Con el objetivo de reflexionar acerca de las brechas de desigualdad a las que se enfrentan las mujeres en México en el ámbito económico e impulsar políticas y medidas para incrementar su participación económica, se realizó la mesa de diálogo “Igualdad de Género para el crecimiento incluyente en México”, en la que participaron Nadine Gasman, presidenta del Inmujeres; junto al secretario de Hacienda y Crédito Público Arturo Herrera; Luisa María Alcalde Luján, Secretaria del Trabajo y Previsión Social y José Ángel Gurría Treviño, Secretario General de OCDE.

En su intervención, Gasman destacó que la brecha salarial, el reparto desigual del trabajo no remunerado y la violencia contra las mujeres son los tres factores más importantes de la desigualdad de género identificados por la OCDE. Para avanzar en la igualdad entre mujeres y hombres, la presidenta del Inmujeres comentó que una de las prioridades principales debe ser generar oportunidades de empleo para toda la diversidad de mujeres, ya que solo cuatro de cada 10 mujeres participan en el mercado laboral, cifra que disminuye a tres para las mujeres que viven en zonas rurales y solo a dos si se trata de mujeres indígenas. “Necesitamos generar más empleo para las mujeres, pensado en las mujeres y en su bienestar”, puntualizó Nadine Gasman.

Asimismo, la presidenta del Inmujeres refirió que 52% de las mujeres que trabajan están en la informalidad, un indicador de la precarización del empleo femenino, así como de las condiciones de mayor vulnerabilidad que enfrentan en el empleo y la economía.

Otro punto importante para el crecimiento incluyente de México es acabar con la brecha salarial. Según datos de 2017 de Conapred y Cepal, México tiene una de las brechas salariales más amplias entre mujeres y hombres con más del 34%, cifra que supera el promedio mundial que es del 23%, lo que “en el país no solo hay un problema económico, sino de discriminación estructural. Actuar al respecto, se trata de un tema de justicia social”, mencionó Gasman.

Además, Gasman destacó como aspecto relevante avanzar hacia un sistema de cuidados. “No podemos pedir a las mujeres que se incorporen al mercado si primero no solucionamos una de las tareas principales a las que dedican su tiempo y que, de hecho, es a su vez uno de los obstáculos principales para que puedan trabajar, o se mantengan en un trabajo”, indicó.

Por su parte, Arturo Herrera destacó que “Tenemos que pasar de la preocupación a la acción. El tema de la participación laboral de las mujeres es un tema de justicia y violencia. Tenemos una participación laboral de las mujeres remunerada más baja que El Salvador, un país con un PIB menor”. Antes de finalizar, aseveró que “las principales limitantes para que las mujeres en México puedan aspirar al mercado laboral son el trabajo no remunerado y salarios bajos, la violencia de género, la cultura machista y los estereotipos”.

En tanto, María Luisa Alcalde reconoció que para terminar con las brechas de género “no basta con generar mayores oportunidades laborales, sino también garantizar y promover que las mujeres se desarrollen en condiciones justas y equitativas. La inclusión laboral para por erradicar prácticas discriminatorias que como sociedad tenemos tan arraigadas y naturalizadas”. Agregó que “debemos encaminar nuestros esfuerzos a combatir la discriminación de género, principalmente al momento de ingreso y en los salarios, además de identificar los factores que han perpetuado la infravaloración del trabajo de las mujeres y su segregación a labores de menor rango”.

En su participación, José Ángel Gurría mencionó que “México enfrenta varios desafíos en este campo. Menos de la mitad de las mujeres mexicanas en edad de trabajar participan en el mercado laboral. Esta es la segunda tasa más baja de todos los países de la OCDE, y muy inferior a la tasa de hombres mexicanos activos en el mercado laboral que es del 82%”. Es hora de cambiar esta realidad y “México ha dado pasos importantes para promover la igualdad de género y cerrar las brechas. (Un ejemplo son) las cuotas de género en el poder legislativo, el Programa para la Igualdad entre Mujeres y Hombres y la obligación de los paridos políticos de promover la paridad de género en candidaturas”.

El Inmujeres en el marco del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 y el Programa Nacional para la Igualdad entre Mujeres y Hombres tiene el compromiso de que ninguna mujer se quede fuera ni se quede atrás, por lo que trabaja en fortalecer  la coordinación inter e intrainstitucional, así como la transversalización de género en toda la Administración Pública Federal para  implementar estrategias que renueven la economía de México con la participación de las mujeres, para que sea más igualitaria e incluyente..