En México la cobertura de pensiones es baja, apenas supera 30 por ciento, es decir, que solo tres de cada 10 personas en edad productiva están contribuyendo al sistema de pensiones.De acuerdo con el último informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para América Latina y el Caribe (ALC).

El monto de las pensiones medias mensuales en dólares hasta 2010 equivalen a 232 que se traducirían en cuatro mil 300 pesos. Sin embargo esta cifra cambia cuando hablamos de hombres y mujeres pues varía de 295 a 171 dólares respectivamente.

Dentro del Informe Mundial sobre la Protección Social 2017-2019 de la OIT, 51 por ciento de los mayores de 65 años recibía una pensión en 2015 en América Latina, sin embargo, todavía 49 por ciento no recibe una pensión. Lo que preocupa en México es que este porcentaje aumenta y se sitúa por arriba de 70 por ciento.

Esta situación se ha agravado desde la década de los ochenta en la crisis financiera pues multiplicó las formas de empleo alejándose del sistema tradicional. Hoy por hoy podemos destacar el sistema laboral por honorarios para jóvenes profesionistas.

Incluso “la mayoría de jóvenes trabajan en establecimientos de baja productividad o que no están inscritos en el régimen de seguridad social y por lo tanto no cotizan en sistema activo de pensiones. Esto se debe a que empresas recurren a prácticas para disminuir costos y uno de los más altos costos es inscribir a los trabajadores en el régimen de seguridad social”, explicó enentrevista el doctor Minor Mora Salas, del Colegio de México.

Informalidad, la otra crisis

A la diversificación de la empleabilidad se suma también la informalidad laboral que agrava el tema de las pensiones ya que en nuestro país se estima que cerca de 60 por ciento de los trabajadores se desempeña en empleos informales lo que deriva en una baja contribución al sistema de pensiones pues los trabajadores informales no cotizan.

De acuerdo con el experto, el hecho de que los jóvenes no coticen en el presente también afecta al sistema en su conjunto. Es un sistema solidario, esto es: los jubilados reciben una transferencia mensual por parte del estado que se nutre con las contribuciones de los trabajadores activos actuales.

En 2050 se espera una población total de 776 millones de los cuales 20 por ciento (155 millones de personas) serán adultos mayores. Es decir por primera vez en la historia la población de 65 años y más superará el porcentaje de personas entre 15 y 29.

La preocupación para 2050 es la inversión de la pirámide poblacional con más viejos y menos jóvenes porque habrá una masa de activos limitada con lo que ponemos en riesgo la viabilidad del sistema en su conjunto.

La solución planteada por el investigador es: construir un modelo laboral en donde sea obligatorio integrar a los trabajadores al sistema de seguridad social tanto en el sector público como el privado.

“Anteriormente, se han buscado modelos alternativos como lasafores, por ejemplo, pero las contribuciones que se logran cotizar a lo largo de una vida no son significativas comopensiones alternativas”, concluyó.

 

Fuente: EL SOL DE CUERNAVACA