HUGO LÓPEZ-GATELL RAMÍREZ, SUBSECRETARIO DE PREVENCIÓN Y PROMOCIÓN DE LA SALUD: Buenas noches. Hoy es sábado 11, de julio, con las 19 horas con un minuto y estamos en el Palacio Nacional de México, en la Ciudad de México y vamos a iniciar la conferencia de prensa diaria sobre coronavirus, el nuevo coronavirus, la pandemia que ha causado, que se llama COVID-19.

Hoy vamos a utilizar el informe técnico con la nueva modalidad, la nueva versión, y vamos a hablar de algunas otras regiones del país, específicamente vamos a hablar de la zona noreste, y vamos a ver cuál es la situación en tres entidades federativas.

Como verán, un par de días presentamos un estado a la vez, pero ahora vamos a estar presentado por bloques tres o cuatro entidades federativas por distintas regiones.

Quiero aclarar, antes de presentar el informe, que vamos a presentar las 32 entidades federativas, que toda la información que se presenta procede del material técnico que es importante darle seguimiento y que lo vamos a presentar por regiones, porque no hay ningún otro criterio específico que interese atender más allá de la realidad epidemiológica que se vive en cada una de estas entidades federativas, el enfoque regional nos ayuda a identificar ciertos patrones de ocurrencia de la epidemia.

Y lo que destaco también, que lo hemos dicho varias veces, pero me gustaría, insisto, antes de presentar, dejar muy claro, la situación epidemiológica de las entidades federativas no tiene que ver con una deficiencia o un acierto, o una nueva o mala calificación o evaluación sobre el desempeño de las actividades de control.

En esta conferencia de prensa nos interesa tener información técnica, información que ayude a la población a tomar decisiones favorables a su salud. Y como decíamos ayer, con cierto énfasis, llamamos a la corresponsabilidad de todas y de todos, así lo dijimos ayer, usamos este término, hoy lo vuelvo a usar, corresponsabilidad.

Corresponsabilidad implica que todas y todos, los más de 127 millones de personas que vivimos en este país, independientemente de a que nos dediquemos, independientemente de donde vivimos, independientemente de si tenemos una ocupación específica en el gobierno, ya sea el gobierno nacional, un gobierno estatal, un gobierno municipal, si somos parte de una organización, si somos propietarios o gerentes de una empresa, si no tenemos nada, si trabajamos al día, si no tenemos una fuente de ingresos fijos, si trabajamos en una nómina. No importa, todas y todos tenemos algo que hacer que es útil para que esta epidemia de COVID-19, que ha afectado a toda la humanidad, toda la humanidad está afectada por la pandemia de COVID, de modo que toda la humanidad tiene la oportunidad de adquirir una responsabilidad para trabajar juntas, juntos, en el empeño de enfrentar un problema, un problema de salud causado por una partícula biológica, un virus.

¿Por qué digo todo esto?

Porque con frecuencia en las sociedades, no es exclusivo de México, en las sociedades se busca culpables, se busca a alguien a quién señalar, se busca responsables en una suerte de interpretación que yo diría es poco productiva, poco útil.

¿Quién fue responsable de que este virus SARS-CoV-2 mutara, mutara? Hubo una mutación, necesariamente hubo una mutación, todavía no se tiene toda la información científica para saber cuál fue, pero este virus se conoce que podría estar antes de causar esta pandemia, en el reino animal, excepto los seres humanos, que somos también parte del reino animal, pero en algunas especies de animales, especies silvestres, no se sabe cuál tampoco exactamente.

Como hemos relatado en otras ocasiones, se ha involucrado como sospecha a ciertas especies de murciélagos, a un curioso animalito que se llama pangolín y a otros animales vivos, que parece que era costumbre venderlos en el mercado de Wuhan, China, en la provincia de Hubei, en donde se detectaron los primeros casos de neumonía grave.

Pero algo ocurrió. ¿Qué ocurrió? Un fenómeno biológico, un fenómeno natural, un fenómeno que ocurre repetidamente en el mundo desde hace milenios y es la mutación de un agente biológico, en este caso el virus SARS-CoV-2, que le permitió tener la capacidad de infectar y replicarse en los seres humanos.

Posiblemente esa misma mutación, o bien otra distinta, le dio la capacidad de transmitirse de manera eficiente, de manera muy eficiente en la especie humana.

¿Quién es culpable de eso?

Nadie, nadie en particular. Las personas expertas en biología de sistemas y en ecosistemas desde hace mucho tiempo se han formulado un planteamiento muy importante sobre cómo la humanidad, cómo los seres humanos progresivamente hemos invadido los ecosistemas silvestres.

Conforme se desarrollan pueblos, ciudades, asentamientos humanos de diversa naturaleza, conforme extraemos con ciertos modos de producción la riqueza natural, invadimos. Invadimos las selvas, los bosques, invadimos los distintos ecosistemas silvestres y al invadirlos perturbamos estos ecosistemas; al perturbarlos, nos acercamos, la frontera ecológica humana se acerca a la frontera de los ecosistemas naturales, los perturba y entonces eso propicia una oportunidad mucho mayor de contacto entre especies de animales silvestres y los seres humanos. ¿Quién es el culpable de esto?, ¿quién es el culpable de esto?

Uno puede identificar, y es parte de las lecciones aprendidas de la creciente frecuencia con que ocurren enfermedades infecciosas de interés epidémico, enfermedades emergentes, uno puede analizar que el modo de vida humano en las sociedades contemporáneas, particularmente durante el siglo XX y los pocos años que llevamos del siglo XXI, es el fenómeno responsable de esto, pero no es posible ni tiene sentido pensar que hay una persona responsable, o dos o cinco o siete; es decir, no se trata de personas.

