HUGO LÓPEZ-GATELL RAMÍREZ, ​​​​​​SUBSECRETARIO DE PREVENCIÓN Y PROMOCIÓN DE LA SALUD:  Que tengan todos muy buena tarde. Son las 19:00 horas del domingo 3 de mayo de 2020. Estamos en el Palacio Nacional de México, en la Ciudad de México y vamos a iniciar la conferencia de prensa diaria sobre la situación de COVID, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2. Hoy vamos a enfocarnos a dos asuntos de interés general:

Uno es el informe técnico diario.

El otro, que ayer quedó como un pendiente, y aquí qué bueno que ya veo a Dulce Soto, vamos a tomar sobre el monitoreo de COVID en México, los distintos componentes de la vigilancia, para qué sirve cada uno, cuáles son sus capacidades, dónde se aplican, de acuerdo a las distintas etapas o escenarios de la epidemia, cuáles son los objetivos que pretende cumplir, las preguntas que pretende resolver, todo. Entonces, lo vamos a presentar y luego abrimos a preguntas y respuestas, usted va a ser la primera que le va a tocar hacer preguntas, ya que ayer fue la que ya no pudo.

Y aquí está Blanca Valadez, le damos la bienvenida de regreso.

Bueno, vámonos, me levanto.

Hoy es el día 42 de la Jornada Nacional de Sana Distancia. Le recordamos a todo el mundo que la Jornada Nacional de Sana Distancia es un conjunto de tres intervenciones principales que tienen como propósito la mitigación, la reducción de la transmisión del virus que causa la enfermedad COVID, y en particular como objetivo disminuir la cantidad de contagios para que estos contagios no se presenten en el mismo tiempo y no haya una gran cantidad de personas enfermas que requieran hospitalización.

Les recordamos también que estamos en la fase 3, la fase 3 es la fase de incremento más rápido en las hospitalizaciones en los casos y desafortunadamente también en los decesos.

En la situación mundial tenemos tres millones 349 mil de casos que se han detectado en forma acumulativa desde que empezó la epidemia en China al inicio del año 2020; 34 por ciento de estas personas, o sea, un millón 122 mil, un poco más de un millón 122 mil, son personas que han sido detectadas como enfermas en los últimos 14 días.

Les recordamos que esto es importante porque los últimos 14 días es el periodo en donde dura la enfermedad, esta es una enfermedad que se limita posteriormente por acción muy probablemente del sistema inmune.

La tasa de letalidad global, que es el número de personas que fallecen divididas entre el número de personas que presentan la enfermedad COVID, es de 7.1 por ciento y la gran mayoría de los casos registrados son del continente americano. En Europa ya está disminuyendo la transmisión, ya se está reduciendo la intensidad de los contagios.

En México tenemos 23 mil 471 personas desde el 28 de febrero, que han sido registrada con enfermedad COVID; de ellas, seis mil 933 lo han presentado en los últimos 14 días y, al igual que en la situación mundial, esto es lo que significa la actividad de la epidemia.

Los casos, por ejemplo, que ocurrieron en marzo e inclusive en la primera mitad de abril, ya no son casos, ya se restablecieron la enorme mayoría y no son ya una fuente de transmisión hacia otras personas, pero sí lo son definitivamente seis mil 933 personas que en los últimos 14 días han sido registradas con esta enfermedad.

Muy desafortunadamente esta enfermedad puede causar una enfermedad grave que cause la muerte y tenemos dos mil 154 personas que desafortunadamente han perdido la vida por la enfermedad COVID.

Y aquí reitero lo mismo que dije ayer en la anoche, quiero volverlo a retomar para toda la población. COVID es una enfermedad que puede complicarse, cuando es una forma leve de COVID es simplemente fiebre, dolor de cabeza, dolor de garganta, tos, son los síntomas más comunes, pero cuando presenta la forma grave es que empieza a complicarse con inflamación de los pulmones, es decir, una neumonía o neumonitis como se le conoce a la afección que es por virus.

Esta neumonitis causa un daño mayormente inflamatorio de los pulmones, que lo que resulta es en una pérdida de la función de los pulmones, y la función principal de los pulmones es incorporar oxígeno a la sangre y cuando no esto ocurre la sangre empieza a perder concentración de oxígeno.

Normalmente tenemos todos una concentración habitual del 95 al 97 por ciento de oxígeno en la sangre, esto varía de acuerdo a la altitud en la que se habita, es mayor a nivel del mar llegando casi al 100 por ciento y es menor en ciudades como la Ciudad de México, que está por arriba de los dos mil metros por encima del nivel del mar, pero de cualquier manera en general es 95 por ciento o más.

Cuando se presenta COVID muy rápidamente se empieza a perder esta proporción, este porcentaje de oxígeno en la sangre y entonces esto empieza a afectar distintos órganos. Esta alteración de desaturación, como conocemos medicamente a la pérdida de oxigenación en la sangre puede ser muy acelerada, de tal suerte que una persona puede ser vista en este momento como capaz de realizar todas sus actividades, puede caminar, puede platicar, puede moverse, no se siente mal y en pocas horas, pocas horas es dos, tres, cuatro, seis horas, puede estar en una situación extremadamente grave y necesitar intubación para tener soporte de respiración artificial, esto es lo que técnicamente se le llama ventilación mecánica invasiva, y esto puede conducir también a la pérdida de la vida.

Entonces, me interesa mucho que toda la población sepa de esto porque seguimos viendo esta circunstancia dramática en donde un conjunto de la población se sorprende de lo rápido que puede evolucionar la enfermedad en sus familiares que padezcan COVID.

Cierro en este momento diciendo, recordándoles que las personas mayores de 60 años, las embarazadas y las personas que tienen ciertas enfermedades crónicas, en especial diabetes, hipertensión, obesidad, tabaquismo, enfermedad pulmonar o cardiaca crónicas, inmunosupresión, esto incluye cáncer, incluye tratamientos inmunosupresores, incluye estados avanzados de la condición de vivir con el virus VIH, pueden causar más fácilmente que haya complicaciones.

