México hizo y tiene compromisos internacionales que cumplir. Son dos en particular que permitirán un gran avance hacia una sociedad próspera en la que mujeres y hombres sean iguales, y en la que niños y niñas tengan las mismas oportunidades.

El primer compromiso a mencionar es el que hizo México junto con otros 192 países, al aprobar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que se deben alcanzar a más tardar en 2030. México, al igual que los demás países, hizo esta enorme promesa. Y esta promesa solo se podrá cumplir si se considera de manera seria y sistemática la igualdad entre mujeres y hombres. Dicho en otras palabras: no hay manera de ganar el partido con solo la mitad del equipo en la cancha.

Por ello los ODS consideran la igualdad de género en todas sus dimensiones, además de dedicarle un objetivo específico (ODS 5: Igualdad de género). Las necesidades de las mujeres y las niñas son interdependientes y no se pueden ver de manera aislada. Por ejemplo, una niña que nazca en un hogar de bajos recursos (ODS 1: Fin de la pobreza), tendrá mayor probabilidad de contraer matrimonio antes de la edad adulta (ODS 5), mayor probabilidad de deserción escolar (ODS 4: Educación de calidad) y de embarazarse a una edad temprana (ODS 3: Salud y bienestar).

Solo con estas necesidades atendidas, podremos contribuir a una sociedad más desarrollada y próspera. Esta es la indicación fundamental que da la Agenda 2030 a los gobiernos: las políticas públicas de cada país deben considerar las dimensiones de género en todos sus ejes. Por ejemplo, una mujer que abandona una relación de maltrato necesita atención médica (ODS 3),  acceso a la justicia (ODS 16: Paz, justicia e instituciones sólidas), un lugar seguro donde vivir (ODS 11: Ciudades y comunidades sostenibles) y un trabajo decente (ODS 8: Trabajo decente y crecimiento económico).

A su vez, la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) es el instrumento internacional vinculante más amplio sobre los derechos humanos de las mujeres y niñas. Su cumplimiento es obligatorio para los países. El Estado mexicano ratificó la CEDAW el 23 de marzo de 1981.

El Comité de la CEDAW emitió, en julio de 2018, observaciones a México que constituyen una hoja de ruta de gran relevancia para avanzar hacia la igualdad sustantiva y la no discriminación hacia las mujeres y las niñas en México. Sin duda, son un insumo clave para la planeación y el diseño de políticas públicas en este cambio de gobierno, al indicar de manera clara en dónde enfocar las prioridades.

El Comité CEDAW expresó su preocupaciónen torno a varios aspectos de lavida de las mujeres y las niñas, especialmenteen un contexto con altosniveles de violencia, y formuló recomendacionesespecíficas para garantizar sus derechos, las cuales estána disposición de todas y todos en la página de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Desde ONU Mujeres, hacemos un llamado a los gobiernos entrantesde todos los niveles, a los tres poderes de la Federación, a toda personaen posición de diseñar y/o influir en las políticas públicas de mañana, para que se tomen estos dos instrumentos internacionales como insumoy guía, y caminemos hacia el cumplimiento de estas promesas hechas en nombre de y para todo México.

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Opinión de Juliette Bonnafé, Especialista de Programas en ONU Mujeres México, en el Suplemento Todas noviembre 2018.