El Día Internacional de la Mujer tiene sus raíces en el movimiento obrero sindical de principios del siglo XX en América del Norte y Europa. Se manifestaban por las continuas limitaciones: sin derecho a voto, no poder tener control sobre sus recursos, limitaciones en su formación educativa y laboral y con una esperanza de vida mucho menor que la masculina por los partos violentos.

La primera edición se conmemoró en los Estados Unidos el 28 de febrero de 1909, cuando se convocó la huelga de los trabajadores textiles y mujeres del Partido Socialista de los Estados Unidos protestaron también contra las condiciones laborales en Nueva York en 1908. En 1917, las mujeres en Rusia deciden protestar de nuevo, y luchar por "Pan y Paz" en el último domingo de febrero (cayó en un 8 de marzo en el calendario gregoriano), llevando eventualmente a la adopción del voto femenino en Rusia.

A partir de estos años, el Día Internacional de la Mujer tomó una nueva dimensión global para las mujeres en los países desarrollados y en desarrollo. El creciente movimiento internacional para las mujeres está ayudando a que la conmemoración sea un elemento unificador, fortaleciendo el apoyo a los derechos de las mujeres y su participación en los ámbitos político, social, cultural y económico.

A más de 100 años de estos acontenciemientos las mujeres del mundo siguen trabajando y forjando por una vida más igualitaria, donde los estigmas, estereotipos, violencias sean erradicadas de la relidad que viiven. Por ello, este año, el tema del Día Internacional de las Mujer, “Mujeres líderes: Por un futuro igualitario en el mundo de la Covid-19”, celebra los enormes esfuerzos realizados por mujeres y niñas de todo el mundo a la hora de definir un futuro más igualitario y la recuperación ante la pandemia de Covid-19, y resalta las deficiencias que persisten.

Desde hace un año, las mujeres se encuentran al frente de la batalla contra la Covid-19, como trabajadoras del sector de la salud y en primera línea, y como científicas, médicas y cuidadoras; no obstante, ganan un 11 por ciento menos en comparación con sus pares hombres a nivel mundial. Como señala un análisis de equipos de trabajo sobre la Covid-19 de 87 países, solamente el 3,5 por ciento de estos tenían paridad de género.

Cuando las mujeres están al cargo, se observan resultados positivos. Varias de las respuestas más eficientes y ejemplares ante la pandemia de la Covid-19 han sido dirigidas por mujeres. Actualmente, ellas aportan experiencias, perspectivas y habilidades diferentes que contribuyen de manera indispensable en las decisiones, políticas y leyes que funcionan mejor para todas y todos.

Consecuencia de la pandemia, han surgido obstáculos que se suman a los preexistentes que frenan la participación y el liderazgo de las mujeres. En todo el mundo, las mujeres enfrentan un aumento de la violencia doméstica, de tareas de cuidados no remunerados, del desempleo y la pobreza. Pese a que las mujeres constituyen la mayoría del personal de primera línea, existe una representación desproporcionada e inadecuada de mujeres en los espacios de política nacionales y mundiales relacionados con la Covid-19.

Este año conmemoramos un Día Internacional atípico consecuencia de la pandemia del Covid-19 pero este es un buen momento para reflexionar acerca de los avances logrados y sobre los retos que todavía tenemos que superar, exigir igualdad y valorar la valentía y la determinación de las mujeres que han desempeñado un papel clave en la historia de sus países y comunidades.