MODERADOR: Preside esta conmemoración del 82 Aniversario de la Expropiación Petrolera el presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Andrés Manuel López Obrador.

MODERADORA: Lo acompañan la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo.

MODERADOR: El director general de Petróleos Mexicanos, Octavio Romero Oropeza.

MODERADORA: La secretaria de Energía, Rocío Nahle García.

MODERADOR: El coordinador de asesores de la Oficina de la Presidencia de la República, Lázaro Cárdenas Batel.

MODERADORA: El director general de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett Díaz.

MODERADOR: El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Francisco Alfonso Durazo Montaño.

MODERADORA: La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.

MODERADOR: El secretario de la Defensa Nacional, general Luis Cresencio Sandoval.

MODERADORA: El secretario de Marina, almirante José Rafael Ojeda Durán.

MODERADOR: Asimismo, damos la bienvenida a las autoridades federales, estatales, sociedad civil, representantes de los medios de comunicación, a los trabajadores de Petróleos Mexicanos que hoy nos acompañan aquí en la Ciudad de México, así como del Centro de Procesos Zaap-C Campeche y de la sede de la Dirección General de Ciudad del Carmen, y también a quienes nos siguen a través de las redes sociales en todo el mundo.

Todas y todos ustedes sean bienvenidos.

MODERADORA: En seguida hace uso de la palabra el director general de Petróleos Mexicanos, ingeniero Octavio Romero Oropeza.

OCTAVIO ROMERO OROPEZA, DIRECTOR GENERAL DE PETRÓLEOS MEXICANOS (PEMEX): Licenciado Andrés Manuel López Obrador, presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos; estimados miembros del gabinete federal, jefa de gobierno de la Ciudad de México, gobernadores que nos acompañan, señoras y señores legisladores locales y federales, señores consejeros y empresarios, compañeras y compañeros trabajadores de Pemex presentes y quienes nos acompañan desde la refinería Francisco I. Madero en Tamaulipas, el centro de procesos en la zona de Campeche, la terminal de almacenamiento y servicios portuarios en Tuxpan, Veracruz y el edificio administrativo Playa Norte en la ciudad del Carmen, Campeche.

Amigas y amigos todos:

Muy buenos días. Los mexicanos siempre hemos tenido una gran consciencia de todos los recursos de la nación, pero muy específicamente de nuestro petróleo a partir de 1938. Para la comunidad petrolera resulta muy satisfactorio recibirles en estas instalaciones para conmemorar la gesta expropiatoria del presidente Lázaro Cárdenas del Río con el amplísimo respaldo del pueblo de México.

Sean bienvenidas y bienvenidos.

En Petróleos Mexicanos nos regimos por los valores de la utilidad pública, el desarrollo social, el crecimiento de nuestra economía en su conjunto, así como de as obras, productos y servicios públicos destinados a los habitantes en general con prioridad para los más necesitados.

Estamos llevando a cabo el rescate de nuestra empresa del Estado, anteriormente sometida a un abandono deliberado. Se le está devolviendo una mínima parte de lo mucho que durante décadas nos ha brindado, aun en las más difíciles condiciones.

En Pemex, mediante el Plan de Negocios 19-23, se definió el rumbo estratégico para los próximos años y se establecieron bases para su viabilidad a largo plazo.

El entorno desfavorable en que Petróleos Mexicanos se encontraba al inicio de esta administración marcaba sin duda graves dificultades, una tendencia declinante, tanto en las reservas de petróleo y gas como en producción.

La extracción que en 2004 llegó a ser de 3.4 millones de barriles por día declinó a un millón 625 en enero de 2019, es decir, una caída promedio anual de 4.1 por ciento.

En este contexto, se diseñó una estrategia para revertir de manera inmediata la caída de las reservas y la producción de hidrocarburos. Entre las iniciativas más importantes destacan las siguientes:

La primera fue el cambio en la estrategia exploratoria, enfocándola totalmente al descubrimiento de yacimientos convencionales, tanto en aguas someras como en cuencas terrestres. La razón de esto es que dichas cuencas, el desempeño de Pemex está muy por encima de los estándares internacionales, por ejemplo, el costo de descubrimiento para Pemex es de dos dólares por barril, mientras que el estándar internacional es de 4.3.

Nuestro éxito geológico es de 60 por ciento contra el 30 por ciento de la industria y el éxito comercial de la empresa es de 38 por ciento, contra el estándar de 16.

Durante dos sexenios anteriores, los dos anteriores, casi el 50 por ciento de la inversión en exploración estuvo enfocada en aguas profundas, de donde se pretende obtener la primera gota de aceite a partir del 2024.

Con los trabajos de exploración llevados a cabo el año pasado se lograron incorporar mil 900 millones de barriles de petróleo crudo equivalente, muy por encima de los 950 que se incorporaron en promedio anual durante el periodo 2013-2018.

La segunda iniciativa consistió en el desarrollo acelerado de los nuevos campos descubiertos, aplicando las mejores técnicas internacionales.