Quise irme a un planteamiento más amplio que está en las ciencias naturales y sociales desde hace varias décadas para ilustrar el punto práctico de lo que tratamos aquí en la conferencia, en particular, pero lo hemos tratado en otras ocasiones, las lecciones útiles que la humanidad puede tomar de un fenómeno como este no tienen que ver con culpar a una persona identificable por nombre y apellido, sino un modo de vivir, un modo de relacionarnos entre nosotros en sociedad, con el ecosistema, con el planeta en general.

Esas lecciones aprendidas irán emergiendo de múltiples lados y ojalá que la mayoría con una reflexión estructurada, razonada, autocrítica, que nos permita cambiar favorablemente nuestros patrones de vida como seres humanos.

Pero regresando al punto, estoy por presentar el informe técnico. Cuando aquí entramos a elementos prácticos de comunicación de riesgos, lo que nos interesa destacar es el fenómeno, el fenómeno que experimentamos, cómo está transcurriendo la epidemia de COVID-19 en México en su conjunto, en los estados, en los municipios, en los poblados, en distintos tipos de comunidades: urbanas, suburbanas, rurales, costeras, montañosas, etcétera, en distintas realidades socioeconómicas que tiene un país como México.

Pero no se trata de entrar a un reduccionismo acaso simplista que esta persona es culpable o aquella persona es culpable y generar confrontaciones. Esto no es un tipo de razonamiento suficientemente útil, desde mi punto de vista.

Respeto cualquier expresión, que quede muy claro, pero no lo considero útil para usted, usted que es la población de México, usted que está en su casa y lo que quiere saber es cuáles son los riesgos a los que me enfrento en relación a la epidemia de COVID o posteriormente cuáles son los riesgos a los que me ha llevado cierto modo de consumo, cierto patrón de consumo de alimentos, de lo que hemos hablado varias veces, que me ha generado el estado de salud que tengo en este momento o que van a tener mis hijos o que tienen mis padres y mis abuelos. Ese es el enfoque.

Entonces, hoy vamos a presentar tres otros estados seleccionados con un criterio regional y vamos a mostrar, como lo hacemos para todas las entidades federativas, cuál es la realidad epidémica que viven ahorita y vamos a enfatizar algunos mensajes de advertencia, de alerta, de propuesta, tener cuidado con este aspecto o este otro aspecto.

De antemano, también lo hemos dicho repetidamente, agradecemos desde el Gobierno de México y felicitamos la acción generalmente dedicada, responsable, de todas las autoridades de este país.

¿Qué quiénes son?

El presidente de la República, el Consejo de Salubridad General, el secretario de salud o la secretaria de salud que le acompaña y los gobiernos estatales. Todo mundo está enfocado en la tarea, todo mundo está haciendo acciones positivas, ese es sentido del mensaje.

Y ayer el mensaje fue para enfatizar la importancia precisamente de que usted, usted y usted no vean a su gobierno, por ejemplo, estatal o municipal como el responsable único de lo que a usted, a usted y a usted lo ocurre, sino que cada uno de ustedes tome cartas en el asunto porque esto va para un tiempo largo, largo en México, posiblemente hasta octubre, si tenemos un repunte de COVID-19 durante la temporada de influenza, que seguro va a llegar, la temporada de influenza seguro va a llegar de octubre a marzo, pero podría haber un repunte de COVID-19, y si llega vamos a seguir con la epidemia, posiblemente hasta abril del próximo año con una segunda oleada de transmisión.

Y en el mundo entero por lo menos vamos a tener dos, quizá tres años, donde de este virus, SARS-CoV-2, causante de COVID-19 va saliendo, en los distintos países.

Como esto va para largo, de nada sirve pensar en que las acciones de prevención sólo deben venir por instrucciones del gobierno, el Gobierno de México, los gobiernos estatales, los gobiernos municipales, toda la sociedad, por eso enfatizábamos ayer, esto requiere una visión de Estado, el Estado se constituye por el territorio, la población de todo este país y desde luego el gobierno.

Entonces, todos, todas, somos parte de esto, y lo importante aquí es incorporar a la vida propia y a la vida de los cercanos y a la vida de los no tan cercanos, y a la vida de todos y todas ciertas prácticas, que son relativamente sencillas, mantener la sana distancia.

Si no hay necesidad de salir, no salir, al menos que sea para algo imperativo, por lo menos ahora que estamos en mayor transmisión, proteger el estornudo, como muy correctamente lo hizo el compañero periodista que está allá, utilizar los cubrebocas, como un instrumento auxiliar de prevención, veo que varias de ustedes lo usan, utilizar el cubrebocas como un instrumento auxiliar de la prevención, particularmente en espacios cerrados como un mecanismo para que la persona que tiene los virus no los proyecte.

No hay una evidencia clara que de que sirva como barrera de protección propia, hay que estar consciente de ello, pero si se usa masivamente, la probabilidad de que las personas que estén con posibilidades de transmitir van a disminuir esta transmisión.

¿En dónde es importante?

En los espacios cerrados, donde no hay posibilidad de mantener la sana distancia: el Metro, el autobús, el transporte público en general, ahí es donde es más útil y es un auxiliar.

Entonces, insisto en el llamado de ayer, es un llamado que hacemos no a nombre de una persona, es un llamado que hacemos a nombre del Gobierno de México: enfoquémonos a la tarea, enfoquémonos como nación, con un sentido de unidad, con un sentido de responsabilidad, lo demás son distractores.

Hay muchos otros temas a debate, mucho otros temas y hay pluralidad de visiones en aspectos de política, de economía, de muchas, muchas cosas, pero para esto enfoquémonos de manera unida, de manera constructiva, eso es lo que nos ayuda.

Estamos seguros que usted, usted y usted saben que lo productivo es enfocarnos y no dispersarnos en este tipo de aparentes confrontaciones que no son constructivas a la protección de todas y todos.

Quería dar este mensaje de inicio. Vamos a ver el informe técnico y me pongo de pie, como habitualmente lo hacemos.

