Para cumplir con esa encomienda, el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) diseñó la estrategia para investigar los delitos de violencia feminicida conforme a los principios rectores de no discriminación, debida diligencia, dignidad humana y no revictimización, bajo la premisa de que deben investigarse y juzgarse los casos con perspectiva de género.

La estrategia contempla la instalación de 32 mesas técnicas para la revisión de los casos de feminicidios y homicidios dolosos de mujeres y niñas.

La meta es la revisión de 2, 192 casos de homicidios femeninos dolosos y feminicidios ocurridos de diciembre de 2018 a junio de 2019.

En estas mesas se analizan tres temas con perspectiva de género y bajo los principios de no discriminación, debida diligencia, dignidad humana y no revictimización:

  1. Identificación de menores en situación de orfandad a causa de las muertes violentas de sus madres (4,245 NNyA en orfandad).
  2. Investigación con perspectiva de género, prevención y cero impunidad.
  3. Órdenes de protección.

La estrategia contempla la elaboración de un padrón de víctimas indirectas menores de edad a fin de garantizarles la seguridad, la protección y el acompañamiento especializado que requieren, principalmente la atención psicológica dado que en no pocos casos fueron testigos del asesinato de su madre.  Son las abuelas y los familiares más cercanos los que se hacen cargo de su manutención, casi siempre en condiciones de precariedad.

TIPIFICACIÓN DEL FEMINICIDIO EN MÉXICO

En México, cada entidad federativa clasifica de acuerdo con su código penal la violencia feminicida: homicidios femeninos dolosos y feminicidios. En las 32 entidades está tipificado el delito de feminicidio; sin embargo, no todos los casos se clasifican como tales.

Por esa razón, para efectos de análisis sobre la violencia feminicida en México, se toman en cuenta dos tipos de delitos: homicidios femeninos dolosos y feminicidios.

“Privar de la vida a una mujer, por razones de género es un feminicidio”, las razones de género son:

  1. Exista o haya existido entre el agresor y la víctima una relación de parentesco por consanguinidad o afinidad, de matrimonio, concubinato, noviazgo o cualquier otra que implique confianza, subordinación o superioridad de la que se haya valido;
  2. Exista, o haya existido, entre el agresor y la víctima una relación sentimental, laboral, escolar o cualquier otra que implique confianza, subordinación o superioridad y exista antecedente documentado de violencia;
  3. La víctima presente signos de violencia sexual de cualquier tipo;
  4. A la víctima se le hayan inflingido lesiones infamantes, degradantes o mutilaciones previamente a la privación de la vida, o presente marcas infamantes o degradantes sobre el cadáver, necrofilia, o éste sea mutilado;
  5. Hayan existido amenazas, acoso o lesiones del agresor en contra de la víctima, o misoginia;
  6. El cuerpo de la víctima sea expuesto o arrojado en un lugar público;
  7. La víctima haya sido incomunicada previo a la privación de la vida;
  8. La víctima se encuentre en estado de gravidez y ese haya sido el motivo del hecho; y,
  9. Todas aquellas circunstancias que no hayan sido descritas pero que sean consideradas en las legislaciones penales federales y estatales.

DIAGNÓSTICO

Son al menos dos elementos los que están incidiendo en la violencia feminicida en México: la violencia que tiene que ver con hechos delictivos en general y la violencia que se registra al interior de los hogares o del círculo más cercano de la víctima.

Entre el 2018 y lo que va del 2019 se han registrado 45 mil 973 homicidios en todo el país de los cuales mil 231 fueron clasificados como feminicidios; es decir el 2.6%, entre ellos 124 eran mujeres menores de 17 años.

La violencia se concentró en ese período en el Edomex con el 9.5% del total de homicidios, seguido por Guanajuato con el 9.1%, Jalisco con 7.9% Veracruz con el 6.7%, la mayor cantidad de feminicidios tuvieron lugar también en Veracruz que concentró el 23.4% del total junto con el Edomex con el 9%, seguido por Puebla y Nuevo León con el 6.4%; es decir, hay elementos para afirmar que existe una correlación entre la violencia en general y los delitos de violencia feminicida en algunas entidades de la República.