Antes de comprometerse con una persona, recuerda: el logro de los objetivos de vida están vinculados con buenos hábitos financieros.

Es importante identificar en tu pareja las afinidades, las metas, así como reconocer en él o ella el respeto mutuo, así como sentirse impulsado en los proyectos personales, profesional y de pareja. Y si ya decidiste entablar un compromiso es obligatorio también saber de sus hábitos financieros, como por ejemplo:

  • Planeación: Si las decisiones y actividades financieras que toma tu pareja son acordes con los objetivos que se ha fijado en el corto, mediano y largo plazo, o solo toma decisiones dependiendo de su situación financiera presente.

Normalmente una persona tendrá varios objetivos de vida y financieros; parte de la planeación estará centrada en cómo conciliarlos y priorizarlos. Hay objetivos que contribuyen al crecimiento personal y tienen un impacto en el aumento de la calidad de vida o mejora de los ingresos en el futuro, por ejemplo: estudiar una carrera, especializarse, aprender un idioma, poner un negocio, comprar un determinado bien mueble o inmueble, etc.

  • Metas: Por cada uno de los objetivos de vida debe haber metas concretas. Eso nos ayuda a conocer cuánto ha avanzado y qué tan lejos está el logro de su objetivo.
  • Evaluación de la situación personal: Para fijarse objetivos y sus metas es recomendable hacer un análisis de los ingresos y los egresos (gasto). Es decir, tener control sobre las decisiones financieras.

Este hábito está relacionado con la capacidad de planear los gastos y la forma para enfrentar las necesidades de independencia, enfermedad, formación y sustento de una familia.

  • Hábitos de Ahorro: Separar siempre una parte del ingreso para cumplir con cada una de las metas y esto debe incluir el ahorro para el retiro laboral.
  • Endeudamiento: Conoce cuánto debe, a quién le debe, a qué plazo lo debe de pagar y qué exigencia legal tiene asociada cada deuda.

En caso de que tu pareja aún no realice estos o algún hábito financiero, ¡No te espantes!, hay tiempo para que juntos platiquen y generen hábitos financieros sanos en común.

Recuerda…

¡Cuando hay amor en el noviazgo, el tema financiero no es problema, pero… en el matrimonio, cuando falta el dinero, el amor no será suficiente!