Con esta iniciativa hemos iniciado ya la incorporación de estos nuevos campos a la producción en un periodo no superior a un año.

De igual manera, se inició la reclasificación de las reservas posibles y probables a reservas probadas en un periodo considerablemente más corto que en el pasado.

Estos nuevos campos aportan a la fecha 50 mil barriles por día y se espera que al final del presente año lleguen a 256 mil.

En 2020 se iniciará el desarrollo acelerado de 15 campos adicionales descubiertos en 2019, algunos de los cuales iniciarán producción en este año.

El incremento del factor de recuperación final de los campos maduros es nuestra tercera iniciativa, con esta se espera incrementar el factor de recuperación del 33 al 43 por ciento, habida cuenta que el índice de calidad de nuestros yacimientos es muy elevado.

En 2019 se incorporaron por este concepto 500 millones de barriles de petróleo crudo equivalente de reservas 3P.

La cuarta iniciativa se basa en incrementar la actividad de perforación y reparación de pozos en los campos en explotación.

Esta actividad juega un papel preponderante en la producción y las reservas. Por ello, de 162 pozos perforados en 2018, en 2019 se incrementó a 228 y para este año se esperan 423 pozos.

Como resultado de todo lo anterior, a partir de enero del año pasado cuando la producción registró un mínimo de un millón 625 mil barriles por día se inició un periodo de estabilización de la producción hasta junio del mismo año.

A partir de ese mes se observa una tendencia incremental de 10.6 por ciento anual.

También fue posible revertir la declinación de las reservas probadas, las cuales aumentaron de siete mil 10 millones de barriles de petróleo crudo equivalente a siete mil 182; es decir, se restituyó todo el crudo extraído durante 2019 y se incrementaron las reservas en 172 millones de barriles.

Con el fin de lograr mayor competitividad, estamos llevando a la práctica una cultura de optimización de recursos y reducción de costos mediante nuevos modelos de contrato y con indicadores de desempeño. Como resultado de ello, en 2019 se alcanzó un ahorro de 15 mil 300 millones de pesos y en 2020 se esperan ahorros de 28 mil 300 millones de pesos.

Pemex Transformación Industrial también logró avances importantes en materia operativa, financiera y administrativa.

En primer término, se detuvo la tendencia descendente en el proceso de crudo, es decir, se frenó la caída en la producción de destilados como gasolina y diésel, se estabilizaron las operaciones del sistema nacional de refinación y se redujeron significativamente los paros de plantas en los centros de trabajo.

En 2019 arrancó un inaplazable programa de rehabilitación en todas las refinerías con el cual se aumentará de manera consistente la producción de combustibles para avanzar hacia la consecución del gran objetivo de la autosuficiencia energética de nuestro país.

Al concluir este programa, el país incrementará su capacidad de proceso en casi medio millón de barriles diarios, que permitirá al Sistema Nacional de Refinación procesar un millón 130 ml barriles diarios.

Además, en 2019 se inició la construcción de la nueva refinería de Dos Bocas, mediante la cual se sumarán 340 mil barriles diarios de proceso al Sistema Nacional de Refinación para alcanzar un total de un millón 470 mil barriles diarios en 2023. En todos estos trabajos se ha contado con la coordinación, el trabajo y compromiso de la secretaria de Energía, ingeniera Rocío Nahle García.

En el tema comercial, en coordinación con la Secretaría de Hacienda, se logró que en esta administración no aumentara el precio al que Pemex vende la gasolina y el diésel a mayoristas y distribuidores por encima del Índice Nacional de Precios al Consumidor, con lo que se cumple el compromiso hecho por el presidente de la República.

Conforme a lo informado periódicamente, se han logrado avances en el combate al robo de combustibles con una reducción de 91 por ciento, pasando de 56 mil barriles por día durante el 2018 a cinco mil en 2019, evitando así una pérdida de más de 50 mil millones de pesos para el Estado mexicano, incluidos 35 mil millones para las finanzas de Pemex.

Por otra parte, se logró una disminución en el robo del gas LP, de 12 mil barriles por día en 2018 a cinco mil en 2019 y en lo que va de este año el robo por este concepto es de tres mil 600 barriles diarios.

Estos resultados se han alcanzado gracias al invaluable apoyo del señor presidente Andrés Manuel López Obrador, al haber instruido a las secretarías de la Defensa Nacional, de Marina y de Seguridad y Protección Ciudadana, así como de la Guardia Nacional para sumar esfuerzos y trabajar coordinadamente para combatir el robo de combustibles. Sin ellos, esto no habría sido posible. Muchas gracias a todos.

Las pautas establecidas por la Presidencia de la República se replican a cabalidad en Pemex en congruencia con las medidas adoptadas por el gobierno federal desarrollamos acciones tendientes a generar economías, simplificar procedimientos normativos y adecuar la estructura organizacional para hacerla más eficiente.

