El Sistema Educativo Nacional (SEN) ha atravesado por una situación inédita, derivada de las medidas tomadas con motivo de la pandemia por SARS-CoV-2. El cierre de las escuelas durante más de catorce meses y el regreso paulatino a las aulas, en medio de incertidumbres, nos obligan a hacer un recuento de lo que hemos hecho desde nuestras diferentes trincheras, con el afán de contribuir −a partir de los aprendizajes adquiridos en el periodo− a apuntalar los cambios que se requieren en la educación y valorar lo construido. Preservar el derecho a una buena educación de niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos requiere la unión de esfuerzos de todos los actores sociales y educativos del país.

Estos aprendizajes nos abren la oportunidad de formular una nueva agenda de política educativa nacional en los siguientes ejes que son fundamentales para la transformación del SEN:

  1. Realizar diagnósticos estratégicos sobre los efectos de la contingencia sanitaria en el sistema educativo.
  2. Desarrollar protocolos de emergencia para prevenir amenazas y vulnerabilidades.
  3. Avanzar hacia un nuevo modelo de relación entre la federación, los estados y las comunidades escolares.
  4. Fortalecer la inclusión social, la equidad educativa y la atención en y para la diversidad.
  5. Promover nuevos esquemas de financiamiento público.
  6. Afianzar la articulación entre salud, educación y bienestar.
  7. Transformar el currículo para una sociedad plural y diversa.
  8. Replantear la formación continua docente a partir de un enfoque situado y colaborativo.
  9. Mejorar los aprendizajes y la formación integral de las y los estudiantes.
  10. Fortalecer la autonomía de las comunidades escolares

¡Conoce la nueva agenda de política educativa nacional!

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