Con el objetivo de reflexionar y discutir sobre la posibilidad de trabajar en una nueva agenda posneoliberal basada en lo público, lo comunitario, la solidaridad y la organización social como elementos constitutivos de una nueva era más igualitaria y justa con los pueblos del mundo, la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, Nadine Gasman Zylbermann, participó en el Seminario Internacional Virtual, organizado por el Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad.

Actualmente, la pandemia ha logrado colocar en el debate público hacia temas que las mujeres llevan décadas visibilizando: las violencias, la autonomía económica, salud sexual y reproductiva, los cuidados, las maternidades y las masculinidades, entre otros. Hoy nos toca pensar y reflexionar en torno a las violencias contra las mujeres y las niñas, cuál es la visión del Gobierno de México, por qué no se puede acabar con las violencias contra las mujeres sin políticas a favor de la igualdad, y qué acciones estamos llevando a cabo para prevenir, atender y erradicar estas violencias.

Entre todas estas preocupaciones el tema de las violencias contra niñas y mujeres se ha revelado con fuerza. “En nuestro país, como lo ha señalado el Secretariado Ejecutivo, las cifras nos dicen que cada día mueren 10 mujeres víctimas de feminicidio. En México, de acuerdo la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH 2016) el 44% de las mujeres han sufrido violencia por parte de su actual o última pareja, esposo o novio, a lo largo de su relación”, comentó Nadine Gasman.

Agregó que “En los últimos 12 meses 10.3% de las mujeres de 15 años y más, fue víctima de algún acto violento por parte de algún integrante de su familia. Asimismo, de acuerdo con datos del INEGI, el 75% de la violencia contra mujeres y niñas sucede en el ámbito intrafamiliar, es decir en los hogares. Además, se estima que, con el confinamiento, el 35%, o sea 1 de cada 3 mujeres en el mundo ha sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja o ex pareja”.

Por ello, para el Inmujeres, es prioridad trabajar desde la prevención de todas las violencias a través de la construcción de políticas para la igualdad. Y como parte de ese trabajo, también coordinarnos con otras instituciones que además tengan responsabilidades de atención y sanción.

“Como punto de partida, tenemos el Programa Nacional para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, PROIGUALDAD 2020-2024, nuestra hoja de ruta en materia de igualdad de género. Este programa lo diseñamos y construimos después de una consulta en las 32 entidades federativas y consultando a más de cinco mil mujeres y niñas”, precisó la presidenta del Inmujeres.

En la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, las mujeres que viven o que han vivido violencia son beneficiadas por esta estrategia mediante la entrega de anaqueles y básculas, así como de productos básicos para iniciar un comercio local en el que puedan comercializar diversos productos de consumo. Se han implementado programas como “Tandas para el Bienestar”, “Mujer Exporta”, estrategia “Mercado Libre”, entre otras; que apoyan a mujeres de todo el país.

Además, para atender la violencia de género el INMUJERES forma parte del GIEV, y a través de él quiero compartirles algunos de sus principales resultados: La inclusión de los refugios y centros de atención a mujeres víctimas de violencia, sus hijas e hijos como actividades esenciales; la coordinación para fortalecer y concentrar en el 9-1-1 la recepción de llamadas de emergencia relacionadas con violencias basadas en el género; y el establecimiento de protocolos específicos para la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes.

Para cerrar su intervención, Gasman Zylbermann reconoció a la sociedad civil organizada. “Su trabajo incansable ha sido clave para que la agenda de avance de las mujeres no se detenga, no tenga retrocesos y vaya aún más allá de lo que se ha logrado. Especialmente, quiero reconocer todo el trabajo realizado durante esta pandemia para garantizar que las mujeres y niñas de México tuviera acceso a atención especializada en los Refugios en casos de vivir violencia doméstica o de otro tipo”.

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