Tenemos esto que hemos llamado la Nueva Normalidad, implica el cambio de estas prácticas de la que he hablado hoy y hablaremos próximamente, siempre. No se trata de regresar a lo que hacíamos normalmente, sí se trata de recuperar nuestras vidas en muchos aspectos fundamentales: poder salir por el sustento diario, poder salir porque queremos tener una vida social, pero en una nueva forma, una forma que nos ayude a disminuir los peligros y que podamos vivir, literalmente vivir, convivir en presencia de este virus con las medidas de sana distancia.

Son 41 días de ese proceso, llevamos 134 conferencias de prensa y las mantendremos todo el tiempo que apreciemos que la sociedad las considera útiles.

Recibimos innumerables comentarios positivos, no tan positivos, críticos, bienvenida la crítica; recibimos comentarios agresivos, los respetamos, tratamos de buscar la parte positiva detrás de ellos, pero seguiremos informando porque consideramos que es muy importante que la sociedad, que el pueblo de México tenga información que procede del Sistema Nacional de Salud, de una gran cantidad de trabajadores y trabajadoras de la salud que producen esta información de cada rincón del país, más de 26 mil unidades de salud y todas ellas cumplen de una manera ordenada, organizada, el proceso de informar sobre las variables epidemiológicas que aquí presentamos.

Nuestra responsabilidad, porque es útil, y también es un gesto de respeto al trabajo que hacen todas y todos ellos, es consolidar esa información, procesarla, analizarla y presentarla aquí, para que tenga utilidad para el pueblo de México.

Vamos a pasar a la siguiente.

Empecemos con el panorama mundial. Distintas versiones, distintas movilidades, como ven, nos interesa que sea más dinámica la comunicación.

Y hoy queremos con este mapa comentar un punto muy específico que mañana, si es posible, entremos a un poquito más detalle, que es pruebas, pruebas diagnósticas.

Estamos identificando, y por eso la modificación de regresar a este tema del que hemos hablado en otras ocasiones, que empiezan a cambiar un poco las prácticas de uso de pruebas diagnósticas en el país. Aquí, allá y allá aparecen noticias del uso de ciertas pruebas con una interpretación que no coincide con las recomendaciones técnicas que son aceptadas mundialmente, específicamente el uso de pruebas rápidas que están siendo interpretadas como diagnósticas de COVID-19 y no son para eso las pruebas rápidas.

En el mejor de los casos las pruebas rápidas que están basadas en anticuerpos, en detectar anticuerpos, lo que debería interpretarse es: la persona que salió positiva en un periodo incierto posiblemente de 10 días y más tuvo exposición al virus, esa es la interpretación, pero mañana, si se puede, entraremos a detalle.

Veamos ahora cuáles son, de acuerdo con este mapa, que procede de este mismo sitio, Nuestro Mundo en Datos, Our World in Data, en donde la información se compila con el auxilio de los centros de control de enfermedades de Europa a partir de la información que se conoce por distintas fuentes en el mundo, una práctica que se hace en el mundo.

Encontramos este mapa que nos parece muy interesante, que presenta cuatro clases de política respecto a las pruebas. Están comentadas en la parte de abajo. Vamos a ir por ellas.

En color rojo o marrón son aquellos países que no tienen una política específica para la realización de pruebas o al menos que no se conoce formalmente cuál es esa política, no hay un documento técnico de acceso público que permita identificar cuál es esa política.

Tenemos unos pocos países en esa condición de acuerdo con esa fuente de información que, insisto, compilan los centros de control de enfermedades de Europa.

Está aquí Yemen y está aquí un país africano, debe ser… ahora mismo se me olvidó cuál es, pero me voy a acordar. No tienen una política concreta de realización de pruebas.

Tenemos los países que están en color café claro donde se hacen pruebas en personas sintomáticas que cumplen criterios específicos, que cumplen definiciones específicas.

¿Cuáles son estos?

Muchos países africanos, algunos países europeos, Finlandia, tenemos aquí países del centro de Asia, tenemos Mongolia, etcétera, algunos países de sureste asiático.

En América tenemos varios países en el lado sur, tenemos a Cuba, tenemos a varios países centroamericanos y tenemos a México. Hemos comentado que en México tenemos un lineamiento de vigilancia epidemiológica que se estableció en el inicio de esta epidemia en donde hay criterios específicos si una persona es reconocida como caso sospechoso de COVID-19 de acuerdo a sus características médicas, características clínicas: la presencia de fiebre, tos, dolor de cabeza, dolor de garganta y algunos de los síntomas accesorios.

Entonces, es un caso sospechoso y se le realizan pruebas con dos objetivos fundamentales:

El primero, limitar la transmisión. Es estudiada como un caso, se estudian sus contactos y se procura que todo el sistema caso-contactos quede en aislamiento. Esta técnica se llama contención centrada en personas, México la practica desde el inicio de la epidemia, antes incluso de tener el primer caso, producto esta práctica es que se encontró el primer caso, el 28 de febrero de 2020, y se ha seguido utilizando.

Esta práctica tiene sus límites. Cuando son relativamente pocos sistemas caso contacto es muy útil; cuando son muchos casos se empieza perder la capacidad de rastrear todos los contactos, la práctica ha seguido, ha seguido, para cierto escenarios específicos resulta más útil.

Aquí mismo experimentamos, en este grupo de comunicadoras y comunicadores una situación ilustrativa, y lo recuerdo para la población, aquí quizá la mayoría de ustedes lo recuerda, tuvimos a un colega, a un compañero de la dirección de Comunicación Social de la Secretaría de Salud que presentó COVID, afortunadamente se recuperó en 10 días, goza de plena salud, le mandamos un saludo.

Pero este colega estuvo en este mismo recinto y obviamente en el proceso de admisión, de entrada, etcétera, convivió con reporteras y reporteros de esta conferencia; enseguida se activó un estudio de contactos y en ese estudio de contactos, que es estudiaron más de 20, estaban involucradas las reporteras y los reporteros, y se recomendó aislamiento hasta que se encontró pruebas negativas en el periodo procedente para todos los contactos afortunadamente.