Entonces, las personas que tienen estas características deben tomarse muy, muy importantemente, muy prevenidas para acudir a consulta médica en caso de que presenten los primeros signos de COVID: fiebre, tos, dolor de garganta.

Se han estudiado casi 90… bueno, más de 95 mil 839 personas, de las cuales 59 mil 702 hasta el momento se han descartado una vez que se ha hecho la prueba de laboratorio y 12 mil 664 están en este momento en una fase de estudio precisamente porque tienen los síntomas de COVID.

Vemos en el mapa, en forma acumulativa la cantidad de casos registrados, confirmados a lo largo de la epidemia. Vemos que toda la república prácticamente ha tenido por arriba de 100 casos, quedan solamente dos estados que han tenido menos de 100 casos y algunos han tenido más de tres mil casos.

Lo veos en forma de una gráfica de barras para poder comparar y tener el número exacto de casos que se han confirmado en estas entidades: Ciudad de México, Estado de México, Baja California, Tabasco y Sinaloa, que hemos estado diciendo en los últimos días que son las zonas donde se presenta la mayor carga de enfermedad.

Esta es la enfermedad acumulada, pero ahora vemos en la siguiente diapositiva la enfermedad activa, la de los últimos 14 días. y cambia un poco el patrón de presencia de la enfermedad que es más activa o más nueva.

Vemos, por ejemplo, a Veracruz, que tiene también mayor cantidad de enfermedad activa junto con las otras regiones que ya he mencionado.

En la siguiente diapositiva vemos que de estos seis mil 933 casos se distribuyen de esta manera, arriba está el número de casos por entidad federativa y aquí vemos a la Ciudad de México, el Estado de México, Tabasco, Sinaloa y Veracruz, después aparece Yucatán y después otros estados de la república.

Sin embargo, esto también depende de la cantidad de población que exista en cada estado y por eso es importante lo que vemos en el siguiente mapa, que es la incidencia. Incidencia es un término técnico para decir cuántos tienen enfermedad en comparación a cuántos viven en cada una de las entidades federativas.

Lo que vemos es que más o menos se conserva el mismo patrón, pero algunas entidades muy pobladas -es precisamente el caso de Veracruz- cuando los consideramos de esta manera ya no son tan activos en su epidemia.

Tenemos en forma global 5.4 personas con COVID activo de los últimos 14 días por cada 100 mil habitantes en México.

Y si lo vemos en la gráfica de barras podemos identificar que la Ciudad de México y el Estado de México en su zona conurbada en el Valle de México tienen también actividad importante, pero el orden ya cambia y vemos a la Ciudad de México a Tabasco, Quintana Roo, Yucatán y Morelos, un estado del que habíamos hablado poco, porque no tenía una importante carga de enfermedad, pero ya desde esta perspectiva que es enfermedad activa en comparación con el tamaño de su población, Morelos ya es un estado que está teniendo actividad importante.

Cuando vemos los casos que han perdido la vida, las dos mil 154 personas que han perdido la vida, podemos identificar cómo a lo largo del tiempo la primera muerte se registró el 18 de marzo y posteriormente ha seguido este patrón todavía ascendente, es decir, de aumento progresivo conforma la epidemia siga activa y todavía no hemos llegado al punto máximo de la epidemia, seguiremos viendo que aumentan y aumentan y aumentan los casos hasta que lleguemos en las cinco zonas que en este momento están activas al punto máximo que se ha estimado.

Si lo vemos por entidad federativa, tenemos la Ciudad de México, Baja California, el Estado de México, que son los municipios conurbados del Valle de México; Sinaloa, Tabasco, Quintana Roo.

Ahora bien, cuando vemos los casos sospechosos y los confirmados, de acuerdo al inicio de los síntomas, aquí quiero recordarles y ya empezando a platicar sobre métodos de vigilancia, una cosa que quizá es importante que tengan presente.

Uno puede registrar los casos en el tiempo de acuerdo a la fecha en que se presentan y por lo tanto se registran en el Sistema de Vigilancia Epidemiológica. Cuando esto ocurre, uno tiene siempre un aumento en el número de casos porque los casos se van presentando un día unos, otro día otros, etcétera, pero en la medida en que sigue activa la epidemia, cada día hay más casos que el día anterior.

Sin embargo, no todo mundo acude a consulta en el momento en que tiene síntomas, una persona puede ir hoy, que hoy tuvo síntomas, otra persona puede esperarse a ir mañana o pasado mañana, y esto lo que hace es una diferencia cuando se grafican los casos por fecha de inicio de los síntomas, como es este caso, respecto a cuando ocurre por fecha de registro.

Pero no sólo eso. Las estadísticas de casos registrados por día de confirmación por día de notificación o de registro ya no cambian porque el día que se registraron es el día que se registraron; sin embargo, las estadísticas, cuando se identifican por fecha de inicio de los síntomas, cambian.

¿Por qué razón?

Porque los casos que tuvieron síntomas hace cuatro días y que se presentaron hoy tenemos que registrarlos hace cuatro días y obviamente no sabíamos de ellos hasta el momento en que se presentaron a consulta.

Esto hace una estadística viva, que es la manera en que funciona la vigilancia epidemiológica y puede dar lugar a que aumenten los casos respecto a lo que se conocía algunos días previos; pero el número absoluto no cambia en la medida en que cada caso que se va presentando se identifica al momento en que se presenta a consulta.

Aquí está nuestra curva acumulada. Esta curva tanto de casos nuevos por día es por fecha de registro, la anterior era por fecha de inicio de los síntomas y por eso se ven diferencias en el patrón de ocurrencia por día y la acumulada con estos 23 mil 741 que han sido registrados cada día y se van sumando.

Vemos aquí los últimos de ayer a hoy se registran, mil 383, lo que representa un aumento del 6.3 por ciento, respecto a lo que había el día anterior.

Y queda claro que aunque ese porcentaje se mantenga constante a lo largo del tiempo que no se mantiene, además va cambiando, pero ahorita tenemos 6.3 con respecto a un número más grande, porque es el número de los casos del día anterior.

