“Gracias por la vacuna”, es lo que dice una de las primeras beneficiadas por recibir la inmunización contra el Covid-19 en el estado de Tabasco. “Les agradecí mucho porque, además de pacientes, fueron muy amables”, expresó Julia Cruz García de 64 años, quien recibió la inoculación a domicilio en el municipio de Jalapa, pues por complicaciones de salud, que mantienen a su tía Manuela postrada, esta llegó a ellas.

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Al igual que Julia, hay otras personas de 60 años a más que han recibido la vacuna de Pfizer, algunas, en comunidades tan alejadas como el municipio Emiliano Zapata, que para acceder ahí, brigadistas se tienen que trasladar en botes. El reto no es fácil, pero de acuerdo con estimaciones presidenciales, en abril todos los “abuelitos” (como se les ha denominado con cariño) tendrían que quedar inmunes ante el SARS-CoV-2.

“Yo ya quería tener mi vacuna, quiero agradecer a nuestro presidente. Para mí, para mis compañeros. Primero dios que ya todos tengamos la vacuna y nos vacunemos como hermanos. Les hago un llamado a todos para que se vengan a vacunar.

Porque la fe va a acompañada de la vacuna, también. ¡Porque la vacuna es muy indispensable para nosotros! Gracias a nuestro presidente Obrador”, son las palabras de Don Víctor Manuel Pedrero, de 73 años de edad, oriundo del poblado Astapa, llegó a la escuela primaria junto a su esposa Ernestina Magaña Vargas, de 71 años para aplicarse la vacuna anticovid.

Mientras estas versiones de agradecimiento se replican, los brigadistas que inoculan a los adultos mayores sienten una enorme satisfacción porque este sector de la población quede protegido, “la coordinación entre Sedena, Bienestar, y todo por el mismo objetivo, la respuesta a los adultos mayores, ¿qué les diré?, Siento una satisfacción por la vacuna que reciben los adultos mayores”, dice una enfermera local en el mismo municipio en el que fue atendido Don Víctor.

Lo que opinan los brigadistas en Tabasco; “alargamos un poco más sus vidas, es la mayor satisfacción”

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“Fuimos un elemento básico para ayudar a la prevención del Covid, fue mi mayor experiencia. Nunca había pasado una mayor satisfacción, sabíamos que alegraríamos sus vidas de estas personas. Muchos de ellos ni imaginaban que llegaría este momento, de que incluso recibieran la vacuna en sus casas”, afirma una enfermera que incansable ha pasado estas primeras semanas de vacunación de puerta en puerta, buscando a quienes no pueden ir por ella a macrocentros establecidos en Emiliano Zapata.

Por su parte, la licenciada en enfermería, María Elena García se siente realizada de seguir salvando vidas de este modo, llevando un biológico para quienes son los más afectados por la infección del nuevo coronavirus y sus variantes.

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 “Mi experiencia como vacunadora, para la población de 60 y más, fue muy grata por ver que todos los pacientitos se dejaron vacunar, muchos estaban contentos de recibir la vacuna en sus casas.

“Satisfecha con mi trabajo de haber servido a mi comunidad, a nuestro municipio Emiliano Zapata, y me siento muy orgullosa como enfermera por llegar a cada uno de los hogares para aplicarles la vacuna”, dice tras su primer día tocando puertas para blindar contra la Covid-19.