Leer el Suplemento TODAS

Las Naciones Unidas han definido a la incorporación de la perspectiva de género como el proceso de evaluación de las consecuencias para las mujeres y los hombres de cualquier acción que se planifique, como son las leyes, las políticas o los programas, en todos los sectores y niveles de gobierno.

En este sentido, transversalizar la perspectiva de género es una estrategia destinada a hacer que las preocupaciones y vivencias de las mujeres, así como de los hombres, sean un elemento integrante de la elaboración, la aplicación, la supervisión y la evaluación de las políticas y los programas en todas las esferas políticas, económicas y sociales, con el fin de que las mujeres y los hombres se beneficien por igual y se impida que se perpetúe la desigualdad. Su objetivo final es lograr la igualdad de género.

Desde 2013, el Instituto Nacional de las Mujeres estableció el Programa de Fortalecimiento a la Transversalidad de la Perspectiva de Género (PFTPG), con el propósito de fortalecer a los Mecanismos para el Adelanto de las Mujeres (MAM) con subsidios y herramientas que potencien sus capacidades organizacionales, técnicas y operativas, con el fin de que el trabajo que realizan en los estados y municipios tengan un impacto en los tres niveles de gobierno y en las comunidades.

En la pasada edición de TODAS mostramos las buenas prácticas que algunas entidades federativas han puesto en marcha con los recursos otorgados por el PFTPG y con este número damos voz a otras acciones realizadas por otros estados en México.

Desde el INMUJERES buscamos mejorar lo que se ha logrado en el marco del programa de transversalidad, reconociendo que aún falta camino por recorrer para que en todo el proceso de política pública se coloquen en el centro las desigualdades, las brechas de género, la división sexual del trabajo, el uso y control de los recursos y beneficios, la condición y posición, necesidades e intereses de mujeres y hombres, en las diferentes esferas de la vida.

El Gobierno de México reconoce que la igualdad de género es el motor fundamental del desarrollo, el progreso y la generación de mayor bienestar tanto para las mujeres como para los hombres, garantizando que ninguna persona quede atrás y nadie se quede fuera.