Me parece que esta es la última del informe técnico. Vamos a ver lo siguiente y vamos a entrar a comentar sobre la vigilancia… No, la ocupación hospitalaria, que es parte de la vigilancia.

Ya están todos ustedes familiarizados con que tenemos 672 hospitales que fueron designados COVID, que estos representan a las distintas instituciones del sector salud y que de ellas 638 han notificado hasta el momento, hasta el día de hoy en la fecha de corte… perdón, en la hora de corte, algunas tienen pequeños retrasos, ya no entran en este momento, pero es 95 por ciento de lo existente.

En esos hospitales existen 14 mil 489 camas específicamente designadas para la atención de COVID. Me parece que alguien ayer preguntaba sobre el número de camas, aquí está el número de camas, lo hemos venido presentando desde que inició la fase 3, 14 mil 489; de ellas, seis mil 26, es decir, el 29 por ciento se encuentran en este momento ocupadas, el resto están disponibles para la atención de COVID y en el mapa se muestran cada uno de los hospitales que están a disposición.

Cuando los graficamos estos porcentajes por la entidad federativa, tenemos 66 por ciento de ocupación en la Ciudad de México y un remanente de 34 por ciento, en Baja California un remanente de 47 por ciento, en el Estado de México de 51, en Quintana Roo de 60, en Morelos de 65 y así sucesivamente,

La media nacional es 29 por ciento, se ve en la última barra, 29 por ciento de ocupación y un remanente de 71 por ciento aun disponible para ser ocupado en caso necesario.

Estas son las camas de hospitalización general y enseguida vemos en la siguiente diapositiva las camas que son, o bien de terapia intensiva que están estructuralmente en una unidad de terapia intensiva o aquellas que fueron designadas y adaptadas, expandidas para dar atención a los casos de COVID, y son camas que tienen la posibilidad de tener todos los elementos necesarios, un ventilador mecánico, un monitor y el personal especializado para atender a estos pacientes.

En la Ciudad de México queda un remanente de 41 por ciento, en Sinaloa 45 por ciento, en el Estado de México 56, en Baja California 60, en Tabasco 66 y así sucesivamente.

La última columna también es la media nacional con 76 por ciento aún de disponibilidad para pacientes en estado crítico.

Ahora les pido su atención, vamos a comentar la vigilancia epidemiológica. Me voy a ir de manera muy panorámica para que ustedes en su caso recuerden lo que hemos estado comentando desde hace tres meses y también se incorpore alguna información que pudiera ser nueva y que no están familiarizados con ella.

Es de extraordinaria importancia que le demos seguimiento a la información que se va presentando para que vayamos construyendo sobre la información dada.

Esta dispositiva muestra de forma panorámica los instrumentos de mayor uso en vigilancia epidemiológica en México para COVID. Antes, y para familiaridad de la población, comento qué quiere decir vigilancia epidemiológica.

Vigilancia epidemiológica es el proceso, es el mecanismo por el que se identifica la ocurrencia de las enfermedades de interés epidemiológico en la población, esto podríamos decir en términos generales, que es el significado de vigilancia epidemiológica, por supuesto hay una definición muy técnica que habla de la recolección, la integración, el análisis y la interpretación para su posterior divulgación de la información sobre el estado de salud de las poblaciones.

La vigilancia epidemiológica, a diferencia de lo que es más común que se identifique, no es estadística, no es sumar cosas, no es simplemente el acto mecánico de contabilizar los casos de enfermedad.

¿Por qué es tan famosa esta perspectiva de la vigilancia epidemiológica?

Porque a lo largo del siglo XX, en donde se refinaron los métodos de vigilancia epidemiológica, se utilizó el recurso de contar casos como un mecanismo básico para entender lo que ocurría en las poblaciones; pero la cuenta de casos es la forma más simple de identificación de la ocurrencia de enfermedad en las poblaciones.

¿Por qué es la más simple?

Porque, sencillamente, el reconocimiento de cuántos casos se van presentando en un territorio, en un referente de tiempo, los casos de hoy, los casos de una semana, los casos en una entidad federativa, en una región, en un país, en un continente, en todo el mundo siguen siendo útil como fuente de información el reconocimiento de la cuenta de casos.

Y la manera en que generalmente funciona la vigilancia epidemiológica en el mundo es a partir de la experiencia médica. Las personas enfermas acuden a unidades de salud con el propósito de cuidar su salud, recibir algún tratamiento o algún mecanismo de rehabilitación o algún mecanismo también de diagnóstico y por eso en la mayoría de los sistemas de vigilancia epidemiológica del mundo se toma la información directamente a partir de los profesionales de salud, que ellas y ellos reconocen los casos de acuerdo a las definiciones médicas y epidemiológicas de estos casos y los registran y los informan a la autoridad sanitaria. Esta es la mecánica más básica como ha funcionado y sigue funcionando una parte importante de la vigilancia epidemiológica, pero no lo es todo.

Se han incorporado nuevos métodos a la vigilancia epidemiológica, particularmente a lo largo de los últimos 30 años, y estos métodos se incorporan otros elementos que no necesitan ser registrados a partir de la relación de un médico y un paciente en un consultorio, por ejemplo, la vigilancia basada en laboratorio.

Los laboratorios de diagnóstico, generalmente en los modelos clásicos de vigilancia epidemiológica, realizan diagnóstico a partir de que se encontró una persona con síntomas y se notificó; pero a lo largo de muchos años ha quedado claro que también se pueden tomar muestras de líquidos y otros componentes de organismos para diagnóstico aun cuando no se haya registrado al caso, entre otras razones, porque una misma muestra puede servir para múltiples diagnósticos.

Entonces, si hoy yo tomo una muestra, por ejemplo, de secreciones respiratorias como lo hemos comentado, porque quiero identificar si la persona tiene COVID o no tiene COVID, es decir, tiene o no la presencia del virus SARS-CoV-2, es misma muestra se procesa para otros virus respiratorios, en el caso de México para 13 otros virus, un total de 14, y ahí puede salir un diagnóstico por laboratorio de otros virus y esos otros virus no están asociados con un paciente que fue registrado con un cuadro clínico específicamente pensando en esas otras enfermedades.

