Maakyëpyëj muku’uktëjkëty

Doy un agradecimiento especial a los Gobernadores Tradicionales del Pueblo Yaqui y a su respectivo Cuerpo de Gobierno aquí presentes, por todo su trabajo, su confianza y voluntad para construir y hacer realidad los Acuerdos por la Justicia del Pueblo Yaqui firmados el día 28 de septiembre del año 2021 en Vícam Pueblo.

 Muchas gracias Gobernador Ricardo Jaimes Valenzuela, por recibirnos con los brazos abiertos y el corazón en la mano, aquí en este heroico pueblo de Belem Pitahaya.

Hoy es un dia histórico para el Pueblo Yaqui y para los pueblos originarios de México. Después de 82 largos años, por fin se hacen realidad las Resoluciones emitidas por el General Lázaro Cárdenas del Río en 1937 y 1940, que reconoció la propiedad ancestral del Pueblo Yaqui sobre las tierras ubicadas en las márgenes del Río Yaqui y en la Sierra del Bacatete, a fin de remediar los despojos territoriales cometidos en el Porfiriato.

Es importante recordar que este mandamiento Presidencial no fue ejecutado a pesar de varios intentos, lo que permitió invasiones y despojos por parte de personas ajenas al Pueblo Yaqui. El caso más dramático ocurrió en pleno apogeo del periodo neoliberal, cuando en el año de 1997, bajo el mandato del Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, se llevó a cabo el deslinde de las tierras Yaquis, dejando fuera más de 32,000 hectáreas reconocidas por el General Lázaro Cárdenas, además de la expropiación de 2,688 hectáreas en el predio conocido como “La Cuchilla”.

Por esta razón, la firma del Decreto de restitución y entrega de 29,241 hectáreas que hoy realiza el Presidente de México, Licenciado Andrés Manuel López Obrador, constituye un auténtico acto de justicia y de resarcimiento histórico a los agravios y despojos cometidos en contra del Pueblo Yaqui.

Para lograr esta restitución, siguiendo la premisa juarista de que nada por la fuerza, todo con la razón y el derecho, fue necesario realizar un proceso de diálogo respetuoso, con 6 propietarios de tierras ubicadas en las inmediaciones del territorio tradicional Yaqui, y con su plena voluntad adquirir, mediante compraventa, 11 predios con un valor de 420 millones de pesos. Por eso aprovecho esta ocasión para agradecer a los propietarios de estas tierras por su disposición y compromiso de apoyar las justas demandas del Pueblo Yaqui.

Los 11 predios adquiridos suman un total de 29,241 hectáreas de tierras conformadas en 4 polígonos que abarcan los puntos naturales conocidos por las Autoridades Yaquis como “La Noria del Sahuaral”, el histórico “Picacho del Moscobampo”, y las tierras ubicadas en inmediaciones de “Trincheras del Moscobampo”, donde durante siglos los Yaquis defendieron sus tierras.

Haciendo un recuento, estas 29,241 hectáreas se suman a las 2,943 entregadas el 28 de septiembre de 2021 y a las 305 hectáreas revertidas por FIFONAFE de la superficie expropiada al Pueblo Yaqui en 1997 en el predio “La Cuchilla”. Con ello, a la fecha, en el marco del Plan de Justicia, se han restituido 32,489 hectáreas, con las cuales, prácticamente se alcanza la superficie amparada en los Decretos expedidos por el General Lázaro Cárdenas y se atiende los llamados puntos naturales definidos por las Autoridades Yaquis.

Con la firma del Decreto de restitución de tierras al Pueblo Yaqui, se demuestra que es posible hacer efectivo el derecho inalienable de nuestros pueblos a sus tierras y territorios tradicionales, tal como está reconocido en el derecho internacional, a fin de poner alto a los innumerables despojos e invasiones que han sufrido históricamente.

De igual manera, este acto restitutorio marca el fin de las políticas neoliberales contenidas en la reforma al artículo 27 de la Constitución Federal realizadas en el año de 1992, cuyo propósito central fue la privatización y mercantilización de las tierras comunales y ejidales, violando gravemente los derechos territoriales de nuestros pueblos.

Señor Presidente:

Con este acto histórico cumplimos con el encargo de hacer justicia al Pueblo Yaqui. Para dar este paso, hemos establecido un diálogo respetuoso y horizontal con sus Autoridades Tradicionales, respetando su derecho a la autonomía y forma de organización, y construyendo los acuerdos basados en el consenso, a fin de dar solución justa y duradera a sus demandas de tierra, agua y bienestar.

Lo hemos hecho con humildad, responsabilidad y compromiso, poniendo en práctica el principio fundamental de la Cuarta Transformación de la República, de que, por el bien de todos, primero los pobres y de una manera especial los pueblos indígenas.

Tyoskojuyëtëp