Nos hemos adherido a compras consolidadas que lleva a la Oficialía Mayor de Hacienda e internamente estamos estableciendo mecanismos consolidados de abastecimiento que satisfagan oportunamente los requerimientos de la operación.

Al reducir al mínimo necesario conceptos de gasto corriente, como arrendamientos de oficinas, vehículos para uso administrativo, viáticos y pasajes, se generó un ahorro de poco más de tres mil 800 millones de pesos en 2019 respecto del 2018.

Por otra parte, esta administración identificó una relación de contratos que fueron firmados en su momento en contextos que han variado sustancialmente, resultando al tiempo desventajosos para Pemex.

Se ha venido negociando con las empresas que detentan dichos contratos, logrando que la mayoría convinieran en modificar sus condiciones para establecer clausulas más equilibradas y justas que eviten daños a Pemex y a México, con algunas otras continuamos en este proceso.

Durante el año pasado se concretó la reestructuración de Pemex con pagar contratos millonarios a despachos especializados. Entre los principales movimientos sobresalen las fusiones de Pemex Perforación con Pemex Exploración y Producción, así como la de Pemex Etileno con Pemex Transformación Industrial.

Se eliminaron plazas de secretarios privados, jefes de oficina, secretarios particulares y asesores, así como duplicidades de funciones, que equivalen a ahorros anuales por 550 millones de pesos.

En la reorganización de las microestructuras se concretó la sustitución patronal de razones sociales que ya no existían, como lo era gas y petroquímica básica, con lo que logramos regularizar más de 90 mil plazas de la plantilla sindicalizada.

Se han movilizado tres mil 270 colaboradores a diversos estados de la república, por lo que actualmente 74 por ciento del personal de confianza labora fuera de la Ciudad de México, es decir, sólo cinco mil 189 trabajadores continúan en oficinas centrales.

Gracias al trato de respeto y comunicación que mantenemos con los trabajadores, salió adelante el proceso de revisión del contrato colectivo de trabajo para el bienio 19-21, suprimiendo ayudas económicas a la dirigencia sindical por un monto aproximado de mil 600 millones de pesos anuales sin afectar una sola de las prestaciones que reciben directamente los trabajadores.

Hemos mantenido buenas relaciones con estados y municipios en lo que opera Petróleos Mexicanos.

Como parte de los resarcimientos por la actividad petrolera, se han realizado donaciones de asfalto y combustibles con una inversión superior a mil 400 millones de pesos, así como programas, obras y acciones de beneficio a la población por un monto de 883 millones.

El promedio de la producción en lo que va del mes de marzo es de un millón 750 mil barriles, pero es propicia la fecha para anunciar que el día de ayer alcanzamos una producción superior a un millón 790 mil barriles, es decir, 175 mil barriles más de lo que se produjo en el mes de enero de 2019 cuando la producción registró su nivel mínimo en más de 15 años.

Por eso para este mes esperamos una producción promedio de un millón 661 mil barriles, pero como producción puntual alcanzamos el valor superior a un millón 790 mil el día de ayer.

Esta cifra de producción es muestra sólida de que vamos en la ruta de alcanzar las metas trazadas en nuestro plan de negocios. Con el cierre del año 2019 concluimos una de las etapas más complejas en la historia reciente de Petróleos Mexicanos.

La situación operativa y financiera estaba determinada por aspectos negativos, la inversión en exploración y producción de 2015 a 18 cayó a un promedio anual real de 13.2 por ciento.

El endeudamiento neto en 2018 fue de 52 mil 391 millones de pesos y existía el reto de pagar o refinanciar casi el 25 por ciento del total de la deuda en la primera mitad de este sexenio.

Finalmente, se tenía el gran problema estructural del régimen fiscal. A diferencia de cualquier otra empresa, Pemex no paga impuestos con base en la utilidad generada, sino fundamentalmente sobre la extracción de petróleo.

Para 2019, el principal concepto de carga tributaria directa, el derecho de utilidad compartida tenía una tasa del 65 por ciento.

A un año de distancia, la situación ha mejorado, se logró el objetivo de estabilizar la producción de petróleo y estamos ya en la senda del crecimiento de la producción.

Esto fue posible debido a que la inversión en exploración y producción el año pasado creció en términos reales 13.6 por ciento.

Por primera vez en más de una década, Pemex no utilizó la deuda como fuente de financiamiento para cubrir su déficit financiero ni para los proyectos de inversión; por el contrario, gracias al apoyo del gobierno de la república, se logró una reducción en el saldo de la deuda por casi 100 mil millones de pesos.

Vale la pena mencionar que para esta administración el manejo de la deuda constituyó un gran reto. Los vencimientos de deuda para 2019 ascendían a seis mil 700 millones de dólares, mientras que en los próximos tres años presentaban un escenario adverso, con vencimiento de deuda cercanos a los nueve mil millones de dólares por año.

