Agradecer la presencia de todas, de todos ustedes en este importante acto, de manera muy especial agradecer la participación del maestro Alejandro Díaz de León, gobernador del Banco de México, una institución fundamental para la vida pública de nuestro país en el terreno económico y financiero.

Agradecer también a Marcos Martínez Gavica, presidente de la Asociación de Bancos de México por su participación, apoyo, confianza que ha expresado al nuevo gobierno.

Y destacar el trabajo que han venido realizando los servidores públicos de la Secretaría de Hacienda, tanto Carlos Urzúa, secretario de Hacienda, como Arturo Herrera Gutiérrez, subsecretario de Hacienda y Crédito Público. Profesionales, honestos, responsables, serios servidores públicos.

Estamos iniciando una etapa nueva en la vida pública del país y es conveniente repasar algunos principios básicos del nuevo gobierno, criterios fundamentales.

Primero. El respeto al estado de Derecho que, de verdad, todos actuemos con la responsabilidad de cumplir el marco legal, de cumplir lo que establece la Constitución y las leyes que de ella emanen; que haya un auténtico estado de Derecho, repito, auténtico, no la simulación de que la ley se respeta en la forma para violarse en el fondo.

Esto es fundamental, esto es una regla clara para la convivencia entre los mexicanos y también para ser respetados en el extranjero, que haya un auténtico estado de Derecho. Esto implica acabar con la impunidad y con la corrupción, entre otras cosas.

Que llevemos a la práctica la máxima liberal que, al margen de la ley, nada; y por encima de la ley, nadie.

Si afianzamos este proceder vamos a estar hablando de un elemento fundamental en lo que llamamos la Cuarta Transformación de la vida pública del país, vamos a estar hablando de un verdadero cambio, de una transformación. Ese es un pilar para el desarrollo de México para iniciar una etapa nueva en la vida pública del país: estado de Derecho.

Esto implica respeto a las decisiones de los organismos autónomos y división, y equilibrio entre los poderes.

Nos hemos comprometido a respetar la autonomía del Banco de México y se va a cumplir. No vamos nosotros a interferir en las decisiones que corresponden al Banco de México.

Por lo que sí compete a nuestras facultades, vamos a mantener el compromiso de llevar a cabo una administración equilibrada, vamos a mantener siempre equilibrios económicos. No vamos a gastar más de lo que tengamos de ingresos, no vamos a seguir endeudando al país. Vamos a buscar que no haya déficit en el manejo de las finanzas públicas.

Esto se va a lograr, al mismo tiempo que no pensamos aumentar impuestos, ni crear impuestos nuevos, porque vamos a poder financiar el desarrollo sin aumentar la deuda, sin déficit, sin aumentar impuestos en términos reales.

Confiamos que nos va a funcionar la fórmula de hacer un gobierno austero, sobrio, sin lujos, vamos a liberar muchos fondos para el desarrollo con un plan de austeridad republicana.

Se gasta mucho en el gobierno, le cuesta mucho a la sociedad mantener al gobierno. Se llegó a extremos en que el gobierno se consume prácticamente todo el presupuesto, el gobierno estaba ensimismado, era muy poco lo que se transfería, se trasladaba, se orientaba en beneficio de los ciudadanos, porque el gobierno tenía otra función, no era promotor del desarrollo, era facilitador de negocios en beneficio de minorías.

Esto fue lo que nos condujo a la crisis de México y por eso necesitamos cambiar, necesitamos que el presupuesto les llegue a los ciudadanos, que cada vez liberemos más fondos para el desarrollo. Por eso la austeridad, el que no haya sueldos tan exagerados, que no haya lujos en el gobierno.

Esto lo hacen las empresas, se hace en las familias, no se derrocha el dinero, no hay gastos superfluos, no hay desperdicio. Es elemental que una buena administración significa un manejo austero del presupuesto.

Y esto nos va a permitir liberar fondos para el desarrollo, insisto, sin aumentar impuestos y sin endeudar al país.

Y lo otro que también es una fuente para financiar el desarrollo, una fuente importante es el no permitir la corrupción, porque es mucho también lo que se iba por el caño de la corrupción.

Lo estamos viendo y se puede constatar, lo podemos probar. Iniciamos el plan para evitar el robo de combustibles y en 20 días nos hemos ahorrado dos mil 500 millones de pesos.

Ustedes seguramente están informados, el año pasado se robaron más de 60 mil millones de pesos, combustible, esto fue creciendo.

Hace dos, tres gobiernos se robaban 10 mil millones, los tenía hasta contabilizado la Secretaría de Hacienda, eran parte del presupuesto; es decir, se descontaba el robo y fue creciendo cada vez más al grado de que ya era otra empresa paralela, una piratería tolerada de más de 60 mil millones de pesos; se robaban en promedio 700 pipas diarias de gasolina.