Es un ejemplo. Se hacen en muchos otros espacios, en espacios bastante más grandes, como la Central de Abastos, se está haciendo este tipo de trabajos. La Central de Abastos es el mayor mercado de insumos básicos de alimentos de América Latina, tiene seis mil personas trabajando ahí, más todos los visitantes, bueno, se sigue usando.

Segundo propósito de realizar pruebas en México es monitoreo epidemiológico, el propósito, reconocer los patrones de distribución el espacio físico, es decir, pueblos, municipios, estados y el país, en su conjunto, de la epidemia, es la brújula, es el monitor, es el radar que nos ha permitido, con enorme precisión saber por dónde se está dispersando la epidemia, a qué tiempo lo ha hecho y a dónde ya ha regresado.

Aquí presentamos frecuentemente mapas, hoy vamos a presentar un mapa de la región y verán ustedes la precisión con la que se tiene esto por municipio. Eso es para lo que usan las pruebas en México.

Asumimos que en los otros países que tienen una política definida los propósitos están claros, no necesariamente son los mismo que en México, pero están claramente identificados.

Luego tenemos países que están en este color turquesa. En estos países color turquesa no hay una orientación como la de los otros países, sino que se hace prueba a cualquier persona pero que tenga síntomas.

Tenemos Brasil, tenemos varios países en América Latina, Chile, Colombia, tenemos países en África, tenemos algunos países, varios de Europa Occidental, tenemos varios países en Asia, incluido a India, segundo país más poblado del mundo, tenemos a Australia, etcétera. Se toman muestras para diagnostico a personas que tengan síntomas.

Y luego tenemos pruebas públicas abiertas, incluyendo personas asintomáticas. Una persona tiene curiosidad de saber si tiene o no el virus.

¿Cuál podría ser su motivación?

Algunos tener síntomas, otros la inquietud de tener o no la infección porque quizá estuvieron en contacto con alguien que fue confirmado, pero también hay solamente porque quiere hacerse la prueba.

En esos países se ha puesto a disposición pruebas. Mayormente destacan países como Estados Unidos en términos del volumen o número de pruebas en donde es una actividad comercial. Hay alguien que produce esta prueba, es decir, que realiza la prueba en un laboratorio privado, hay alguien que la quiere y la puede pagar, la paga y se encuentra la prueba. Queríamos compartir con esto cuál es la diversidad que hay en el mundo, mañana vamos a entrar -ojalá en detalle- sobre qué significan los resultados.

Veamos ahora otros elementos. Llevamos 12 millones 322 mil casos confirmados en el mundo desde que empezó la epidemia en enero de 2020, 22 por ciento de ellos que son dos millones 690 mil, redondeando el número en los últimos 14 días, y la tasa de letalidad global es 4.5 por ciento.

Entremos en materia con México. En México tenemos 51 mil 701 casos de los últimos 14 días, son los casos activos estimados. Aquí se incluyen los confirmados más aquellos que están aún sospechosos, pero que les hemos aplicado el porcentaje de positividad. Esto lo hemos venido haciendo y lo explicamos aquí varias veces. Hay personas que aún no tienen el resultado de la prueba, pero ya sabemos que en la semana donde presentaron los síntomas la probabilidad de ser positivas era, en promedio ha sido, 47 por ciento.

Entonces, se le aplica eso, ese porcentaje al número de personas que fueron casos sospechosos y se suman a los casos confirmados, es decir, nos estamos anticipando al resultado de la prueba. Cuando cada una de esas personas sea confirmada entra en la misma estadística, cuando sea descartada ya no es considerada en esa estadística. Esa es la mecánica.

Cincuenta un mil 701 son 16 por ciento, noten que es menos que el promedio mundial, que fue 22 por ciento, esto es consecuencia de la desaceleración de la epidemia.

Esta gráfica la vimos ayer, la hemos estado viendo a lo largo de la semana, es la misma porque está cortada en la semana 26 donde los datos ya están estables porque no está el fenómeno de retraso que suele ocurrir en los sistemas de vigilancia epidemiológica en todo el mundo.

Hoy está terminando la semana 28, mañana empezaremos a reportar la semana 27, porque mañana empieza la semana 29. Entonces, dos semanas las dejamos hasta que tenemos datos estables.

Los casos recuperados suben, la mortalidad tiene este descenso que estaremos vigilando a ver si es estable.

La desaceleración queremos mostrarla conforme va ocurriendo. Es la misma estimación, esta es la velocidad promedio a la que se presentan nuevos casos estimados con la mecánica que acabo de explicar, empezamos con cerca de 26 por ciento, y esto ha ido disminuyendo, disminuyendo, disminuyendo, esto está por fecha de inicio de síntomas y tenemos hoy un crecimiento de 1.2 por ciento. La predicción, de acuerdo a la trayectoria, es que esto irá desacelerándose progresivamente.

Lo mismo para las defunciones, todas y cada una de ellas muy lamentables, tenemos una desaceleración, empezamos con 30 por ciento en marzo, 22 de marzo donde se reportó la primera defunción, y hemos llegado a 1.4 por ciento.

La ocupación hospitalaria, un indicador muy importante sobre cómo está la capacidad de responder frente a esta epidemia, y recordamos aquí cuál ha sido uno de los propósitos fundamentales de la respuesta de salud pública del Gobierno de México ante esta epidemia.

Uno de los propósitos fundamentales es que no se saturen las unidades de salud, y para lograrlo hemos ido expandiendo, expandiendo, expandiendo la capacidad. En febrero empezamos el diseño de este modelo de reexpansión, lo empezamos a instrumentar en marzo con cambios en el funcionamiento de cada hospital, pero no necesariamente el establecimiento de nuevos hospitales COVID durante marzo.

