En el norte de Baja California residen cinco grupos indígenas: los cucapá, kiliwa, pa ipai, kumiai y tipai, quienes pertenecen a la familia etnolingüística yumana que incluye a otros siete grupos que se encuentran distribuidos en los estados de Arizona y California, Estados Unidos, los quechan, yuma, maricopa, mojave, yavapai, hualapai y havasupai. 

Todos estos grupos —a diferencia de sus antecesores, los sandieguito y lajollano— tienen cuatro particularidades: 1) haber alcanzado una gran presencia en todos los ecosistemas situados desde el suroeste de Estados Unidos hasta el Desierto Central de Baja California; 2) pertenecer al período que los arqueólogos identifican como prehistórico tardío (2, 500 a.C.); 3) haber trascendido al siglo XX y XXI y por ende 4) haber sido el único grupo de origen prehistórico que estableció contacto con los colonizadores europeos, mexicanos y estadounidenses, y que sobrevive hasta el presente.

En la actualidad, los yumanos de Baja California son sedentarios y radican en quince asentamientos ubicados en los municipios de Ensenada, Tecate, Rosarito y Mexicali. En estas localidades, la tenencia de la tierra asume las modalidades de bienes comunales, ejidos y comunidades de hecho, con un total de 419, 676 hectáreas. Ahí, los miembros de los distintos grupos yumanos sobreviven de una incipiente agricultura de autosubsistencia, de la crianza de ganado bovino, equino y caprino en pequeña escala y de la cría de animales de corral, principalmente gallinas, así como del corte y recolección de plantas silvestres que comercializan, y del trabajo asalariado.

En el pasado, sin embargo, los yumanos no vivían en asentamientos sedentarios pues poseían un esquema distinto de subsistencia. Como es sabido, estos grupos constituían bandas de cazadores y recolectores nómadas que deambulaban estacionalmente a lo largo de un extenso territorio en su búsqueda de presas y especies de flora comestible, y también hacia las costas en donde pescaban o recolectaban moluscos.

La transición de este estilo de vida a uno de tipo sedentario, así como la incorporación de los yumanos al proceso de globalización, implicó la sucesión de por lo menos tres ciclos de contacto y colonización, cuyos protagonistas fueron, durante los siglos XVII y XIX, los exploradores, soldados, y misioneros europeos; en el siglo XIX, los exploradores, mineros y rancheros estadounidenses que obtuvieron concesiones de tierras en territorio bajacaliforniano; y a medidados del siglo XX, los campesinos sin tierra que acudieron a Baja California al reparto agrario.

Sin lugar a dudas, estos ciclos de contacto y colonización han producido una serie de transformaciones en el aspecto social, económico y cultural de estos grupos. Por una parte, es innegable que los grupos yumanos de Baja California observaran altos ínidces de desempleo, bajos niveles de ingreso, difícil acceso a los servicios de salud, malas condiciones en la vivienda y carecen de los servicios básicos en sus asentamientos. Por otra parte, hay quienes han afirmado que uno podría dormir en una de las localidades yumanas sin percatarse de que se trata de un lugar indígena; incluso, algunos dicen que uno bien podría tomar un autobús sin darse cuenta de que el conductor es yumano. Esto ha conducido a los especialistas a diagnosticar en repetidas ocasiones su extinción y asimilación cultural.

YUMANOS. Cucapá, Kiliwa, Pa ipai y Kumiai. Everardo Garduño.

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