A su vez, las propias muestras de laboratorio pueden ser posteriormente analizadas, por ejemplo, las muestras sanguíneas, las muestras de suero para otras enfermedades, incluso ni siquiera infecciosas y entonces da lugar a otros diagnósticos por laboratorio y toda esa información es extremadamente útil.

Además, otro de los elementos importantes de la vigilancia epidemiológica es reconocer qué tanto se están necesitando los servicios de salud, porque al reconocer qué tanto se están necesitando los servicios de salud uno puede planear apropiadamente con tiempo suficiente pero también en tiempo real conforme se usan los servicios.

Un ejemplo de ello lo vieron ustedes hace 48 horas en este espacio cuando anunciamos que pusimos en marcha mecanismos de redistribución de las personas enfermas de COVID porque teníamos en algunos hospitales una disponibilidad menor de camas y en otros hospitales todavía una gran disponibilidad.

Si no monitoreáramos la ocupación hospitalaria como parte de la vigilancia epidemiológica, no podríamos hacer esto y por eso lo hacemos.

Les presento cuatro componentes fundamentales en la vigilancia de COVID en este momento.

Tenemos, y enseguida lo voy a correlacionar con las etapas de la epidemia y recordarán cómo lo fuimos platicando conforme se fue presentando cada una de las etapas.

El modelo… me voy primero a estas etapas. Recordar que las etapas, en su momento les llamamos escenarios, luego se empezó a llamar fases, ya no importa tanto el término exacto, son momentos diferentes de la epidemia que se puede caracterizar por cómo ocurren las cosas, cómo ocurre la enfermedad en la población.

En la etapa 1 o escenario 1, como le llamamos en su momento, fue la importación del virus; es decir, pasamos de una situación en donde teníamos cero casos a tener el primer caso, y esto ocurrió el 28 de febrero.

Posteriormente tuvimos dos, tres, cinco, siete, etcétera, y estos conjuntos de casos se empezaban a presentar agrupados por familias o por personas con cercanía directa y eran pequeños brotes familiares. Eso caracterizó en su momento a la etapa 1.

Hubo un momento en que reconocimos una triplicación en el número de casos, a pesar de que eran muy poquitos los casos registrados, eran 12 casos comparados con cuatro casos. Eso ocurrió el viernes 13 de marzo y esa fue la señal más relevante para decir: Tenemos que anticiparnos a la fase 2, a pesar de que las otras características propias de la fase 2 no se habían presentado.

¿Cuáles son esas características o cuáles fueron?

Son la ocurrencia de brotes comunitarios, es decir, ya no son sólo familias o amigos directos, sino son conjuntos de personas que empiezan a tener la enfermedad y se empieza a perder la trazabilidad. ¿Se acuerdan que hablamos de eso?

Hablamos de que no es posible reconocer quién contagio a un caso o ese caso a quién contagio posteriormente y esto lo presentamos en tiempo real cuando teníamos sólo tres por ciento de casos no rastreables y eso ya configura la fase 2.

Llegado el momento tuvimos la fase 3, que es en la que estamos todavía, bueno, ya no está en las diapositivas, pero por eso ponemos ahora una etiqueta en la fase en la que estamos.

La fase 3 se caracteriza por una dispersión epidémica, es decir, más allá de espacios comunitarios reconocibles y uno empieza a ver la ocurrencia de contagios a distancia.

¿Cómo sabemos esto?

Por la relación que guardan las comunidades. Les pongo un ejemplo muy concreto: en Culiacán, Sinaloa, hay poca conectividad, poca relación directa con un punto remoto como Tijuana; sin embargo, existen relaciones por razones de trabajo, por razones sociales, económicas, seguramente familiares en algunos casos diversas que hacen que estas dos poblaciones estén vinculadas.

La dinámica de transmisión, es decir, la velocidad de ocurrencia empieza a sincronizarse entre dos comunidades físicamente distantes que guardan una importante relación entre ellas, esto es propio de la fase 3.

Ahora, la fase 3, el elemento más importante es el riesgo de que se saturen las unidades médicas y por eso desde la fase 2 empezamos a hacer mucho énfasis en las medidas que se instauraron desde la fase 1 y que siguen vigentes, y es quédate en casa, la Jornada Nacional de Sana Distancia, porque es el mecanismo más efectivo de reducir los contagios, porque es masivo y eso hace que se reduzcan masivamente los contagios.

Teniendo eso en mente, les presento los distintos mecanismos que han estado operando en la vigilancia y recordarán que fuimos diciendo para cada etapa corresponde un énfasis mayor en cada uno de los mecanismos.

Cuando tuvimos la etapa 1 interesaba hacer lo que ha recomendado la Organización Mundial de la Salud, no sólo para esta enfermedad, sino desde hace mucho tiempo para enfermedades como esta, que es la contención comunitaria. En la contención comunitaria está centrada en casos sospechosos y la rutina básica es detectar casos sospechosos, es decir, aquellas personas que tienen fiebre, tos, dolor de cabeza, dolor de garganta y desde el momento en que se les detecta se empieza a estudiar sus contactos y esto es una entrevista médico epidemiológica en donde se estimula la memoria de las personas y de manera sistemática se identifica con quién estuvieron en contacto, qué tan cerca estuvieron en contacto, cuánto duró el contacto y cómo ese contacto pudo estar relacionado en tiempo con los momentos de enfermedad de la persona que es potencialmente contagiante.

Recordarán que eso lo comentamos hace unos días respecto al posible riesgo de infección en esta comunidad a partir de que teníamos una persona que aquí estuvo en una noche donde posiblemente ya tenía síntomas. Ese es el tipo de estudio de contacto o de caso y contactos que se hace en la fase 1.

¿Se suspende en la fase 2 o en la 3?

No.

¿Por qué razón?

