HUGO LÓPEZ-GATELL RAMÍREZ, SUBSECRETARIO DE PREVENCIÓN Y PROMOCIÓN DE LA SALUD: Muy buenas noches. Son las 19:00 de este miércoles 12 de agosto de 2020. Estamos en el Palacio Nacional de México, en la Ciudad de México y vamos a iniciar la conferencia de prensa diaria sobre COVID-19, la pandemia causada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2.

Hoy vamos a dedicar la conferencia a dos elementos fundamentales: el informe técnico nacional, que presentará el doctor José Luis Alomía, y vamos a aprovechar para hacer una recapitulación o recuento, reconstrucción de lo que ha ocurrido en la epidemia en términos de la respuesta.

Nos interesa reiterar para toda la población que no se ha acabado la epidemia de COVID-19, que, como hemos dicho en múltiples ocasiones, esta es una epidemia larga, lo planteamos así desde febrero, cuando empezó la preparación y la respuesta, y el escenario es que en México durará al menos hasta octubre y en octubre, como hemos dicho, irremediablemente vamos a tener la temporada de influenza 2020-2021.

Influenza en es una enfermedad causada por otro virus, virus que se llama así, influenza, pero que tiene una presentación en las personas, una enfermedad semejante a COVID-19. Puede causar en la mayoría una enfermedad leve, como un catarro intenso, y en un porcentaje más o menos parecido al que ocurre en las personas con COVID-19, puede causar una neumonía, una inflamación grave de los pulmones e incluso puede también desafortunadamente causar la muerte, sobre todo en las mismas condiciones en las lo produce COVID-19 en personas mayores de 60 años, personas con enfermedades crónicas, diabetes, hipertensión, sobrepeso, enfermedad pulmonar crónica, enfermedad cardiaca crónica y las mujeres embarazadas.

A diferencia de COVID, la influenza causa un daño también importante en niñas y niños menores de cinco años. COVID afortunadamente no se concretó una predicción, una sospecha, una inquietud que se tenía al inicio de la epidemia, de que también pudiera ser grave en niñas y niños, afortunadamente no es frecuente, insisto, no es frecuente que COVID sea grave en niños y niñas, pero influenza definitivamente sí puede serlo.

El caso de las mujeres embarazadas también es importante destacarlo. Lo hemos platicado aquí varias veces, ha venido la doctora Berdichevsky y hemos comentado que también afortunadamente no se concretó o no ocurrió que las mujeres embarazadas tuvieran una mayor probabilidad de complicarse, aunque ciertamente ha existido también mortalidad asociada con COVID en mujeres embarazadas, pero no en la frecuencia que se temía; pero la influenza sí es más grave o tiene mayor probabilidad de ser grave en mujeres embarazadas cuando las comparamos con mujeres no embarazadas de edades semejantes.

Entonces, esto quería ir presentando el tema, lo hemos dicho varias veces, el tema de cómo podría ocurrir COVID, cómo podría México y el mundo, por lo menos el hemisferio norte, vivir la epidemia de COVID si esta se mantuviera al momento en que empiece la temporada de influenza 2020-2021 que irremediablemente estará con nosotros entre octubre y abril o marzo y abril del siguiente año.

Pero, además, como hemos señalado, existe una sospecha fundamentada de que COVID mismo, la epidemia de COVID, el virus SARS-CoV-2 podría aumentar su eficiencia de transmisión durante la temporada fría del año en el hemisferio norte, otoño-invierno, y es exactamente ahí, entre octubre y marzo del próximo año.

Si eso ocurriera, eso va a representar un reto importante para la respuesta a la epidemia porque tendremos dos enfermedades que tendrán el mismo modo de transmisión, por la vía respiratoria entre personas, la misma presentación clínica y también la misma afectación a los pulmones que podría llevar a las personas a necesitar hospitalizarse y obviamente esto es un reto más grande que manejar una sola enfermedad epidémica 

Hoy entonces, y lo vamos a hacer durante los siguientes dos días, jueves y viernes, vamos a ir retomando para estimular la memoria de la población y de ustedes como comunicadoras y comunicadores, elementos que ya hemos señalado aquí desde el inicio de la epidemia y que precisamente tienen que ver con la preparación ante esta epidemia, cómo la hicimos en su momento en enero y las primeras semanas de febrero, y la instrumentación de las distintas intervenciones.

Ayer mismo cuando comentábamos el informe técnico platiqué un poco de esto, de cómo los fundamentos técnicos, teóricos y científicos, de la respuesta a una pandemia tienen ciertas características que no deben confundirse con la respuesta a epidemias locales.

Por cierto, les anticipo, como lo dije ayer, ayer alguien me preguntaba sobre el sarampión, usted me preguntaba sobre el sarampión, porque ayer usé como comparación un brote de sarampión comparado con pandemia de influenza o una pandemia de COVID-19.

En los casos de las pandemias, estas epidemias tan generalizadas, tan ampliamente generalizadas, son fenómenos, como hemos dicho, inconmensurables, no se pueden medir de manera directa, son literalmente masivos, en este caso afectan a toda la humanidad, la epidemia de COVID afecta a toda la humanidad y los métodos tanto de vigilancia como de control son diferentes que los métodos que se usan para otras enfermedades infecciosas de interés epidémico que producen brotes localizados.

Y usé el ejemplo de sarampión, porque además una diferencia muy importante entre el manejo la respuesta ante una pandemia como esta comparado con la de sarampión, con una epidemia localizada de sarampión, es que aquí no hay un medio de control o de prevención como sí lo hay en el sarampión, que son las vacunas; todavía no existen vacunas para el COVID, en cambio sí existen vacunas para el sarampión, de hecho, es una vacuna que es muy efectiva y al final de conferencia, además hablábamos de que contrario a lo que se ha intentado desprestigiar a la vacuna contra el sarampión es una vacuna segura.

Entonces, no hoy ni mañana ni el viernes, pero quizá en la próxima semana vamos a traer también información sobre el brote de sarampión que México vivió al inicio, precisamente empezó el mismo día que la pandemia de Co en México, el 27 de febrero, al mismo tiempo empezaron los dos brotes.

