El Sistema Educativo Nacional (SEN) ha atravesado por una situación inédita, derivada de las medidas tomadas con motivo de la pandemia por SARS-CoV-2. El cierre de las escuelas durante más de catorce meses y el regreso paulatino a las aulas, en medio de incertidumbres, nos obligan a hacer un recuento de lo que hemos hecho desde nuestras diferentes trincheras, con el afán de contribuir −a partir de los aprendizajes adquiridos en el periodo− a apuntalar los cambios que se requieren en la educación y valorar lo construido. Preservar el derecho a una buena educación de niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos requiere la unión de esfuerzos de todos los actores sociales y educativos del país.
Estos aprendizajes nos abren la oportunidad de formular una nueva agenda de política educativa nacional en los siguientes ejes que son fundamentales para la transformación del SEN:
- Realizar diagnósticos estratégicos sobre los efectos de la contingencia sanitaria en el sistema educativo.
- Desarrollar protocolos de emergencia para prevenir amenazas y vulnerabilidades.
- Avanzar hacia un nuevo modelo de relación entre la federación, los estados y las comunidades escolares.
- Fortalecer la inclusión social, la equidad educativa y la atención en y para la diversidad.
- Promover nuevos esquemas de financiamiento público.
- Afianzar la articulación entre salud, educación y bienestar.
- Transformar el currículo para una sociedad plural y diversa.
- Replantear la formación continua docente a partir de un enfoque situado y colaborativo.
- Mejorar los aprendizajes y la formación integral de las y los estudiantes.
- Fortalecer la autonomía de las comunidades escolares
¡Conoce la nueva agenda de política educativa nacional!