremos el compromiso y la meta de cubrir todo el territorio nacional.

De igual forma, ya iniciamos la construcción de dos mil 700 sucursales del Banco de Bienestar para acercar este servicio a la gente, entregar tarjetas y dejar de manejar dinero en efectivo para los programas sociales.

Aunque poco, no como quisiéramos, hemos avanzado en la disminución de la incidencia delictiva. En el trimestre de enero a marzo de este año han disminuido los homicidios en 0.3 por ciento, el secuestro en 25.8 por ciento, el robo de vehículo en 11.1 por ciento y el robo en general en todas sus modalidades 6.6 por ciento, en comparación con el mismo periodo del año pasado.

Recuerdo que la estrategia para garantizar la paz se sustenta en atender las causas que originan la violencia; es decir, que no haya pobreza, que no haya desintegración familiar, que no haya pérdida de valores culturales, morales, espirituales.

Se sustenta también esta estrategia en no permitir la corrupción ni la impunidad, en el trabajo perseverante y en el profesionalismo de la Armada, el Ejército, la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana.

Hemos erradicado la tortura, se sigue apoyando a las víctimas de la violencia y el Estado mexicano no está asociado a la delincuencia y ha dejado de ser el principal violador de los derechos humanos.

Continúa la promoción a la lectura y se están ejerciendo mil millones de pesos para convertir el Bosque de Chapultepec, incluida la antigua Residencia Oficial de Los Pinos, en el espacio artístico y cultural más importante del mundo.

En materia de salud, explico que desde antes de la aparición del coronavirus ya habíamos recorrido 80 hospitales del IMSS-Bienestar en zonas marginadas de 19 estados de la República y habíamos tomado la decisión de superar el estado ruinoso en el que nos dejaron el sistema de salud pública.

En este tiempo hemos terminado de construir 72 centros de salud y hospitales que estaban inconclusos.

Se creó el Instituto de Salud para el Bienestar, Insabi, para garantizar la atención médica y medicamentos gratuitos a la población sin seguridad social.

Estamos trabajando para que no falten medicinas ni personal de salud, seguimos mejorando instalaciones hospitalarias y dando prioridad a la conclusión de obras abandonadas.

Hemos hecho el compromiso de otorgar en este sexenio la base laboral a más de 80 mil trabajadores de la salud que trabajan desde hace tiempo como eventuales.

Todo ello respaldado con la aprobación presupuestal de 40 mil millones de pesos adicionales para el sector salud, de modo que cuando nos llegó el coronavirus ya estábamos trabajando en mejorar el sistema de salud pública.

Al día de hoy contamos con seis mil 425 camas de terapia intensiva con sus respectivos ventiladores y con el personal de enfermería de médicos especializados. De todos modos, instruí al almirante secretario de Marina, Rafael Ojeda Durán, y al general Luis Cresencio Sandoval González, secretario de la Defensa Nacional, para contar con el apoyo de estas instituciones, siempre caracterizadas por su profesionalismo y disciplina, en la implementación de los planes Marina y DN-III.

Debo informar que ambas instituciones recibieron cinco mil millones de pesos y ya se está trabajado, pronto se tendrá como respaldo mil 399 camas, equipos y personal médico especializado para atender en terapia intensiva a enfermos del COVID-19.

Sobre las acciones de salud que hemos tomado para enfrentar la epidemia destaco las siguientes:

Hace tres meses, antes que otros gobiernos en el mundo, empezamos a informar a la población y a emitir recomendaciones preventivas con el propósito de evitar la saturación de hospitales y mayores pérdidas de vidas humanas.

Desde el primer momento tomamos la decisión de dejar la conducción de toda la estrategia sanitaria a los médicos especialistas y científicos que, dicho sea de paso, son eminencias con vocación social. Reitero, los políticos no somos todólogos, sabelotodo. Nos ayuda mucho, y eso es lo principal, la solidaridad de nuestro pueblo y la fraternidad que caracteriza a nuestras familias que, como lo he señalado en diversas ocasiones, la familia mexicana es la principal institución de seguridad social del país.

Les comparto un dato sin triunfalismos. México es, después de la India, el país con menos infectados por coronavirus y el tercer país con menos defunciones por número de habitantes.

Vamos bien, pero no nos confiemos, sigamos cuidándonos en casa, como somos los mexicanos; de manera fraterna, sigamos cuidando a nuestros adultos mayores, a nuestros enfermos; desgraciadamente todavía falta tiempo y, según los especialistas, la parte más difícil de la epidemia está por llegar.

