Hay dos clases de huipiles: los blancos y los rojos, ambos de tres lienzos de 0.95 metros de largo. Los primeros son de algodón hilado y tejido a mano; la tela bastante gruesa con rayas de gasa que las mujeres logran cruzando los hilos en el telar. El huipil está cubierto de bordados con puntadas a rayas oblicuas de algodón rojo y tiene una greca ancha y tupida sobre el pecho. En los huipiles rojos las franjas blancas se alternan con otras coloradas tejidas en hilo de algodón rojo comprado con rayitas longitudinales azules o amarillas. Las chinantecas no bordan sobre las franjas rojas, sino sobre las blancas.

La costura que une estos tres lienzos se oculta bajo un ribete de unos tres centímetros de ancho en que se alternan los colores que más se antojan a las costureras. La manga está formada por un listón de artisela y un encaje blanco, cosidos a la orilla de la abertura por donde pasa el brazo. Adornan el escote con un listón de color casi siempre recortado en picos que parecen rayos, sobre el pecho aplican un pequeño rectángulo de tela, negro para las casadas y rojo para las solteras. Llevan dos trenzas sueltas sobre la espalda sin entretejerlas con listones.

/cms/uploads/image/file/174581/chinantecos-_ojitlan_oaxaca-GDE24.jpg