En el marco del Foro Generación Igualdad se realizó una sesión especial con organizaciones de mujeres defensoras de todo el mundo, representantes de diferentes Estados comprometidos con los derechos de las mujeres y donantes, donde se dialogó sobre las medidas imprescindibles que se necesitan para avanzar en la protección de las defensoras de derechos humanos y garantizar un entorno adecuado para la participación de las mujeres.

Sin la protección de las mujeres que protegen y promueven los derechos humanos no será posible el logro de la igualdad. Ni la plataforma de acción de Beijing ni ningún otro avance social en materia de igualdad sustantiva y no discriminación habrían sido posibles sin las organizaciones feministas y de mujeres. Gracias a la acción organizada de las mujeres se han reconocido las desigualdades estructurales, se ha protegido a víctimas de violencias y violaciones a derechos humanos y hemos logrado avanzar hacia un mundo donde la explotación de los cuerpos y territorios de las mujeres dejen de ser utilizadas para acaparar riquezas y poder.

Sin embargo, esa fuerza imprescindible para superar las desigualdades se encuentra gravemente amenazada por la violencia y la acción deliberada de quienes quieren acallar las voces y la acción organizada de las mujeres. En 2020 de las 331 personas defensoras asesinadas a nivel mundial, el 28% trabajaban por los derechos de las mujeres y el 69% defendían el territorio y el medio ambiente (Front Line). Solo en la región mesoamericana, la Iniciativa Mesoamericana de Defensoras documentó 4119 agresiones contra mujeres defensoras durante 2019. En el contexto de la pandemia, esta situación de violencia, precariedad y restricciones contra las defensoras y sus movimientos se ha agravado.

Tal y como lo establece el documento “Mujeres transformando un mundo en crisis”, las organizaciones feministas y de mujeres de todo el mundo llamaron a “ver el mundo a través de los ojos de las mujeres. Esto colocó la visión colectiva de los movimientos de mujeres del mundo en la escena global, que fue fundamental para que la conferencia pudiera promover resultados más progresistas. Si bien en los 25 años transcurridos desde entonces hemos visto avances, también hemos presenciado la reacción contra esos logros y la consolidación de desequilibrios de poder y de las estructuras que sostienen la opresión que sufren las mujeres”.

En este marco lograr que los compromisos emanados del Foro Generación Igualdad sean posibles pasan irremediablemente por asegurar un entorno seguro para que las mujeres puedan seguir siendo un sujeto de cambio social, por poner fin a los asesinatos, la criminalización y ataques que ponen en riesgo a las defensoras de derechos humanos y los logros conseguidos hasta ahora.

Por eso desde el INMUJERES sostenemos que es indispensable reconocer el trabajo y el esfuerzo que hacen las mujeres que trabajan en los derechos humanos. Su labor no solo impacta a la sociedad, sino que contribuye a visibilizar problemas que muchas veces no son atendidos o previstos por el Estado. Están en el terreno, detectando situaciones de peligro y construyendo caminos para superarlas.

Gracias a su trabajo, miles de mujeres que escapan de la violencia o la amenaza han logrado encontrar un lugar y reconstruirse. Nos han enseñado a construir resiliencia y recuperar la esperanza de vivir fuera de peligro.

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