Y vamos a ver ahí las diferencias de las estrategias, tácticas, intervenciones de prevención de control y va a quedar más claro, vamos a presentar incluso la comparación de las curvas epidémicas, va a quedar más claro por qué sí en sarampión aspira uno a hacer una contención centrada en personas y centrada en territorios que permita un control más inmediato y por qué en el caso de una pandemia eso no es un objetivo que se pretenda manejar para un control inmediato, aunque sería deseable, que quede muy claro esto, lo hemos dicho en otras ocasiones, hay que tener muy claro que hay una diferencia entre lo que uno desea que ocurra contra lo que se puede lograr y lo que es técnicamente razonable que se puede lograr. Son dos historias separadas.

De manera natural y yo diría legítima, algunos segmentos de la población que no se han compenetrado con esta perspectiva insisten, con base en una aspiración que es legítima, todos quisiéramos que no hubiera epidemia, que no hubiera casos, que no hubiera personas enfermas, que no hubiera muertes por supuesto, pero es muy importante desde el punto de vista técnico tener claridad de que una cosa es lo que uno desea, lo que uno aspira que ocurra y otra cosa es lo que es razonable científicamente lograr. Entonces, eso es lo que vamos a estar trabajando.

Le pido, entonces, al doctor Alomía si presenta el informe técnico y en seguida yo comentaré el otro aspecto, y abrimos a preguntas y respuestas.

JOSÉ LUIS ALOMÍA ZEGARRA, DIRECTOR GENERAL DE EPIDEMIOLOGÍA: Muy buenas tardes todas y todos. Un saludo también a todas las personas que nos ven desde sus domicilios, a través de sus sistemas móviles de comunicación.

Estamos en la conferencia vespertina ya número 166, específicamente en el día 74 de esta nueva normalidad, caracterizada lógicamente por las intervenciones regionalizadas, a nivel de entidad federativa, en función del semáforo de riesgo COVID.

Vamos a actualizar el escenario nacional, vamos a concentrarnos hoy sólo en el escenario nacional para poder tener el tiempo necesario para las siguientes temáticas.

Un millón 127 mil 115 son ya las personas que han sido estudiadas en México, se han clasificado como casos sospechosos de la enfermedad. Son precisamente las columnas que vemos representadas en cada una de las semanas epidemiológicas.

En función de la totalidad de la columna, independientemente de los colores que está tiene, podemos ver que continuamos con una reducción en la semana 31, ya habíamos tenido una reducción previa en la semana 30, digamos, fue una reducción todavía menor; sin embargo, en la semana 31 tenemos ya una reducción importante, lo cual nos da ya dos semanas de reducción, además de haber estado otras dos semanas previas en prácticamente una meseta, una estabilidad en la parte superior de la curva y que estamos viendo cómo ha estado progresando en estos últimos días.

Ya en relación a cómo están compuestas las barras, las columnas, son tres colores que están identificando a las personas que ya dieron una prueba confirmatoria positiva, es decir, se identificó la presencia de virus SARS-CoV-2 en su muestra, por lo tanto, son los casos confirmados de COVID-19 y estamos prácticamente acercándonos ya al medio millón de casos confirmados para México.

Asimismo, también son ya más de medio millón, 542 mil las personas que también han dado negativo a la prueba, es decir, presentaba signos y síntomas respiratorios; sin embargo, la prueba salió en este caso negativo, no había presencia de virus SARS-CoV-2 al momento de la toma de la muestra y están representadas también en las barras de color morado.

Vean el porcentaje de positividad que está representado en la línea de color naranja. También el porcentaje de positividad es congruente con la disminución de la totalidad de casos que tenemos en las últimas semanas, prácticamente estuvimos por un 53, 54 por ciento en las semanas 27 y 28 y este porcentaje de positividad se ha ido reduciendo a caer por debajo del 50 por ciento, está actualmente en un 47 por ciento para la semana 31 y entonces esto también es indicativo que cada vez menos personas son identificadas con la presencia de virus SARS-CoV-2.

Veamos la siguiente diapositiva donde precisamente vamos a estimar los casos, esta línea de color azul claro que está en la parte superior, es la curva epidémica de casos estimados por semana epidemiológica.

En los casos estimados recordemos que están los que ya tienen un resultado positivo, pero además sumamos también los que todavía tienen un resultado que está pendiente de ser emitido, pero que como conocemos precisamente cuál es el porcentaje de positividad que hemos estado teniendo semana con semana, aplicamos este porcentaje de positividad y entonces obtenemos otro grupo que estimamos van a ser casos confirmados, los sumamos a los que ya tienen este resultado y entonces tenemos esta curva que, al estar basada precisamente en esta estimación, nos acerca más a la realidad de la pandemia, de la epidemia en México y en su momento también a poder visualizar mejor cuáles son las tendencias que estamos teniendo en los últimos días y en las últimas semanas.

Aquí podemos ver esa clara meseta que se formó prácticamente de la semana 27 a la 29, ya hubo un primer descenso, aunque todavía leve entre la 29 y la 30 y el descenso con el que iniciamos esta semana 31 desde el domingo se ha mantenido con una buena tendencia como tal, el día de hoy es de menos 16 por ciento, sabiendo que son los primeros días de la semana, en donde la 31 todavía puede incrementar y disminuir este descenso, pero estamos ya prácticamente a mitad de la semana y los siguientes días se espera que el descenso pudiera ser menor.

La curva de casos o de personas que se han recuperado ha mantenido también la tendencia ascendente, inclusive reflejando en las últimas semanas la meseta que veíamos en los casos recuperados y continúa incrementándose con un más cuatro por ciento.

Así también la presentación y la ocurrencia de las lamentables defunciones que se han producido hasta el momento continúan también con esta tendencia descendente que se visualiza ya desde la semana 28, 29, siendo en las últimas semanas menos 46 por ciento.