Hoy, informaba yo, que hemos logrado con el plan reducir el robo solo a 100 pipas, es decir, 600 pipas diarias menos. Si eso se traduce en 20 días, estamos hablando de dos mil 500 millones de pesos en este plan.

Si actuamos así en todo, vamos a liberar muchos fondos para el desarrollo. Imagínense 60 mil millones son los que necesitamos para realizar, construir en tres años una nueva refinería, que nos cuesta ocho mil millones de dólares; 60 mil millones de pesos por año.

Entonces, sí tenemos posibilidad de financiar el desarrollo de otra manera y ese es el plan que se está llevando a la práctica.

Y vamos a tener recursos también para impulsar el desarrollo, para impulsar la inversión privada con capital semilla, con los recursos que invierta el sector público, lo que es inversión pública.

Vamos a tener recursos para impulsar la construcción del Tren Maya, vamos a invertir bastante en petróleo, en la generación de energía eléctrica.

El año pasado, por poner un ejemplo, se trabajó en 50 pozos petroleros. Este año vamos a trabajar, ya estamos haciéndolo en 150 pozos petroleros, porque se nos está cayendo la producción petrolera y necesitamos intervenir pronto para incrementar la extracción de crudo.

Vamos también a rehabilitar las refinerías. Se va a construir una nueva refinería; vamos a desarrollar el Istmo de Tehuantepec con una nueva vía de tren de carga de contenedores rehabilitando los dos puertos: el de Salina Cruz, el de Coatzacoalcos.

Vamos a aprovechar esa ventaja que tenemos de estar muy cerca del Pacífico y del Atlántico, de poder comunicar a países de Asia con la costa este de los Estados Unidos. Y vamos ahí, en esa franja, a impulsar mucho la creación de empleos, el que podamos poner fábricas ensambladoras y crear muchos empleos. 

Todo esto en el propósito de ir creando de sur a norte cortinas de desarrollo para retener a los mexicanos, que la migración sea optativa, no obligatoria; ese es el ideal que queremos convertir en realidad, que el mexicano pueda trabajar donde nació, donde están sus familiares, donde están sus culturas, sus costumbres.

Esto lo hemos planteado al gobierno de Estados Unidos, lo ha entendido el presidente Donald Trump, lo ha entendido bien como una opción, como una alternativa al fenómeno migratorio y estamos en pláticas, en conversaciones, porque hay ya un compromiso de apoyar este plan de desarrollo del sur, del sureste, con cuatro mil 800 millones de dólares de inversión estadounidense.

Si logramos concretar este acuerdo, en el corto plazo va a significar un incremento importante en la inversión extranjera, porque necesitamos, como aquí se ha dicho, crecer.

No podemos seguir creciendo a una tasa promedio anual del dos por ciento; México es de los países con menos crecimiento económico en el mundo.

Y para crecer se requiere de inversión y no es suficiente la inversión pública y tampoco la inversión privada nacional; se requiere también de la inversión extranjera.

Ese es el plan: Promover inversión en la aplicación de estas acciones, llevar a cabo estos proyectos y de esta manera crecer para sacar al país adelante. Si hay crecimiento económico, hay empleo.

Yo espero que podamos crear muchos empleos, para que de esta manera no tengamos necesidad de seguir con los flujos migratorios, que la gente, repito, pueda trabajar en sus lugares de origen. Y lo vamos a lograr, estoy convencido de eso.

La construcción del Tren Maya va a ocupar de mucha mano de obra, la construcción de la nueva refinería en Dos Bocas lo mismo, el proyecto del Istmo.

Vamos a sembrar un millón de hectáreas de árboles frutales y maderables en el sureste. Sólo este proyecto va a demandar 400 mil empleos permanentes.

Vamos de esta forma a lograr que haya crecimiento, que haya empleo, desde luego cuidando siempre que el crecimiento no nos signifique inflación.

Tenemos que hacerle como se está actuando en el caso del combate a lo que coloquialmente se llama el huachicoleo, es un manejo de los ductos de Pemex por donde se traslada la gasolina y el diésel.

Resulta que se abrían los ductos, aunque en la torre de Pemex hay monitores para saber el comportamiento y la presión de los ductos de cómo fluye la gasolina, se sabía perfectamente cuándo se bajaba la presión y la norma obligaba a que se cerraran los ductos para que ya no se fugara más gasolina, que dejaran de robarse la gasolina y lo que hacían era mantener abiertos los ductos.

