“Pues a seguirse cuidando, no está demás”, es una de las declaraciones de uno de los adultos de 60 años a más que fue vacunado en uno de los macrocentros del estado de Tabasco, en el municipio de Cunduacán. Los pobladores de la entidad aseguran “que es una bendición de dios” recibir el biológico tras casi un año de crisis sanitaria provocada por el Covid-19.

Uno de ellos es trabajador del campo y arribó desde temprano, dice que para recibir la vacuna se siguieron las reglas estrictas y se apegaron a las medidas antipandemia que se manejan en los centros de inoculación, es decir, sana distancia entre las cédulas vacunadoras y cubrebocas, principalmente.

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Alix Morelos Castañeda, una de las abuelitas de Cunduacán, afirma que en esta ocasión va por su segunda dosis de la vacuna, y que hasta el momento, “se siente” bien pese a las afirmaciones de que las inmunizaciones causan efectos adversos. 

“Algunos dicen que no, otros decidimos que sí, nosotros al final decidimos que sí, estábamos por el no, pero ahora sabemos que todo estará bien, en nombre del señor”, deposita su fe en la vacuna, pues tras la aplicación para inmunizarse contra el coronavirus, Alix cree plenamente en ella y llama al resto de la población para animarse a tomarla.

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La misma opinión le vale a Rosendo Estrada Díaz de 60 años, al igual que Alix, va por una segunda dosis de reforzamiento y dice sentirse bien. “Yo me dedico al campo, y la verdad es que es una bendición de dios. Gracias que ya llegó y que todo el que se la quiera aplicar que lo haga porque la verdad es que nos sentimos bien”, afirma don Rosendo tras una larga espera de la vacuna.

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