Y en abril ya tuvimos un proceso de agregar nuevos hospitales, en algunos casos son unidades temporales, no están para quedarse ahí permanentemente; y otros casos son hospitales ya existentes que por completo se designaron hospital COVID para la atención de personas con infección respiratoria aguda grave, y esto nos ha permitido tener camas de hospitalización general, 30 mil 107 -noten que este número va a aumentando- y de ellas, 45 por ciento están ocupadas.

Si lo vemos por entidad federativa tenemos ahorita a Tabasco, Nuevo León, Nayarit, Colima, Veracruz, Guanajuato como las entidades con la mayor ocupación. En este momento nuestra mayor intención de expansión está en las primeras entidades federativas por razones obvias.

En pocos días ya tendremos este registro aumentando su capacidad o disminuyendo su ocupación, no necesariamente porque haya menos pacientes, sino porque habrá nuevas camas. Y cuando decimos camas, no es simplemente una cama, es el espacio físico, la cama, el personal, el equipo, los insumos, los protocolos de trabajo, etcétera, entonces, es muy complejo, no es comprar camas y poner camas, se requiere todo eso.

Y uno de los factores limitantes más importantes ha sido el personal, porque México tiene desde hace muchos años, décadas, una carencia de personal de salud, que algunos organismos internacionales como la OCDE, como el Banco Mundial, como Organización Mundial de la Salud han identificado en cerca de 240 mil personas médicas, médicos, enfermeras, enfermeros, 240 mil le faltan a México.

Entonces, emprendimos desde el inicio de la epidemia y aprovechando un proceso que ya se había echado a andar con la reforma del sistema de salud, un acelerado proceso de reclutamiento y entrenamiento habilitante para personal de salud, y llevamos cerca de 50 mil trabajadoras y trabajadores de la salud que han sido reclutados para este propósito.

También tenemos camas que fueron designadas para personas críticamente enfermas. Esto quiere decir personas que requieren ventilación mecánica, necesitan un aparato que les introduce aire a presión y volumen de aire con generalmente mayor concentración de oxígeno a los pulmones para que puedan respirar, y esto requiere personas con conocimiento de medicina crítica.

Típicamente, estos espacios se llaman terapia intensiva, unidad de terapia intensiva o unidad de cuidados intensivos, pero, dada la necesidad, habilitamos espacios, camas de hospital, fuera de lo que formalmente son las terapias intensivas, pero garantizando los protocolos de atención con la calidad equivalente a las terapias intensivas.

Por cierto, hace unos días uno de ustedes, que creo que no está hoy, nos preguntaba sobre una estadística que salió publicada en un diario de circulación social, que decía que 60 por ciento o 62 por ciento de las personas que han fallecido por COVID nunca pasaron por la terapia intensiva.

En aquella ocasión se nos acabó el tiempo y ya no se los pudimos decir, no me acuerdo quién era, pero cuando regrese ojalá que lo retome, pero la respuesta es esta: no todas las personas críticamente enfermas han estado en una terapia intensiva, la gran mayoría han estado en una unidad habilitada con características similares a la terapia intensiva y por eso no aparecen registradas como terapia intensiva. Esa es la explicación. Entonces, ahí hay que tener cuidado también con la interpretación de la información. Por supuesto, con mucho gusto lo explicamos.

Baja California, Puebla, Nuevo León, Estado de México, los primeros, y tenemos todavía un espacio bastante importante en las unidades habilitadas para personas críticamente enfermas.

Entremos en materia ahora con los estados, un nivel de agregación más detallado.

Vamos a presentar a Chihuahua, la panorámica en Chihuahua. Tenemos 11 por ciento de casos activos estimados, son 515, y tenemos este patrón de ocurrencia, ocurrió en las fechas que tenía que ocurrir o que sabíamos que iba a ocurrir, todas las entidades federativas han estado afectadas por la epidemia y luego ha tenido un descenso, con un poco de variaciones, y en la última semana este pequeño descenso de menos cuatro por ciento.

El pronóstico es que esto podría seguir ya encontrando una tendencia a la baja, lo vamos a ver ahora con el nivel municipal, sólo quedan algunos municipios que están pasando por su curva epidémica y todavía están contribuyendo con esto.

Las personas recuperadas tuvieron un incremento, pero ahorita ya entraron en ritmo respecto a lo que ya terminó aquí el crecimiento de la epidemia, y por lo tanto acá con cierto desfase ya no está considerándose tantas personas en recuperación, tomen en cuenta eso.

Cuando ya no crece la epidemia, hay un periodo en donde todavía crecen las personas recuperadas porque tardan 15 días en recuperarse o en promedio 21 días de personas críticamente enfermas, pero cuando ya pasan más semanas ya empieza a bajar el número de personas recuperadas; la mortalidad le pasa lo mismo,

Veamos el detalle municipal. Aquí están todos los municipios del estado de Chihuahua y aquí ubicamos a Gómez Farías, que tiene apenas el surgimiento de su etapa epidémica, es más o menos lo que se esperaba. Hay otras que empezaron más tempranamente, en particular Juárez y la capital Chihuahua, pero incluso Juárez, que era un elemento de preocupación, más o menos hasta esta semana 21 ya está bajando, tenía 21 en su incidencia de casos por 100 mil habitantes y ahora está en 12, sigue ya con una tendencia a la baja.

Veámosla en una gráfica. Aquí está, esta gráfica de espaguetis, como se conoce técnicamente a este tipo de gráfica por razones creo que bastantes obvias, tenemos Juárez que fue una de las zonas con mayor actividad epidémica, y desde la semana 22 empezó a disminuir y ha seguido disminuyendo.

Otros municipios menos grandes como Gómez Farías y Saucillo tienen ahorita crecimientos epidémicos, pero no son con una población tan importante como Juárez. En general, Chihuahua, por eso decimos, el pronóstico es que empezará a disminuir su epidemia.

Y ahora hemos agregado esto que no lo habíamos puesto hasta ayer, que es el índice de movilidad en general para el estado, y lo que vemos es que tuvo Chihuahua periodos muy buenos de reducción de la movilidad menos 63, menos 62, etcétera que ahí están.

