Ciudad de México.- 23 de octubre de 2019. Una preocupación central para el Gobierno de México es el reconocimiento del cuidado como un derecho que coloca la necesidad de contar con servicios de cuidados suficientes y de calidad, donde la participación de la red comunitaria es clave para lograrlo, especialmente en el marco de una transición demográfica en la que México dejará de ser un país de personas jóvenes, para convertirse en un país de personas adultas mayores, puesto que se estima que para el año 2050, nuestro país habrá duplicado la población de personas adultas mayores, que hoy representan el 10 por ciento. Es decir, en un futuro próximo se necesitarán más horas para atender a una población que requerirá de cuidados específicos.

En este contexto, se realizó el encuentro "Desarrollo de capacidades para cuidados de largo plazo de base comunitaria", cuyo fin fue conversar acerca de los obstáculos que enfrenta la sociedad frente a los cuidados en personas adultas mayores, así como compartir las experiencias de atención de esta problemática en distintos países.  

Durante la inauguración, Nadine Gasman, presidenta del Inmujeres aseveró que zctualmente, existe una injusta distribución de los trabajos de cuidado que descansa de manera casi exclusiva en las mujeres. "Se trata de labores que empiezan a desempeñar desde niñas y la brecha de género con respecto a los niños y hombres no hace más que agrandarse mientras crecen", expresó.

Como ejemplo, Gasman destacó que mientras el 60 por ciento de las niñas entre 6 a 9 años que asisten a la escuela, realizan además trabajos de cuidado en casa, solo el 50 por ciento de los niños lo hace. Y cuando esta población alcanza los 17 años, la brecha se dispara hasta un 20 por ciento representando el 75 por ciento de mujeres y solo 56 por ciento de hombres involucrados en las tareas de cuidado. "Nos encontramos frente a un sistema que sostiene la apropiación del tiempo de unas en beneficio de otros. Por lo tanto, que sean las mujeres en su mayoría quienes realizan las labores de cuidado, disminuye sus oportunidades, trunca su desarrollo, obstaculiza su crecimiento profesional, al mismo tiempo que limita su tiempo de descanso y esparcimiento", puntualizó.

Asimismo, señaló que esa desigualdad se sostiene durante todo el ciclo de vida de las mujeres, haciendo que desde temprana edad enfrenten situaciones de mayor vulnerabilidad, no puedan acceder al mercado laboral y no cuenten con prestaciones y protección social. Todo esto afecta de manera desproporcionada y hace que las mujeres lleguen a la vejez en condiciones de mayor precariedad en relación con los hombres.

En el Gobierno de México estamos realizando acciones concretas para que el trabajo de cuidados sea reconocido no solo como un derecho universal e interdependiente, sino también como un bien público. Esto significa que, por un lado se reconozca que todas las personas tienen el derecho a recibir cuidados y la obligación de cuidar y por otro lado, se trata de una tarea que debe salir del espacio privado para regularse y formar parte de los bienes que generan riqueza en la comunidad.

El INMUJERES trabaja en la creación de un Sistema Nacional de Cuidados, que tendrá impacto en aproximadamente 47 millones de personas, entre ellas y como objetivo principal, las personas adultas mayores.

Este Sistema pone en evidencia la urgencia de contar con una política de cuidados que sea suficiente, de calidad y basada en los derechos. Por ello, como primer paso, de manera coordinada, el INMUJERES, el CONAPRED y el Instituto Simone de Beauvoir, analizan la provisión actual de servicios de cuidado en los municipios para conocer cuáles son las principales carencias y necesidades de las mujeres en materia de cuidado.

Posteriormente, se implementará un modelo piloto de cuidados en tres municipios seleccionados cuyos resultados serán además sistematizados y analizados. De resultar exitoso este modelo, como esperamos, se replicará en el resto de los municipios.

El INMUJERES tiene el compromiso de trabajar de la mano con el Gobierno de México para optimizar los recursos, recuperar experiencias y construir una verdadera política nacional de cuidados.