Un indicador también que hemos estado resaltando, que es la proporción de personas que iniciaron con signos y síntomas de enfermedad en los últimos 14 días, por lo tanto, son lo que denominamos casos activos y que además también los estimamos, es decir, sumamos también a las personas con estas características que tienen aún pendiente un resultado de su prueba por porcentaje de positividad continúa siendo del ocho por ciento para esta semana. Un indicador que también hemos visto que ha disminuido desde que iniciamos con su medición, habíamos empezado en un 14, un 12, un 10, un nueve, ahora estamos en un ocho y esto también, lógicamente, representa la disminución en las últimas semanas de la transmisión y la epidemia.

Recordando que esta es la sumatoria nacional y que estamos viendo ya está disminución porque una gran mayoría de las entidades federativas ya tienen muchas de ellas una semana de reducción, dos semanas de reducción y hasta tres semanas de reducción en función de sus acmés, de sus picos.

Algunas entidades, pocas ya, menos, prácticamente, del cinco por ciento todavía están en una fase, digamos, ascendente o acaban de llegar al pico y lógicamente esto genera un balance en nuestra curva nacional.

Veamos la ocupación y disponibilidad hospitalaria. Aquí tenemos las de camas general, solamente se incrementa un punto porcentual al corte que veíamos el día de ayer y ha estado más o menos variando alrededor del 40, 43 por ciento en las últimas semanas, hoy es del 41 por ciento, lo cual deja 18 mil 685 camas disponibles de estas características.

Vemos, por ejemplo, ya para el día de hoy que tanto Nuevo León como Nayarit en este indicador alcanzan ya el nivel de seguridad que es tener al menos 30 por ciento o más de disponibilidad de estas camas.

Habían estado, si recuerdan, las últimas semanas superando este nivel de seguridad. Esto es bueno, porque quiere decir que por un lado el balance que se da entre las personas graves que requieren estas camas o la velocidad con que se están reconvirtiendo las mismas o expandiendo para siempre tener disponibilidad está lógicamente ya surtiendo el efecto esperado.

Veamos la siguiente diapositiva donde vamos a ver específicamente las camas con ventilador, 35 por ciento es la ocupación nacional, esta es una disminución de un punto porcentual en relación al día de ayer, prácticamente todo el último mes este indicador ha estado muy estable y ha presentado una disponibilidad importante.

Todas las entidades tienen 30 por ciento o más de disponibilidad, de hecho, prácticamente el 95 por ciento de las entidades tienen 50 por ciento o más de disponibilidad, lo cual también es una buena señal para efectos de la gravedad que está produciendo en su momento la epidemia y la desaceleración y la disminución que ha tenido en las últimas semanas.

Vamos a continuar dando seguimiento a estos indicadores, que es muy importante, y sería la actualización para el panorama nacional.

HUGO LÓPEZ-GATELL RAMÍREZ: Muchas gracias, doctor Alomía.

El primer elemento que vamos a recapitular. Hoy por la mañana el presidente aquí en la conferencia matutina recibió una serie de preguntas que nos parecen muy útiles de una colega que no la veo en este momento, quizá ella es más de las mañanas y no de las tardes, pero que nos llamó la atención que sus preguntas parecían como retomar sobre temas que decimos muy frecuentemente.

Entonces, lástima que no pudo venir, le pedí yo el favor a Jesús Ramírez si le podía invitar atentamente a que participara en la conferencia vespertina, pero no se pudo.

Pero la idea a la que voy es: hay temas que repetidamente surgen en la opinión pública, en la inquietud pública y, como decimos aquí en las tardes, con mucho gusto los volvemos a explicar. Nos parece que es muy importante que nadie se quede con inquietudes o dudas y nos parece que todas las dudas son muy bienvenidas, muy legítimas, por cualquiera que sea la motivación que surjan.

Y una de ellas es el famoso cubrebocas. La colega reportera lo que le preguntaba al presidente: ‘¿Usted por qué no usa el cubrebocas?’ Y aunque lo hemos comentado varias veces creo que vale la pena. Si ella tiene esta duda, es posible que haya otras personas que tengan la misma duda.

Cuando hay temas que se presentan de nueva ocasión, como el tema de la epidemia larga, ¿se acuerdan que nos llamó la atención que un segmento de la población a veces pareciera ser el mismo segmento que tiene la misma frecuencia de dudas repetitivas, insistía en que no habíamos dicho la duración?, y que cómo, y que lo estábamos cambiando, y que si el pico de la epidemia y que si ahora que no nos salieron las predicciones y que se lo prolongábamos.

Entonces, trajimos aquí un video que se llamó Epidemia larga, en donde recapitulamos lo que hemos dicho en casi 170 conferencias.

Me entró a mí mismo la duda de si habíamos hablado o no del cubrebocas en semanas previas, yo recordaba que lo habíamos dicho en semanas previas, quizá usted en su casa, quien ya lo ha oído y lo ha asimilado, ya está un poco, aburrida, aburrido, de que hablemos otra vez del cubrebocas, pero quizá hay partes de la población que tienen la percepción que no se ha mencionado el cubrebocas aquí en esta conferencia sobre COVID.

Entonces, vamos a poner un pequeño video, está un largo, entonces vamos a irlo saltando, o yo les voy diciendo y les pido sean tan amables de presentar atención las fechas, las fechas y también, si a alguien le gusta ir marcando, podrá contar el número de veces que, en esta conferencia, además de otros espacios, hemos mencionado el tema del cubrebocas.

Pero antes de ver el video, ver las fechas y contar el número de veces, les digo cuál es mi postura, nuestra postura, técnica, respecto al uso de cubrebocas, mismo que está, misma postura que está reflejada en las recomendaciones internacionales, en particular de la Organización Mundial de la Salud y que está en nuestra guía técnica sobre control de infecciones, de la que ya hemos publicado dos versiones o dos ediciones y desde la primera tiene esta postura.

Y les digo, a ver si coincide con lo que hemos dicho, el cubrebocas es un instrumento auxiliar, esta es la palabra clave, auxiliar de la prevención de las enfermedades respiratorias, en este caso el COVID-19.

Es un instrumento que se conoce que puede interferir con la salida de las partículas líquidas de la nariz y de la boca que llevan el virus y que por lo tanto son las partículas contagiantes, para que no lleguen a la cara, a la vía respiratoria o a los ojos de una persona que no se quiere contagiar o, aunque no quiera contagiarse que no queremos que se contagie.

