Amigas, amigos, jóvenes:

Es muy conmovedor estar en esta plaza siempre llena del recuerdo de lo que aconteció en 1968, la represión a los jóvenes que enfrentaban a un régimen autoritario.

Por eso, de nuevo aquí, con ustedes, se decidió iniciar este programa de becas para estudiantes de nivel superior, de familias de escasos recursos económicos.

Este es un programa que va a apoyar a 300 mil jóvenes en el país, que estudian en el nivel superior, en escuelas técnicas y en universidades. Es probable que se amplíe para que se apoye a más estudiantes.

Como en todo, la preferencia se le está dando a los pobres, porque esa es la justicia. No puede haber trato igual entre desiguales. Por el bien de todos, primero los pobres.

Pero no se trata de limitarnos en esta materia, lo acabo de decir en el Estado de México, cuando iniciamos en Tejupilco el programa de becas para los que estudian en el nivel medio superior, en este caso sí es para todos, cuatro millones de estudiantes preparatorianos van a tener su beca en todo el país.

Y decía, y ahora lo repito, que no van a faltar recursos, no va a faltar presupuesto para la educación, que es una prioridad.

Entre otras cosas, aparte que es fundamental para el desarrollo de nuestra nación, que permite también el desarrollo personal, el salir adelante, el abrirse nuevos horizontes, aparte de que la educación no es un privilegio, es un derecho del pueblo. Además de todo eso, es un millón de veces mejor tener a los jóvenes estudiando que tenerlos en la calle.

Imagínense la barbaridad que significó rechazar a los jóvenes durante el periodo llamado neoliberal, 36 años. Afortunadamente ya se acabó esa pesadilla.

En qué cabeza cabe, utilizaron de pretexto los exámenes de admisión y de esa manera rechazaban cada año a cerca de 300 mil jóvenes con la mentira de que no pasaban el examen de admisión, cuando eso no es cierto.

No es que no pasaran en examen de admisión, es que no había cupo, no había espacio porque no se invertía en educación, porque en todo el periodo neoliberal se mantuvo el criterio, la concepción de que estudiara el que tuviera para pagar colegiatura, de manera encubierta impulsaban la educación privada.

Por eso, el rechazo a los jóvenes en la UNAM, en el Politécnico, en las universidades del país. En el caso de la UNAM si presentaban examen 50 mil, entraban cinco mil.

¿Y cómo hacían la selección?

Esto no sólo en la UNAM, en todo el país, aplicaban un examen, una prueba, de 125 preguntas, pero como no tenían espacio, no había presupuesto, tenían que aceptar sólo a los que contestaban bien, de las 125 preguntas que contestaban bien: 120; el que contestaba bien 119 ya no entraba.

No era que no pasaran el examen, es que se les rechazaba porque no había oportunidad para estudiar, porque las universidades no contaban con presupuesto suficiente.

Aquí repito, ¿cuál es nuestra filosofía y cuál es nuestro compromiso?

Que no se rechace a los jóvenes, hacer valer que la educación es pública, es gratuita y tiene que ser una educación de calidad en todos los niveles escolares y que la educación no es privilegio, repito, es un derecho del pueblo.

Por eso es este apoyo a estudiantes y también, como trato especial a los jóvenes, como aquí se mencionó, los que no pudieron estudiar y están desempleados, se les va a dar trabajo. Hay un programa para jóvenes que se llama: Jóvenes Construyendo el Futuro.

¿En qué consiste?

Un joven de 18 a 29 años que no tiene trabajo va a ser contratado y se le va a emplear como aprendiz en un taller, en un comercio, en una empresa, en el campo o en la ciudad.

Si un maestro mecánico, electricista, herrero, un dueño de una tienda, de una pequeña fábrica, conoce a jóvenes que no tiene trabajo de su familia, de la calle, de la colonia, los va a poder incorporar a su taller, a su establecimiento comercial y les va a ir enseñando el oficio, va a ser tutor, no sólo para enseñarle el oficio, sino también para orientarlo, conducirlo por el camino del bien.

Y a ese joven que va a estar de aprendiz el gobierno, con dinero del presupuesto, que es dinero del pueblo, le va a pagar tres mil 600 pesos mensuales mientras se capacita.

¿Para cuántos jóvenes es este programa?

Para todos los que no tienen empleo.

¿Por qué se hace esto?

Por justicia, por humanismo, pero también, como ya lo dije, y lo repito, para alejar a los jóvenes de la tentación, que no tomen el camino de las conductas antisociales.

Desgraciadamente en nuestro país hay 16 millones de jóvenes en la pobreza, imagínense si llegan maleantes a ofrecerles que les van a pagar, que los van a emplear como se llama coloquialmente, de halcones, para estar avisando quién entra, quién sale de los pueblos.

