La alimentación es, sin duda alguna, uno de los factores principales en el estado de nutrición de cualquier ser vivo, si no es que el más importante. Desde hace 8,000 mil años, los pueblos de Mesopotamia trataron de domesticar animales productores de leche, lo que nos hace pensar que desde aquellos tiempos el hombre buscara utilizar y procesar este lácteo con fines alimentarios. Recientemente se descubrió que el hombre mediterráneo de la Edad del Cobre consumía leche y ya dominaba diversas técnicas para su conservación, elaborando desde entonces dos variedades de queso: el requesón o queso ricotta y el queso tuma.

Hasta inicios del siglo XIX, la población mexicana bebía la leche producida en granjas y rancherías cercanas. Con el desarrollo del ferrocarril, la leche estuvo a disposición de mucho más gente. No obstante, la calidad de la leche variaba ya que podía estar contaminada con bacterias que causaban enfermedades. Hacia finales del siglo XIX, con el surgimiento de la pasteurización y la estandarización se logró obtener una leche de mucho mayor calidad y con un riesgo menor para la salud.

Desde el 1 de junio del año 2001, la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) conmemora por primera vez el "Día Mundial de la Leche" con el objetivo de celebrar todos los temas relacionados con la leche, así como brindar la oportunidad para publicitar las actividades conexas que se realizan en el sector lechero.

En este Día Mundial de la Leche, Liconsa te informa sobre los beneficios del consumo de este lácteo:

 

  • Embarazo y Lactancia: El consumo de lácteos es muy importante durante el embarazo y la lactancia. Muchos de los nutrientes de la leche se requieren durante esta etapa, como por ejemplo: proteína, fósforo, magnesio, hierro, vitamina B12, riboflavina y calcio. El consumo de hasta tres porciones de productos lácteos durante el embarazo, y hasta 5 porciones durante la lactancia pueden llegar a cumplir con estos requisitos. El calcio y el hierro son nutrientes de suma importancia ya que se fijan en los huesos del bebé en desarrollo, y ayudan en la producción de glóbulos rojos. La leche es fuente de ácido fólico, lo que ayuda a prevenir el riesgo de tener un bebé con defectos del tubo neuronal, como espina bífida.

 

  • Niños y Adolescentes: La niñez y la adolescencia son dos etapas de suma importancia para el desarrollo físico y mental. Durante esta etapa el consumo de calcio y hierro son fundamentales, y la leche es fuente de ambos. El calcio le ayudará a los niños a tener huesos y dientes sanos. Los requerimientos de calcio aumentan dramáticamente a partir de la edad de 11 años en lo que se conoce como periodo de crecimiento pre-puberal. Los niños menores de 11 años deben consumir tres porciones de lácteos al día, y los niños mayores de 11 años, de tres a cuatro porciones diarias. El hierro en esta etapa es importante para el crecimiento, el desarrollo del cerebro y el fortalecimiento del sistema inmune. Un adecuado consumo de hierro ayuda a la prevención de anemia.

 

  • Adultos: La leche juega un papel significativo en el mantenimiento de la salud y la prevención de las enfermedades crónicas. Lo anterior derivado de que la masa ósea máxima no se alcanza hasta la tercera década de la vida, es particularmente fundamental para los adultos cubrir el requerimiento de calcio, proteínas y vitamina D, con el fin de prevenir la osteoporosis en una edad más avanzada. La falta de estrógeno en mujeres posmenopaúsicas previene la absorción y utilización del calcio y es el factor más importante en el desarrollo de la osteoporosis en mujeres mayores. Además, una ingesta adecuada de calcio aumenta la eficacia de los métodos hormonales y farmacológicas para el tratamiento de la osteoporosis. Para el adulto mayor, la leche es un alimento muy nutritivo ya que aporta energía, vitaminas, minerales, ayuda a hidratar y mejorar las defensas del organismo. Por su contenido de potasio ayuda controlar la presión y prevenir enfermedades cardiovasculares. También es fuente de proteína; una baja ingesta de proteínas se asocian con la osteoporosis y mayor riesgo de fracturas. La leche y los productos lácteos se encuentran entre los más altos proveedores de calcio facilmente absorbible.

Y ahora que conoces los beneficios que aporta la leche, que esperas para inscribirte a nuestro Padrón de Beneficiarios del Programa de Abasto Social de Leche Liconsa.