Y hay evidencia científica diversa por la experiencia con la influenza, por ejemplo, pero también ahora con el COVID han surgido algunas piezas de evidencia científica que corroboran la impresión de consenso de que es un buen instrumento auxiliar en la prevención si se usa de manera correcta y de manera continua para que las personas que tienen el virus no lo proyecten hacia otras personas.

En cambio no hay evidencia científica útil y lo más probable es que no sea desafortunadamente una cualidad del cubrebocas que sea capaz de interferir con la llegada de los virus a menos que sea una barrera de suficiente densidad del material, es decir, que sea muy grueso como son los cubrebocas N95, las mascarillas N95 y estas se usan o se recomienda su uso, así está en nuestra Guía de control de infecciones, en el personal de salud que está en contacto más directo con las personas enfermas de COVID y en particular aquellas profesionales de la salud que practican procedimientos como la intubación o como la toma de muestras que generan aerosoles. Los aerosoles son una de las tres formas de partículas líquidas, gotas, gotículas y aerosoles que pueden propagar al virus.

Esta es nuestra postura hoy, esto es lo que está escrito en nuestra Guía de Control de Infecciones.

Vamos a ver qué hemos dicho en las fechas que ahí observaran y el número de veces que observaran.

(INICIA VIDEO)

HUGO LÓPEZ-GATELL RAMÍREZ (11 de abril de 2020) Aunque el cubrebocas es una barrera física sí se conoce que ayuda a disminuir la probabilidad de que el contagiante, es decir, la persona enferma propague el virus, pero se conoce que no reduce significativamente el riesgo de recibir el virus, entre otras razones, porque el virus también entra por los ojos, a menos que la persona tuviera además del cubrebocas, tuviera goggles entonces no hay una reducción muy significativa.

Pero, por otro lado, y lo relaciono con su primer comentario, el cual me parece también una buena observación, es común que en la vida cotidiana uno se le olvide que las manos son un instrumento efectivo de transmisión y que uno se talle los ojos o se toque la nariz, o se rasque el cachete, con mayor razón cuando esté el cubrebocas que acalora, pica, y entones uno se lo está quitando y poniendo, quitando y poniendo.

Por esa razón es que no hemos hecho una recomendación enfática en pro del cubrebocas y de uso comunitario, pero tampoco estamos en contra. Si es un elemento auxiliar que por su uso masivo contribuye a que personas que empezaran a ser infecciosas en el periodo, antes de que se den cuenta, ya les protegió, muy probablemente va a contribuir un poco.

(19 de abril 2020) Sobre el tema de las mascadas, los cubrebocas y cualquier otro mecanismo, también hay mascarillas, he visto a mucha gente con mascarillas transparentes, nos parece un auxiliar útil en la prevención.

Hemos dicho en varias ocasiones que el mecanismo de prevención es de que las personas que tengan COVID están excretando, están liberando virus a través de la vía respiratoria en las gotas de saliva, en los aerosoles respiratorios y si estos quedan atrapados en un medio físico, como pueden ser estas mascarillas de estos elementos de tela, pues es mejor.

La eficiencia de cada tipo de tela, de cada producto desde luego es variable, pero ayuda. Ahora, también hemos dicho que no es un mecanismo que debe llevarnos a sentirnos protegidos y protegidas si no tenemos la enfermedad y pensamos que por el hecho de tener cubierta con una porción de tela la cara, específicamente la nariz y la boca, ya estamos protegidos, porque no es el caso.

(27 de abril 2020) Los cubrebocas, que son este dispositivo, veo que ya la mayoría de ustedes lo utiliza, es un dispositivo que tiene un efecto mecánico de retención de las partículas líquidas que provienen de las secreciones de la nariz, de la boca, de la faringe y que, hemos comentado aquí repetidamente, son el vehículo, el medio por el que se transmiten, no solamente el virus SARS-CoV-2, sino muchos agentes infecciosos, virus, también bacterias que causan enfermedades respiratorias.

Hemos dicho también que existe una parte sustancial de evidencia sobre la utilidad de los cubrebocas como un mecanismo de protección a los demás, a partir de una persona que tiene la infección, en este caso COVID, que no la transmita a los demás, en la medida en que tiene un elemento de retención, de bloqueo mecánico y entonces disminuye la probabilidad de que las partículas infectantes que son estas partículas líquidas con virus se propaguen hacia los ojos, nariz o boca del vecino.

Y hay razonable evidencia para mostrar que si las personas infectantes que son las personas infectadas en un periodo de su enfermedad usaran cubrebocas disminuirían la probabilidad de transmitir la enfermedad a las otras personas.

Lo que es menos claro y la evidencia todavía es inconclusa es que las personas que no están enfermas, si utilizaran un cubrebocas, si eso resultaría en una protección para ellas mismas.

Y en general los distintos elementos de evidencia sugieren que no. Las razones las hemos comentando, tienen que ver entre otras con el hecho de que los virus respiratorios o al menos este, pero muchos otros se transmiten también por los ojos. Si las partículas infectantes caen sobre la conjuntiva que es la membrana que recubre el espacio anterior de los ojos, ahí se pueden poner estas particular de virus y ahí se contagia; entonces, aunque uno tenga cubierto nariz y boca, si tiene descubierto los ojos también se puede transmitir por ahí.

Y la otra razón también considerada es que una persona que no está entrenada en el uso de cubrebocas como lo están las personas de los equipos quirúrgicos y otros equipos médicos, llega un momento en que se cansa del cubrebocas.

Cuando una cirujana está en el acto quirúrgico, por largo que este sea en promedio dura tres horas, vamos a decir, cuatro, cinco, seis a veces hay cirugías muy largas, sabe que no se debe tocar la cara, porque si se toca la cara, en primera contamina los guantes y con los guantes contamina el espacio quirúrgico, entonces sabe que no se debe tocar la cara.

Pero cualquier persona en el espacio de la vida diaria se cansará, le va a dar calor, le va a irritar, la va a dar comezón y de manera inconsciente o consciente se va a tocar la cara para acomodarse el cubrebocas, para ponérselo de gargantilla, para quitárselo unas horas, para ponerse a comer y en ese momento ya no hay un efecto que podría ser útil y ya no lo es por estas razones.

