El fondo de emergencia es un ahorro de efectivo destinado específicamente a gastos no planificados por situaciones que se nos presentan sin previo aviso. Tenerlo es básico e importante; de esta manera, evitas contraer deudas con las tarjetas de crédito o distraer dinero que puedes ahorrar en tu cuenta de jubilación, lo cual puede ser perjudicial para tu economía y finanzas.
Desafortunadamente todos vivimos la experiencia amarga de la pandemia, que subrayó aún más la necesidad de contar con esta reserva de efectivo.
Todos hemos experimentado emergencias financieras inesperadas: una falla mecánica en el auto, costos de atención médica de manera súbita, electrodomésticos descompuestos, etc. Estos gastos no contemplados, a menudo, se sienten como si llegaran en los peores momentos, o uno tras otro.
Si deseas evitar la necesidad de utilizar recursos por desempleo, empeñar o vender tus pertenencias, hipotecar tu propiedad o liquidar tus inversiones a precios de remate, podrías echar mano de esas reservas que creaste y salir adelante.
Obtén tu bienestar financiero. Empieza tu fondo de previsión a partir de objetivos razonables; destina una cantidad en tu presupuesto mes a mes; ve a la segura con depósitos pequeños, pero constantes en una cuenta de ahorro bancaria gratuita o de bajo costo que no cobre penalidades por retirar efectivo y facilite el uso de cajero automático.
Generar tu ahorro no es tan difícil. Con constancia y disciplina crearás un buen hábito con el que tu dinero crecerá más fácilmente. Esto será posible, incluso, si tienes una capacidad limitada para destinar recursos. En caso de recibir reembolso de impuestos, puedes depositar una parte y así comenzar.
Debes considerar hacer algunos cambios importantes en tus finanzas personales y familiares. El primero se deriva de la revisión del balance de las tarjetas de crédito. Probablemente encontrarás una cantidad sorprendente de cargos mensuales en transportes, gustos, o quizás descubrirás el verdadero costo de tu pasatiempo favorito.
Sin embargo, no tengas miedo de usarlo, si lo necesitas. En caso de que gastes lo que hay en tus ahorros de emergencia, sólo trabaja para acumularlo nuevamente. Practica tus habilidades de ahorro a lo largo del tiempo hasta que sea una práctica natural en tu personalidad.
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