La Secretaría de las Mujeres de la Ciudad de México realizó la presentación del Reporte Especial de Niñas y Adolescentes Mujeres en el marco de la Consulta #InfanciasEncerradas, con la finalidad de compartir reflexiones y hallazgos en torno al reporte, donde la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, Nadine Gasman Zylbermann, participó.

La crisis resultante del Covid-19 ha afectado a amplios sectores de la sociedad, y las niñas, niños y adolescentes no están exentos de esos efectos. Particularmente, implicó muchos cambios para las niñas y adolescentes en todo el país, pues alteró rápidamente el contexto en el que viven y se desarrollan.

Las desigualdades que ya existían en la vieja normalidad han crecido y amenazan los avances que se han alcanzado hasta ahora. Esta emergencia presenta nuevos riesgos para las niñas, niños y adolescentes y el reto de satisfacer las necesidades de atención integral que necesita: buena salud, nutrición, oportunidades de aprendizaje temprano, pero también las necesidades del cuidado y la protección.

Estudios recientes han advertido que la cuarentena puede tener efectos negativos sobre la salud física y mental de las niñas, niños y adolescentes. No solo pueden volverse físicamente menos activos, pasar más tiempo frente a la televisión, desarrollar patrones de sueño irregulares y dietas menos saludables, sino que, y quizás más importante, su salud mental puede verse afectada por la falta de socialización y por ser testigos o víctimas de violencias en el hogar.

Una de las formas de violencia que experimentarán las niñas durante el encierro será la sexual, como lo comentó la presidenta del Inmujeres: “sabemos que, de acuerdo con estimaciones del CONAPO, aumentarán más de 21,500 embarazos adolescentes entre 2020 y 2021, mismos que se suman a las más de 300 mil adolescentes entre 15 y 19 años y alrededor de 5 mil menores de 15 años se convierten en madres anualmente. Hecho que en muchos de ellos se relaciona con violencia sexual”.

Así mismo, el confinamiento también está exponiendo a las y los niños a un aumento de la violencia física y psicológica en el hogar, al obligarles a quedarse en hogares hacinados y precarios. Además, cuando estos niños y niñas no asisten a la escuela, es más difícil encontrar a personas confiables para que les ayuden a salir de esta situación.

“En México, sabemos que de enero a junio de 2020 se han reportado 104,331 presuntos delitos de violencia familiar, lo cual representa un aumento de 1.6% con respecto al mismo periodo del año pasado. Durante el mismo lapso, se han registrado 1,219 homicidios de menores de edad, 6,044 lesiones en niñas, niños y adolescentes”, comentó Gasman.

Atender estas desigualdades exige que tomemos decisiones desde otra posición. Tenemos que diseñar políticas que pongan en el centro las necesidades, y especialmente, las voces de las niñas y adolescentes. Por ello, Nadine Gasman celebró que “la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México haya impulsado la realización de esta Consulta Nacional a Niñas y Adolescentes. Gracias a ella podemos conocer de manera directa qué significa para ellas la pandemia, cómo la han vivido, qué ha significado el encierro, cómo se han sentido, qué les preocupa, qué es lo que más extrañan y, muy importante, qué les gustaría que ocurriera en el futuro”.

Desde el INMUJERES nos interesa atender las problemáticas que se han generado a causa de la pandemia del Covid-19 y lo estamos haciendo, por ello estamos impulsando programas que ayuden a las niñas, niños y adolescentes para que sigan estudiando. Un ejemplo es el Apoyo al Bienestar de Niñas y Niños de Madres Trabajadoras, que actualmente cuenta con un padrón de más de 200 mil mujeres beneficiarias. También estamos impulsando las Becas para el Bienestar Benito Juárez dirigidas a niñas, niños y adolescentes de 0 a 15 años, beneficiando a más de 2 millones de niñas y adolescentes para que continúen sus estudios.

Para concluir, la presidenta del Inmujeres hizo un llamado a la acción para que “la información que nos brinda esta encuesta no se quede sólo en el papel. Para que la adolescente de 13 años que nos dijo que su depresión y ansiedad no le importan a nadie, incluyendo a los gobiernos, sepa que no está sola, que cuenta con instituciones públicas preocupadas por su bienestar. Para que ella y todas las niñas y adolescentes que viven violencias y enfrentan dificultades sepan que estamos trabajando para transformar el país, y la ciudad en uno donde se sientan incluidas, pero sobre todo, donde se sientan felices”.