Debido a su composición geológica, el suelo de la Península de Yucatán es una especie de esponja, cuando llueve, absorbe toda la humedad. El agua que se filtra a través del suelo comienza a disolverse dando paso a cavernas que pueden estar parcial o totalmente inundadas, cuando una de esas cavernas colapsa debido a la erosión se forman los cenotes.

El proceso de formación de los cenotes puede durar cientos de miles de años. Existen cenotes abiertos, semiabiertos, antiguos y de caverna, su clasificación depende principalmente de su edad.

El entorno natural de la Península de Yucatán, es lo que hace de estos lugares, escenarios realmente espectaculares.