Se está… A partir de la apertura, semana 23, se ha ido disminuyendo la reducción de la movilidad o más bien se ha recuperado la movilidad. Cautela, recomendación general que hemos dado, cautela de no ir demasiado rápido, pero va en buen ritmo de recuperación Chihuahua.

También agregamos una pieza adicional que es el porcentaje de ocupación que está en la gráfica de ocupación, pero lo traemos para cada entidad federativa, 20 por ciento, es decir, tiene 80 por ciento de disponibilidad.

Y este otro índice que ayer explicamos con detalle se trata del índice R o la variable R en T, RT. R es el número de personas que se contagian a partir de un caso durante los 14 días que dura el periodo de infección. Cuando está en 1, que es la línea verde, se reemplaza una persona infectante, infecta a otra; cuando esa otra persona ya está infectante, quien la infectó ya se curó, se reemplaza.

Más de uno, una persona infecta a dos o tres o más, y entonces, cuando se recuperó dejó a más que uno infectante, la epidemia crece; menos de uno, una persona no alcanza a infectar a al menos una persona en promedio, entonces la epidemia ya no crece, empieza a disminuir. Esa es la interpretación para que lo estemos considerando.

Chihuahua, Hidalgo del Parral, Delicias y Juárez, algunos municipios representativos de distintos patrones de ocurrencia del fenómeno. Veamos aquí, en Chihuahua, esto empieza el 28 de mayo y termina el 26 de junio, es todo un mes para ver la panorámica.

Recordar que la Jornada Nacional de Sana Distancia y el periodo de Nueva Normalidad empezó el 1º de junio aquí. Tuvimos una pequeña escalada, que después se recuperó y se mantuvo en buen control.

Veamos un caso no positivo en ese sentido, tuvieron una muy buena reducción de la transmisión, pero luego se expandió a más de dos, y esto es Hidalgo del Parral y consecuentemente causa que haya un periodo de contagios y de casos.

Delicias, lo contrario, tuvo un periodo de mucha transmisión, más de dos, y ha estado reduciendo, todavía le falta para llegar a uno o menos de uno.

Juárez, en cambio, durante todo el mes se ha mantenido en muy buen control y eso correlaciona conque Juárez esté ya en un periodo de control, es bastante lógico esto.

Aprovecho al señalar esta diversidad municipal lo que comenté ayer, sobre los órdenes de gobierno. Aquí vemos una diversidad, nos consta que el gobierno estatal de Chihuahua, el gobernador Javier Corral, su secretario de Salud, la subsecretaria Mirna Beltrán, han estado muy pendientes de esto, muy, muy pendientes; pero en los municipios también hay actividades que concretar con la autoridad municipal y eso podría ayudar si hay una colaboración del gobierno del estado, ayudar a un control epidémico en donde todavía hay pendientes, ese es el mensaje que ayer comentamos.

Durango. Con Durango tenemos preocupación.

¿Por qué tenemos preocupación?

Por lo que se ve aquí, el porcentaje de activos es de 22 por ciento, es semejante al promedio mundial, pero mayor que el promedio nacional de 16 por ciento, y esto habla de una epidemia que está en periodo de crecimiento, está en crecimiento con 55 por ciento por semana, recuerden que esto es por semana ya, 55 por ciento por semana.

Los recuperados, desde luego, también tienen su incremento, pero no es tan acelerado como para alcanzar a la velocidad que están los casos nuevos. Y la mortalidad tiene una reducción todavía muy pequeña.

Veámoslo por municipios a ver dónde hay oportunidades de intervención. Cuando vemos a Durango vemos que en Gómez Palacio, una zona importante de población, hubo la transmisión desde la semana prácticamente 19, mayor en la semana 23, y sigue en ascenso.

Pero ahora tenemos a esta población, Tlahualillo, en donde tenemos muy importante ascenso de la epidemia, aunque ha recuperado; y a nivel general Durango tiene esto, está dominado por Gómez Palacio.

Veámoslo en la gráfica. Aquí se puede ver, en rojo está Gómez Palacio y vean ustedes Tlahualillo. Tlahualillo tuvo estas subidas y bajadas, tuvo una subida muy grande y luego disminuyó. Tlahualillo ya no preocupa, pero Gómez Palacio va creciendo, creciendo, creciendo; y lo mismo Durango capital y Lerdo y Tamazula.

Entonces, ahí esto nos ayuda. Si usted vive en esos lugares contribuya con el gobierno, contribuya con sí mismo, contribuya con su familia, con sus vecinos, incorpore las medidas de precaución, no salga si no es necesario; y si tiene que salir por una razón verdaderamente impostergable, mantenga la sana distancia, lávese continuamente las manos, si está en un espacio cerrado use su cubrebocas, etcétera.

Durango no ha alcanzado una reducción sustantiva de movilidad en promedio en el estado, y lo que vemos es que su mejor día o su mejor semana fue con una reducción de menos 52 por ciento, pero el resto tiene desde la semana 21 más y más y más movilidad, no es momento para recuperar tan rápido la movilidad porque el riesgo es que la epidemia suba y suba.

Su ocupación hospitalaria no parece tan importante ahorita, está en 31 y 32 por ciento, pero cuidado, se pueden ocupar muy rápidamente los hospitales si esa epidemia sigue creciendo.

Y el R lo que nos muestra es una capital, Durango, que desde finales de mayo, durante todo junio, prácticamente todo junio estuvo muy arriba, ahorita va por buen camino, sigamos esta buena práctica, sigamos este logro, hay que fortalecerlo ahí, consolidarlo para que no haya repuntes.

La Laguna por arriba de uno, hay que también disminuir la movilidad. Y verificar también que en las empresas que abrieron porque son actividades esenciales se cumplan los protocolos de seguridad sanitaria que fueron establecidos por las propias empresas, deben haber sido establecidos siguiendo los lineamientos del Gobierno de México, que fueron publicados en el Diario Oficial de la Federación.