Incluso el tocarse la cara posiblemente con unas manos que han sido contaminadas por otra persona que estornudó en las mismas le llevaría los virus a la vía respiratoria.

(15 de mayo 2020) Como lo he dicho en innumerables ocasiones, yo no soy enemigo de los cubrebocas, como se me ha querido ver, lo único que digo es: es una medida auxiliar complementaria su efectividad en el uso ya real en comunidad, no está totalmente demostrado como un mecanismo de gran utilidad, aunque es potencialmente útil.

(16 de mayo 2020) Hace un par de días me pronuncié nuevamente o respecto a los cubrebocas, y hay gente que se sigue inquietando de por qué a veces digo que sí, a veces no a los cubrebocas, es un tema difícil de comprender y lo trataré de resumir de esta manera.

El uso indiscriminado de cubrebocas, es decir, ‘todo mundo póngase a usar cubrebocas’, no existe una demostración sólida, consistente, de que pueda servir como una medida principal de salud pública, como una medida auxiliar podría servir, pero básicamente lo que hace que no sea tan efectivo es el uso inconsistente.

Ya lo he dicho muchas veces, el que se lo pone, pero a los 20 minutos se cansa, se acalora, le pica y entonces se toca la cara, lo cual es un mecanismo efectivo de transmisión o lo trae de gargantilla, o se lo quita, etcétera, o lo comparte, o lo deja en la mesa, y ya lo tocó alguien más; entonces, hay muchas razones por las que el uso generalizado no es muy confiable como mecanismo principal. Quien quiera ponérselo, que se lo ponga, nada más cuide, como afortunadamente es el caso de los que están aquí, usarlo consistentemente.

Ahora, sí estamos considerando que el cubrebocas en el transporte puede ser una medida de mayor utilidad. Que quede claro, tampoco hay evidencia científica rigurosa que lo sugiera o que haya demostrado su efectividad, pero en la medida en que el transporte es un espacio natural de confinamiento, queremos tener un mecanismo adicional de reducir la transmisión por la barrera.  Entonces, son los tres que hasta el momento están considerados.

(25 de mayo 2020) Y lo sé por dos razones: una, lo que ya expliqué extensamente, para ir posicionando el uso de este dispositivo como un elemento auxiliar, auxiliar de la prevención, particularmente en espacios cerrados una vez que concluye la Jornada Nacional de Sana Distancia; y otro por respeto, desde luego, a las instituciones y a las disposiciones que en ese contexto local ha hecho el comando operativo COVID del Instituto Mexicano del Seguro Social que dirige nuestro muy querido maestro Zoé Robledo.

(30 de mayo 2020) El cubrebocas es una medida auxiliar que es particularmente útil cuando se utiliza por periodos cortos en espacios localizados, sobre todo espacios donde no se puede asegurar la sana distancia. El transporte, los salones de clase, son lugares muy ilustrativos de dónde se obtiene el mayor beneficio del uso de cubrebocas.

Y aclarando, además, que existe evidencia científica de que el cubrebocas es una barrera para quien tiene el virus, y no queremos que lo propague, es donde resulta particularmente importante, la evidencia científica no es clara de que sea un mecanismo como las barreras de protección.

Y cuando se usa de manera generalizada a lo largo de todo un día en una gran diversidad de modalidades de uso es probable que no logre todo el impacto que posiblemente algunos han señalado, no hay evidencia científica al respecto.

Pero regreso, para situaciones muy concretas, por periodos cortos, donde hay poca posibilidad de garantizar la sana distancia, bienvenido el cubrebocas.

(6 de junio 2020) Hay ventajas potenciales del uso de cubrebocas en ciertos espacios, en ciertos momentos, en ciertas condiciones, pero no es una solución para todos los espacios ni existe, sigue sin existir alguna evidencia científica razonablemente sólida de que su uso generalizado por todas y todos en todo momento realmente tenga un impacto positivo para reducir los contagios, no es así desafortunadamente hasta hoy, 6 de junio de 2020.

(11 de julio 2020) Utilizar los cubrebocas como instrumento auxiliar de prevención, veo que varias de ustedes lo usan, utilizar el cubrebocas como un instrumento auxiliar de la prevención, particularmente en espacios cerrados, como un mecanismo para que la persona que tiene los virus no los proyecte.

No hay una evidencia clara de que sirva como barrera de protección propia, hay que estar consciente de ello, pero si se usa masivamente, la probabilidad de que las personas que estén con posibilidades de transmitir van a disminuir esta transmisión.

¿En dónde es importante?

En los espacios cerrados, donde no hay posibilidad de mantener la sana distancia: el Metro, el autobús, transporte público en general, ahí es donde es más útil.

(26 de julio 2020) Que quede claro esto es si y sólo si, como lo hemos dicho, mantenemos las medidas de sana distancia: el lavado de manos, el uso de cubrebocas en los espacios públicos cerrados en donde puede ser una medida auxiliar muy valiosa, no salir a la calle si se tienen síntomas, etcétera, etcétera.

(28 de julio 2020) En concreto, la recomendación que damos la repetimos nuevamente, es el cubrebocas es un auxiliar, es un complemento junto con la sana distancia, lavarse las manos, quedarse en casa si tienen síntomas, proteger el estornudo; por ejemplo no por tener cubrebocas puede usar las manos para proteger el estornudo o no usar nada, con cubrebocas, ‘achú’, protejo mi estornudo y por eso la recomendación es usarlo en los espacios cerrados donde no pueda hacer eso, el transporte público, salones muy pequeños, etcétera.

Así como estoy, como está el presidente hace un ratito, como estamos en este foro de las mañaneras o de las sesiones vespertinas, la contribución que pudiéramos hacer a los contagios es significativamente pequeño.

(28 de julio 2020) Usen su cubrebocas, usen su cubrebocas, es una medida auxiliar que complementa al lavo de manos, agua y jabón preferentemente al alcohol gel, complementa la sana distancia que es importantísima, complementa la protección del estornudo con el ángulo del codo, complementa quedarse en casa cuando se está con síntomas.

