A finales del año 2019, a tierras mexicanas, llegaron noticias de una enfermedad extraña que comenzó a dispersarse por toda China. En enero del año siguiente, se confirmó la existencia de un virus, pero hasta ese momento se desconocía su forma de contagio; por lo que las autoridades de salud consideraron, como prevención, el resguardo de la población mediante una cuarentena. Para febrero, el virus cruzó fronteras logrando un contagio global.
En México la cuarentena inició oficialmente a finales del mes de marzo, se cancelaron todo tipo de aglomeraciones como fiestas, reuniones, visitas o excursiones y cada una reprogramada “hasta nuevo aviso”. El encierro por la pandemia se prolongó casi un año, lo que provocó que varias festividades nacionales no se celebraran físicamente.
La Guelaguetza, fue de las primeras festividades que decidió llegar al público como cada año; entre los bailes grabados de las participaciones anteriores y transmisiones en vivo, desde algunas regiones de Oaxaca, se logró finalmente la transmisión.
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