Diego Narváez convierte el tránsito por los espacios urbanos en la inspiración de su trabajo. En sus recorridos por las ciudades encuentra ruinas, lugares que han cambiado o perdido su significado, los cuales plasma en sus cuadros de una manera particular.
Diego Narváez, Escalera al progreso, 2019, óleo sobre tela, Colección Pago en Especie
Se ha caracterizado por reinterpretar espacios de la ciudad que por su deterioro, abandono o desaprovechamiento pasan desapercibidos por los transeúntes. Sin embargo, Narváez los encuentra fascinantes por la constante transformación a la que se ven sometidos; en cuestión de meses, o incluso días, pueden cambiar su aspecto y modificar su entorno: pasan de ser habitados por personas en situación de calle a ser intervenidos con graffiti, o bien entran en procesos de reconstrucción para convertirse en nuevos espacios.
Diego Narváez, Edificio en reacción, 2014, técnica mixta, Colección Pago en Especie
Sus cuadros no son simples retratos de la ciudad ni de sitios en ruinas; altera su estructura y, más allá de su solidez, los muestra como si fuera una representación de su ser en ese entorno que transforma.
Diego Narváez, Lost memory of Iceland, 2018, óleo sobre madera, Colección Pago en Especie
Diego Narváez, Glazing, 2014, óleo sobre tela, Colección Pago en Especie
El tiempo es un elemento importante en cada una de las pinturas, pues es evidente la idea de lo mudable del entorno, ya que los lugares podrán haber cambiado una vez que el cuadro esté terminado, sin posibilidad de ser recordados salvo para aquel trotamundos que se encargó de encapsularlos en arte.
Diego Narváez, Sueño de Cine Ermita, 2018, óleo sobre madera, Colección Pago en Especie