Adicionalmente, durante 2019 y principios del 20 vencían las líneas bancarias de manejo de liquidez con distintas instituciones financieras por un monto de cuatro mil 700 millones de dólares y 23 mil 500 millones de pesos.

Pese a lo anterior, Pemex logró con éxito el proceso de refinanciamiento más grande de su historia, con un monto cercano a los 36 mil millones de dólares.

La confianza de las instituciones financieras y de los inversionistas se reflejó en los récords observados en las dos operaciones de refinanciamiento de la deuda de la empresa.

Tan sólo en la última operación, el pasado mes de enero se logró una histórica demanda de más de cinco veces el monto total emitido y por primera vez Pemex emitió un bono a 40 años en el mercado.

Por ello, Petróleos Mexicanos agradece la confianza de los inversionistas y reconoce el gran apoyo que hemos recibido de la banca nacional e internacional.

Ahora bien, ha existido durante muchos años una idea errónea de que Pemex no genera valor y no es rentable. Esta falacia se fue consolidando a lo largo de más de una década, periodo en que los estados financieros comenzaron a incluir las llamadas pérdidas contables.

Convendría una reflexión basada en evidencia real y documentada, consideramos que es justo que Petróleos Mexicanos sea reconocida como un pilar fundamental en la construcción del Estado mexicano contemporáneo.

Por eso el día de hoy estamos publicando un documento en donde se explica la naturaleza contable de los estados de resultados para demostrar que Petróleos Mexicanos es una de las empresas más rentables de la industria petrolera internacional que, contra toda la propaganda negativa o mal intencionada, Pemex opera con niveles de eficiencia y rentabilidad, pero arriba del promedio de la industria petrolera.

Esta falaz idea de que la empresa genera pérdidas tiene su origen en la forma en la que elaboran los estados de resultados, pues se cuantifica el valor actual de la empresa utilizando variables de valuación que no generan flujo de efectivo como, por ejemplo, el deterioro de activos y la utilidad o pérdida cambiaria de los saldos de la deuda.

Es por eso que, en el análisis de rentabilidad de un negocio, el indicador estándar internacional es el margen ebitda. Este indicador mide las ganancias o utilidad que obtiene una empresa antes del pago de intereses impuestos, amortizaciones y depreciación de los activos fijos.

Para 2019, el margen ebitda de Pemex fue de 29 por ciento, superando al 23 por ciento de Chevron, el 21 por ciento de ENI, el 15 por ciento de Shell, el 13 por ciento de Exxon y el nueve por ciento de British Petroleum.

Este indicador internacional nos muestra que Pemex está por arriba del promedio de la industria petrolera en términos de rentabilidad, es decir, está generando valor.

Ahora bien ¿por qué entonces Pemex ha registrado pérdidas en la última década?

La respuesta es que, a diferencia de las otras petroleras que fundamentalmente tributan sobre la utilidad generada, Pemex lo hace directo sobre sus niveles de producción de petróleo; mientras que Exxon, Petrobras o Shell tiene una relación de impuestos sobre ebitda de 20 a 38 por ciento, Pemex llegó a niveles del 105 por ciento.

Si en la última década Pemex no hubiera tenido un régimen fiscal confiscatorio, sus estados de resultados reflejarían ganancias sólidas.

Bajo este modelo de pérdidas contables, el Estado mexicano ha capturado vía impuestos la renta petrolera en beneficio del desarrollo del país.

Se obligó a Pemex a endeudarse para soportar la carga fiscal, una decisión a todas luces irracional e ineficiente, porque la deuda de Pemex es más cara que la deuda del gobierno federal.

Para detener este esquema doloso, fue fundamental la intervención y apoyo del presidente de la República, licenciado Andrés Manuel López Obrador.

En primer lugar, por el apoyo de más de 130 mil millones de pesos que recibimos el año pasado para que Pemex no se endeudara.

Y, en segundo lugar, por la iniciativa histórica de reducir la tasa del derecho de utilidad compartida que representa más del 80 por ciento de la carga tributaria directa de la empresa.

Con esta iniciativa, la tasa impositiva bajó del 65 al 58 por ciento para este año y se tendrá una reducción adicional del cuatro por ciento en el 2021. Para Pemex estas reducciones en la carga fiscal significarán un ahorro de aproximadamente 45 mil millones de pesos en 2020 y de casi 95 mil millones en 2021.

En Pemex garantizamos que el 100 por ciento de estos ahorros se destinarán a financiar los proyectos de inversión en exploración y en producción de petróleo.

Por otra parte, ante la reciente volatilidad de los mercados financieros y petroleros, y los elevados niveles de incertidumbre económica, Petróleos Mexicanos ha iniciado la ejecución de su protocolo para mitigar los riesgos sobre sus finanzas.

Por ello es importante dar a conocer que, como resultado de un uso prudente y responsable de su deuda, Pemex redujo su exposición de riesgo de liquidez. Este elemento es sumamente importante en las circunstancias actuales, porque la empresa cuenta con una disponibilidad inmediata en líneas de crédito revolvente por seis mil 800 millones de dólares y una disponibilidad de seis millones en moneda nacional.