Porque cuando se puede identificar las relaciones de una persona en forma local, y precisamente lo ilustro porque ustedes fueron parte, algunas de ustedes, de ese estudio de contactos, cuando se puede identificar de manera local es sumamente útil para hacer prevención en las comunidades locales, pero cuando ya se suman muchos, muchos, muchos, centenas de casos ya no es práctico hacerlo a nivel general.

Y eso precisamente también es uno de los elementos que llevan a cambiar de intervenciones de la fase 1 a la fase 2, y en la fase 2 por eso pasamos a las medidas masivas. Se siguió y se sigue haciendo ahora mismo en la fase 3 los estudios de casos y contactos, pero ya no son el elemento principal, porque el distanciamiento social tiene un efecto mucho más efectivo.

Entonces, en fase 1 lo característico fue ese modelo de vigilancia. Cuando entramos a fase 2, lo anunciamos desde fase 1, dijimos: Vamos a hacer un mayor uso del modelo Centinela, que es el que parece que ha causado gran interés, lo cual me da gusto, por cierto.

Es muy interesante -un pequeño paréntesis- cómo este tipo de conceptos que son técnicos empiezan a formar parte del repertorio de interés de la sociedad en su conjunto. Y agradezco a ustedes como comunicadoras y comunicadores, porque en la medida en que ustedes se interesen, lo entiendan, lo estudien, pregunten, ayudan mucho a permear una idea exacta, una idea pasada en la técnica, que ayude a la población también a entenderlo.

El modelo centinela en México se estableció en el año 2006. El modelo se diseñó en 2005.

¿Quién lo diseñó?

Un conjunto de personas expertas, principalmente de la Organización Panamericana de la Salud y los centros de control de enfermedades de Estados Unidos, participaron otras personas expertas, desde luego centros académicos y demás, pero se hizo una propuesta formal de ello que adoptó ya no sólo la Organización Panamericana, sino la Organización Mundial de la Salud, y se propuso como un mecanismo para la vigilancia de algo que llamamos inconmensurables, inconmensurables quiere decir que no es posible medir en forma directa.

En nuestra vida diaria tenemos una gran cantidad de fenómenos inconmensurables, porque son fenómenos masivos, fenómenos que ocurren en una forma generalizada geográficamente dispersa y no se puede contabilizar cada uno de los eventos, en el caso de la salud, cada uno de los casos, ni es útil, no es práctico, ni es efectivo para los fines de orientar las políticas públicas, las intervenciones y el monitoreo de tiempo real de cómo van ocurriendo las enfermedades.

Influenza es una enfermedad que está causada por un virus, que da un síndrome muy parecido a COVID y que se presenta en todo el mundo todos los años y afecta a la tercera parte de las poblaciones del mundo, entonces imagínense lo inconmensurable que es.

Si lo vemos en México, estamos hablando de 40 millones de personas que se infectan con el virus influenza todos absolutamente todos los años, en un periodo corto además, esto ocurre entre octubre y marzo.

Entonces, ningún caso tendría ir a contar 40 millones de personas, porque no sacaríamos información útil para lo que interesa en el caso de influenza y también en otras enfermedades.

Por eso fue muy bienvenido el Sistema de Vigilancia Centinela en 2006. En México se utilizó en forma diríamos experimental en 20006, 2007, en 2008 lo reestructuramos, ampliamos el número de unidades monitoras de influenza, así se les llamaba en su momento y empezó a funcionar de manera efectiva.

Una anécdota que a veces he contado, pero no sé si se las he contado a ustedes, es que cuando llegó la pandemia de influenza 2009, una de las primeras señales fue que empezamos a tener un mejor reconocimiento de los casos y la primera interpretación que tuvimos, dado que habíamos estado trabajando durante 2008, en el perfeccionamiento del modelo Centinela, pensamos que era una representación del logro que habíamos tenido en mejorar la vigilancia epidemiológica de influenza y muy pronto nos dimos cuenta que no sólo era el logro, sino que estábamos teniendo una epidemia, una enfermedad emergente; ahora, es posible que si no lo hubiéramos perfeccionado no lo hubiéramos reconocido como lo reconocimos en ese momento.

Regresando a la evolución de este sistema, a lo largo de todos los años que han pasado desde el 2006 se ha ido mejorando, progresivamente se mejora y se mejora su capacidad instalada. Hoy tenemos 475 unidades de salud monitoras, ahora se llaman de enfermedad respiratoria, esto fue a partir de COVID, hasta antes de COVID se llamaban Unidades de Salud Monitoras de Influenza y además representan ya no sólo a todo el sector de las instituciones públicas, sino también hay instituciones u organizaciones privadas, que hacen un excelente trabajo también con contribuir a la notificación para la vigilancia Centinela.

Ahora, la vigilancia Centinela deliberadamente acepta la realidad y la realidad es que este es un fenómeno inconmensurable, de modo que no podemos ni queremos ni sirve medirlo de manera directa, y de pretender que se puede medir de manera directa estaríamos cayendo en una falsedad, en una falsedad porque se pensaría que puedo detectar a todos y cada uno de los casos, y la cuenta de casos que tuviera de manera directa siempre va a representar una proporción menor al 100 por ciento de los casos existentes.

Y por eso la vigilancia Centinela es eficiente, porque acepta la realidad de que no se están documentando todos los casos leves y entonces se hace una adaptación para expandir el número con estimaciones que están basadas en la dinámica de la ocurrencia de la enfermedad en términos territoriales, la demanda de atención médica y las características de las perdonas, en particular, por ejemplo, su distribución de edad para reconocer cuál sería el porcentaje de personas que no están siendo representadas y que sí son representadas cuando se hacen las estimaciones correspondientes. Ese es, síntesis, lo que ocurre con la vigilancia Centinela.

La otra cosa que también permite la vigilancia Centinela es hacer más eficiente la vigilancia basada en laboratorio. Desde la fase 1 utilizamos el modelo o la infraestructura del Sistema de Vigilancia Centinela para hacer mapeos de virus, y recuerdan que los presentamos en algunas ocasiones donde identificamos en qué estados circulaban cuáles de los virus, hasta ese momento todavía no el virus SARS-CoV-2, y después del 28 de febrero ya empezaba a acompañar a los otros virus, también el virus SARS-CoV-2.