Pero tengo la certeza, pienso, de que saldremos adelante, como sucede cuando la entrega, la honestidad y el profesionalismo de los servidores públicos se enlaza, se articula con la generosidad y la solidaridad del pueblo.

Les informo también que ya iniciamos con acciones para reactivar rápidamente la economía. Decidimos no aumentar los precios de los combustibles, como se hacía en periodos de crisis. Ahora Pemex vende la gasolina en 30 por ciento menos que antes de la pandemia.

Este año invertiremos 25 mil millones de pesos adicionales para la introducción de agua potable, drenaje, pavimento y la construcción y mejoramiento de 50 mil viviendas en zonas marginadas de 50 municipios del país, lo cual nos permitirá al mismo tiempo crear 228 mil empleos directos, además de los beneficios a los habitantes.

El programa Sembrando Vida que, como ya dijimos, da empleo permanente a 230 mil sembradores, se ampliará para 200 mil campesinos más, con el propósito de que tengan trabajo de inmediato.

De igual forma, a partir del mes próximo recibirán apoyos directos 190 mil pescadores.

Este año también se entregarán apoyos adicionales a las sociedades de padres y madres de familia para el mantenimiento de 31 mil planteles escolares.

Se tienen los recursos para contratar de manera adicional a 45 mil médicos y enfermeras en estos nueve meses.

Asimismo, se va a convocar, a reclutar a 31 mil elementos que van a pasar a formar parte del Ejército, de la Marina y de la Guardia Nacional.

Se dispondrá de un fondo de 35 mil millones de pesos del Issste para entregar créditos personales, que van de 20 mil a 56 mil pesos por crédito, esto en beneficio de 670 mil trabajadores al servicio del Estado.

El Fovissste y el Infonavit destinarán 177 mil millones de pesos para otorgar créditos de vivienda durante estos nueve meses en beneficio de 442 mil 500 trabajadores, acción de vivienda que generará al mismo tiempo 270 mil nuevos empleos.

Continuará el programa de estímulos fiscales y bajos precios de gasolinas y otros energéticos en la zona fronteriza del norte del país.

No aumentarán los impuestos ni se crearán nuevos impuestos.

Se cumplirá cabalmente el compromiso de devolver el IVA con prontitud a los contribuyentes, como me lo han solicitado los representantes del sector empresarial.

El tiempo fiscal, el tiempo oficial, dedicado a publicidad del gobierno se entregará a los medios de comunicación, porque en esta nueva etapa de la historia de México el gobierno informa a diario y no necesita hacer propaganda. Confía, además, en la inteligencia y la sensatez de nuestro pueblo.

Aprovecho también para decir que aún con la depreciación del peso, estimada en 23 por ciento en lo que va de nuestro gobierno por esta crisis del coronavirus y los efectos en la economía mundial, a pesar de todo, estamos haciendo hasta lo imposible para mantener el compromiso de no aumentar la deuda pública.

Aquí recuerdo que en el tiempo que llevamos en el gobierno no hemos aumentado la deuda pública en términos reales.

Sigue en marcha la construcción del aeropuerto de Santa Lucía, Felipe Ángeles; la rehabilitación de las seis refinerías y la construcción de la nueva refinería de Dos Bocas, Paraíso, Tabasco.

Ahora que se cayó el precio del petróleo crudo, se aumentará la producción de gasolinas en el país. destinaremos a ese propósito 400 mil barriles diarios adicionales para no malbaratar todo el petróleo de exportación y bajar la compra de combustibles en el extranjero.

Pemex dispondrá de un recurso extra de 65 mil millones de pesos porque se le reducirá la carga fiscal.

La Comisión Federal de Electricidad, informo, cuenta con financiamiento suficiente para construir las plantas termoeléctricas que se necesitan en la península de Yucatán, en Baja California y en otras regiones del país. Está asegurado en todo el territorio nacional el abasto de energía eléctrica.

Ya iniciamos la modernización y ampliación del ferrocarril del Istmo y de los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos. Ahí se van a generar este año siete mil 300 empleos.