El acceso a este financiamiento es inmediato y no está sujeto de ninguna garantía ni procedimiento adicional.

Con esta disponibilidad de liquidez, Pemex está preparado para garantizar su posición financiera y enfrentar los escenarios actuales de estrés en los mercados.

En apoyo de lo anterior, se logró refinanciar cinco mil millones dólares el pasado mes de enero, es decir, más del 70 por ciento de su programa de financiamiento del 2020; el restante 30 por ciento, que equivale a mil 871 millones de dólares, no constituye ningún riesgo de incumplimiento de pago.

Por otra parte, Petróleos Mexicanos garantiza el pago de sus compromisos ante sus proveedores y contratistas. En caso de requerirse, contamos con una línea de crédito disponible adicional de 539 millones de dólares dentro de programa de cadenas productivas, el cual está vigente y funcionando a través de Nacional Financiera y con el apoyo de nueve instituciones bancarias.

Con respecto al tema de los adeudos, al inicio de esta administración nos encontramos con un monto elevado de pasivos con proveedores y contratistas. A lo largo del año pasado poco a poco regularizamos la situación, de tal forma que al día de hoy Pemex no tiene pendiente el pago de facturas vencidas del año 2019 ni de años anteriores.

En el caso de las pequeñas y medianas empresas vamos a continuar garantizando el pago en tiempo y forma. Para las grandes empresas estamos prácticamente reduciendo el rezago en los pagos a periodos no superiores a un mes del vencimiento de la factura, pero es oportuno aclarar que existe un segmento de eventuales adeudos derivados de contrataciones que durante las administraciones pasadas no se formalizaron o no contaron con las debidas autorizaciones presupuestales.

Con el apoyo de la auditoría interna de Pemex se está revisando cada uno de estos expedientes y una vez que se concluyan los trabajos de auditoría procederemos a pagar lo que en derecho corresponde.

Asimismo, para contribuir con mayor certidumbre informamos que ante la volatilidad del precio de los hidrocarburos el pasado 6 de marzo Petróleos Mexicanos recibió el primer pago de la cobertura petrolera.

La cobertura petrolera contratada por Pemex consiste en la protección de parte de los flujos de efectivo de la empresa con vencimientos mensuales a lo largo del año 2020 y es independiente de la cobertura que contrata el gobierno federal.

Ahora bien, esta cobertura contratada no resuelve el problema financiero que ocasionaran la baja de los precios del petróleo. Por ello, de manera responsable Pemex reforzará sus medidas de austeridad y se plantea una meta de ajustar en 625 millones de pesos por trimestre su gasto administrativo y se plantea una meta de ahorro de por lo menos cinco mil millones de pesos en las contrataciones de este año.

Estamos conscientes de la complejidad y de los retos del escenario actual de los mercados petroleros y en tal sentido vamos a actuar de manera responsable y oportuna.

Por ello estaremos dando puntual seguimiento a la evolución de los precios del petróleo para evaluar y priorizar aquellas inversiones que sean de alta rentabilidad para la empresa y, asimismo, se realizaran los ajustes que sean necesarios para garantizar la viabilidad operativa y financiera de Petróleos Mexicanos.

Nos comprometemos a mantener una constante comunicación con la sociedad, con nuestros inversionistas, bancos y agencias calificadoras para dar a conocer de manera oportuna las acciones que estaremos tomando en las semanas siguientes.

De acuerdo con cifras preliminares, este dato es importante, estaremos oficializando en nuestro próximo reporte anual el costo promedio ponderado de producción de petróleo. Durante el año 2019 se ubicó en 14.2 dólares por barril, pero es importante mencionar que este nivel representa el costo promedio ponderado de toda la producción.

Sin embargo, en el caso de los nuevos campos petroleros marinos y terrestres entre los que se encuentran Teekit, Ixachi y Mulach, el costo promedio de producción es de los más bajos del mundo, ubicándose por debajo de los 4.8 dólares por barril.

Este 18 de marzo destacamos que los compañeros trabajadores de nuestra industria petrolera siempre han estado a la altura de las circunstancias. A todos y cada uno de los empleados de Petróleos Mexicanos expresamos nuestro reconocimiento, gratitud y felicitación.

Vaya nuestro saludo a todos los lugares donde se encuentren: plataformas, baterías, refinerías, terminales, plantas petroquímicas, transportes marítimos y terrestres, servicios médicos y oficinas.

En Petróleos Mexicanos valoramos el acompañamiento de empresas privadas eficientes que comparten nuestros principios, mantenemos una política de apertura a la cooperación con naciones y empresas internacionales cuyos objetivos y normas de comportamiento ético coincidan con los de México y de Petróleos Mexicanos

En Pemex manda el presidente de la República y en la empresa aplicamos directamente sus instrucciones.