Si hay tanto joven abandonado en la pobreza, es un ejército de reserva de jóvenes que van a estar siempre al servicio de quienes se dedican a la delincuencia.

¿Cuándo vamos así a resolver el problema de la inseguridad y de la violencia?

Nunca.

¿Qué es lo que tenemos que hacer?

Atender a los jóvenes, atender las causas, que haya crecimiento económico, que haya trabajo, que se atienda a los jóvenes.

¿Qué hicieron los del gobierno que ya se fue?

Nada más etiquetarlos, llamarles ninis, que ni estudian ni trabajan, pero les dieron la espalda a los jóvenes.

Eso ya no, nunca más se le va a dar la espalda a los jóvenes, siempre vamos a darle atención especial a los jóvenes.

Esto es lo que estamos llevando a cabo y otras cosas, como lo mencionó Claudia, ya se amplió el programa de la pensión a los adultos mayores a todo el país.

Ya los pensionados del Issste, del Seguro, de la Marina, del Ejército, de Petróleos, que no recibían la pensión ya en sus cuentas, en donde reciben sus recursos, ya les está llegando este apoyo.

¿Saben a cuántos adultos mayores se está apoyando?

Ocho millones de ancianos respetables.

¿Saben cuánto es la inversión -que no gasto- sólo de este programa?

100 mil millones de pesos.

Para satisfacción de todos, así como se da la pensión al adulto mayor, ahora un millón de personas con discapacidad también su pensión, dos mil 550 pesos cada dos meses, sobre todo niñas y niños, y muchas otras acciones.

Créditos que llamamos Tandas para el Bienestar, si una persona tiene un pequeño taller, un pequeño negocio, si busca la vida porque la situación es muy difícil y necesita un crédito, ni modo que los bancos le otorguen el crédito.

Los bancos no dan crédito, lamentablemente, a la gente pobre, y si dan crédito les piden garantías, que dejen la escritura de su casa, de su departamento como garantía.

Por eso la economía popular no tiene apoyo, la gente se abre paso como puede.

Ahora va a haber este programa de Tandas para el Bienestar, se van a prestar seis mil pesos en promedio para que el que tiene un pequeño negocio compre su mercancía, si tiene un taller que compre sus herramientas; que compre, si tiene una pequeña tienda, un aparato electrodoméstico, un refrigerador, seis mil pesos a la palabra sin papeleo, sin burocracia, sin intereses.

¿Cómo se va a operar este programa?

Se entregan los seis mil pesos, pasan tres meses no abona, al cuarto mes 500 pesos cada mes; terminan de pagar los seis mil pesos y en automático 10 mil; terminan de pagar los 10 mil y en automático 15 mil; terminan de pagar los 15 mil y en automático 20 mil, para reactivar la economía desde abajo. Y así muchas otras cosas.

Tenemos el compromiso junto con Claudia de atender a los damnificados de los sismos en todo el país, en los estados afectados por los sismos y no solo atender la construcción de departamentos, de casas, sino también los edificios públicos, los templos, que son monumentos históricos.

Ahora que venía entrando muchos me recordaron que está muy mal, que se está cayendo el templo aquí de Tlatelolco.

Ya le dije a Claudia, no es un asunto religioso, es un asunto cultural que tenemos que atender.

Todo esto es lo que se está haciendo ¿y de dónde va a salir el dinero? ¿saben de dónde?

De acabar con la corrupción.

Les voy a poner dos ejemplos para que vean que la corrupción no sólo hay que combatirla por razones de índole moral, sino porque es mucho el dinero que se va por el caño de la corrupción, que se iba, porque ahora se acabó la corrupción, se destierra la corrupción, se va a acabar la corrupción, se va a acabar la impunidad. Me canso ganso.

Pero les hablaba, nada más de dos ejemplos y hay muchos, me llevaría aquí toda la tarde-noche hablándoles de cómo el gobierno en vez de estar organizado para beneficiar al pueblo, estaba organizado para el saqueo, para facilitar que unos cuantos se quedaran con dinero, con los bienes que son del pueblo, que son de la nación. Ya eso se termina.

Un ejemplo, estaban acostumbrados los de mero arriba a no pagar impuestos y cuando los pagaban se les devolvía.

¿Quiénes pagan un impuesto?

El pueblo en general, el pueblo raso, todos porque al comprar una mercancía ahí va incluido un impuesto, los trabajadores tienen que pagar el Impuesto Sobre la Renta, los empresarios también, los comerciantes.

Pero había un grupo, existe todavía, que tenían la costumbre de no pagar, contrataban despachos, de abogados, de fiscalistas, leguleyos, que siempre alegaban que había que devolverles los impuestos.