Y estas medidas en conjunto con el cubrebocas, como lo señaló en repetidas ocasiones la Organización Mundial de la Salud, pueden ayudar a lograr a disminuir la transmisión.

Entonces, no hay oposición alguna al cubrebocas. El Gobierno de México como lo anuncié esta misma mañana recomienda el uso de cubrebocas, pero hemos dejado también muy en claro, y aquí cuando viene esta otra explicación es donde algunas personas se inquietan, que no lo vamos a hacer una medida obligatoria desde el Gobierno de México.

Eso no quiere decir que no lo recomendemos, el cubrebocas es un instrumento importante, auxiliar en la prevención como lo acabamos de ver con Susana Distancia, quien lo usa, para interferir con la propagación del virus a partir de que se lo ponga la persona que puede propagarlo.

(5 de agosto 2020) El uso del cubrebocas, particularmente en los espacios cerrados, en los que no se puede conservar la sana distancia que hay en este momento desde luego entre ustedes y nosotros.

El transporte público es uno de los espacios de mayor interés, es muy importante usar el cubrebocas en ese tipo de espacio cerrados y recordar que la actividad fundamental del cubrebocas es interferir con la salida de los virus en las partículas líquidas o de aerosoles de nariz y boca, impedir la salida, no así el proteger la llegada.

¿Por qué lo decimos una y otra vez?

A pesar de que hay personas que dicen: ‘Ya no expliquen tanto, sólo digan: Úsenlo’. Lo decimos, úsenlo, pero es muy importante ser claros y que no se sobreestime el poder protector del cubrebocas.

¿Por qué razón?

(29 abril 2020) Porque si no lo dijéramos, estamos invitando a una sobreconfianza en la capacidad protectora del cubrebocas. El cubrebocas tiene una muy limitada capacidad de protección sobre la llegada del virus.

Usar cubrebocas para prevenir COVID no sustituye la medida más importante, que es: tú quédate en casa, esto es muy, muy importante.

Usar cubrebocas puede ayudar, puede disminuir la transmisión de la infección, sobre todo de las personas que tienen los síntomas hacia otros. En ningún momento el Gobierno de México o en particular la Secretaría de Salud ha dicho que no se deba usar cubrebocas. No lo rechazamos. Si existen gobiernos estatales que han propuesto el uso de cubrebocas, está bien, lo único importante es que no se tome como una medida principal para el control de la epidemia de COVID.

Si usted quiere usar cubrebocas, utilícelo, sólo tenga mucha consciencia que el cubrebocas debe ser usado correctamente, cubriendo nariz y boca todo el tiempo, y que eso no le disminuye el riesgo de contagiarse si usted no se lava las manos continuamente, usted sale al espacio público a convivir con otros o usted está en demasiada cercanía física con alguien que tenga la enfermedad.

El cubrebocas puede ayudar. Úselo si quiere, pero no es una medida que garantice que usted no se vaya contagiar.

(FINALIZA VIDEO)

Usa tu cubrebocas, se llama este video, Usa tu cubrebocas y el subtítulo es: Es una buena medida auxiliar de la prevención de infecciones respiratorias.

Entonces, tratamos este tema, como dije al inicio, porque queremos recapitular sobre las ideas que hemos estado diciendo desde el inicio. Revisamos periódicamente -periódicamente es diario- la evidencia científica relevante para los distintos aspectos y seguimos viendo que, insisto, un pequeño segmento, parece pequeño porque encontramos que se interconectan unas y unos con otros, grupos de la población que insisten en hacer un señalamiento, en este caso del cubrebocas, ya hablaremos de otras cosas, como las pruebas diagnósticas y el cierre de fronteras, y otros temas, con dos ideas que son:

Una, la inquietud del papel, posiblemente preponderante o no del cubrebocas.

Y otra, una idea que nos parece que es poco contributiva al pueblo de México, que es el señalar que hay inconsistencias, las inconsistencias de López-Gatell.

Esta colección, yo no la conté cuántas veces son, pero la primera fecha es 11 de abril, ¿cuántas?, 15 o 16. 16 más el video final, que ese lo publicamos en Twitter. La idea es la misma, la que acabo de expresar, es la que está escrita en los documentos técnicos y es el cubrebocas es una medida auxiliar, ya no voy a explicar para qué sirve, pero sirva sólo recordar que es útil para interferir con la salid, pero no con la llegada, no sustituye el tener otras medidas que sí son principales en conjunto utilizadas, el lavado de manos, proteger el estornudo, la sana distancia, la sana distancia es indispensable, quedarse en casa si se tienen síntomas, etcétera.

El próximo… en esta semana, no sé exactamente qué día, el Congreso del estado de Colima, estado libre y soberano, su Congreso estatal va a discutir una iniciativa de ley para establecer el uso obligatorio del cubrebocas, y en la propuesta de la iniciativa se considera la sanción con más de 40 mil pesos de multa a aquella ciudadana o ciudadano que no porte su cubreboca.

Esta mañana la periodista, la reportera que comentamos, le comentaba al presidente que por qué no hacíamos obligatorio el uso de cubrebocas, y el presidente públicamente me encargó la misión de volverlo a explicar y con mucho gusto lo vuelvo a explicar.

Las medidas de control epidémico para SARS-CoV-2, para la epidemia de COVID, que el Gobierno de México dispuso fueron cuidadosamente analizadas para que al tiempo que fueran útiles, ya sea por su carácter masivo, ya sea por su carácter instrumental dirigido como la contención de la que hablamos ayer, al tiempo que lo lograran, cuidáramos que se respeten los derechos humanos de las personas.

Formalmente en los acuerdos secretariales en donde se estableció la Jornada de Sana Distancia, donde se estableció otras disposiciones, especificamos el recordatorio, porque no es otra cosa, está previsto en la ley, de que todas las medidas se deben hacer con estricto apego al respeto de los derechos humanos.

Ya vivimos una situación en un estado en particular donde hubo un operativo local que llevó a una muy lamentable -como lo son todas- defunción de una persona por un abuso de la fuerza pública invocando que no se había cumplido una disposición legal, local del uso de cubrebocas.