A 82 años de la expropiación de los bienes de las empresas petroleras, hoy tenemos suficientes razones para ser optimistas. Los logros alcanzados en diferentes épocas, los apoyos del presidente, el respaldo de los ingenieros y técnicos, el enorme esfuerzo de los trabajadores y sobre todo el desbordado entusiasmo de nuestro pueblo soberano.

El rescate actual de Petróleos Mexicanos es el mayor, después de la nacionalización del presidente Cárdenas del Río, es el único que verdaderamente honra la expropiación de 1938.

Estos son los resultados más importantes que podemos informar al pueblo de México y a usted, señor presidente, en esta fecha en que conmemoramos la expropiación de los bienes de la industria petrolera nacional.

Muchas gracias a todos ustedes.

MODERADORA: A continuación, se proyectará el video conmemorativo del 82 Aniversario de la Expropiación Petrolera.

(PROYECCIÓN DE VIDEO PEMEX 2020, EL AÑO DE SU CONSOLIDACIÓN)

VOZ HOMBRE: Desde el 1º de diciembre de 2018, Pemex avanzó en su rescate y recobró la confianza de las y los mexicanos.

La esperanza por la transformación del país reflejada en la decisión de millones de ciudadanos ha sido el motor que impulsa a Pemex hacia su reconstrucción, en donde los trabajadores petroleros son protagonistas.

La actual administración llegó decidida a enfrentar grandes problemas heredados de gobiernos anteriores: la corrupción, los bajos niveles en la extracción de aceite y gas debido a la baja inversión, la disminución en las utilidades de la empresa y un endeudamiento desproporcionado.

Hemos avanzado a contracorriente, derrumbando lastres y visiones contrarias al bien nacional. Hoy podemos afirmar que sí es posible, este gobierno retoma el esfuerzo de los trabajadores petroleros y del pueblo mexicano que hace 82 años acompañaron la Expropiación Petrolera, hoy las nuevas generaciones asumen un papel decisivo y los logros están a la vista.

En un año hemos obtenido resultados positivos en la lucha contra el robo de combustible, la corrupción, el dispendio y el tráfico de influenzas, así como un manejo responsable de los recursos, aplicando una rigurosa política de austeridad, reactivación de la producción, modernización de la infraestructura y la renegociación de la deuda sin recurrir a nuevos endeudamientos.

Se cumplen 82 años de la Expropiación Petrolera en un momento crucial para el resurgimiento de Pemex. Entramos en una etapa de consolidación para hacer de nuevo puntal de desarrollo de nuestro país.

Las trabajadoras y trabajadores petroleros saben que el país los necesita. El esfuerzo de cada mexicano es fundamental en este proyecto. Todos somos clave para alcanzar los objetivos trazados para Pemex y el país.

En Pemex estamos convencidos que el primer paso por el rescate se ha dado con firmeza. Hoy trabajamos para sentar las bases de un proyecto en beneficio de todas y todos los mexicanos.

Pemex, por el rescate de la soberanía.

(FINALIZA VIDEO)

MODERADOR: Damas y caballeros, escuchemos el mensaje que nos dirige el presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, el licenciado Andrés Manuel López Obrador.

PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas, amigos:

Me da mucho gusto participar en esta conmemoración de la histórica decisión de expropiar el petróleo el 18 de Marzo de 1938.

El petróleo de México siempre ha sido una gran tentación. La historia en breve se puede contar desde cuando lo descubrió en 1860 el cura Manuel Gil y Sáenz, en San Fernando, Macuspana, Tabasco. Según el presbítero, los indígenas mayas chontales le decían con temor que se iba a volver un montón de sal, porque eso era cosa del duende o amo del monte.

Sin embargo, el desarrollo de la industria petrolera comienza hasta 1901, cuando este energético empieza a ser demandado como combustible para mover el recién inventado automóvil, los ferrocarriles y la industria.

Y, como suele suceder, aparejado de este auge petrolero surge la necesidad de ajustar el marco jurídico en aras del interés económico. Precisamente en ese año Porfirio Díaz expide la ley del petróleo, la primera ley del petróleo otorgando al propietario el dominio del suelo y del subsuelo, y también la posibilidad de explotar el petróleo en terrenos nacionales.

Las compañías petroleras extranjeras a partir de entonces dominaban en toda la región del golfo de México, ya eran conocidos los despojos que padecían indígenas y campesinos de sus tierras y las grandes injusticias que se cometían con el apoyo del régimen.

Con el triunfo de la Revolución, el presidente Francisco I. Madero consideró como un acto de justicia que las compañías petroleras cuando menos dejaran algún beneficio en nuestro país. Por eso, el 3 de junio de 1912 aprueba un decreto en donde se establece un impuesto especial sobre el petróleo crudo de 20 centavos por tonelada, equivalente a tres centavos por barril, decisión que no pudo aplicarse por las presiones de las compañías extranjeras y del gobierno de Estados Unidos.