Entonces, por eso 700, 800 pipas; un día más de mil pipas diarias. Entonces intervenimos y tenemos ya el control de los ductos y se van abriendo poco a poco y estamos haciendo cambios para transportar gasolina, combustible en pipas cuando hay ductos que no tienen el control suficiente, porque crearon ramales, medios de distribución alternos con almacenamiento para el combustible.

Es controlar los ductos sin dejar de abastecer, ¿cómo hacerle?, ¿cómo equilibrar?

Es lo mismo, ¿cómo crecer sin inflación? Los economistas a veces lo resuelven de manera muy fácil. Se habla del símil de cuando se calienta un carro, que eso es el equivalente a la inflación, para que el carro ya no se caliente se apaga el carro; ya no se calienta, ya no hay inflación, pero ya no camina el carro, no hay crecimiento.

Entonces, aquí el chiste está, el meollo del asunto estriba en que el carro camine sin calentarse; ese equilibro.

Entonces, por eso las recomendaciones del Banco de México, que tiene como propósito controlar la inflación, también el crecimiento, pero más el control de inflación.

Nos gustaría que no sólo sea control de inflación, sino que también se pensara en el crecimiento. Pero en lo que corresponde al control de inflación, nosotros vamos a actuar de manera muy prudente, muy responsable; o sea, que haya crecimiento sin inflación.

Ya se ha logrado, ahora que tomé posesión del cargo como presidente de la República, recordaba yo lo que fue el periodo de don Antonio Ortiz Mena, secretario de Hacienda, dos sexenios, 12 años de crecimiento económico como no se ha visto de seis por ciento promedio anual, pero lo más importante, que se logró el crecimiento económico del seis por ciento anual, sin inflación y sin endeudamiento del país.

Ahí está la clave, eso no se ha logrado en los últimos tiempos. Tenemos que ir hacia ese modelo de crecer sin inflación y sin endeudar al país.

Yo celebro mucho el que se esté logrando este acuerdo para la inclusión financiera, es muy importante, es fundamental.

Celebro más que nada la concurrencia de tres instancias: de la Asociación de Banqueros, del Banco de México y de la Secretaría de Hacienda en este propósito de modernizar todo el sistema financiero, la inclusión, el que se puedan hacer estas operaciones utilizando tecnología de punta.

Yo doy a conocer, también, que se va a hacer un esfuerzo importante para lograr la conectividad en todo el país, que también en eso traemos atraso, tenemos muy poca conectividad para internet, para telefonía celular.

Tenemos una conectividad de sólo el 20 por ciento de nuestro territorio, no alcanzamos a tener red de comunicación, de internet; ni siquiera en todas las cabeceras municipales.

En el 80 por ciento del territorio nacional no tenemos conectividad o internet, sale uno de una ciudad, de una cabecera municipal y ya no hay señal. Esto lo tenemos que resolver.

Afortunadamente hay una buena infraestructura de la Comisión Federal de Electricidad, hay fibra óptica en prácticamente todo el país y uno de los proyectos que vamos a impulsar con inversión privada, haciendo una mezcla de inversión pública y privada, va a ser el de lograr la conectividad a todo el país, esto va a ayudar mucho para este propósito de lograr al mismo tiempo la inclusión financiera.

Ya es un avance lo que se está logrando, que donde pueda utilizarse el teléfono móvil se puedan hacer operaciones entre bancos, entre usuarios de servicios bancarios, entre los mismos usuarios, como aquí se dijo, de bancos. Esto es algo muy importante, tiene que ver con la modernidad del país, buscamos que sea una modernidad para todos, una modernidad forjada desde abajo y para todos.

Por eso el que sea lo más incluyente posible, que las sucursales bancarias estén en todos los pueblos, actualmente no es así.

Ahora, con este sistema moderno, a lo mejor ya no se va a requerir de sucursales bancarias, se va a poder llevar a cabo toda la operación bancaria mediante este sistema de comunicación moderno.

Yo sólo recuerdo, y así termino, que cuando fui jefe de Gobierno de esta ciudad, impulsamos mucho la bancarización. Fue cuando iniciaron los pagos en los centros comerciales y en los bancos del predial y del agua, cuando fui jefe de Gobierno, y estos señores, que ahora son servidores públicos de Hacienda, estaban en la Secretaría de Finanzas del gobierno de la ciudad, fueron los que implementaron ese sistema.

De modo que sabemos de la importancia que tiene ir avanzando en lo tecnológico, pero insisto, lo más importante de todo es la conciliación, la armonía, el respeto y la disposición de trabajar de manera conjunta para el desarrollo de México.

Por eso agradezco y celebro esta reunión.

Muchas gracias a todas y a todos ustedes.