Retomo aquí, uno de los componentes es el modelo Centinela, ahora esto, identifíquenlo por favor, porque me parece que esto todavía genera una percepción equivocada de cómo funciona el sistema.

Cien por ciento de las defunciones se registran, 100 por ciento de los hospitalizados se registran, 100 por ciento es todos, todos, para quien no tiene claramente los porcentajes lo que representa y 10 por ciento, es decir, uno de cada 10 de los ambulatorios. Ambulatorio quiere decir que se maneja médicamente sin que tenga que estar hospitalizado, es decir, son los casos médicamente leves, clínicamente leves, quienes no tienen neumonitis, quienes no tienen neumonía, quienes no están en estado crítico.

Entonces, vean ustedes cómo donde tenemos que hacer la estimación en el modelo Centinela es exclusivamente para los ambulatorios, los demás se registran al 100 por ciento.

¿Qué interesa saber de ahí?

La carga estimada carga estimada de enfermedad y el perfil epidemiológico, esto es muy importante para poder tener una documentación detallada de los casos. Y de ahí sacamos, por ejemplo, las proporciones de personas que tienen comorbilidades, diabetes, hipertensión, obesidad, tabaquismo, etcétera.

También sabemos cuál es su dinámica de evolución de la enfermedad, la mediana, por ejemplo, el número que hemos dado de cuánto tardan las personas en presentar complicaciones a partir del inicio de los síntomas también sale de aquí, porque nos permite una documentación detallada, requiere tener personal que sea entrenado específicamente para la vigilancia a lo largo de varios años, también requiere un procedimiento muy eficiente para el manejo de las muestras biológicas y que se priorice su envió a los laboratorios de diagnóstico.

Entonces esto es vigilancia Centinela.

Luego tenemos, estas son 475, luego tenemos 26 mil más de 26 mil -es doy sólo el número redondo- más de 26 mil unidades de salud de primer nivel, es decir, clínicas, de segundo nivel, hospitales generales y de tercer nivel, hospitales especializados y, como he dicho, no solamente del sector público, también algunas privadas.

¿Qué informan esas unidades?

Cien por ciento de las hospitalizaciones, 100 por ciento de las defunciones.

Entonces esto es al 100 por ciento, esto es al 100 por ciento, ¿sí?

¿Qué información producen o se puede obtener de ahí?

Carga de enfermedad grave y carga de defunciones, es decir, la cantidad de defunciones. El dato que presentamos aquí todos los días no es de aquí, es de aquí y aquí, es el todo.

En general, esto nos permite tener un perfil de la enfermedad grave y un perfil de las defunciones, pero además nos permite identificar la circulación de virus en el territorio y el porcentaje de positividad que presentamos aquí también todos los días, ya no todos los días porque cambia poco, pero cada semana. Y la carga confirmada total de enfermedad lo sacamos de esta combinación.

Termino con esta diapositiva hablando de que también tenemos un mecanismo del que todavía podemos comentar mucho más, que es la red de laboratorios privados, y enseguida les voy a mostrar la lista de los laboratorios privados.

Esto también se prestó al inicio a una inquietud que me llama la atención que llegó hasta primeras planas de algunos periódicos que decían: ‘Burocracia frena pruebas, crece virus’, y empezaron a permear no sé con qué intención, definitivamente no con una base documental verídica, que algún momento no nos interesaba que hubiera laboratorios privados que hicieran el diagnóstico, pero bueno, cada periódico tiene su propio estilo.

Hoy, por cierto, es el Día Mundial de la Libertad de Prensa, lo cual celebramos; también es el Día de los Albañiles en México, entonces, hoy celebramos ambas cosas.

Pero aquí retomo porque esta libertad de prensa cada quien la ejerce con el plan que tenga, la agenda que tenga, y supongo que al final de la combinación surge la mejor explicación de la realidad.

Pero me llama la atención porque con esto del laboratorio, desde los primeros días de preparación -estamos hablando de la segunda semana de enero- pusimos en la mesa de trabajo a las tres grandes asociaciones de laboratorios privados con el ánimo de que esto fuera completamente abierto y fuera completamente transparente quien quisiera hacer diagnóstico lo hiciera, y sólo pusimos dos requisitos:

El primero es demostrar su competencia técnica mediante una evaluación comparativa que hiciera el Indre, nuestro laboratorio nacional de referencia, para que supiéramos quién tenía estándares de alta calidad y quién no los tenía, y durante varias semanas había muchísimos que querían hacer diagnósticos, pero no cumplían esa calidad.

Y lo segundo, que se comprometieran con la vigilancia epidemiológica, es decir, que no ocultaran información, porque lo que no queremos es que de repente haya una unidad, desde luego inaceptable en los públicos, pero también en los privados, que ocultara información de un fenómeno que es de interés público.

Entonces, fueron las únicas dos condiciones y de ahí sacamos un mecanismo. Hoy funciona a la perfección en la medida en que estos laboratorios empezaron a enmendar sus capacidades y lograr demostrar su calidad.

Y se obtiene por demanda directa, el que quiera ir va, finalmente son entidades privadas, las que son privadas y en el sector público tenemos que empezó a funcionar también desde el inicio, obviamente los 31 laboratorios estatales de salud pública, el laboratorio de la Ciudad de México, el Indre, nuestro laboratorio nacional de referencia  y también otros laboratorios adicionales que se pusieron unidades médicas, concretamente el Instituto Nacional de Salud en unidades médicas de alta especialidad del Seguro Social y del Issste y tenemos una buena cobertura territorial.

Lo que nos da ahí es esta carga mixta de casos y portadores. Esto es importante porque no toda persona que sale positiva a la prueba es un caso y hay una proporción importante de personas que son asintomáticas, hemos hablado aquí varias veces de los portadores asintomáticos.

Entonces, esta estadística no se combina con aquella porque son señales diferentes, pero nos da información muy valiosa de lo que está ocurriendo en las distintas comunidades.

Y termino con esta, que esta es el centro temático ahorita en fase 3, y les recuerdo que dijimos a cada fase cada método.