El presidente Venustiano Carranza promovió que en la Constitución de 1917 se nacionalizara el petróleo; sin embargo, pasó mucho tiempo para que se aprobara la ley reglamentaria en esta materia y poder ejecutar el mandato constitucional. Era mucho el poderío y las presiones de las compañías y de los gobiernos extranjeros. Es hasta el 18 de marzo de 1938 en que se consuma la expropiación petrolera.

El 23 de marzo de ese mismo año, días después de la expropiación, el presidente Cárdenas recordaba en sus apuntes que, siendo comandante de la región militar en 1926, lo visitó en la zona petrolera de la costa de Veracruz el general Heriberto Jara, gobernador del estado, quien le había hablado de los problemas que con frecuencia ocasionaban las empresas petroleras extranjeras.

Cito lo que escribió el general, contando lo que le platicaba el general Jara, gobernador del estado de Veracruz: ‘Se negaban a cumplir las prestaciones a sus trabajadores estipuladas en la ley, haciendo alarde de contar con apoyos poderosos, sintiéndose en tierras de conquista, pero estamos avanzando -manifestó- en la organización sindical que sabrá defender sus derechos’.

La expropiación del petróleo fue apoyada por la mayoría del pueblo, en las fotos de la época se advierte sobre todo la presencia de gente humilde, indígenas, campesinos, obreros, maestros, empleados e integrantes de la clase media baja.

Es el pueblo raso el que apoyó y cooperó con el gobierno para el pago de las indemnizaciones a las compañías petroleras extranjeras extranjeras.

Aunque el apoyo del pueblo fue fundamental, debe subrayarse que el presidente Cárdenas supo actuar en el momento preciso, el general era un gran estratega político que sabía de la importancia del manejo de los tiempos.

Unos días antes de la expropiación, él mismo cuenta que sobre la carretera en las cercanías de Cuernavaca caminó y platicó con el general Múgica durante más de una hora. Cito al general Cárdenas: ‘Hicimos consideraciones de las circunstancias que podrían presentarse si gobiernos como los de Inglaterra o Estados Unidos, interesados en respaldar a las empresas petroleras, presionaban al gobierno de México con medidas violentas, pero tomamos también en cuenta que se presenta ya la amenaza de una nueva guerra mundial, con las provocaciones que desarrolla el imperialismo nazi fascista, y que esto los detendría de agredir a México en el caso de decretar la expropiación’.

Además de estas circunstancias, debe señalarse que en ese tiempo gobernaba en Estados Unidos Franklin Delano Roosevelt, un gran estadista y uno de los mejores presidentes que ha tenido ese país en toda su historia.

Recordemos que cuando Roosevelt llegó a la Presidencia, el 4 de marzo de 1933, Estados Unidos padecía una de las peores crisis que ha tenido; y al enfrentar con éxito esa emergencia, el presidente Roosevelt comienza a revelar cualidades que lo convertirían en uno de los grandes políticos del siglo XX, un titán de las libertades.

La autenticidad de su política de buena vecindad tuvo su mejor ejemplo en el respeto a la soberanía de nuestro país. Durante los tres periodos presidenciales de Roosevelt las relaciones entre México y Estados Unidos fueron excepcionalmente buenas.

Los días posteriores a la expropiación petrolera, en una carta del general Cárdenas le reconoce con estas palabras: ‘Mi gobierno considera que la actitud asumida por los Estados Unidos de Norteamérica en el caso de la expropiación de las compañías petroleras viene a afirmar una vez más la soberanía de los pueblos de este continente que con tanto empeño ha venido sosteniendo el estadista del país más poderoso de América, el excelentísimo señor presidente Roosevelt’.

Los buenos resultados de esta política tuvieron mucho que ver con el papel que jugó el embajador Joseph Daniel, quien actuó de embajador de Estados Unidos en México, quien actuó con sabiduría y habilidad en los años más difíciles de las relaciones entre los dos países.

Su postura acerca del conflicto petrolero se resume cuando sostiene que el presidente Cárdenas -esto lo escribe en sus memorias el embajador Daniel- el presidente Cárdenas escribió: ‘Tenía razón al promover que la riqueza del subsuelo se convirtiera en parte de la economía mexicana y que la crisis petrolera se debía a la negativa sistemática de las empresas extranjeras a modificar la visión con que habían iniciado a principios del siglo XX’.

Decía Daniel, cito textual: ‘Consideran que los mexicanos nacieron para enriquecer a extranjeros y que Dios puso importantes recursos naturales en el subsuelo de México para aumentar las fortunas que se encuentran en los cofres de los explotadores y concesionarios’.

En los gobiernos posteriores al general Cárdenas se tomaron decisiones para otorgar los llamados contratos riesgo, entregando de nuevo grandes extensiones del territorio nacional a empresas petroleras extranjeras, pero también debe destacarse que los presidentes Adolfo Ruiz Cortines, Adolfo López Mateos e inclusive Gustavo Díaz Ordaz, siendo director de Pemex con Jesús Reyes Heroles, llevaron a cabo reformas importantes, se modificó el artículo 27 constitucional y la ley reglamentaria que permitieron la cancelación de esos contratos y esas concesiones en la explotación del petróleo.

