La obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública mundial más graves del siglo XXI y ha ido en aumento en los últimos años de forma alarmante. México ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil y el segundo en obesidad en adultos actualmente, superado solo por Estados Unidos.

El problema está presente no solo en la infancia y la adolescencia, sino también en la población en edad preescolar.

Los niños y niñas con sobrepeso y obesidad tienden a seguir siendo obesos en la edad adulta y tienen más probabilidades de contraer padecimientos crónico-degenerativos como la diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares a edades más tempranas.

PARA LAS Y LOS NIÑOS EN EDAD ESCOLAR Y LOS ADOLESCENTES DEBE TOMARSE EN CUENTA:

•    Limitar la ingesta energética procedente de grasas y azúcares.

•    Aumentar el consumo de frutas y verduras, leguminosas, cereales integrales y frutos secos.

•    Evitar los alimentos con grandes cantidades de azúcar, grasa y sal durante la infancia. Es mejor que el niño desarrolle un gusto por las comidas más saludables.

•    Realizar por lo menos 60 minutos al día de actividad física.

PARA LOS NIÑOS PEQUEÑOS Y LACTANTES, la Organización de las Naciones Unidas (OMS) RECOMIENDA:

•    El inicio inmediato de la lactancia materna durante la primera hora de vida

•    La lactancia exclusivamente materna durante los seis primeros meses de vida

•    La introducción de alimentos (sólidos) complementarios nutricionalmente adecuados a partir de los 6 meses, manteniendo al mismo tiempo la lactancia materna hasta los dos años o más.

Los alimentos complementarios deben ser ricos en nutrientes y en cantidades adecuadas e introducirse en pequeñas cantidades, que aumentarán gradualmente a medida que el niño crezca. Los niños pequeños han de tener una alimentación variada y evitar alimentos complementarios ricos en grasas, azúcar y sal.

POR TU BIENESTAR Y EL DE TU FAMILIA, PROCURA ESTAR INFORMADO PARA PREVENIR Y ERRADICAR LA OBESIDAD.