Cambiemos de esto, es el último de la presentación de hoy, Zacatecas, 30 por ciento de activos estimados, 426, pero es 30 por ciento, es decir, una mayor velocidad de crecimiento; y lo mismo que Durango, 55 por ciento de aumento en los nuevos casos.

Veámoslo en el detalle municipal en la siguiente diapositiva, cuando vemos este mosaico podemos identificar dónde podría haber importante transmisión, y lo que vemos es que prácticamente todo el estado que se había mantenido con baja velocidad de transmisión está teniendo en todos sus municipios esta importante transmisión empezando, y de manera destacada, por Mezquital del Oro, Fresnillo, Tepetongo, Morelos y la propia capital Zacatecas. Subidas y bajadas.

Pero destaquemos Fresnillo y Mezquital del Oro y la capital. Vean ustedes en medio de todos estos espaguetis, son estas que van subiendo, subiendo, subiendo, la roja, la café y la amarilla, y en la última semana están subiendo casi todas.

Veamos qué ha pasado con indicador de RT, lo tenemos solamente para el municipio capital desde el 28 de mayo hasta el 26 de junio, y tenemos que nunca alcanzaron a estar debajo de uno y llegaron a estar debajo de dos, más o menos 15 días después de que se está por arriba de dos o por arriba de uno se empieza a ver el efecto en los casos.

Una animación de la región en su conjunto sigue la semana, semana 20, 21, 22, 23, 26, vuelve a empezar. Y la escala es el tamaño del círculo se muestra ahí y es la incidencia por 100 mil habitantes. Desde cero todos los puntos negros hasta entre 81 y 132 por 100 mil habitantes. Reconozca su territorio donde vive y podrá identificar cómo se ha ido cambiando la intensidad de la transmisión.

Muy bien, esto es el informe técnico. Vamos a dar lugar a algunas preguntas. Usted, por favor, y usted, y Carlos quedó pendiente la vez pasada.

PREGUNTA: Qué tal, buenas noches. Itzel Gómez de Laboratorio de Periodismo de Ciencia de la UNAM. Una de las variables que aún no se conoce es la dosis infectiva promedio.

HUGO LÓPEZ-GATELL RAMÍREZ: Es correcto.

INTERLOCUTORA: ¿Cambiaría alguno de sus lineamientos si tuviéramos mejor conocimiento?

HUGO LÓPEZ-GATELL RAMÍREZ: Claro.

INTERLOCUTORA: ¿Cuáles serían?

HUGO LÓPEZ-GATELL RAMÍREZ: Muchas gracias. Efectivamente, la dosis infectiva promedio, para decirlo en términos llanos, es qué concentración… depende de cuál es el organismo infectante, si es un virus, si es una bacteria, se mide de distintas maneras, pero el concepto genérico es qué concentración del agente biológico se tiene que tener en la sustancia infectante.

¿Por qué digo sustancia infectante?

Porque uno puede considerar, por ejemplo, la concentración en los líquidos respiratorios, y esa es una manera de ver la dosis infectiva o infectante; y la otra es en el aire de acuerdo al mecanismo de transmisión.

Otras enfermedades se transmiten por otros mecanismos, por sangre, por secreciones digestivas, etcétera, por alimentos y se puede medir también la concentración en esos líquidos. Entonces, en este caso puede ser relevante en los propios líquidos, pero aún más relevante dado el mecanismo de transmisión es en alguna unidad del volumen del aire respirado.

Hace unos pocos días salió un trabajo de opinión, no es propiamente una investigación científica, pero que causó notoriedad porque lo hicieron personas expertas en dinámica de partículas en el ambiente, en especial una investigadora de la Universidad de Queensland, en Australia, y otro investigador en la Universidad de Maryland, y esto lo enviaron, además de publicar en la revista Clinical Infectious Diseases, donde publicaron este artículo, lo mandaron como una carta a la Organización Mundial de la Salud.

Nos ha llamado la atención que, como en otras ocasiones, circuló como una noticia en muchos medios nacionales e internacionales y daba la impresión de que la Organización Mundial de la Salud había tenido que recapitular a partir de una pieza de evidencia científica que podría estar marcando un parteaguas, un cambio drástico de las recomendaciones de prevención.

No es el caso, aquí lo hemos comentado, no es el caso, ni es un artículo científico, primariamente es una posición, es una interpretación científica muy válida, hecha por gente muy experta, pero no es una pieza definitiva de recomendaciones de cambios de práctica.

La Organización Mundial de la Salud lo recibió con mucho agrado, supongo, y respondió positivamente ante el planteamiento, y lo que dijo es: ‘Vale la pena considerar estos planteamientos teóricos sobre la permanencia de las partículas infectantes en el aire, en especial los aerosoles, cuánto tiempo pueden permanecer y cuál es la dosis infectante efectiva.’ Y lo que planteó es tanto como los propios autores dijeron se necesita más evidencia científica que pueda orientar más detalladamente las prácticas.

Entonces, esto lo relaciono con su pregunta, que se lo agradezco, me parece muy importante, porque en cualquier momento que aparezcan nuevas piezas de evidencia, que sean sólidas, que sean consistentes, pueden llevar a cambios de práctica, sobre el uso de los cubrebocas, sobre el distanciamiento, sobre el uso de los materiales de desinfección, sobre los modelos de desinfección y las prácticas de desinfección, sobre el tipo de equipos de protección personal, sobre el cuidado de los pacientes, etcétera.

INTERLOCUTORA: (inaudible)

HUGO LÓPEZ-GATELL RAMÍREZ: ¿Cómo se puede medir? Mire, yo no soy experto en dinámica de partículas, que es la ciencia relevante, ahí hay personas que vienen de la tradición metodológica de las ciencias del ambiente y saben más medir la parte de aerosoles en el aire, pero básicamente la evidencia, construir la evidencia es todo un reto porque se requieren modelos experimentales que a veces son difíciles de alcanzar en términos ingenieriles.