Llegamos y en la Suprema Corte había una resolución a punto de aprobarse, en donde se estaba pidiéndole al gobierno que le devolviera el Impuesto Sobre la Renta que habían pagado los exdueños de la empresa Modelo. Teníamos que pagarles 35 mil millones de pesos.

Y ya un ministro de la Corte había presentado el proyecto, pero como ya son otros tiempos y no se las íbamos a dejar pasar, se los aseguro, otros ministros dijeron: ‘No’. Y se rechazó la resolución.

¿Cuánto nos ahorramos?

35 mil millones de pesos.

Otro ejemplo. Llegamos y diario empezaron a entregar un reporte, porque yo estoy en el Palacio de lunes a viernes, desde un poco antes de las 6 de la mañana, tengo reunión de Gabinete de Seguridad de 6 a 7 de la mañana, y ahí me entero de todo lo que pasa en el país en las últimas 24 horas: los homicidios, los robos.

Recibo yo de manera directa el parte, el reporte de lo sucedido y ahí está conmigo el secretario de la Defensa, el secretario de Marina, la secretaria de Gobernación, el secretario de Seguridad Pública.

Bueno, me empezaron a dar el reporte de cuánto se robaban diariamente de combustibles, el famoso huachicol.

¿Saben lo que es eso?

Se dejó durante muchos años que se perforaran los ductos donde se transporta la gasolina, se tenían tomas clandestinas para ordeñar esos ductos y con mangueras se sacaba la gasolina a pipas.

¿Saben cuántas pipas se robaban en promedio diariamente?

Ochocientas pipas de gasolinas.

¿Cuánto en dinero?

Se robaron así, el año pasado, 65 mil millones de pesos.

Y se dejó eso, al grado que hasta se valieron también de la misma necesidad de la gente y en algunos pueblos por necesidad la gente, acompañaba estos actos ilícitos.

Claro que la gente hacía una zanja donde perforaba un pozo y ahí sacaban la gasolina, 20 litros, 40 litros, pero los grandes se llevaban pipas.

¿Qué hicimos?

Dijimos, ya, se acabó.

Yo no soy cómplice, no voy a permitir el huachicoleo, ni arriba, ni abajo. Se acaba el huachicol.

Y fue difícil, porque respondieron, saben que cuando empezó esta acción, este plan, pinchaban los ductos, por ejemplo, la gasolina que llega aquí a la ciudad y a todo lo que es el Valle de México, viene ahora de Tuxpan y hay un ducto de Tuxpan a Azcapotzalco que transporta diariamente160 mil barriles, pues ese lo pinchaban, lo rompían para que no llegara la gasolina.

Pero se portó la gente de la ciudad, que aprovecho agradecerles, se portó muy bien, porque aguantaron, resistieron, nos ayudaron.

Fueron días difíciles porque o había gasolina, había colas en las gasolinerías, pero la gente aguantó, porque sabía que era algo bueno.

Ahora, de esas 800 pipas, ¿cuántas se robaron ayer?

Cuarenta, de 800 a 40.

Yo quisiera que no se robaran ninguna, pero no está fácil porque es un mal que echó raíces, pero ya no es lo mismo.

Si seguimos así ya no van a ser 65 mil millones. No, nos vamos a ahorrar, por lo bajo, 50 mil millones de pesos.

¿Y todo este dinero para qué? Para el pueblo, para el bienestar del pueblo, para las becas, para la educación, para la salud, para mejorar las condiciones de vida y de trabajo de nuestro pueblo.

Por eso les digo, vamos bien y adelante. Además, miren, yo pude estudiar por una beca. Me da mucho orgullo recordarlo.

Yo llegué aquí a estudiar la universidad y no tenía dinero, y viví en la Casa del Estudiante Tabasqueño, aquí cerca, en la calle de Violeta, la colonia Guerrero. Ahí estaba la casa del estudiante.

Nos daban hospedaje y comida, por eso pude estudiar y también no se me olvida que, en ese entonces, si presentaban examen 10 para ingresar a la universidad, a la UNAM, entraban 9, sólo rechazaban a uno.

Ahora es al revés, presentan examen 10, entra uno, rechazan a nueve. Por eso no vamos a dejar de apoyar la educación.

Si no hubiese tenido yo ese apoyo de esa beca, no termino, no hubiese yo podido estudiar. Y eso les pasa a millones de jóvenes que se quedan en el camino.

Por eso, la educación va a ser apoyada hasta que se canse el canse el ganso.

¿Y cuándo se va a cansar el ganso?

Nunca. Me dio mucho gusto estar aquí con ustedes. Nos vamos a seguir viendo, nos vamos a seguir encontrando.

¡Que vivan los jóvenes del 68!

¡Que viva la justicia!

¡Que viva la libertad!

¡Que viva la democracia!

¡Viva México!

¡Viva México!

¡Viva México!