El 30 de abril se firmará el contrato de construcción del primer tramo del Tren Maya, y en mayo acordaremos la construcción de cuatro tramos más, sólo dejaremos pendientes, para 2022, 485 kilómetros que construiremos con la participación de los ingenieros militares, una vez que terminen la obra del Aeropuerto General Felipe Ángeles de Santa Lucía. Mi reconocimiento especial a los ingenieros militares.

Este año, en los cinco tramos que comprenden mil 43 kilómetros de construcción del Tren Maya, vamos a generar 80 mil empleos y habrá una derrama económica de 35 mil millones de pesos en los estados del sureste del país.

En suma, los programas sociales y el desarrollo promovido por el gobierno este año llegará a 22 millones de beneficiarios.

De igual forma, se otorgarán dos millones 100 mil créditos personales de vivienda y para pequeñas empresas familiares del sector formal e informal de la economía.

Asimismo, y esto es muy importante, vamos a crear en nueve meses dos millones de nuevos empleos.

En estos hechos y acciones baso mi optimismo.

Además, puedo demostrar que a la mitad de los hogares del país ya está llegando al menos un programa de bienestar y que el 95 por ciento de las familias pobres de México están recibiendo cuando menos un apoyo o beneficio.

El 1º de diciembre, ese es mi compromiso, el 1º de diciembre de este año podré decir que todos los pobres de México ya cuentan con protección y amparo del gobierno que represento y de la sociedad solidaria que es México.

Es importante dar a conocer que se aprobó la reforma al artículo 4º constitucional para otorgar, por mandato de ley, pensiones a todos los adultos mayores del país, pensiones a niñas y niños pobres con discapacidad, becas a estudiantes de familias de escasos recursos económicos en todos los niveles escolares.

Y con esta reforma al artículo 4º constitucional, se garantiza también a todos los mexicanos el derecho a la salud, la atención médica y los medicamentos gratuitos.

Esta es, sin duda, la reforma social más importante que los últimos tiempos. En términos generales, subrayo que se apoya a los más necesitados, a los pobres, y a la población más vulnerable ante la epidemia del coronavirus.

También informo, repito, que se iniciará pronto la recuperación económica a partir -esta es la fórmula- de aumentar la inversión pública destinada a la creación de empleos y a otorgar créditos a pequeñas empresas familiares y a quienes se buscan la vida como pueden día con día. No los vamos a dejar en el desamparo.

Para financiar este plan sin aumentar impuestos ni decretar gasolinazos, se recurrirá a utilizar los ahorros del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios y los recursos que se mantenían guardados en fideicomisos. También nos apoyaremos en la banca de desarrollo, pero, sobre todo, se seguirá con la misma política de liberar recursos, porque continuará, incluso con mayor rigor, el plan de austeridad republicana.

A diferencia de otras épocas, cuando se le pedía al pueblo fajarse el cinturón, ahora es el gobierno el que se está apretando el cinturón, terminando de borrar, de desaparecer, de desterrar la corrupción, acabando con lujos y ostentaciones para reducir el costo de gobierno a la sociedad y seguir regenerando la vida pública.

En esta crisis, subrayo, transitoria, a cada quien le toca hacer su parte.

De manera específica, informo que he hecho una consulta y hay un consenso: se bajarán los sueldos de los altos funcionarios públicos y se eliminarán los aguinaldos desde el cargo de subdirectores hasta el del presidente de la República; se reducirán los gastos de publicidad del gobierno; se reducirá la partida de viáticos, los gastos de operación y se ahorrará más en compras a proveedores y en los costos de las obras públicas que se contratan con empresas constructoras o de servicios.

También dispondremos de recursos porque se intensificará la enajenación de bienes mal habidos a la delincuencia común y a la delincuencia de cuello blanco, bienes que serán liquidados mediante subastas o rifas organizadas por el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado.

Aclaro que no habrá despido de trabajadores al servicio del Estado en ningún nivel, pero eso sí, se demandará más eficiencia, más entrega, más espíritu de servicio, mayor austeridad y honestidad total.

Puedo decir que contamos con el apoyo y la colaboración del sector privado nacional. La semana próxima daremos a conocer un programa de inversión pública, privada y social para el sector energético por un monto aproximado de 339 mil millones de pesos.

Reconozco lo que hicieron los banqueros de México, que decidieron dar una prórroga, un plazo de seis meses en el pago de créditos e intereses a sus clientes de las pequeñas empresas y el crédito a las familias.