Entonces, cuando se apresta en este caso el estado de Colima a discutir sobre el uso obligatorio de cubrebocas, respetamos la soberanía del estado de Colima, por supuesto en su momento ya se tendrá que analizar si es o no competencia de una autoridad local una disposición que pudiera enmarcarse en el contexto de medidas extraordinarias de salubridad general, el título 10º en la Ley General de Salud o no, pero opinamos desde el Gobierno de México que hay que tener mucho cuidado cuando las medidas de control sanitario hacen responsable a la persona o a las personas cuando se multiplican por 127 millones de personas.

Cuando se hace responsable a la persona de lo que le ocurre a los demás con un carácter obligatorio, se establece coerción por parte de la fuerza del Estado, no necesariamente la fuerza pública, la policía o algún otro cuerpo de seguridad, pueden ser sanciones administrativas como una multa de más de 40 mil pesos. Eso en un país que ha sido asolado por abusos de autoridad, por actos de violación de los derechos humanos, por una violencia social muy lamentable puede resultar en el enorme riesgo de que se vuelvan a abusar de los derechos humanos.

El Gobierno de México, el gobierno tiene un compromiso irrestricto con la protección, promoción y defensa de los derechos humanos en todos los aspectos y en este tema de salud hemos incorporado esa perspectiva, porque está en el centro de las convicciones de este gobierno.

Y por esa razón desde la esfera técnica que es la que nos compete en el marco de la salud analizamos que las medidas no fueran destinadas a la ciudadana, al ciudadano, sino, y esto lo hemos explicado también muchas veces, a los factores estructurales.

Las personas salen de casa cuando se recomendó no salir de casa, porque tienen necesidades, tienen necesidades de conseguir el alimento, el sustento diario, la paga o tienen otras motivaciones, y las principales, no son las únicas, pero se pueden agrupar, la persona sale para trabajar, la persona sale para estudiar o para llevar a los hijos e hijas a la escuela, o la persona sale a recrearse, entendiendo por recreación un conjunto muy amplio de actividades en la vía pública.

Si ponemos disposiciones dirigidas a la administración de esos espacios, el Sistema Educativo Nacional, están cerradas todas las escuelas de todos los niveles, los empleos, excepto aquellos centros de trabajo que tienen actividades esenciales o clausuramos temporalmente por acciones administrativas de carácter local los espacios de convivencia, de recreación, entonces logramos disminuir, como lo logramos a lo largo de todos estos cinco meses, la movilidad en espacio público, logramos reducir los contagios, logramos aplanar la curva, no se saturan los hospitales y evitamos muertes prevenibles, a pesar de que, como lo lamentamos cada vez que hablamos del desenlace fatal, puedan ocurrir, una parte de las muertes no prevenibles. Esa es la lógica.

Queríamos retomarlo, queríamos compartir esta inquietud de que el cubrebocas es una medida de uso personal y si se impone como una disposición obligatoria, en vez de una recomendación, hay un riesgo importante de que se cometan abusos, pero además, siendo una medida auxiliar, no principal, hay un riesgo importante de que se culpen mutuamente los ciudadanos, ‘tú no traes cubrebocas eres un riesgo para mí, yo no traigo cubrebocas soy un riesgo para ti’ y entonces empieza una actitud defensiva, que siempre es muy adversa en el manejo de los problemas de salud pública. Como ocurrió con la epidemia de VIH-SIDA y sigue ocurriendo hasta el momento, esta visión defensiva no es conveniente, es mejor una visión solidaria.

Hoy trajimos este punto y es el que nos dio tiempo.  Hoy venía nuestro colega Ricardo Cortés, que está aquí, y ya no nos va a dar tiempo de ver este otro tema, Rick, pero otro de los elementos que vamos a recapitular es las guías, los materiales técnicos y todo el magnífico material que ha hecho el doctor Corté y su equipo de promoción de la salud para promover, entre otras cosas, las medidas de sana distancia.

Vamos a abrir a preguntas y respuestas. Liliana Noble, usted y ahorita nos vamos. A ver, Liliana, son las 19:51, y luego Ricardo Cortés.

PREGUNTA: Rapidísimo. Buenas noches, Liliana Noble, de Pulso Saludable.

Doctor, la pregunta obligada, Oxford, AstraZeneca, Fundación Carlos Slim, vacuna. Me compartía Carlos que tuiteó hace rato el canciller Marcelo Ebrard, que mañana viene a la conferencia, si nos puede… seguramente es algo que todos queremos saber, si nos puede ayudar con esto.

Gracias.

HUGO LÓPEZ-GATELL RAMÍREZ: Puede ser una noticia importante, les pido tengamos paciencia, mañana vamos a estar aquí, nos ha pedido el presidente estar aquí en la conferencia matutina para hablar específicamente de este tema, de vacunas en forma panorámica y de las oportunidades que pudieran presentarse para el caso de México, pero mañana lo hablaremos. Vamos a venir el doctor Alcocer y yo a petición del presidente, y vamos a estar aquí en el grupo, parece que también le han pedido al canciller, y vamos a hablar sobre estas oportunidades, y en la tarde ya podemos retomar sobre algunos detalles técnicos específicos.

INTERLOCUTORA: ¿Pero el anuncio será mañana en la mañana?

HUGO LÓPEZ-GATELL RAMÍREZ: Probablemente, mañana vamos a venir y vamos a ver varios temas, pero podría ser que este sea uno de especial importancia.

PREGUNTA: Buenas tardes doctor. Soy Jaime Arizmendi, de la agencia informativa Argo en México y de la Conferencia Nacional de Empresarios de Medios.

Hay compañeras y compañeros en el interior del país que han recibido comentarios, quejas, sugerencias inclusive, respecto a que en el país, en México, solamente existen tres centros para captura, para recibir el plasma de personas recuperadas y esto provoca que gente alejada de esos puntos, como sabemos, solamente Monterrey, Guadalajara y la Ciudad de México tienen, pero quien está, ya no digamos muy lejos, sino en Durango, en Chiapas, en Oaxaca, no tienen prácticamente acceso a este elixir de la vida.

