Cada compatriota que reside fuera de nuestras fronteras se convierte en potencial fuente de recursos para el sustento de sus familiares o conocidos que viven en México con el envío de remesas, mismo que se lleva a cabo, principalmente, por medio de las compañías denominadas “remesadoras”.

Aunque estas compañías pueden parecer una opción rápida y sencilla para enviar y recibir dinero, muchas pueden cobrar altas comisiones o tienen tarifas altas por su servicio o, en algunos casos, cobrar cargos ocultos sin informar a las personas usuarias de uno y otro lado de la frontera.

Existe la posibilidad de realizar transferencias mediante instituciones bancarias para el envío de remesas. En este sentido, las personas connacionales que radican en los Estados Unidos tienen algunas opciones para abrir una cuenta bancaria, de manera remota para uso nacional e internacional.

Algunas instituciones bancarias ofrecen la apertura de cuentas vía internet o mediante el teléfono con requisitos tan sencillos como indicar esta información: nombre, género, entidad federativa de nacimiento, fecha de nacimiento y domicilio. Inicialmente, la totalidad de los depósitos en este tipo de cuentas no podrán rebasar las 3 mil Unidades de Inversión (UDIS) cada mes (a finales de junio de 2024 equivalen a $24,384.53 pesos). Este límite se podría incrementar a 10 mil UDIS o incluso eliminarse por completo.

También se pueden abrir cuentas tradicionales de manera presencial. En este caso, es posible solicitar a un familiar que viva en México tramitar la cuenta a nombre de la persona fuera del país y ponerla como cotitular, para posteriormente solicitar una tarjeta de débito adicional que se le haga llegar, a través de mensajería especializada, al domicilio en la Unión Americana.

 

¡Tus ahorros estarán protegidos en cualquier parte del mundo!

Una de las principales ventajas de enviar y recibir dinero mediante transferencias bancarias reside en que, en la mayoría de los países, existen organismos encargados de proteger los ahorros que se depositan en los bancos.

Uno de los objetivos principales de estas instancias aseguradoras de depósitos es proteger al público ahorrador de pérdidas en caso de que un banco presente problemas financieros, así como promover la estabilidad financiera de las naciones.

De esta forma, existe la Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC, por sus siglas en inglés) en la Unión Americana; la Canada Deposit Insurance Corporation (CDIC, por sus siglas en inglés) en el país de la hoja de maple; o el Fondo de Garantía de Depósitos en España, solo por mencionar a algunos.

En México, en el año 1999, se creó el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), con el propósito de proteger el patrimonio de las y los ahorradores en bancos formalmente constituidos en el territorio nacional, fomentar la estabilidad financiera y contribuir al fortalecimiento del sistema bancario mexicano, a través del seguro de depósitos bancarios.

Este seguro de depósitos que administra el IPAB protege actualmente al 99 por ciento de las cuentas bancarias que existen en el país, hasta por un límite de 400 mil UDIS, que a finales de junio de 2024 equivalen a $3,251,270.00 pesos), siendo este uno de los límites de cobertura más altos en el mundo.

En comparación con el resto del planeta, el IPAB garantiza los ahorros bancarios hasta por el equivalente a $177,275 USD, arriba de países como Reino Unido, con un monto de $107,482.50 USD; Japón, con $62,160.00 USD o la Unión Europea, con $107,130.00 USD. En los Estados Unidos se protege hasta por la cantidad de $250,000 USD.

 

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