Por último, agradezco a todos los empresarios que han acatado voluntariamente las indicaciones por la emergencia sanitaria de parar sus actividades económicas y comerciales no esenciales, manteniendo el empleo, los sueldos y las prestaciones a sus trabajadores.

Están demostrando muchos empresarios su humanismo, su dimensión social.

Amigas y amigos:

A pesar de las adversidades, no se detendrá la transformación de México. Reitero, son más nuestras fortalezas que las debilidades, y son mucho más los ciudadanos que buscan el cambio verdadero que quienes apuestan al retroceso.

Esta crisis es pasajera, transitoria. Pronto regresará la normalidad, venceremos al coronavirus, reactivaremos la economía y México seguirá de pie, mostrando al mundo su gloria y su grandeza.

Entiendo que los conservadores y quienes han medrado con el llamado modelo económico neoliberal que está, por cierto, en crisis en el mundo, entiendo que quienes durante mucho tiempo aplicaron la política de privatizar ganancias y socializar pérdidas no compartan nuestra visión de desarrollo con justicia y democracia, pero a nadie engañamos y hay constancia de ello. Lo que estamos haciendo es lo que hemos propuesto, enarbolado, sostenido en forma pública y abierta desde hace años en la lucha diaria y en campañas políticas, también por lo que votaron millones de mexicanos.

Hay una lección que hemos aprendido bien y que no olvidamos. Desde el porfiriato quedó demostrado que un modelo económico que sólo beneficia a minorías no produce bienestar general, sino al contrario, engendra miseria pública y violencia.

Por eso, el plan de recuperación económica que estamos aplicando no se ajusta al modelo neoliberal o neoporfirista. Ya rompimos el molde que se usaba para aplicar las llamadas medidas contracíclicas que sólo profundizaban más la desigualdad y propiciaban la corrupción en beneficio de unos cuantos.

La fórmula que estamos aplicando para remontar la crisis transitoria, repito, es la suma de tres elementos básicos: mayor inversión pública para el desarrollo económico y social, empleo pleno y honestidad, y austeridad republicana.  Nada nos hará regresar al pasado.

Recuerdo lo que afirmaba el presidente Franklin Delano Roosevelt en una circunstancia parecida, durante la Gran Depresión originada a partir de 1929. Este titán de las libertades, para mí el mejor presidente que ha tenido Estados Unidos en toda su historia, llegó a decir en esos momentos difíciles que a él le tocó enfrentar y que pudo con su política restablecer el desarrollo y garantizar la felicidad de su pueblo, decía el presidente Roosevelt: ‘El interés propio, egoísta, suponía una mala moral; ahora sabemos también, era una mala economía’.

En nuestro país, como sabemos, frente a las crisis recurrentes, los gobernantes decían que ni modo y que no había de otra; para ellos lo mejor era lo que llamaban ‘realismo económico’.

¿Qué hacían siempre?

Contratar más créditos, rescatar a grandes empresas y bancos, convertir deudas privadas de unos pocos en deuda pública, establecer privilegios fiscales, aumentar precios de combustibles y de los servicios públicos, disminuir salarios, despedir a trabajadores, eliminar o reducir la seguridad social.

Ahora ya no va a ser así, ya no es de esa forma, ya no se van a aplicar esas recetas.  Ahora primero es el bienestar del pueblo y después lo mismo, el bienestar del pueblo y nunca, jamás los privilegios, la corrupción, el saqueo y la impunidad.

Somos optimistas. Me viene a la memoria la imagen de cuando a Simón Bolívar, enfermo, acostado en una hamaca, casi derrotado y en medio de la desolación alguien le preguntó: ‘¿Y ahora qué va usted a hacer, general?’, y el libertador respondió, con loca pasión: ‘Triunfar, triunfar’.

Ánimo, pues, que como decía el presidente Juárez, ‘aquel que no espera vencer, ya está vencido’. No son tiempos para la depresión, sino para la entereza. La esperanza, no lo olvidemos, es una fuerza muy poderosa, es como el bien que, aunque no existiera, habría que inventarlo.

Y no duden, triunfaremos. Estoy seguro de que pronto, muy pronto, voy a convocar al pueblo de México a darnos de abrazos en las plazas públicas del país, porque vamos a salir de nuevo a las calles, sin miedos ni temores, para seguir siendo lo que es nuestro pueblo de México, digno y feliz, para seguir siendo libres, prósperos, fraternos, humanos.

¡Que viva México!

¡Viva México!

¡Viva México!

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