Mi pregunta sería si no se plantea establecer nuevos lugares donde se capte el plasma, gracias por su respuesta.

HUGO LÓPEZ-GATELL RAMÍREZ: Muchas gracias, gracias por su pregunta, es muy útil, no sólo por el tema específico del plasma, a lo que se refiere el colega es al uso del plasma humano.

El plasma es el líquido que está en la sangre, tiene agua y proteínas, sales y otros componentes, y es lo que circula en nuestro cuerpo en promedio en cinco litros en todo nuestro cuerpo. Si le agregamos células, glóbulos rojos, blancos y plaquetas, esto es ya la sangre completa, pero en el plasma humano, igual que de los animales, están un grupo de proteínas que se pueden estimular para protegernos, y estas proteínas se llaman anticuerpos, y son parte del sistema inmune, del sistema de defensas de defensas.

Se conoce por experiencias de otras infecciones que cuando una persona se infecta de una enfermedad infecciosa y esta enfermedad infecciosa induce, provoca una respuesta inmune, una respuesta de defensas, las células especializadas, que son un subtipo de glóbulos blancos, pueden producir cierta cantidad de estos anticuerpos.

Si extrajéramos estos anticuerpos en la forma líquida que es el plasma y se los inyectáramos con un procedimiento, desde luego cuidado médicamente, a otra persona que tuviera la enfermedad que interesa tratar, en otras enfermedades infecciosas se ha visto que eso puede ayudar a reducir el impacto de la enfermedad.

Dado que para COVID-19, la enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2, hasta el momento no existe, reitero, no existe vacuna alguna y no existe tratamiento eficaz alguno, se pensó que habría que buscar alternativas y desde hace varios meses se pensó en hacer el tratamiento con estos plasmas, plasma convaleciente.

Ahora, aprecio mucho su pregunta porque nos ayuda a recordarle al público, a la audiencia, a la población otro elemento.

Hay una fase donde los medicamentos, los tratamientos o las vacunas están en una condición experimental, es decir, no se tiene todavía la certeza de que pueden servir para algo pero, más aún, de que pueden ser seguros.

Esa fase no se puede quitar, es indispensable por razones de seguridad de las personas bioseguridad que se cumplan rigurosamente etapas de investigación que han sido definidas a lo largo de mucho tiempo.

Por cierto, han sido definidas a partir de experiencias desastrosas en la historia de la humanidad y estas experiencias desastrosas incluyen abusos a poblaciones vulnerables y hay eventos terroríficos en la historia en donde se han hecho tratamientos obligados a personas vulnerables, prisioneras y prisioneros, minorías raciales y étnicas, etcétera.

Y a lo largo de la historia se ha aprendido que la ética, los estándares del comportamiento social permiten proteger a las personas y hay estándares de la ética científica, de la ética médica, de la ética en salud y son estas etapas que hay que cumplir.

Los garantes de estas etapas son, por un lado, los estados nacionales y sus gobiernos, y hay instituciones específicamente dedicadas a la protección de las personas, de los sujetos humanos en los que pudiera administrarse algún tratamiento o quienes pudieran ser candidatos voluntarios, siempre voluntarios, a participar en estudios de investigación clínica.

El plasma humano no es todavía, no es, hasta hoy que es 12 de agosto de 2020, no es un tratamiento regular, ordinario, no es práctica común, no es un estándar de tratamiento, no lo es el plasma humano.

Por eso es que sólo hay tres centros, en términos de ciudades, en donde después de cumplir con una serie de requisitos de calidad, de inocuidad, de competencia técnica, se les ha autorizado conducir investigación clínica muy controlada para determinar si es cierto o es falso que el uso del plasma humano pudiera ayudar a disminuir el impacto de la enfermedad COVID-19 en las personas que la padecen, ya sea reduciendo el tiempo de hospitalización, reduciendo la probabilidad de que se compliquen, reduciendo la probabilidad de que se muera.

Entonces, el plasma humano, hoy es 12 de agosto de 2020, no es, en ninguna parte del mundo, pero definitivamente no es en México, un tratamiento estándar, un tratamiento ordinario.

Y es importante también -con esto termino, porque nos queda un minuto- que tengamos presente que cuando un tratamiento todavía no ha sido aceptado como un tratamiento ordinario, por más deseo que tenemos de tenerlo y de tener una solución para tratar a las personas que están enfermas. Las que ya se murieron pues es una pena, no había un tratamiento cuando tuvieron la enfermedad, las que están ahorita enfermas y las que vienen y se enfermarán, quisiéramos ya tener un tratamiento, pero no podemos quemar etapas, no podemos saltarnos etapas porque hay un riesgo de que causemos daño, más que beneficio.

Hay un precepto general de la medicina que nos viene desde el siglo cuarto Antes de Cristo, en la Grecia antigua, que es un principio de, primero, no dañar. El doctor Simón Kawa lo explicó hace algunas semanas en un domingo y presentamos la lista completa de los medicamentos, en este caso incluido el plasma, que no es un medicamento, pero es un posible tratamiento, que no son tratamiento estándar.

Ahí está también el remdesivir, ese es un producto patentado de laboratorios Gilead, no tiene registro sanitario en México para su uso en COVID.

El tocilizumab es producto patentado de laboratorios Roche, no tiene un registro sanitario para su uso en COVID y otros muchos. Y la razón es que no se ha demostrado que sean eficaces o que sean seguros para su uso en COVID.

Entonces, cuidado con eso, lo decía con énfasis el doctor Kawa. Si alguien lo está recetando está generando injustamente una expectativa en una población vulnerable, que son las personas enfermas y su familia, que quisieran tener una solución ya.

Y peor aún, hay personas que influyen en la opinión pública que empiezan a hacer acusaciones sin fundamento de que el gobierno quisiera resistirse a que haya tratamientos. Falso, es una responsabilidad del Gobierno de México cuidar la integridad y la vida de las personas, y solamente cuando se cumplen los estándares éticos y por supuesto legales de la investigación clínica, entonces se procede a dar registros sanitarios para indicaciones específicas a los distintos productos.

Muchas gracias. Son las 20 horas un minuto y nos vemos mañana. Gracias.

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