Este es el método principal que nos permite monitorear cuántos casos, qué características tienen esas personas, en qué momentos ocurren, en qué unidades de salud demandan información, si se complican o no, cuántos de los que se complican fallecen, en qué tiempo, etcétera.

Y esta red IRAG -IRAG quiere decir Infección Respiratoria Aguda Grave- que nos da a nivel hospitalario el monitoreo de ocupación, de ahí viene el mapa que mostré hace rato, las estadísticas de ocupación, pero también tenemos la información sobre lo que ocurre en el país, en el territorio.

Regresando a las Usmer que son las que están… 475 que están en el componente de vigilancia Centinela, ahí está el mapa, este ya lo habíamos presentado, creo que fue el 8 de abril, y se ven ahí los distintos puntitos donde ve a qué institución corresponden, los que son anaranjados son privados, aquí hay uno, acá hay otro, aquí hay otro, aquí hay otro, acá hay otro, otro, otro, etcétera y algunos que son menores en cantidad, hospitales universitarios que también participan en este proceso.

La siguiente. Me voy a pasar para acá. Esto lo que nos permite es información en tiempo real utilizando definiciones de caso estandarizadas, es decir, nos permite saber que una persona y otra, y otra, y otra, que se presentan en las distintas unidades de salud, cuando se considera como casos sospechosos, en su momento lo son, y después confirmados cuando se les toma la prueba y la prueba sale positiva, corresponden a lo mismo.

El diagnóstico por laboratorio que se hace en los casos se notifica, aquí está, todas las defunciones en más de 26 mil unidades, y se hace un registro nominal y seguimiento de los casos, es decir, sabemos exactamente la persona con todas sus características.

Ahí se ilustra lo que… bueno, la distribución de los laboratorios, nuestra Red Nacional de Laboratorios de Salud Pública es muy robusta. México desde 1951 tiene esta red, el Indre, nuestro laboratorio nacional de referencia participa en la red global de vigilancia de influenza desde hace mucho, y no va a extrañar, pero además va a ser motivo de gran orgullo que, si se establece una red global de vigilancia de COVID, México será participe de esta.

La siguiente. Estas, como ya veo que queda poco tiempo y para que haya tiempo de preguntas, las vamos a dejar como dejamos todas, están a disposición pública, pero básicamente les resume la idea básica es va comentando paso a paso lo que también está en el manual o lineamientos de vigilancia epidemiológica de COVID, que están en el micrositio.

Entonces, por favor, no se limiten, toda la información es pública, échenle un ojo y vean cómo son las instrucciones que recibe el personal técnico, el personal de salud para hacer el proceso.

La siguiente. Y como le prometí a Dulce, pero supusimos que era de interés de todos. Usted, Dulce ¿de qué medio es?

PREGUNTA:  De Reforma.

HUGO LÓPEZ-GATELL RAMÍREZ: De Reforma, Dulce Soto es de Reforma, entonces, interpretamos que Reforma está específicamente interesado en la vigilancia Centinela, creo que es útil que Reforma ahora sepa que esto es más amplio.

PREGUNTA: (inaudible)

HUGO LÓPEZ-GATELL RAMÍREZ: ¿Mande usted?

INTERLOCUTOR: Que es de hace dos semanas.

HUGO LÓPEZ-GATELL RAMÍREZ: No.

INTERLOCUTOR: La semana epidemiológica 12 o algo así.

HUGO LÓPEZ-GATELL RAMÍREZ: Ahorita le explico. Miren, esta tabla es para explicarles la dinámica, pero como lo he dicho y lo dijimos con antelación a la fase 3, el modelo Centinela no es elemento principal en este momento para el objetivo de la fase 3 lo dijimos con antelación, cuando entremos a fase 3 olvídense de la vigilancia Centinela, seguirá operando ahí en el fondo, pero ya no es procedente el uso de la vigilancia Centinela como elemento principal de información para lo que interesa monitorear en la fase 3.

Hay muchas razones técnicas, les comento dos:

Una es la velocidad de ocurrencia de los casos y la cantidad de los casos es notablemente mayor en la fase 3 que en la fase 2, esa es una razón.

Y obviamente la… como señala Mauricio, los tiempos de procesamiento de la… creo que ya le volví a cambiar de nombre a Mauricio, perdón, Alejandro, los tiempos de procesamiento dependen de la vigilancia generalizada en las 26 mil unidades que tienen cortes semanales con entrega de resultados por parte de los estados, una semana después. No resulta práctico monitorear una fase 3 utilizando esto.

Y lo segundo es que las unidades de 475 no pueden dar suficiente resolución estadística para las entidades federativas, pues son muy poquitas, son útiles para el panorama nacional, pero no para cada entidad federativa en particular y cada entidad federativa necesita tener información de la ocurrencia de lo que ocurre en fase 3.

Entonces, que quede claro, esto dijimos: Cuando entremos a fase 3 el que le quiera seguir viendo que lo vea, no pasa nada, pero no es nuestro elemento principal de trabajo.

Les reexplico lo que comentamos hace algunas semanas: En ese momento me parece que íbamos en la 12 cuando lo explicamos el 8 de abril.

Fíjense ustedes, primera columna el tiempo por semanas epidemiológicas.

Segunda columna, los casos de infección respiratoria aguda, neumonía e influenza, casos clínicos en las unidades de salud monitoras de enfermedad respiratoria, las 475, aquí están y tenemos su sumamos todo esto 588 mil notificaciones de esto en las USMER. Cada semana tiene su propia cantidad.

Luego tenemos en esas mismas unidades, de estas algunas presentan la definición operacional de enfermedad tipo influenza para los casos leves.

Enfermedad tipo influenza es indistinguible del síndrome clínico del COVID, es una definición casi idéntica.

IRAG es Infección Respiratoria Aguda Grave y es indistinguible de la neumonía o neumonitis que ocurre en COVID y aquí está, este es un subconjunto de este.

