¿Qué es la obesidad?

La obesidad es una enfermedad crónica, es decir, que avanza poco a poco. Es producida por el consumo excesivo de grasas, azúcares y carbohidratos, lo que provoca la acumulación de grasa en nuestro cuerpo. Otra causa es que la persona que tiene sobrepeso u obesidad no realiza, o realiza muy poca actividad física en su vida diaria.

La obesidad está relacionada principalmente con factores biológicos, sociales, culturales y psicológicos. En su origen intervienen muchos factores. Idealmente su tratamiento debe ser manejado de manera integral por un grupo de especialistas: médicas/os, nutriólogas/os, psicólogas/os y expertos en activación física.

Es muy preocupante que a nivel mundial, nuestro país ocupa actualmente el primer lugar en obesidad infantil y el segundo lugar en adultos.

La encuesta nacional de salud y nutrición, (ensanut), 2006, señala que en México uno de cada cinco niños tiene sobrepeso u obesidad y se estima que 30 millones de adultos viven con sobrepeso u obesidad: 18.5 millones con sobrepeso y 11.4 millones con obesidad.

 

¿Cuáles son sus efectos en la población?

La obesidad es un problema de salud a nivel mundial y nacional el cual va en aumento conforme pasan los años, afecta la salud de millones de mexicanas/os, y se ve reflejado en un alto costo económico para las familias y para las instituciones de salud.

El sobrepeso y la obesidad provocan enfermedades crónicas y degenerativas tales como: presión arterial alta, enfermedades del corazón, altas concentraciones de colesterol y triglicéridos, diabetes e inflamación en las articulaciones e infertilidad.

Una de las principales causas de estas enfermedades es la acumulación de grasa, principalmente en el abdomen.

Casi todas las personas que tienen presión arterial alta, los diabéticos y las personas con el colesterol elevado presentan sobrepeso u obesidad.

 ¿Cuáles son los síntomas?

  • Aumento de peso.
  • Dificultad para respirar (durante el día y al dormir).
  • Cansancio.
  • Fatiga y dolor de las articulaciones en rodillas y pies.
  • Reflujo y acidez .
  • Hinchazón.
  • Dolor y calambres en las piernas.
  • Pérdida de control para orinar.

 

¿Cómo se puede diagnosticar?

La forma más efectiva para conocer el grado de obesidad y sobrepeso en personas adultas es de acuerdo al índice de masa corporal (imc). 

De acuerdo con criterios establecidos por la organización mundial de la salud, oms, se considera que una persona tiene sobrepeso cuando su imc está entre 25.0 y 29.9; se considera obesidad grado I cuando el imc está entre 30.0 y 34.9; obesidad grado II cuando el imc está entre 35.0 y 39.9 y obesidad grado III cuando el imc es mayor o igual a 40.

 

 

 

¿Cómo se puede prevenir y qué medidas tomar?

El sobrepeso y la obesidad pueden detectarse fácilmente, prevenirse y tratarse. Aún en los casos severos, la persona afectada puede lograr un peso adecuado.

Se recomienda que toda persona que tenga presión arterial alta o que viva con diabetes mellitus, niveles altos de colesterol u otro tipo de padecimiento asociado a la obesidad, baje de peso para llegar a un peso adecuado que le corresponde de acuerdo a su estatura y edad, con esto ayudará de manera importante a mejorar su salud. 

Tú derechohabiente puedes acudir a la clínica del issste que te corresponda y solicitarle al médico ó nutriólogo que realice una valoración sobre tu estado de nutrición y de salud en general.

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Recomendaciones generales

  • Para mejorar la salud de las personas que tienen sobrepeso u obesidad, existen algunas recomendaciones simples:
  • Toma agua simple, entre 6 y 8 vasos al día (cada vaso de 250 mililitros). Evita el consumo de refrescos, jugos o cualquier bebida que contenga azúcar.
  • Realiza actividad física. 30 minutos diarios es lo recomendable para adultos y 1 hora para niñas, niños y adolescentes.
  • Puedes realizar actividades sencillas como; caminar, trotar, correr, subir y bajar escaleras, se trata de rutinas básicas para mover tu cuerpo y que puedes realizar aumentando gradualmente la intensidad y el tiempo.

¡Lo más importante es mantenerse activo!

  • Modifica tu alimentación. Aumenta el consumo de verduras y frutas y disminuye el consumo de alimentos que contengan grasas, carbohidratos y sal.

Bebe agua simple en abundancia, ponte en movimiento y cuida tu alimentación. Siguiendo estas tres medidas, mejorará tu salud y te sentirás estimulado para perder peso.

Recomendaciones para una alimentación correcta

  • Evita el consumo de alimentos que contengan muchas calorías, como las frituras, bebidas azucaradas, alimentos industrializados y “comidas rápidas”, son alimentos que aportan una gran cantidad de energía, comerlos en exceso causa aumento de peso.
  • Distribuye tus alimentos en 5 tiempos de comida: 3 comidas principales (desayuno, comida y cena) y dos colaciones (una matutina y una vespertina).
  • Consume alimentos ricos en fibra, principalmente de tipo soluble, es decir, proveniente de alimentos como verduras y frutas, que de preferencia se consuman crudas y con cáscara. Aliméntate también con leguminosas que son una fuente rica en fibra.
  • Limita el consumo de bebidas alcohólicas.
  • Si tienes sobrepeso u obesidad, se recomienda sustituir el uso de azúcar refinada por edulcorantes no nutritivos (sin calorías), como el aspartame, sacarina, acesulfame k y sucralosa, ya que su consumo de forma moderada no representa ningún daño para la salud.
  • Sirve raciones pequeñas en platos pequeños, esto con la finalidad de que la persona pueda apreciar un mayor volumen de alimentos en un menor tamaño.
  • Establece horarios fijos de comidas.
  • Evita el consumo de alimentos frente a la televisión o computadora.
  • Incluye diariamente en tu alimentación verduras y frutas.
  • Prefiere los cereales de tipo integral (tortilla, pan integral, pastas, galletas o avena) por su fuente de fibra.
  • Evita alimentos donde se combinen los azúcares con las grasas, como por ejemplo: pan dulce, helados, chocolates, pasteles y otros productos.

Prepara los alimentos siguiendo estos consejos:

  • Hornea, asa o hierve en vez de freír, capear o empanizar.
  • Cocina los frijoles y el arroz sin manteca, tocino u otros embutidos con alto contenido de grasas.
  • Usa aceite en aerosol o pequeñas cantidades de aceite vegetal para cocinar.
  • Prepara las ensaladas con vinagre, limón o aderezos bajos en grasas.
  • Incluye carnes magras (bajas en grasas) y quita el exceso de grasa visible antes de su consumo. En el caso del pollo elimina la piel.
  • Disminuye el consumo de carnes procesadas y embutidos (jamón, longaniza, chorizo, mortadela, salchichas salami, etc.)
  • Prefiere el consumo de lácteos descremados, por su bajo aporte de grasa (yogurt, leche de vaca o de soya, queso panela, queso fresco, queso ricotta o canasto y requesón)


Para bajar de peso y seguir un estilo de vida saludable, cuentas con el apoyo y la asesoría del personal médico del ISSSTE