Por ejemplo, en esta propia revisión de evidencia que hizo la Organización Mundial de la Salud recientemente encontraban un modelo experimental en donde se fabrican aerosoles con una máquina, una máquina que causa vibración de un líquido que puede tener las partículas virales.

Hay modelos para el virus influenza, por ejemplo, obviamente en laboratorios de alta seguridad, de alta contención biológica, y es una manera.

¿Qué es robusto ahí?

Que es experimental, se puede reproducir una y otra y otra vez.

¿Qué es limitado?

Que difiere de la realidad biológica. A propósito de esto, cosas que parecen muy obvias en condiciones experimentales no necesariamente son reproducibles en la realidad, y voy a volver a pronunciarme sobre los cubrebocas.

En términos experimentales hay suficientes piezas de evidencia de distinta naturaleza para ilustrar que los cubrebocas pueden ser un mecanismo útil, eficaz -hablamos de eficacia cuando es condiciones experimentales- para interferir con la propagación de secreciones respiratorias, gotas, gotículas y aerosoles desde la persona que queremos que no proyecte los virus en caso de esta infectado; pero es mucho más borrosa, confusa, menos sólida la evidencia sobre la potencial utilidad de los cubrebocas como una barrera de protección a la persona que no se quiere infectar.

Pero además en condiciones experimentales uno podría mantener hipotéticamente a los sujetos voluntarios, espero siempre, de investigación con un tiempo específico de uso de cubrebocas; pero cuando esto ya se lleva a la realidad abierta, al mundo real.

Hay personas que tienen cierta tolerancia a tener el cubrebocas, otras menos tolerancia, se lo van a quitar, hay a quien le pica y le va a dar comezón y se va a llevar las manos a la cara, hay quien va a tener un cubrebocas como el que yo tengo de doble capa, quizá es el que tiene usted también, hay quien tiene un cubrebocas que ya se erosionó o ya lo lavó y está hecho de una tela delgada, etcétera.

Entonces, hay una gran diversidad. El resultado neto es difícil de predecir. Cuando uno piensa en una política pública, en este caso de salud para la prevención y el control de COVID-19, uno tiene que considerar todas esas variables y visualizar las consecuencias resultantes. A eso le llamamos la efectividad de una intervención, la capacidad de lograr un efecto buscado, pero en condiciones reales, no en condiciones experimentales.

Por eso es que veces surgen debates y aparentes controversias, porque a veces se considera la evidencia de laboratorio, la evidencia en sujetos humanos, la evidencia social y la importancia relativa de cada variable no siempre está bien documentada.

Muchas gracias.

Nos quedan dos minutos. Vamos a dárselos a Carlos, a Arturo ya le dimos su… perfecto. Carlos, de UnomasUno.

PREGUNTA: Gracias, doctor. Buenas noches, doctor; buenas noches a todos. Carlos Abaroa, de UnomásUno.

Son dos preguntas muy breves, doctor. Ayer no se dio el semáforo correspondiente. ¿Se dará hasta el próximo fin de semana o en qué fecha se dará? Es la primera pregunta.

La segunda, ¿qué va a pasar? Hay preocupación, entiendo yo, en las autoridades y también en ciertos sectores de la población en las ciudades como la Ciudad de México y otras que hace unos días que pasó a color naranja, se empiezan a abrir negocios y no hay la disciplina necesaria de la población para ir con prudencia a estos negocios.

El caso es el Centro Histórico. Hoy ya mañana están completamente cerrados, en la semana están abiertos con ciertos horarios.

¿Qué va a pasar?, ¿hay posibilidades de que estas ciudades que están en naranja vuelvan al semáforo rojo?

HUGO LÓPEZ-GATELL RAMÍREZ: Muchas gracias. La pregunta es importante abordar hoy.

Ayer algún colega se quedó con la inquietud de que nos íbamos a quedar sin semáforo y de que estábamos a la deriva y de que… No. En este momento de todos modos seguimos con el semáforo cuya vigencia empezó el lunes pasado y termina mañana. Entonces, tenemos claridad de cuál es el semáforo en este momento.

Ayer, rumbo al final de la conferencia, expresé que identificamos inconsistencias en la información que proviene de varios estados y estamos revisándola sistemáticamente, hemos emprendido también algunas supervisiones directas en los estados y pondremos un esquema mucho más riguroso y detallado para supervisar el correcto flujo de información, la correcta generación de información.

Espero que mañana posiblemente tendríamos el semáforo. De no ser así, lo presentaríamos hasta el lunes, pero sigue vigente el semáforo que está hasta que no se presente lo contrario. Quien esté en naranja, está en naranja; quien está en rojo, está en rojo. No cambia hasta el momento, no se puede revertir, no se puede bajar a amarillos, no hay amarillos, no hay verdes en este momento. Ojalá que mañana ya tengamos claridad de toda la información que se ha proporcionado, que sea confiable y entonces podamos liberar el semáforo.

Recordarles que no es que las 32 entidades federativas tengan esta distorsión, hay algunas.

Lo último, sobre la Ciudad de México, de manera breve lo que digo es: no culpemos unos a otros, hay distintas actitudes de la población, pero más bien contribuyamos todos, porque si nos concentramos en culpar al otro, ‘miren, es que ellos no están haciendo caso’, entonces perdemos de vista que también podemos ser nosotros.

El llamado es: todas y todos tengan consciencia que seguimos en medio de la epidemia, que el riesgo de contagio es importante, que si usted no tiene que salir porque puede posponer la actividad de la que iba a salir, mejor quédese en casa; si es imperiosa la necesidad de salir, recuerde que debe conservar la sana distancia, lavarse continuamente las manos, proteger el estornudo.

Si tiene síntomas, no salga; si va a un espacio cerrado donde no puede conservar la sana distancia, utilice su cubrebocas.

Muchas gracias. Son las 20:02. Nos vemos mañana.

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VE 1107.