Por lo tanto, este porcentaje resulta de dividir esto entre esto para cada una de las semanas, que nos da la proporción o se mediría aquí porcentaje de ETI-IRAG respecto al total de estas infecciones respiratorias genéricas solamente en 475 unidades de salud monitoras de influenza.

Quedan cinco minutos, entonces quizás no va a dar tiempo de preguntas, pero las guardan para mañana.

Aquí tenemos ahora en esto, tenemos los casos positivos a COVID en esas mismas unidades, es decir, de estos se les hizo diagnóstico y encontramos estos positivos, diagnóstico por laboratorio.

Vean ustedes que aquí es cero, todavía no llegaba SARS-CoV-2 a México. Luego tenemos cuántas muestras se procesaron válidamente para llegar a este número, o sea, para llegar a estos resultados positivos se procesó esta cantidad de muestra. Si yo divido esto entre esto, me da un porcentaje que es índice de positividad en las Usmer, pero de aquí para allá sigue siendo 475 unidades de salud monitoras de enfermedad respiratoria.

Ahora, pongan atención en estas dos columnas. Estos son 26 mil unidades, más de 26 mil, y es lo que se registra con otro mecanismo de vigilancia epidemiológica muy antiguo, que es la notificación semanal de casos de lo mismo, infecciones respiratorias agudas, neumonías y flu, y hay fíjense ustedes siete mil 909, perdón, siete millones 999 mil 354 en 26 mil unidades.

Con este número yo le aplico el porcentaje, los porcentajes que ahí saqué y tengo los estimados ETI-IRAG nacionales en todas las unidades de salud, porcentajes ETI-IRAG nacionales, el color se lo pusimos para reconocer cuál es lo que deriva, esto deriva de este porcentaje.

Finalmente, yo tengo a estos, les aplico el porcentaje de positividad y tengo los estimados COVID que no se notifican de manera directa, y que son casos leves, lo vuelo a decir, que son casos leves, lo vuelvo a decir, que son los casos leves que son quienes no se notifican al 100 por ciento, y obtengo esta cifra 104 mil 562 casos mayormente leves que se suman a los veintitantos mil que son mayormente graves que informamos aquí todos los días.

Ahora, un detalle, porque he visto también que hay matemáticas y matemáticos que les llama mucho la atención esto y que hablan del descubrimiento de nuevas aritméticas. Este proceso de estas dos columnas, de esta y esta, se hace una manera estratificada.

¿Qué quiere decir estratificado?

Se va haciendo por fragmentos estado por estado y para cada uno de los grupos de edad de cinco en cinco años. Entonces, está ahí en la comunidad de su hogar esperando a ver que estos cálculos salgan de manera directa y usted quiere multiplicar esta proporción por este número para que le salga este número, no le va a salir, como lo dije aquí el 8 de abril, porque esto se hace estratificado por cada uno de los estados y cada uno de los grupos de edad. Aquí traigo esta tabla para llegar a este resumen y explicar la mecánica básica ¿sí?

Vamos a ver la siguiente.

Este es el elemento de información necesario para la fase 3, como lo dijimos durante la fase 2, anunciando que cuando viniera la fase 3 este iba a ser nuestro instrumento más importante.

No me detengo ya, en primera, porque quedan tres minutos; en segunda, porque esto lo hemos estado explicando todos los días desde que empezó la fase 3 y lo seguiremos explicando o comentando para que todas y todos de una manera abierta, directa, transparente, sin especulaciones podamos ver lo que ocurre en la realidad que nos atañe a todos, que nos interesa a todos y que todos queremos sumar esfuerzos para proteger a la población. ¿No es cierto?, ¿ese es nuestro interés? Perfecto.

Entonces, esta curva es simplemente una manera más visual de la que nos han aportado estos maravillosos grupos académicos que coordina Conacyt y que son las proyecciones o predicciones de la curva epidémica de casos.

Esta en particular son hospitalizaciones en terapia intensiva, ésta ya considera la duración de la hospitalización, ojo, no se interprete como nuevos casos en cada día, es número de personas que estarán en ese día hospitalizadas en la terapia intensiva.

Para esta gráfica en particular, las de la Ciudad de México, pero tenemos una semejante para 20 ciudades o zonas metropolitanas y aquí está lo que hemos dicho recientemente junto con la doctora Sheinbaum, tenemos una estimación media de mil 800 personas que en el momento cumbre estarán en terapia intensiva. Noten que aquí dice 13 o 15 y no 6 de mayo como quizá están esperando, porque esta gráfica es hospitalizados en terapia intensiva, no nuevos casos; la fecha 6 de mayo es el punto máximo de nuevos casos en general, pero como tardan 10 días, 10 a 15 días hospitalizados, entonces, se recorre 10 a 15 días.

Escenarios mayores podrían llegar a dos mil 800, escenario de mayor probabilidad o de 50 por ciento de probabilidad están en mil 800.

Y, finalmente, lo que se ve en rojo son los datos observados de manera directa en todas las unidades COVID, de manera directa, son personas que están en terapia intensiva con infección respiratoria aguda grave. Y vean ustedes cómo la predicción razonablemente fue describiendo a la realidad, y, de hecho, la realidad está por debajo de la predicción media.

Si pintáramos para cada una de las proporciones de probabilidad, quizá aquí estaríamos como en la probabilidad 25 por ciento de lo que se proyectó que ocurriría, es decir, por eso decimos con toda evidencia en la mano que vamos bien, vamos bien en el sentido del control de la epidemia.

Y cierro diciendo, desde luego no vamos bien si consideramos lamentable, como lo es, la muerte de todas y cada una de las personas, pero cuando consideramos lo que hubiera pasado si no se hubieran hecho las medidas oportunamente, pues definitivamente vamos bien porque están muriendo menos personas, aunque lamentamos profundamente la muerte de todas y cada una de las personas.

Se nos acabó el tiempo, apunten sus preguntas. Espero que Dulce haya recibido respuesta a lo que preguntó ayer. A usted nuevamente la dejamos sin la oportunidad de preguntar, pero mañana nos veremos aquí a las 7:00 de la noche y seguiremos comentando todo esto.

Muchas gracias.

---