En los gobiernos de Luis Echeverría y José López Portillo se descubrieron grandes yacimientos petroleros en Tabasco, en Chiapas y sobre todo en la Sonda de Campeche. A partir de entonces se aplicó el criterio de producir o extraer lo más que se pudiera para vender petróleo en el extranjero y se habló de que debíamos prepararnos para administrar la abundancia.

Este auge desató la corrupción que se hizo acompañar de la entrega de bienes públicos a particulares durante el gobierno de Carlos Salinas.

Con Ernesto Zedillo produjo una tremenda crisis económica al grado que los ingresos por exportaciones de petróleo se depositaron en una cuenta de Nueva York que el gobierno de México no podía tocar porque era para uso exclusivo del pago de un crédito emergente por 20 mil millones de dólares otorgado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

A partir de 1996, la producción de petróleo siguió en aumento hasta llegar en 2004 a la cifra record de tres millones 400 mil barriles diarios.

Cabe señalar que los gobiernos de Vicente Fox y de Felipe Calderón el precio del barril de petróleo llego a un promedio de 100 dólares, el más alto en toda la historia; no obstante, todos los excedentes de este auge, se usaron para hacer más grande el aparato burocrático y para transferir recursos de la hacienda pública a particulares, incluyendo el gran subsidio que significó no cobrar impuestos a las grandes corporaciones económicas y financieras.

No sobra subrayar que, aun con ingresos petroleros excepcionales durante el gobierno de Felipe Calderón, la deuda pública aumentó 200 por ciento. Entre 1996 y 2004, las exportaciones de crudo se elevaron de 563 a 683 millones de barriles al año, este incremento coincide con la sobreexplotación del complejo Cantarell, que de 2000 a 2004 incrementó su producción de 47 a 61 por ciento del total nacional, convirtiéndose en el campo petrolero de mayor producción en la historia del mundo.

No obstante, luego del 2004 hasta el 2018, como aquí se ha dicho, comenzó la declinación en la producción del petróleo, que se agravó con la aplicación de la llama reforma energética aprobada en 2014.

Baste decir o no olvidar que cuando se llevó a cabo esta nueva privatización del petróleo, se sostenía hasta en los considerandos de las leyes que para este año íbamos a estar produciendo tres millones de barriles diarios, porque iba a llegar la inversión extranjera a raudales, pero en realidad, como aquí también se ha dicho, en noviembre de 2018 cuando recibimos el gobierno, la producción era de un millón 702 mil barriles diarios, un millón 702 mil barriles diarios, y se había comenzado a importar, a comprar petróleo crudo en el extranjero.

Por eso, celebro que hoy el director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, el eficiente y honesto director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, nos esté informando que por primera vez en los últimos 14 años, por primera vez en los últimos 14 años no hubo reducción en la producción petrolera y, por el contrario, al día de hoy estamos extrayendo 88 mil barriles diarios más que cuando tomamos posesión del gobierno.

También destaco que hemos aumentado la capacidad de refinación de 32 a 42 por ciento y por primera vez en más de 40 años está en construcción la nueva refinería de Dos Bocas, Paraíso, Tabasco, para conseguir la autosuficiencia en energéticos, para no depender del extranjero, para hacer realidad nuestra soberanía nacional.

Felicito con todo mi corazón a los trabajadores y a los técnicos de Pemex. Los felicito a todos, trabajadores, sindicalizados, de planta, transitorios, a los técnicos, a los ingenieros, a los servidores públicos por hacer posible el rescate del petróleo en beneficio de México.

Reitero que no vamos a modificar el marco legal para revocar los contratos que se entregaron a partir de la llamada reforma energética. No lo haremos porque aún el dominio de la nación sobre el petróleo es preponderante, no les dio tiempo de entregar toda la riqueza petrolera, afortunadamente el pueblo de México dijo ‘basta’, en julio del 2018 sonó la alarma, sonó la campana y se terminó con la privatización. Nos dejaron el 80 por ciento del potencial petrolero de México.

También, no vamos a modificar el marco legal porque queremos respetar los acuerdos que se tomaron. Aunque nosotros pensamos y actuamos de manera distinta, vamos a mantener el marco legal porque consideramos importante mantener la confianza de los inversionistas nacionales y extranjeros para sumar voluntades, esfuerzos y recursos en beneficio del pueblo y de la nación mexicana.

Eso sí, que se oiga bien y que se oiga fuerte, ya se terminó con el periodo privatizador, nunca más esa pesadilla. Vamos a seguir demostrando, como lo estamos haciendo, que Pemex saldrá adelante sin corrupción, con eficiencia y con el apoyo de sus trabajadores.

¡Que viva la expropiación petrolera!

¡Que viva el general Lázaro Cárdenas del Río!

¡Viva México!

¡Viva México!

¡Viva México!

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