La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce suficiente insulina o cuando el organismo no utiliza eficazmente la que produce. El efecto de este padecimiento no controlado es la hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre).

Esta enfermedad es una importante causa de ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores.

TIPOS

Diabetes tipo 1: no existe producción de insulina, por lo que la glucosa tiene menos posibilidades de ingresar en las células para suministrarles energía; esto provoca que el páncreas pueda agotarse debido al esfuerzo excesivo destinado a producir más insulina

Diabetes tipo 2: hay defectos en la producción de insulina, es decir, se produce poca cantidad o es de mala calidad. Al generarse resistencia a la insulina, el azúcar de la sangre no entra en las células con el fin de ser almacenado como fuente de energía. Esta es la más común.

Diabetes gestacional: es la intolerancia a la glucosa durante el embarazo. Las mujeres que padecen diabetes gestacional tienden a tener bebés más grandes al nacer, lo que aumenta la probabilidad de presentar problemas en el momento del parto; además el bebé será propenso a tener periodos de nivel bajo de azúcar en la sangre durante sus primeros años de vida.

FACTORES DE RIESGO

  • Genéticos, es decir, tener antecedentes de diabetes en la familia.
  • Sedentarismo, la falta de ejercicio o actividad física.
  • Alimentación poco saludable, sobre todo el consumo en exceso de grasas y azúcares.
  • Obesidad, es el factor que más se relaciona con el desarrollo de diabetes y con la falta de control de esta.

CUIDADOS Y RECOMENDACIONES

  • Alcanzar y mantener un peso corporal saludable.
  • Mantenerse activo físicamente: al menos 30 minutos al día de actividad regular.
  • Consumir una dieta saludable, sin azúcar y grasas saturadas.
  • Evitar el consumo de tabaco.
  • Llevar un control absoluto sobre la toma de cada medicamento que se recete.

PREDIABETES

  • ¿Tienes mucha sed?
  • ¿Se te seca la boca rápidamente?
  • ¿Tienes mayor necesidad de orinar?
  • ¿Te sientes cansada o cansado?

Pueden ser signos de alarma que indican que puedes padecer ‘prediabetes’ o resistencia a la insulina. Acude con tu médico familiar, quien solicitará te realicen estudios de laboratorio y de hemoglobina glucosilada, conocida como la prueba de oro, ya que permite ver a tu médico cómo se ha comportado el azúcar en tu sangre durante los últimos tres meses.

VIVIR CON DIABETES

Si te diagnosticaron diabetes, es importante que asumas la parte de responsabilidad que te toca junto a tu médico especialista en el control y el manejo de esta enfermedad. El instituto te ofrece la atención necesaria para que cambies tu estilo de vida por uno más saludable.

La diabetes no se cura solo se controla, ¡tenerla y mantener una buena calidad de vida, es posible!