Para que México sea una potencia en el siglo XXI, tenemos que empezar desde la escuela. Nuestro objetivo es formar niñas listas y seguras de sí mismas, que tengan claro que la fuerza de la educación les permitirá alcanzar las metas que se propongan.

Iniciamos un proceso de cambio profundo hacia un nuevo Modelo Educativo que permita a todas las niñas, los niños y los jóvenes tener una educación de calidad para triunfar en la vida y ser felices, sin importar su género, condición u origen.

Como país hemos logrado prácticamente la paridad de género en el acceso a la educación. Hoy en día, las niñas y las jóvenes representan 49% de la matrícula en la educación básica y 50% en la media superior y superior. No obstante, todavía tenemos importantes retos que sortear para combatir estereotipos de género. En particular, siguen existiendo prejuicios desde temprana edad respecto de algunas disciplinas académicas que son consideradas erróneamente como “de mujeres” o “de hombres”.

A su vez, estas creencias se reflejan en los ambientes de aula, las prácticas docentes, y nalmente en los aprendizajes, generando un círculo vicioso de discriminación, bajas expectativas y desempeño bajo. Por ejemplo, en la prueba PISA 2015, los jóvenes obtuvieron mejores resul- tados que sus pares femeninos en matemáticas y ciencias. Además, 28% de ellos expresaron interés en una carrera en las ciencias o ingenierías, comparado con solo 9% de las niñas. Estos resultados se reproducen y acentúan en la educación superior. Carreras como las ingenierías son cursadas mayoritariamente por hombres (estos representan 73% de la matrícula), mientras que las mujeres dominan en otras como la educación.

Esta situación debe cambiar no solo porque nuestras niñas y jóvenes tienen el derecho de elegir libremente sus carreras, sino también porque las ciencias, la tecnología, las matemáticas y las ingenierías (STEM, por sus siglas en inglés) son la vía para participar en las áreas más dinámicas de nuestra economía. Por ello, el nuevo Modelo Educativo plantea una formación docente para la educación inclusiva, con técnicas didácticas que permitan a las niñas participar plenamente.

En coordinación con la OCDE y la Academia de Ingeniería de México, hemos lanzado la iniciativa “NIÑASTEM PUEDEN”. Se trata de una red de mujeres profesionistas destacadas en las STEM que se acercan a las niñas y jóvenes para compartirles sus experiencias, además de promocionar el estudio de estas disciplinas en talleres, programas de mentoría y espacios en medios de comunicación.

Tenemos frente a nosotros un gran reto y aún tenemos que luchar como sociedad para romper con los prejuicios que nos atan al pasado. El país que queremos construir y por el que estamos trabajando no puede coartar las posibilidades de la mitad de su población. La fuerza de la educación es la vía para aprovechar el enorme potencial de las mujeres mexicanas y hacer de México una potencia en el siglo XXI. Nuestro objetivo es que no importe si eres hombre o mujer, sino que el único criterio para triunfar sea el esfuerzo y la perseverancia.

 

Opinión de Aurelio Nuño Mayer, en el Suplemento Todas.