La transmisión de patógenos relacionada con la atención de la salud a través de las manos se produce mediante contacto directo e indirecto, gotitas, aire y un vehículo común. El contagio mediante manos contaminadas de los trabajadores de la salud es el patrón más común en la mayoría de los casos, veamos cómo se realiza este proceso:

  1. Los organismos están presentes en la piel del paciente o han sido diseminados entre objetos cercanos al paciente.
  2. Los organismos deben ser transferidos a las manos de los trabajadores de la salud.
  3. Los organismos sobreviven varios minutos en las manos de los trabajadores de la salud
  4. El lavado de manos o la antisepsia de manos son inadecuados u omitidos completamente, o el agente usado para la higiene de manos es inadecuado.
  5. Las manos contaminadas del agente de salud deben entrar en contacto directo con otro paciente o con un objeto que entrará en contacto directo con otro paciente.

Los patógenos asociados con el cuidado de la salud pueden provenir no solo de heridas que drenan o infectadas, sino también de la piel normal del paciente, esto es debido a que las escamas de la piel que contienen microorganismos viables se desprenden diariamente de la piel normal, lo que hace que las ropas del paciente, la ropa de cama, el mobiliario y otros objetos en su entorno se contaminen.

Una de las acciones fundamentales más utilizadas para evitar estas infecciones es la correcta higiene de manos. A través del lavado de manos se busca:

  • Evitar la diseminación de gérmenes y microrganismos de una persona a otra.
  • Protegerse a sí mismo.
  • Evitar la contaminación de material limpio.
  • Eliminar la flora transitoria de la piel.

Hay dos formas de practicar una correcta desinfección de manos, las cuales son:

  1. Lavado de manos (técnica publicada por la OMS):
    1. Moja las manos con agua.
    2. Aplica suficiente jabón para cubrir toda la superficie de la mano.
    3. Frótate las palmas de las manos entre sí.
    4. Frótate la palma de la mano derecha contra el dorso de la mano izquierda con los dedos entrelazados y viceversa.
    5. Frótate las palmas de las manos entre sí con los dedos entrelazados.
    6. Frótate el dorso de los dedos de una mano contra la palma de la mano opuesta manteniendo unidos los dedos.
    7. Rodea el pulgar izquierdo con la palma de la mano derecha frotándolo con un movimiento de rotación y viceversa.
    8. Frótate la punta de los dedos de la mano derecha contra la palma de la mano izquierda haciendo un movimiento de rotación y viceversa.
    9. Enjuágate las manos.
    10. Sécalas con una toalla de papel desechable.
    11. Usa la toalla de papel desechable para cerrar la llave de agua.

Esta técnica de lavado de manos con agua y jabón deberá durar entre 40 y 60 segundos y deberás realizarla:

  • Cuando llegues a tu trabajo y al terminar tu jornada laboral.
  • Después de estornudar, toser o limpiarte la nariz.
  • Antes y después de ir al baño.
  • Antes y después de ingerir alimentos.
  • Antes y después de realizar la higiene del paciente.
  • Después de manipular ropa sucia.
  • Antes y después de que realices una curación.
  • Antes y después de preparar y administrar medicamentos.
  • Antes y después de realizar extracciones de líquidos biológicos, punciones.
  1. Higiene de manos usando alcohol gel: la duración de esta técnica deberá durar entre 20 y 30 segundos y según la OMS debe realizarse de la siguiente manera:
    1. Deposita en la palma de la mano una cantidad de producto suficiente para cubrir toda la superficie.
    2. F rótate las palmas de las manos entre sí.
    3. Frótate la palma derecha contra el dorso de la mano izquierda entrelazando los dedos y viceversa.
    4. Frótate las palmas de las manos entre sí, con los dedos entrelazados.
    5. Frótate el dorso de los dedos de una mano con la palma de la mano opuesta.
    6. Frota con un movimiento de rotación el pulgar izquierdo rotándolo con la palma de la mano derecha y viceversa.
    7. Frótate la punta de los dedos de la mano derecha contra la palma de la mano izquierda, haciendo un movimiento de rotación y viceversa.

Esta técnica deberás llevarla a cabo:

  • Antes de que toques a un paciente.
  • Antes de realizar alguna tarea de limpia/aséptica.
  • Después del riesgo de exposición a líquidos corporales.
  • Después de tocar al paciente.
  • Después del contacto con el entorno del paciente.

Literalmente tu salud está en tus manos, por ello practica una adecuada higiene de tus manos, no te llevará mucho tiempo y te podrá salvar de algún contagio.

 

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