Por: Dra. Karla Berdichevsky Feldman

Directora General del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, Secretaría de Salud

*Artículo publicado en el Suplemento TODAS.

En el contexto actual es inminente reducir las brechas de desigualdad entre los hombres y las mujeres, en todos los ámbitos. La igualdad es el fundamento ético y político de las sociedades democráticas como la nuestra y supone el goce de los derechos sin distinciones de género, edad, pertenencia sociocultural, origen étnico o racial, condición económica, jurídica o estatus migratorio. 

La Organización Mundial de la Salud ha reconocido, con base en la evidencia científica, que el ser mujer incide de manera diferencial en su salud y su bienestar, así como en la respuesta del sistema de salud que, de manera injusta, las sitúa en condiciones de desventaja, limitando el ejercicio a su derecho a la salud. 

Ante esta situación, imperante en todo el mundo pero que se agudiza en países en desarrollo como el nuestro, resulta urgente la implementación de programas que coadyuven a reducir las brechas de acceso en salud entre hombres y mujeres, promuevan el empoderamiento de las mujeres, incidan en la reducción de la violencia asociada al género, eliminen las barreras institucionales y la revictimización de las mujeres en las instituciones de salud. 

El Programa Nacional para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, Proigualdad, 2020-2024, abona a estos objetivos, articulando la política nacional para disminuir las brechas de desigualdad entre hombres y mujeres, para llegar hacia la igualdad sustantiva, mediante una estrategia transversal de perspectiva de género que incide en todos los programas, acciones y políticas de gobierno y responde a los compromisos suscritos por el Estado Mexicano en el marco de las convenciones y los tratados internacionales, particularmente, la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Belém Do Pará).

En el ámbito nacional, este programa trasversal, alineado al Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 en materia de salud, contribuye de manera directa y efectiva a la cobertura universal en salud y busca mejorar las condiciones de vida de las mujeres, mediante políticas igualitarias, investigaciones y acciones dirigidas hacia la atención con calidad y equidad, con énfasis en poblaciones que enfrentan mayores dificultades en el acceso universal a servicios de calidad y, por ende, confrontan rezagos en salud.

Hemos trabajado de manera coordinada con el Instituto Nacional de las Mujeres desde el inicio de la administración en 62 líneas de acción, 21 acciones de coordinación y 41 acciones específicas; cada línea ha sido incluida en los programas específicos de la Secretaria de Salud, lo cual ha permitido la implementación de estrategias y acciones prioritarias dirigidas a atender las necesidades en salud de todas las mujeres, las adolescentes y las niñas en México.

La igualdad sustantiva entre hombres y mujeres, implica retos no menores hacia el cumplimento de una agenda género-transformadora que ubique a las mujeres al centro, como sujetas y agentes de derechos. El PROIGUALDAD dirige de manera puntual la política en salud en ese sentido. Por ejemplo, traza una acción puntual, pendiente por atender, para garantizar el acceso de las mujeres a los servicios de aborto seguro, mediante capacitaciones al personal de salud para la adecuada observancia de la Norma Oficial Mexicana 046-SSA2-2005 “Violencia familiar, sexual y contra las mujeres. Criterios para la prevención y atención,” que prevé la interrupción del embarazo ante casos de violación sexual.

Este año, la pandemia por la COVID-19 se ha sumado a las complejas condiciones de vida y de la salud que, como todas las emergencias, afecta de manera particular a las mujeres, principalmente a aquellas que viven en condiciones de vida por debajo de la línea de bienestar. Desde el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva trabajamos conscientes de este incremento en los retos para garantizar la salud de las mujeres, así como de las áreas de oportunidad desde la política pública para seguir abonando al cumplimiento de los compromisos de nuestro gobierno.  Juntas, avanzamos con el PROIGUALDAD como eje, caminando hacia la igualdad de las mujeres, por las mujeres y con ellas.

 

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